Rómulo Díaz de la Vega
Combatió en la Guerra de
Texas (1836) siendo participante de la Batalla de El Álamo, a los franceses
durante la Guerra de los Pasteles y contra los estadounidenses en 1846 y 1847
en La Angostura y en Cerro Gordo. Fue enviado preso a Estados Unidos. Después
de la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo volvió a México y ocupó la
comandancia en varios de los entonces departamentos del país.
Fue gobernador de
Yucatán de 1853 a 1854, años durante los cuales combatió a los indígenas
rebeldes durante la guerra de Castas. Gobernó después Tamaulipas de enero a
abril de 1855 y al Distrito Federal en 1855 con el triunfo del Plan de Ayutla.2
Presidente de facto en
1855
Sin ser elegido ni
nombrado, ocupó la presidencia de México durante 22 días. En el vacío de poder
creado por la renuncia del presidente Martín Carrera quien involuntariamente se
le había adelantado, previa a la elección del gobierno que debía surgir del
Plan de Ayutla, Díaz de la Vega asumió la responsabilidad presidencial, sin ser
presidente.
Simplemente mantuvo el
orden. Respetó a los ministros designados por Carrera —quienes pudieron
continuar trabajando con cierta normalidad—, nombró nuevas autoridades para el
Distrito Federal y esperó la llegada del general Juan Álvarez que detuvo su marcha
en Cuernavaca, lugar en que fue elegido Presidente de México.
Álvarez envió una
comunicación a Díaz de la Vega ordenándole entregar el mando militar de la
Ciudad de México. El presidente de facto lo hizo sin problema y se retiró a la
vida privada.
Post-presidencia
Después de haber sido
presidente de facto en 1856 volvió al bando conservador y en 1859 Miramón lo
designó gobernador de la capital. Integró la Junta de Notables que designó a
Maximiliano I como emperador en 1863, y en consecuencia, sirvió a la
intervención francesa y al imperio.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/R%C3%B3mulo_D%C3%ADaz_de_la_Vega
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