Melchor Ocampo
Nació
en el pueblo de Maravatío, territorio del actual estado de Michoacán. Desde muy
temprana edad tomó una postura liberal, lo que se debió en gran medida a su
estancia en Francia, donde fue influido por las ideas de libertad. Desempeñó
cargos políticos de mucha importancia en México: fue gobernador de su estado
natal, autor y redactor de las leyes de reforma, vigentes aún en México y firmó
el tratado de Ocampo-McLane. Su famosa epístola se lee en las ceremonias
matrimoniales civiles. Murió en 1861, fusilado por el general Leonardo Márquez.
En
su honor se renombró Michoacán de Ocampo a su estado natal. Su corazón se
conserva en el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo de forma
permanente y está exhibido en una sala dedicada a él junto con otras pertenencias.
Estudió
en el seminario de Morelia y después leyes en el colegio seminario de México
(Universidad Pontificia). Al completar sus estudios en el Seminario de
Morelia, Ocampo se matriculó en la Universidad de México, se especializó
en derecho pero también estudió física, ciencias
naturales, química y botánica. Trabajo en un bufete jurídico desde 1833. En
1840 viajó a Europa y allí se empapó de las doctrinas liberales y
anticlericales de la Ilustración francesa. Ocampo, un hombre del Renacimiento
que estaba igualmente en casa en las humanidades, las artes y las ciencias,
regresó a México en 1842 y combinó la práctica del derecho con la agricultura
científica, la catalogación de la flora y la fauna y el estudio de las lenguas indias.
También estableció una de las mejores bibliotecas privadas en México.
Fue
elegido diputado en 1842, y en 1846 fue el tercer gobernador del estado de
Michoacán. En 1847, durante la guerra contra los Estados Unidos, Ocampo sirvió
como gobernador de Michoacán, esforzándose enérgicamente por reunir tropas para
combatir al invasor del norte. Después de la guerra entre Estados Unidos y
México, los sentimientos anticlericales de Ocampo se intensificaron aún más por
una amarga disputa con el clero de Michoacán. La causa que provocó la
controversia fue la negativa de un párroco local a enterrar a un peón
empobrecido porque su viuda no podía pagar los honorarios sacramentales.
Ocampo
más tarde se convirtió en Secretario del Tesoro, pero fue exiliado del país en
1850 por el extravagante Antonio López de Santa Anna, quien se había
establecido como un dictador militar, enviándolo preso al fuerte de San Juan de
Ulúa, frente al puerto de Veracruz, y posteriormente exiliado a Cuba y
finalmente se mudó a Nueva Orleans, Estados Unidos.
Al
establecerse en Nueva Orleans, Ocampo se hizo amigo de un exiliado aún más
ilustre: Benito Juárez. Se convirtió en uno de los seguidores más leales de
Juárez. En esta ciudad se dedica a la publicación de folletos para promover
cambios políticos en México. El resultado de su esfuerzo fue el Plan de Ayutla
(1855). El exilio para la pareja terminó como resultado de dramáticos eventos
que tuvieron lugar en México en 1854. Juan N. Álvarez, un general con simpatías
liberales, convocó a una reunión en su hacienda en Guerrero de varios hombres
influyentes que deseaban derrocar la dictadura corrupta de Santa Anna. Los
conspiradores elaboraron el Plan de Ayutla, pidiendo la expulsión de Santa Anna
y un presidente temporal que gobernaría hasta que se redactara una nueva
constitución. La rebelión se extendió rápidamente por todo el país y Santa
Anna, incapaz de sofocar el levantamiento a través de su método habitual del
soborno, huyó al exilio en el otoño de 1855. Juan Álvarez se convirtió en
presidente provisional y Juárez y Ocampo, de regreso del exilio, fueron
nombrados ministros de Justicia y de Relaciones Exteriores brevemente.
Durante
el gobierno de Juárez fue nombrado ministro de Gobernación, encargándose
también de los ministerios de Relaciones, Guerra y Hacienda. De esta época son las famosas Leyes de Reforma, que separaron
la Iglesia del Estado, y de cuya redacción fue él uno de los principales
autores.
Participó
en la redacción de las nuevas Leyes Civiles, que a la postre darían sentido a
la política liberal y terminarían reformando la Constitución de 1857, con el
fin de independizar los negocios civiles y políticos con respecto de los
eclesiásticos. El 23 de julio de 1859 el entonces presidente interino D. Benito
Juárez expide en el Puerto de Veracruz, la "Ley de Matrimonio Civil"
que contiene 31 artículos. En el artículo 15º a manera de formalización
ceremonial del matrimonio se incluyó la famosa epístola atribuida a Melchor
Ocampo, la cual figura a continuación: ...Que éste es
el único medio moral de fundar la familia, de conservar la especie y de suplir
las imperfecciones del individuo que no puede bastarse a sí mismo para llegar a
la perfección del género humano. Que éste no existe en la persona sola sino en
la dualidad conyugal. Que los casados deben ser y serán sagrados el uno para el
otro, aún más de lo que es cada uno para sí. Que el hombre cuyas dotes sexuales
son principalmente el valor y la fuerza, debe dar, y dará a la mujer,
protección, alimento y dirección, tratándola siempre como a la parte más
delicada, sensible y fina de sí mismo, y con la magnanimidad y benevolencia
generosa que el fuerte debe al débil, esencialmente cuando éste débil se
entrega a él, y cuando por la sociedad se le ha confiado. Que la mujer, cuyas
principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y
la ternura, debe dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo
y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe a la persona que
nos apoya y defiende, y con la delicadeza de quien no quiere exasperar la parte
brusca, irritable y dura de sí mismo. Que el uno y el otro se deben y tendrán
respeto, deferencia, fidelidad, confianza y ternura, y ambos procurarán que lo
que el uno se esperaba del otro al unirse con él, no vaya a desmentirse con la
unión. Que ambos deben prudenciar y atenuar sus faltas. Que nunca se dirán
injurias, porque las injurias entre los casados, deshonran al que las vierte, y
prueban su falta de tino o de cordura en la elección, ni mucho menos se
maltratarán de obra, porque es villano y cobarde abusar de la fuerza. Que ambos
deben prepararse con el estudio y amistosa y mutua corrección de sus defectos,
a la suprema magistratura de padres de familia, para que cuando lleguen a
serlo, sus hijos encuentren en ellos buen ejemplo y una conducta digna de
servirles de modelo. Que la doctrina que inspiren a estos tiernos y amados
lazos de su afecto, hará su suerte próspera o adversa; y la felicidad o
desventura de los hijos será la recompensa o el castigo, la ventura o la
desdicha de los padres. Que la sociedad bendice, considera y alaba a los buenos
padres, por el gran bien que le hacen dándoles buenos y cumplidos ciudadanos; y
la misma, censura y desprecia debidamente a los que, por abandono, por mal
entendido cariño, o por su mal ejemplo, corrompen el depósito sagrado que la
naturaleza les confió, concediéndoles tales hijos. Y, por último, que cuando la
sociedad ve que tales personas no merecían ser elevadas a la dignidad de
padres, sino que sólo debían haber vivido sujetas a tutela, como incapaces de
conducirse dignamente, se duele de haber consagrado con su autoridad la unión
de un hombre y una mujer que no han sabido ser libres y dirigirse por sí mismos
hacia el bien.
El
14 de diciembre de 1859 por órdenes de Juárez, firmó en Veracruz con el
ministro de Estados Unidos Robert McLane, el controvertido Tratado
McLane-Ocampo con los Estados Unidos, mediante los cuales México otorgaba a
perpetuidad el derecho de tránsito al ejército y mercancías de los Estados
Unidos por tres franjas de territorio mexicano. La primera por el Istmo de
Tehuantepec, la segunda de Guaymas a Nogales (Arizona), y una tercera franja
desde Mazatlán hasta la Heroica Matamoros, en el Golfo de México, pasando por
Monterrey. Sin embargo, México mantenía su soberanía sobre los tres pasos y
soberanamente podía modificar el tratado. Es decir, el término
"perpetuidad" no significaba para siempre, sino sin fecha de
terminación definida.
Antes
de ser firmado, William B. Churchwell recomendó de forma confidencial al
presidente estadounidense James Buchanan que en el tratado se incluyera una
cláusula para lograr la cesión de Baja California a los Estados Unidos.
El
fin del tratado era lograr dos necesidades angustiosas para el gobierno de
Juárez: el reconocimiento estadounidense a su gobierno, y 4 millones de
dólares, de los cuales solo entregarían al presidente Benito Juárez la mitad.
El resto se reservaría para pagar indemnizaciones a ciudadanos estadounidenses
quejosos por violaciones a sus derechos.
El
tratado no fue ratificado por el Congreso estadounidense cuando este se
presentó. En vísperas de la guerra de secesión, los senadores consideraron que
las nuevas vías de tránsito por México aumentarían el poder económico y militar
de los estados separatistas del sur.
En
materia de educación sostenía que esta tenía que cimentarse en estos postulados
básicos del liberalismo: en la democracia o gobierno de la mayoría; en el
respeto a las diferentes creencias religiosas; en la tolerancia; en la igualdad
de todos ante la ley, fortaleciendo la autoridad civil y suprimiendo los
privilegios.
El
30 de mayo de 1861, los conservadores al mando del español Lindoro Cajiga (que
años después sería capturado y fusilado por el ejército republicano) lo
aprehendieron en su hacienda de Pomoca, cerca de Maravatío, Michoacán y lo
trasladaron a la población y posteriormente a Tepeji del Río (Hidalgo), para
ser presentado ante Leonardo Márquez y Félix Zuloaga, generales conservadores y
acérrimos enemigos de los liberales. Murió Melchor Ocampo fusilado en Tepeji
del Río el 3 de junio de 1861 por los soldados conservadores del general
Leonardo Márquez. Tras el fusilamiento, Márquez ordenó que el cuerpo fuera
colgado de un árbol de pirul. Los vecinos trasladaron el cadáver de Ocampo a la
capital, y fue sepultado el 5 de junio a las tres y media de la tarde.
Posteriormente, el 3 de junio de 1897 se trasladaron sus restos a la Rotonda de
las Personas Ilustres. En su honor, su estado natal ahora se llama Michoacán de Ocampo, así
como la ciudad Maravatío de Ocampo, el teatro
en la capital del estado, Teatro Ocampo de Morelia, y la ciudad serrana del
estado de Puebla, Tetela de Ocampo.
En
su testamento, dice: Me despido de todos mis buenos amigos y de todos los que
me han favorecido en poco o en mucho y muero creyendo que he hecho por el
servicio de mi país cuanto he creído en conciencia que era bueno… Lego mis
libros al Colegio de San Nicolás, de Morelia, después de que mis señores
albaceas y Sabás Iturbide tomen de ellos los que gusten.
Se
ha hecho famosa una de sus epístolas que solía leerse habitualmente en los
matrimonios civiles en México.
Sólo
veinte años (1842-1861) Ocampo actúo en los asuntos públicos de la nación, un
periodo que fue decisivo en el orden internacional. Los principales
acontecimientos del mundo en esa época tuvieron repercusión en los asuntos
internos de nuestro país. En esos años se formaron los grandes dominios
coloniales de Inglaterra y Francia en los continentes americano, asiático y africano,
principalmente; en tanto que, en nuestra América, se extendió el dominio de los
Estados Unidos... La revolución industrial fortaleció el liberalismo económico
y político; la democracia burguesa y el régimen republicano avanzaron y la
aristocracia feudal fue sustituida por la burguesía capitalista como clase
dominante...
En la cultura popular
La
película Huérfanos es una biografía de Melchor Ocampo en donde es interpretado
por el actor Rafael Sánchez Navarro.
https://www.youtube.com/watch?v=0mZeBWGEseg
Corazón de Melchor Ocampo.
En
el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo de Morelia,
Michoacán, se encuentra un aula especial en la que se pueden encontrar objetos
que le pertenecieron, así como su biblioteca privada. Dentro de esa aula, se
encuentra en una urna conservado en formol el corazón de Melchor Ocampo. Su
hija lo entregó al Colegio de San Nicolás a petición expresa de su padre, quien
llegó a decir: - "Mi corazón le pertenece al Colegio de San Nicolás.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Melchor_Ocampo
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