Isaak Yúdovich Azímov
Isaac Asimov, fue un escritor y profesor de bioquímica en
la facultad de medicina de la Universidad de Boston de origen ruso,
nacionalizado estadounidense, conocido por ser un prolífico autor de obras de
ciencia ficción, historia y divulgación científica.
Asimov, asimismo, tenía
un dilatado conocimiento sobre las ciencias naturales en todo su conjunto.
Su infancia transcurrió
en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Aprendió a leer de forma autodidacta y
empezó a escribir en la adolescencia temprana. Con 19 años ya publicaba relatos
de ciencia ficción en diferentes revistas del género.
El año 1939 se graduó en
bioquímica por la Universidad de Columbia. Dos años después, Asimov escribió
‘Nightfall’, una obra considerada la pieza más importante de la narrativa de
ciencia ficción por la ‘Science Fiction Writers of America’. Este
reconocimiento no llegó hasta 27 años después de su publicación. En ese
momento, el año 1968, el prolífico autor ya había escrito más de cien relatos
cortos, 16 novelas de ciencia ficción, tres libros de divulgación científica.
La dimensión del legado
de Asimov es casi inalcanzable. En el campo de la narrativa, la calidad de su
gran cantidad de obras lo llevó a ser galardonado en múltiples ocasiones. El
universo que fue capaz de crear ha influido constantemente a autores
posteriores y algunas de sus obras, como por ejemplo ‘I, Robot’, han sido
trasladadas al cine. Entre sus aportaciones más icónicas quedan las tres leyes
de la robótica, toda una invitación a la reflexión sobre la autonomía de los
robots y sus posibles implicaciones éticas, y la saga ‘Foundation’, que recibió
el premio Hugo a “la mejor serie de todos los tiempos” en 1966.
Además, Asimov es hasta
el momento el único autor que ha tenido la capacidad de escribir en nueve de
los diez campos de conocimiento reconocidos en el sistema decimal de Dewey, una
herramienta utilizada en las bibliotecas para clasificar las distintas obras.
El único campo de este sistema en el que no publicó fue en ‘Filosofía y
Psicología’. Aun así, estuvo a punto; ya que escribió el prólogo de “The
Humanist Way”, un libro publicado en este segmento.
La enorme producción de
Asimov no le relegó al ostracismo ideológico, sino que fue un miembro activo de
las causas en las que creía. A pesar de que sus padres pertenecían a la iglesia
ortodoxa, él fue un ateo declarado y profesó un pensamiento progresista. A
menudo mostró su preocupación por el asunto de la superpoblación del planeta ya
que lo consideraba una fuente de desigualdades. Aun así, se desvinculó de los
grupos de izquierdas por su defensa de la energía nuclear.
Su obra más famosa es la
Saga de la Fundación, también conocida como Trilogía o Ciclo de Trántor, que
forma parte de la serie del Imperio Galáctico y que más tarde combinó con su
otra gran serie sobre los robots. También escribió obras de misterio y
fantasía, así como una gran cantidad de textos de no ficción. En total, firmó
más de 500 volúmenes y unas 9000 cartas o postales. Sus trabajos han sido
publicados en 9 de las 10 categorías del Sistema Dewey de clasificación.
Junto con Robert A.
Heinlein y Arthur C. Clarke, Asimov fue considerado en vida como uno de los
«tres grandes» escritores de ciencia ficción.
La mayoría de sus libros
de divulgación explican los conceptos científicos siguiendo una línea
histórica, retrotrayéndose lo más posible a tiempos en que la ciencia en
cuestión se encontraba en una etapa elemental. A menudo brinda la nacionalidad,
las fechas de nacimiento y muerte de los científicos que menciona, así como las
etimologías de las palabras técnicas.
Fue miembro de Mensa
durante mucho tiempo, a cuyos miembros describía como «intelectualmente
combativos». Disfrutaba más de la presidencia de la Asociación Humanista
Estadounidense, una organización de ideología atea.
En 1981 se nombró a un
asteroide, el (5020) Asimov, en su honor.
En 1985 fue nombrado Presidente honorario de la Asociación Humanista Norteamericana, organización defensora del pensamiento racional y de la creencia de que los grandes males y logros de la historia se deben al ser humano y no a ningún ente sobrenatural. Ocupó el cargo hasta 1992, año en el que murió después de un fallo coronario y renal.
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