Juan Ramón Gil Samaniego
Nació en el seno de una familia acomodada. Su padre era
dentista, y huyó a Los Ángeles tras escapar de la Revolución mexicana. Primo de
Dolores del Río, Novarro empezó su carrera cinematográfica en 1916 dirigido por
Cecil B. DeMille; entonces complementaba sus ingresos trabajando como profesor
de piano, camarero y cantante. El director Rex Ingram y la esposa de este, la
actriz Alice Terry, empezaron a promocionarlo como rival de Rodolfo Valentino;
fue entonces cuando Ingram le sugirió cambiar su apellido a Novarro. Ramón
eligió su nombre artístico en alusión a un amigo, Gabriel Navarro, quien
décadas después sería abuelo del famoso guitarrista de rock Dave Navarro.
Desde 1923 Novarro empezó a actuar en roles más importantes.
Su papel en Scaramouche (1923) significó para él su primer éxito importante. En
1925 alcanzó su mayor éxito como protagonista en Ben-Hur, causando su vestuario
gran sensación. Fue ahí cuando Novarro alcanzó el estrellato de élite de
Hollywood y fue erigido como rival de Rodolfo Valentino. Su rivalidad fue
difundida artificialmente por la prensa, ya que en realidad Novarro y Valentino
eran amigos íntimos y tenían un «secreto» en común: sus preferencias
homosexuales. Tras el asesinato de Novarro surgiría la leyenda urbana de que
Valentino llegó a regalar a Novarro un consolador de grafito, con una
dedicatoria en la base, peculiar objeto que supuestamente sería, décadas
después, el arma que acabó con la vida de Novarro.
Al fallecer Valentino prematuramente en 1926, Ramón
Novarro se convirtió en el actor latino más importante del medio, y el cambio
del cine mudo al sonoro no afectó su éxito. Se especializó en musicales y en
1931 llegó a coprotagonizar uno de los títulos clásicos de Greta Garbo: Mata
Hari. Disfrutaba de un buen nivel de vida y estaba muy interesado en el negocio
inmobiliario, llegando a ganar $ 10 000 a la semana.
En 1934 marcó otro hito en la historia del cine al
protagonizar (dentro de la película The Cat and the Fiddle) la primera escena
de acción real de la historia del cine rodada en Technicolor de tres tiras. Ya
había rodado algunas escenas en el antiguo Technicolor de dos tiras dentro de
Ben-Hur.
Al vencer su contrato con MGM en 1935, el caché de
Ramón Novarro empezó a decaer, ya que se negó a poner su vida en manos de
Hollywood, pues los productores y publicistas querían que Novarro contrajera
matrimonio para empezar a callar los rumores acerca de su empedernida soltería.
Trabajó esporádicamente en películas de serie B y también probó suerte en
Broadway. Su último papel en el cine fue en El pistolero de Cheyenne (1960),
junto a Anthony Quinn y Sophia Loren.
Novarro tuvo muchos conflictos morales por su condición
de homosexual y católico, que le llevaron al alcoholismo. Hay rumores de que la
MGM intentó empujar a Novarro a un matrimonio lavanda ("lavender
marriage" en inglés, matrimonio de conveniencia para lavar la imagen
pública de un homosexual), lo cual rechazó. Sin embargo hay quienes —incluyendo
al biógrafo de Novarro, André Soares— niegan que haya existido tal coerción.
Novarro recurría a los servicios de la prostitución
masculina y murió asesinado por un joven que alternaba dicha actividad con la
delincuencia, Paul Ferguson, y su hermano recién salido del reformatorio Thomas
Ferguson. Ellos creían que Novarro guardaba una cuantiosa suma de dinero en la
vivienda porque días antes había alardeado de que iba a hacer unas obras de
5.000 dólares en el salón de su casa. Los jóvenes ladrones no encontraron el
dinero que esperaban, y Paul, boxeador aficionado, tras maniatarlo con un
cable, torturó y golpeó a Novarro hasta dejarle desfigurado para después
desvalijar la casa, de donde sólo robaron 45 dólares, mientras Novarro moría
asfixiado con su propia sangre. En el espejo del baño apareció escrito:
"Las chicas son mejores que los maricas". Pretextaron en el juicio
que el actor les había propuesto relaciones sexuales, y querían mostrarlo como
un pervertido. Fueron condenados a cadena perpetua. El actor está enterrado en
el cementerio Calvary en Los Ángeles.
Novarro tiene su estrella en el paseo de la fama de
Hollywood, conmemorando su contribución a la industria fílmica en el 6350 del
Hollywood Boulevard.
A finales de 2005 el Wings Theatre en la ciudad de Nueva
York fue sede de la premier mundial de Through a Naked Lens por George Barthel.
La obra combinó hechos y ficción para mostrar la ascensión a la fama de Novarro
y su relación con el periodista hollywoodiense Herbert Howe.
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