Johann Adam Weishaupt
Biografía.
Nació en el seno de
una familia católica, cuyo padre era el profesor George Weishaupt. A la edad
de cinco años quedó huérfano y fue criado junto con su hermana por su padrino y
abuelo Johann Adam von Ickstatt (1702-1776), quien era director de un colegio
Jesuita, curador de la Universidad de Ingolstadt y miembro del consejo privado.
Existen algunas discrepancias con respecto al parentesco familiar de Weishaupt
e Ickstatt, ya que los apellidos no coinciden.
Fue educado por los
jesuitas en el colegio de Ingolstadt, donde recibió una fuerte influencia de la
biblioteca de su abuelo, de la que aprendió parte de la ideología de filósofos
franceses. Estudió derecho, economía, política, historia y corrientes ocultas,
como el gnosticismo y la filosofía de la reciente masonería. Fuentes de la
época aseguran que devoraba vorazmente cada libro que encontraba.
Algunos escritores
argumentan que en 1771 conoció a un mercader danés llamado Franz Kolmer, quien
le introdujo en las prácticas mágicas de Egipto y las doctrinas antirreligiosas
de los maniqueos, provocando en la mente del joven Weishaupt un espíritu
anarquista y poco tolerante con la religión.
En 1772 se convirtió
en catedrático de Derecho civil y canónico de la Universidad de Ingolstadt. La
concepción liberal de Weishaupt entró rápidamente en conflicto con los
jesuitas. No obstante, y gracias a la disolución de la Compañía de Jesús por el
papa Clemente XIV en 1773, Weishaupt llegó a ser decano de la Facultad de Leyes
de la universidad, cargo que había estado en manos de los jesuitas desde hacía
noventa años. Ese mismo año contrajo nupcias sin la aprobación de Ickstatt.
Entre 1773 y 1775 se
fue a Francia, en donde conoció y desarrolló amistad con el Marqués de La
Fayette (1757–1834) y Maximilien Robespierre (1758–1794).
Sus inquietudes
ideológicas le llevaron a ingresar en la masonería, saliendo poco después
decepcionado con lo que consideraba simples reuniones sociales. Decidió fundar
su propia orden en 1776, basándose en lo que había visto en los jesuitas y la
masonería, llamándola primero "Los Perfectibilistas" y más tarde
"Los Iluminados de Baviera" (Illuminati), que es como conocemos a la
orden hoy en día. Weishaupt tomó el sobrenombre de "Spartacus", ya
que se decía ser un libertador de la conciencia humana, arrebatando al hombre
de los dogmas y las religiones que lo esclavizaban.
Decepcionado con los
pocos miembros con los que contaba su orden, pidió ayuda a uno de sus adeptos,
el barón protestante Adolph von Knigge (Philón), el cual dio un gran impulso a
la sociedad, llegando a crearse logias en Alemania, Francia, Austria, Italia,
Suiza y Rusia. Von Knigge abandonó la orden en 1784, no pudiendo soportar más
la pedantería dominante de Weishaupt, que con frecuencia recurría a malas
formas. Acusó a Weishaupt de "jesuitismo" y de sospechoso de ser
"un jesuita disfrazado".
El 22 de junio de
1784, las autoridades políticas y religiosas de Baviera dieron orden de
perseguir a los miembros de la masonería y los Illuminati. Desbaratada su
sociedad, Weishaupt y su familia huyeron a Gotha, en Sajonia. Fueron
perseguidos, ya que se descubrió documentación en la casa de Weishaupt que pretendía
dominar todas las facetas de la masonería, derrocar a las monarquías de Europa
y acabar con la Iglesia católica usando los mismos métodos que emplearon los
jesuitas para defenderla de los protestantes.
Recibió ayuda del
duque Ernesto II de Sajonia-Gotha-Altenburg (1745-1804) y vivió en Gotha
escribiendo una serie de obras sobre el iluminismo, entre ellas una historia
completa de las persecuciones de los Illuminati en Baviera (1785), una imagen
de las Luces (1786), una disculpa para los Illuminati (1786) y un sistema
mejorado de las Luces (1787). Adam Weishaupt murió en Gotha el 18 de noviembre
de 1830, renegando de su fe católica en el lecho de muerte. Le sobrevivieron su
esposa, Anna María Weishaupt (de soltera Sausenhofer), y sus hijos Nanette, Charlotte,
Ernst, Karl Weishaupt, Eduard y Alfred. Weishaupt fue enterrado junto a su hijo
Wilhelm, que le había precedido en la muerte en 1802.
Algunos de sus
Manifiestos, describen así las seis metas a largo plazo de los Illuminati:
1.
Abolición de la
monarquía y de todo gobierno organizado según el Antiguo Régimen.
2.
Supresión de la
propiedad privada de los medios de producción para individuos y sociedades, con
la consecuente abolición de clases sociales.
3.
Abolición de los
derechos de herencia en cualquier caso.
4.
Destrucción del
concepto de patriotismo y nacionalismo y sustitución por un gobierno mundial y
control internacional.
5.
Abolición del
concepto de la familia tradicional y clásica.
6.
Prohibición de
cualquier tipo de religión (sobre todo la de la Iglesia católica) estableciendo
un ateísmo oficial.
Weishaupt fundó los
Illuminati en los bosques bávaros en la noche de Walpurgis. No se sabe con
exactitud cuántas personas le acompañaron ni su identidad, solo se conoce el
nombre de dos estudiantes llamados Max Merz y Anton von Massenhausen.
Aunque la orden no
era democrática, puesto que Weishaupt y Knigge tomaban las decisiones
argumentando que eran los más preparados y conocedores de secretos ancestrales,
su misión fue abolir todos los gobiernos monárquicos y las religiones estatales
en Europa y sus colonias. Weishaupt escribió: «el fin justifica los medios, la
muerte es el fin del problema humano». El carácter real de la sociedad fue una
complicada red de espías y contraespías. Cada celda de aislamiento de los
iniciados informaba a su superior sobre las operaciones que realizaba en pro de
los ideales de la orden.
La salvación no está allí donde los tronos fuertes son
defendidos por la espada, donde el humo de los incensarios asciende al cielo o
donde miles de hombres fuertes miden con pasos los ricos campos de la cosecha.
La revolución que va a producirse será estéril si no es completa.
Adam Weishaupt
Legado en las sociedades
secretas
Probablemente la
figura de Adam Weishaupt es, junto con las del arquitecto del Templo de Salomón
Hiram Abif y Gran Maestre Jacques de Molay, una de las tres más representativas
en la historia de las sociedades secretas.
Adam Weishaupt fue
de los primeros masones en abordar temas religiosos y políticos dentro de las
logias, motivo que le ganó muchos enemigos dentro de la francmasonería,
incluyendo a los máximos cuerpos masónicos internacionales de entonces. Tal vez
ese hecho sea el causante de que su nombre no aparezca dentro de la lista de
grandes celebridades que han sido parte de esta sociedad.
Weishaupt ha sido
visto desde diferentes perspectivas por los historiadores. Algunos argumentan
que era una persona obstinada que carecía de facultades mentales, otros que
creó su sociedad para salvar su cátedra, mientras que algunos le ven como una
persona que en el fondo amaba a los jesuitas y deseaba la supervivencia de
estos mediante los Illuminati. No obstante, es considerado por muchos, de
manera correcta o errónea, como uno de los forjadores del Socialismo
Revolucionario, (e incluso del Socialismo Libertario y del anarquismo o incluso
del Comunismo no autoritario), y del movimiento cultural y de las redes
asociativas y sociedades secretas revolucionarias de finales del siglo XVIII,
en especial algunas Masónicas o para-masónicas, que sentaron las bases de los
movimientos políticos, culturales y conspirativos, que dieron origen a la
independencia de los Estados Unidos, la Revolución francesa y la emancipación
de América Latina, así como de movimientos revolucionarios nacionalistas
anti-coloniales de países periféricos europeos frente a otras potencias
europeas. De igual manera, Weishaupt es considerado como uno de los más grandes
exponentes del ateísmo y, según el escritor John J. Robinson, como el máximo
conspirador de todos los tiempos.
"No he traído Deísmo a Baviera desde Roma. Lo
encontré aquí, en gran vigor, más abundante que en cualquiera de los Estados
protestantes vecinos. Me siento orgulloso de ser conocido por el mundo como el
fundador de los Illuminati."
Adam Weishaupt.
Weishaupt fue un
admirador de la jerarquía de la Compañía de Jesús o Jesuitas, según uno de los
principales historiadores de la Revolución Francesa y jesuita Augustin Barruel,
el cual recogió una cita del Conde de Mirabeau sobre Weishaupt, quien dijo: Admirado por encima
de todas las leyes es el régimen de los jesuitas que, en virtud de una cabeza,
el General Jesuita, hombres hechos dispersos en el universo tienden hacia el
mismo objetivo.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Adam_Weishaupt
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