Johann Sebastian Bach

 

Johann Sebastian Bach perteneció a una de las más destacadas familias musicales de la historia. Durante más de doscientos años, la familia Bach produjo buenos intérpretes y compositores. En aquella época, la Iglesia luterana, el gobierno local y la aristocracia daban una significativa aportación para la formación de músicos profesionales, particularmente en los electorados orientales de Turingia y Sajonia. El padre de Johann Sebastian, Johann Ambrosius Bach, era un talentoso violinista y trompetista en Eisenach, una ciudad con cerca de 6000 habitantes en Turingia. El puesto involucraba la organización de la música profana y la participación en la música eclesiástica. Los tíos de Johann Sebastian eran todos músicos profesionales, cuyos cargos incluían organistas de iglesia, músicos de cámara de la corte y compositores. Bach era consciente de los logros musicales de su familia y hacia 1735 esbozó una genealogía, Ursprung der musikalisch-Bachischen Familie (Origen de la familia musical Bach), buscando la historia de las generaciones de los exitosos músicos de su familia.

 

Su padre fue quien probablemente le enseñó a tocar el violín y los fundamentos de la teoría musical. Su tío Johann Christoph Bach lo introdujo en la práctica del órgano.

 

Su madre falleció en 1694, cuando Johann Sebastian tenía nueve años, y su padre —que ya le había dado las primeras lecciones de música— falleció ocho meses después. Johann Sebastian, huérfano con diez años, se fue a vivir y estudiar con su hermano mayor, Johann Christoph Bach, organista en la iglesia de San Miguel (Michaeliskirche) de Ohrdruf, una ciudad cercana. Allí copiaba, estudiaba e interpretaba música, incluyendo la de su propio hermano, a pesar de estar prohibido hacerlo porque las partituras eran muy valiosas y privadas y el papel de ese tipo era costoso. Aprendió teoría musical y composición, además de tocar el órgano, y recibió lecciones de su hermano, que lo adiestró en la interpretación del clavicordio. Johann Christoph le dio a conocer las obras de los grandes compositores del Sur de Alemania de la época, de compositores del Norte de Alemania; de los franceses, así como del clavecinista italiano Girolamo Frescobaldi. También en esa época estudió teología, latín, griego, francés e italiano en el gymnasium de la localidad.

 

En 1700, a sus catorce años de edad, Johann Sebastian fue premiado, junto a su amigo del colegio Georg Erdmann, dos años mayor que él, con una matrícula para realizar estudios corales en la prestigiosa Escuela de San Miguel en Luneburgo, no muy lejos del puerto marítimo de Hamburgo, una de las ciudades más grandes del Sacro Imperio Romano. Los dos años de estancia en la escuela parecen haber sido decisivos, por haberle expuesto a una paleta más amplia de la cultura europea que la que había experimentado en Turingia. Además de cantar en el coro a capella, es probable que tocase el órgano con tres teclados y sus clavicémbalos. Quizás entró en contacto con los hijos de los nobles del Norte de Alemania, que eran enviados a esta escuela selectísima para prepararse en sus carreras diplomáticas, gubernamentales y militares.

 

Dado su talento musical, es muy probable que tuviese un significativo contacto con los organistas destacados del momento en Luneburgo, muy particularmente con Georg Böhm (el organista de la Johanniskirche), así como con organistas de la cercana Hamburgo, como Johann Adam Reincken y Nicolaus Bruhns. Gracias al contacto con estos músicos, Johann Sebastian tuvo acceso probablemente a los instrumentos más grandes y precisos que había tocado hasta entonces. En esta etapa se familiarizó con la música de la tradición académica organística del Norte de Alemania, especialmente con la obra de Dietrich Buxtehude, organista en la iglesia de Santa María de Lübeck, y con manuscritos musicales y tratados de teoría musical que estaban en posesión de

aquellos músicos.

 

Las obras tempranas de Johann Sebastian Bach estuvieron influenciadas por las del compositor y organista Dietrich Buxtehude.

 

En enero de 1703, poco después de terminar los estudios y graduarse en San Miguel y de ser rechazado para el puesto de organista en Sangerhausen, Bach logró un puesto como músico de la corte en la capilla del duque Juan Ernesto III, en Weimar. No está claro cuál fue su papel allí, pero parece que incluía tareas domésticas no musicales. Durante sus siete meses de servicio en Weimar, su reputación como teclista se extendió tanto que fue invitado a inspeccionar el flamante órgano de la iglesia de San Bonifacio (St.-Bonifatius-Kirche, posteriormente Bachkirche, «iglesia de Bach») de la cercana ciudad de Arnstadt, a 40 kilómetros al sureste de Weimar, y a dar el concierto inaugural en él. La familia Bach tenía estrechos vínculos con esta vieja ciudad de Turingia, al lado del bosque de Turingia. En agosto de 1703, aceptó el puesto de organista en dicha iglesia, con obligaciones ligeras, un salario relativamente generoso y un buen órgano nuevo, afinado conforme a un sistema nuevo que permitía que se utilizara un mayor número de teclas. En esa época, Bach estaba emprendiendo la composición seria de preludios para órgano; estas obras, inscritas en la tradición del Norte de Alemania de preludios virtuosos e improvisatorios, ya mostraban un estricto control de los motivos (en ellos, una idea musical sencilla y breve se explora en sus consecuencias a través de todo un movimiento). Sin embargo, en estas obras el compositor aún no había desarrollado plenamente su capacidad de organización a gran escala y su técnica contrapuntística, donde dos o más melodías interactúan simultáneamente.

 

A pesar de las fuertes conexiones familiares y el hecho de estar empleado por un entusiasta de la música no impidieron que surgiera tensión entre el joven organista y las autoridades después de varios años en el puesto. Johann Sebastian estaba insatisfecho con el nivel de los cantantes del coro. Llamó a uno de ellos «Zippel Fagottist» (fagotista flojo). Una noche, este estudiante llamado Geyersbach fue tras él con un palo. Bach presentó una denuncia contra él ante las autoridades. Absolvieron a Geyersbach con una pequeña reprimenda y ordenaron a Bach que fuera más moderado con respecto a las cualidades musicales que esperaba de sus alumnos. Meses después, su empleador se mostró muy molesto después de que Bach se ausentara de Arnstadt sin autorización durante cuatro meses (había pedido permiso para ausentarse cuatro semanas) en el invierno de 1705-1706 para visitar en Lübeck al gran maestro Dietrich Buxtehude y asistir a sus Abendmusiken en la iglesia de Santa María (Marienkirche). Este episodio bien conocido de la vida del compositor implica que tuvo que caminar unos 400 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta a pie para pasar tiempo con el hombre al que posiblemente consideraba como la figura máxima entre los organistas alemanes. El viaje reforzó el influjo del estilo de Buxtehude como fundamento de la obra temprana de Bach y el hecho de que alargase su visita durante varios meses sugiere que el tiempo que pasó con el anciano tuvo un alto valor para su arte. Johann Sebastian quería convertirse en amanuense (asistente o sucesor) de Buxtehude, pero no quiso casarse con su hija, que era la condición para su nombramiento.

En 1706, le ofrecieron un puesto mejor pagado como organista en la iglesia de San Blas (Divi-Blasii-Kirche) de Mühlhausen una importante ciudad al norte. El año siguiente tomó posesión de este mejor puesto, con paga y condiciones significativamente superiores, incluyendo un buen coro. A los cuatro meses de haber llegado a Mühlhausen, se casó, el 17 de octubre de 1707, con Maria Barbara Bach, una prima suya en segundo grado, con quien tendría siete hijos, de los cuales cuatro alcanzaron la edad adulta. Dos de ellos llegaron a ser compositores importantes en el ornamentado estilo galante que siguió al barroco.

 

El ayuntamiento de la ciudad aceptó los requerimientos de Bach e invirtió una gran suma en la renovación del órgano de la iglesia de San Blas. En 1708, Johann Sebastian escribió la cantata festiva Gott ist mein König, BWV para la inauguración del nuevo concejo de la ciudad, cuya publicación fue costeada por el ayuntamiento. En dos ocasiones, en años posteriores, el compositor tuvo que regresar para dirigirla.

 

Transcurrido apenas un año, en 1708, le llegó una nueva oferta de trabajo como organista desde la corte ducal en Weimar, por lo que abandonó su puesto en Mühlhausen. Allí, tuvo la oportunidad de trabajar con un contingente grande y bien financiado de músicos profesionales. Bach se trasladó con su familia a un apartamento muy cercano al palacio ducal.

 

Este período en la vida de Bach fue fructífero y comenzó una época de composición de obras para teclado y orquestales. Alcanzó el nivel de competencia y confianza para ampliar las estructuras existentes e incluir influencias del exterior. A la muerte del príncipe Juan Ernesto en 1707, su hermano Guillermo Ernesto había asumido el poder de facto. Por su anterior cercanía con el duque Juan Ernesto, que había sido a su vez un avezado músico y admirador de la música italiana, Bach había estudiado y transcrito las obras de Antonio Vivaldi, Arcangelo Corelli y Giuseppe Torelli, entre otros autores italianos, gracias a lo cual había aprendido a escribir aperturas dramáticas y a emplear los ritmos dinámicos y los esquemas armónicos que se encontraban en dicha música, asimilando su dinamismo y emotividad armónica, y aplicando dichas cualidades a sus propias composiciones, que a su vez eran interpretadas por el conjunto musical del duque Guillermo Ernesto. Absorbió estos aspectos estilísticos en parte mediante la transcripción de conciertos para cuerda y viento de Vivaldi a clavecín y órgano; muchas de esas obras transcritas son todavía interpretadas con frecuencia. Se sintió atraído especialmente con el estilo italiano en el que uno o más instrumentos solistas alternan sección por sección con la orquesta completa a través de un movimiento.

 

Continuó tocando y componiendo para órgano e interpretando música de concierto con el conjunto del duque. También comenzó a componer preludios y fugas, posteriormente recopilados en su obra monumental El clave bien temperado (Das Wohltemperierte Klavier), impreso por primera vez en 1801, que consta de dos libros compilados en 1722 y 1744, cada uno de los cuales contiene un preludio y fuga en cada tonalidad mayor y menor. Comenzó a escribir Orgelbüchlein (Pequeño libro para órgano) obra didáctica que dejó inconclusa. Contenía corales tradicionales luteranas arregladas en elaboraciones complejas, para formar organistas.

 

En 1713, le ofrecieron un puesto en Halle cuando aconsejó a las autoridades durante la renovación de Christoph Cuntzius del órgano principal de la galería oeste de la Marktkirche Unser Lieben Frauen. Johann Kuhnau y Bach volvieron a tocar cuando se inauguró en 1716. En la primavera de 1714, Johann Sebastian fue ascendido a Konzertmeister, un honor que implicaba realizar una cantata de iglesia mensualmente en la iglesia del castillo.

 

En 1717, ocurre en Dresde el anecdótico intento de duelo musical con Louis Marchand (se dice que Marchand abandonó la ciudad tras escuchar previamente y a escondidas a Bach). Ese mismo año, con motivo del fallecimiento del maestro de capilla (o Kapellmeister) de la corte de Anhalt-Köthen y con la mediación del duque Ernesto Augusto —sobrino de Guillermo Ernesto, con quien a la sazón se hallaba en pleitos en aquel entonces—, el príncipe Leopoldo ofreció a Bach el puesto vacante, que aceptó. Esto disgustó al duque de Weimar y cuando el compositor presentó su renuncia ordenó su arresto por algunas semanas en el castillo antes de aceptarla. Según una traducción del informe del secretario del tribunal, fue encarcelado durante casi un mes antes de ser despedido desfavorablemente:

 

El 6 de noviembre [de 1717], el otrora maestro de capilla y organista Bach fue encarcelado en el Juzgado de la Corte por forzar demasiado obstinadamente el asunto de su renuncia y finalmente fue puesto en libertad de su arresto el 2 de diciembre con una notificación desfavorable de su despido.

 

El príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen contrató a Bach como maestro de capilla en 1717. El príncipe Leopoldo, que también era músico, apreciaba su talento, le pagaba bien y le dio un tiempo considerable para componer y tocar. Sin embargo, el príncipe era calvinista y no solía usar música elaborada en sus misas. Por esa razón, la mayoría de sus obras de este período fueron profanas.

 

A pesar de haber nacido en el mismo año y de estar separados únicamente por alrededor de 130 kilómetros, Bach y Georg Friedrich Händel nunca se conocieron. En 1719, Johann Sebastian realizó un viaje de unos treinta kilómetros desde Köthen hasta Halle con la intención de conocer a Händel, pero este había abandonado recientemente la ciudad. En 1730, Wilhelm Friedemann, el hijo de Johann Sebastian, viajó a Halle para invitar a Händel a visitar a la familia Bach en Leipzig. Sin embargo, dicha visita nunca tuvo lugar.

 

El 7 de julio de 1720, mientras Bach estaba de viaje con el príncipe Leopoldo en Karlovy Vary, su esposa, Maria Barbara Bach, murió repentinamente. Algunos especialistas señalan que en memoria de ella compuso la Partita para violín solo n.º 2, BWV 1004, en especial, su última sección, la «Chacona». Al año siguiente, conoció a Anna Magdalena Wilcke, una joven y talentosa soprano 16 años más joven que él que cantaba en la corte de Köthen. Se casaron el 3 de diciembre de 1721.58 Juntos tuvieron trece hijos más, seis de los cuales alcanzaron la edad adulta.

 

En 1723, Bach fue nombrado Thomaskantor y director musical de las principales iglesias de la ciudad. Era un prestigioso puesto en la ciudad mercantil líder del Electorado de Sajonia, un electorado vecino de Turingia. Aparte de sus breves ocupaciones en Arnstadt y Mühlhausen, este fue el primer trabajo estatal de Bach, en una carrera que había estado estrechamente ligada al servicio a la aristocracia. Durante ese tiempo, ganó más prestigio a través de nombramientos honorarios en las cortes de Köthen y Weissenfels, así como en la del elector Augusto II de Polonia en Dresde.  El compositor con frecuencia no estaba de acuerdo con su empleador, el consejo de la ciudad de Leipzig, al que consideraba «tacaño».

 

Este puesto, que mantuvo durante 27 años hasta su muerte, lo puso en contacto con las maquinaciones políticas de su empleador, el Ayuntamiento de Leipzig, dentro del cual había dos facciones: los absolutistas, leales al monarca sajón en Dresde, Augusto II de Polonia, y la facción de la ciudad-estado, que representaba los intereses de la clase mercantil, los gremios y los aristócratas menores. Los monárquicos fueron quienes lo contrataron, en particular por el alcalde de aquella época, Gottfried Lange, un abogado joven que había servido en la corte de Dresde. Coincidiendo con el nombramiento de Bach, a la facción de la ciudad-estado se le otorgó el control de la Thomasschule y se le requirió para varios compromisos con respecto a sus condiciones de trabajo.

 

El trabajo de Bach le requería instruir a los estudiantes de la Thomasschule en el canto y proveer semanalmente de música sacra a las principales iglesias de la ciudad. Además, tenía que enseñar latín, pero le permitieron emplear a cuatro ayudantes para que lo hicieran en su lugar, así como para ayudarle en la instrucción musical. Le encargaron una cantata para el servicio de los domingos y días festivos en la iglesia durante el año litúrgico.

 

Habitualmente Bach interpretaba sus propias cantatas, muchas de las cuales las compuso durante sus primeros tres años en Leipzig. La mayoría de estas obras se utilizaban en las lecturas del Evangelio prescritas para cada domingo y día festivo en el año luterano. Comenzó un segundo ciclo anual el primer domingo después del de Trinidad de 1724 y compuso únicamente cantatas con coro; muchas de ellas fueron compuestas usando corales, himnos tradicionales de la Iglesia luterana.

 

El ayuntamiento solo otorgaba alrededor de ocho instrumentistas permanentes, limitación que fue fuente de constante fricción con Bach, que tuvo que reclutar al resto de los veinte o más músicos requeridos para las partituras medianas o grandes, en la universidad, la Thomasschule y el público. Bach seleccionaba a los coristas: sopranos y contraltos de la Thomasschule y tenores y bajos de la Thomasschule y de cualquier lugar de Leipzig. Las intervenciones en bodas y funerales daban un ingreso extra a estos grupos. Es probable que, para este propósito, y para el entrenamiento escolar, escribiese al menos seis motetes, la mayoría para doble coro.  Como parte de su trabajo regular en la iglesia dirigía motetes de la Escuela veneciana y de alemanes como Heinrich Schütz, que servirían como modelos formales para sus propios motetes.

 

El predecesor de Bach como Thomaskantor, Johann Kuhnau, también había sido director musical de la Paulinerkirche, la iglesia de la Universidad de Leipzig. Pero cuando Bach se instaló como Thomaskantor en 1723, se le puso a cargo solo de la música para los servicios festivos de la iglesia en la Paulinerkirche. Su petición de proporcionar también música para los servicios dominicales regulares allí (con su correspondiente aumento salarial) llegó hasta el elector, pero fue denegada. Después de esto, en 1725, Bach «perdió interés» en trabajar incluso para los servicios festivos en la Paulinerkirche y apareció allí solo en «ocasiones especiales». La Paulinerkirche tenía un órgano mucho mejor y más nuevo (1716) que los de la Thomaskirche o la Nikolaikirche. Bach no estaba obligado a tocar ningún órgano en sus deberes oficiales, pero se cree que le gustaba tocar en el órgano de la Paulinerkirche «por su propio placer».

 

Amplió sus horizontes compositivos más allá de la liturgia al hacerse cargo, en marzo de 1729, de la dirección del Collegium Musicum, una sociedad musical de estudiantes fundada en 1703 por Georg Philipp Telemann. Esta era una de las docenas de sociedades privadas creadas por estudiantes universitarios activos musicalmente que existían en las principales ciudades germanoparlantes y que, lideradas por los músicos profesionales más destacados de cada ciudad, se fueron haciendo progresivamente más importantes en la vida pública musical. En palabras de Christoph Wolff, asumir la dirección fue un movimiento astuto que «consolidó el firme control que ejercía Bach sobre las principales instituciones musicales de Leipzig». Durante todo el año, el Collegium Musicum de Leipzig participaba regularmente en escenarios como la Cafetería Zimmermann (Zimmermannsches Caffeehaus), una cafetería en la calle Sainte-Catherine frente a la plaza del mercado. Muchas de sus obras durante las décadas de 1730 y 1740 las escribió para el Collegium Musicum y este las interpretó. Entre esas obras se encuentran parte de sus Clavier-Übung y muchos de sus conciertos para violín y clave.

 

Si bien está claro que nadie en el ayuntamiento dudaba de su genio, hubo una constante tensión entre el Kantor, que se consideraba el líder de la música eclesial de la ciudad, y la facción de la ciudad-estado, que lo veía como un maestro de escuela y quería reducir el énfasis en la composición de música tanto para la iglesia como para la Thomasschule. A partir de 1730, la facción de la ciudad-estado estaría encabezada por el teólogo y filólogo Johann August Ernesti. Profesor en la Universidad de Leipzig, Ernesti, junto con buena parte del claustro de la Universidad, propugnaba un cambio de modelo educativo que se reorientaría hacia disciplinas más ilustradas como las ciencias naturales o la filología. Las múltiples prerrogativas de Bach como Kantor de Santo Tomás chocaban con esta pretensión, por lo que pronto surgió una agria disputa entre ambos, que pretendía relegar la importancia de la música a un segundo puesto, y retirar al Kantor toda competencia en materia educativa. El nivel de la disputa llegó a tal punto que Bach pidió ayuda al rey de Polonia, gran duque de Lituania y elector de Sajonia, Augusto III, que intervino a su favor. El hecho de que hiciera intervenir al elector de Sajonia escandalizó a la corporación de Leipzig, que consideraba el asunto un tema local e interpretó su actitud como propia de alguien con delirios de grandeza. Tras la disputa, las relaciones entre Bach y sus patronos locales se degradaron rápidamente. Sea como fuera, el ayuntamiento nunca cumplió la promesa —que hizo Lange en la entrevista inicial— de ofrecer un salario de 1000 táleros anuales, si bien se le ofreció a él y a su familia una reducción de impuestos y un buen apartamento en una de las alas de la Thomasschule, que renovaron con gran gasto en 1732.

 

En 1733, Bach compuso el «Kyrie» y «Gloria» de la Misa en si menor. Presentó el manuscrito a Augusto III, en un intento finalmente exitoso de persuadir al monarca para que lo nombrara Compositor Real de la Corte. Posteriormente extendió dicha obra en una misa completa, añadiendo un «Credo», «Sanctus» y «Agnus Dei», cuya música fue sacada casi por completo de sus propias cantatas. El nombramiento de Bach como compositor de la corte fue parte de su larga disputa para conseguir un mayor poder de negociación con el ayuntamiento de Leipzig. Aunque la misa completa probablemente nunca se representó durante la vida del compositor, está considerada entre la obras corales más grandes de todos los tiempos. Entre 1737 y 1739, el antiguo alumno de Bach Carl Gotthelf Gerlach asumió el puesto de director del Collegium Musicum.

 

En 1735, comenzó a preparar su primera publicación de música de órgano, que se imprimió como el tercer Clavier-Übung en 1739. A partir de ese año comenzó a compilar y componer el conjunto de preludios y fugas para clavecín que se convertiría en su segundo libro de El clave bien temperado.

 

De 1740 a 1748, copió, transcribió, amplió o programó música en un estilo polifónico más antiguo (stile antico) de, entre otros, Palestrina Bassani  y Caldara  El estilo propio de Bach cambió en la última década de su vida, mostrando una mayor integración de estructuras polifónicas y cánones y otros elementos del stile antico. Su cuarto y último volumen de Clavier-Übung, las Variaciones Goldberg, para clave de dos manuales, contenía nueve cánones y se publicó en 1741. Durante este período, Bach también continuó adoptando música de contemporáneos como Händel y Stölzel y realizó la revisión final de muchas de sus propias composiciones anteriores, como las Pasiones según San Mateo y San Juan y los Dieciocho grandes preludios corales. También programó y adaptó música de compositores de una generación más joven, que incluían a Pergolesi  y sus propios estudiantes como Goldberg

 

Dos composiciones a gran escala ocuparon un lugar central en los últimos años de Bach. Desde alrededor de 1742 escribió y revisó los diversos cánones y fugas de El arte de la fuga, que continuó preparando para su publicación hasta poco antes de su muerte. Bach no pudo completar su fuga final. Consiste en 18 fugas y cánones complejos basados en un tema simple y fue publicada a título póstumo en 1751. Después de extraer una cantata, Gloria in excelsis Deo, BWV 191, de su Misa Kyrie-Gloria de 1733 para la corte de Dresde a mediados de la década de 1740, amplió ese escenario a su misa en si menor en los últimos años de su vida. Stauffer la describe como «la obra eclesiástica más universal de Bach. Consiste principalmente en movimientos reciclados de cantatas escritas durante un período de treinta y cinco años, le permitió examinar sus piezas vocales por última vez y elegir movimientos selectos para su posterior revisión y refinamiento». Aunque la misa completa nunca se representó durante la vida del compositor, se considera una de las mejores obras corales de la historia.

 

En enero de 1749, la hija del compositor, Elisabeth Juliane Friederica, se casó con su alumno Johann Christoph Altnickol. La salud de Bach empeoró. El 2 de junio, Heinrich von Brühl escribió a uno de los burgomaestres de Leipzig para pedirle que su director de música, Gottlob Harrer, ocupara los cargos de Thomaskantor y director musical «ante el eventual [...] fallecimiento del señor Bach». Se fue quedando progresivamente más ciego, por lo que el cirujano británico John Taylor lo operó durante su visita a Leipzig en marzo y de nuevo en abril de 1750.

 

La última obra de Bach completada fue un preludio coral para órgano, titulado Vor deinen Thron tret ich hiermit, BWV 668a, que dedicó a su yerno Johann Christoph Altnickol, desde su lecho de muerte. En las notas de los tres pentagramas de la cadencia final, leídas según la denominación germana, se encuentran las iniciales «JSB».

 

El 28 de julio de 1750, Johann Sebastian Bach falleció a la edad de 65 años. Un periódico de la época informó de que «las infelices consecuencias de su muy poco exitosa operación» fueron la causa de su muerte. Historiadores modernos especulan con que la causa de su muerte fue una apoplejía, complicada por una neumonía. Actualmente se cree que su ceguera fue originada por una diabetes sin tratar. Según ciertos médicos, padecía de blefaritis, enfermedad ocular visible en los retratos de sus últimos años.

 

El hijo del compositor Carl Philipp Emanuel se ocupó de que El arte de la fuga, aunque aún sin terminar, se publicara en 1751. Junto con uno de los antiguos alumnos del compositor, Johann Friedrich Agricola, el hijo también escribió el obituario («Nekrolog»), que se publicó en la Musikalische Bibliothek de Mizler, en 1754.

 

Un inventario elaborado unos meses después de la muerte de Bach muestra que su patrimonio incluía cinco clavecines, dos laúd-clave, tres violines, tres violas, dos violonchelos, una viola da gamba, un laúd, una espineta y cincuenta y dos «libros sagrados», incluyendo obras de Martín Lutero y Flavio Josefo. Inicialmente fue enterrado en el viejo cementerio de San Juan en Leipzig. Su tumba estuvo sin identificar durante casi ciento cincuenta años hasta que, en 1894, finalmente se encontró su ataúd y lo trasladaron a una cripta en la iglesia de San Juan. Este edificio quedó destruido durante un bombardeo del bando aliado durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que desde 1950 los restos de Johann Sebastian Bach reposan en una tumba en la iglesia de Santo Tomás de Leipzig.

 

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Johann_Sebastian_Bach

 

 


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