Anthony Quinn
Manuel
Antonio Rodolfo Quinn Oaxaca nació el 21 de abril de 1915 en Chihuahua, México.
Según el actor, sus padres fueron Francisco Quinn, de origen irlandés, y
Manuela Oaxaca, mexicana descendiente de aztecas. Su padre había participado en
la Revolución mexicana y allí conoció a la que sería su madre.
Tenía
un hermano que no pudo seguir junto a él porque se cambió el apellido a
Miranda.
A
muy temprana edad, su familia se trasladó a Texas y seguidamente a Los Ángeles,
California; viviendo su primera infancia en Boyle Heights y en Echo Park en
medio de la más absoluta pobreza. Su madre estuvo mucho tiempo tras los pasos
de su marido, participante de las huestes de Pancho Villa, y con una gran
abnegación y sacrificio realizó labores de lavandera para mantener a su retoño
Antonio en haciendas de Ciudad Juárez y El Paso, Texas.
Por
fin, en 1919, marido y mujer se reunieron y se trasladaron como inmigrantes a
California. Antonio, ya cumplidos los cinco años, comenzó a trabajar como
recolector de frutas y jornalero.
En
1920, los Quinn se trasladaron a Los Ángeles para tentar mejor suerte; su padre
hacía grandes esfuerzos para mantener a su familia sin poder despegar de la
pobreza. Antonio realizó labores de limpiabotas y vendedor callejero de
periódicos.
Estudió
en establecimientos educativos de su barrio, sin llegar a terminar sus
estudios, por el fallecimiento de su padre en 1926, lo que lo obligó a buscar
trabajos informales para ayudar a su familia. La pérdida de su padre lo marcó
profundamente, pues le admiraba por su tesón.
Acicateado
por la pobreza y con un espíritu de superación desbordante, trabajó haciendo
diversos oficios tales como peón de hacienda, friegaplatos o mensajero de
correo. Para esa época era un mozalbete inteligente, rudo, belicoso y
rudimentario en sus modales, pero ya se había propuesto surgir al precio que
fuese necesario.
Adolescencia
En
su adolescencia, empezó a interesarse por el arte e intentó ser retratista de
estrellas de cine. Dibujaba a las estrellas de su elección a partir de fotos de
periódicos y les enviaba sus trabajos por correo. Solo Douglas Fairbanks le
respondió, y a vuelta de correo recibió 10 dólares por su boceto.
Intentó
ganarse la vida imitando a estrellas como Bing Crosby y Louis Armstrong, entre
otros, o haciendo de bufón en fiestecillas, pero no tuvo el éxito que esperaba,
por lo que volvió a trabajar como obrero de construcción y carnicero.
A
los 16 años, aprovechando su complexión y su altura (1,88 m), practicó el boxeo
profesional con el mismo fin. Ganó 16 peleas, pero en la 17ª fue destrozado por
un rival mejor, y se retiró del oficio.
A
los 17 años de edad se casó con una mujer llamada Silvia, 17 años mayor que él,
quien lo introdujo en el estudio del arte y la filosofía. Para esa edad, aún
era trabajador de la construcción, y Silvia le hizo tomar clases de dicción
para mejorar su expresión oral y mejorar sus rústicos modales.
Inicios en el cine
Más
tarde, en 1935, cursó estudios de pintura y de interpretación en el Polytechnic
High School y de arquitectura con Frank Lloyd Wright, y obtuvo el primer premio
por un diseño arquitectónico que realizó. Sin embargo, se sintió atraído por la
carrera cinematográfica gracias al apoyo de la estrella de ese momento, Mae
West, quien lo avaló como extra, y, tras incursionar en el ambiente teatral,
realizó su debut, a los 21 años, como extra en la película The Milky Way (1936)
y con un papel en el filme Parole (1936). Llevó a su abuela enferma de cáncer a
ver el estreno, quien dijo al terminar de ver la película: «Ahora puedo morir
en paz».
En
ese tiempo conoció y quedó prendado de la hija del director Cecil B. De Mille,
Katherine, y decidió terminar su unión de 4 años con Silvia. En 1937 se casó
con ella; sin embargo, su suegro no lo ayudó mayormente en su carrera, y su
aceptación como yerno fue muy condicionada debido a su precariedad económica.
De hecho, Quinn no pudo invitar a ningún familiar o amigo a su fiesta de bodas,
para evitar a De Mille el bochorno de tener que alternar con personas que no
pertenecían a su encumbrado círculo social.
En
1939 nació su hijo Cristopher, quien falleció accidentalmente a los dos años de
edad ahogado en la piscina de un vecino, lo que golpeó duramente al naciente
actor. Sus otros hijos con Katherine De Mille fueron Christina Quinn, Kathleen
Quinn, Valentina Quinn y Duncan Quinn.
Por
su apariencia «multiétnica» y su paso por el boxeo en sus facciones, siguió
interpretando roles secundarios como nativo de los Estados Unidos, mafioso
italiano, gánster, chino, árabe, filipino e hispano durante la década de 1940.
Rodó alrededor de 15 filmes, encasillándose en papeles de hampón, villano y
personajes de dudosa reputación. Esto trascendió en la vida real, y la alta
sociedad del Hollywood de la época no lo admitía en sus círculos,
discriminándolo.
Consiguió
su nacionalización estadounidense en 1947, mismo año en que consiguió su primer
papel protagonista en el filme a color Black Gold (1947), donde personificó a
un nativo americano que se convierte en millonario petrolero, además de contar
con la participación de su esposa Katherine.
A
fines de la década de los 40 volvió al teatro, obteniendo éxito en Broadway en
la obra Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams.
Continuó
su carrera en algunas series de televisión entre 1949 y 1951, volviendo al cine
con la película Toros bravos (The Brave Bulls, 1950), junto a la bella y
trágica actriz checoslovaca Miroslava Stern. En esta década empezó a conseguir
mejores papeles, como el que obtuvo en el filme ¡Viva Zapata! (1952), del
director Elia Kazan, donde recibió su primer Óscar al mejor actor de reparto
por su elogiada interpretación como Eufemio Zapata, y fue esta la primera
ocasión en la que un actor de origen hispano recibió el premio. Sin embargo, su
apariencia lo siguió encasillando en papeles de macho o duro, y continuó
interpretando a piratas y aventureros en sus siguientes filmes.
Una
de sus principales características, desde sus inicios, era el eclipsar el
protagonismo al actor principal, al destacar desde papeles secundarios. Su
talento innato era tan evidente en consistencia, simpleza y credibilidad que
ninguno de estos filmes tuvo mala taquilla. Para esa fecha trabó amistad con el
famoso muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, quien intentó aconsejarlo de
que abandonara el cine, pero acicateado por su pasado de pobreza, Quinn se obstinó
en permanecer en los platós.
Estrellato
En
1952 actúa como un bucanero en la película Against the Flags junto a un ya
decadente Errol Flynn y a la consagrada beldad Maureen O'Hara.
En
1953 viajó a Italia donde, después de participar en algunas películas, logró el
papel principal en la película La Strada (1954) de Federico Fellini, que ganó
numerosos premios internacionales. Con esta película inició una nueva faceta
interpretativa, marcada por el dramatismo y la intensidad en los papeles que
encarnó en sus siguientes películas, bajo la dirección de importantes
directores como George Cukor, Martin Ritt, Edward Dmytryk, John Sturges y
Nicholas Ray, entre otros. También el paso a la madurez (cumplió 40 años en
1955) cambió su aspecto físico, lo que lo ayudó a conseguir roles de carácter.
Recibió
en 1956 su segundo Óscar al mejor actor de reparto, por su rol del pintor Paul
Gauguin en la película El loco del pelo rojo, del director Vincente Minnelli,
sobre la vida de Vincent Van Gogh. Es destacable mencionar que Quinn sólo
aparece ocho minutos en la película. El papel principal lo interpretó Kirk
Douglas, con quien había colaborado en la película Ulises en 1954, y con quien
también lo haría en 1959 en la película El último tren de Gun Hill.
En
1956 hizo una notable interpretación de Cuasimodo en la película Notre Dame de
Paris, junto a Gina Lollobrigida. En 1958 dirigió él mismo una nueva versión de
la película El bucanero (The Buccaneer), en la cual había participado en un
papel secundario en 1938. Esta segunda versión sería su única participación
como director de cine.
A
comienzos de la década de 1960, y dentro de la moda “histórica” de Hollywood,
interpretó destacados roles en las películas Los cañones de Navarone (1961),
Barrabás (1961) y Lawrence de Arabia (1962).
En
1962, su matrimonio con Katherine De Mille estaba muy deteriorado y se enamoró
de Iolanda Addolari, una italiana ayudante de vestuario, mientras rodaba
Barrabás. Se divorció de Katherine y se casó en 1965 con Iolanda. Del
matrimonio con Iolanda Addolari nacieron tres hijos: Francesco, Lorenzo y
Daniele.
En
1964 realizaría el papel que lo marcaría el resto de su vida, en la
interpretación del viejo Alexis Zorba en Zorba, el griego (1964), del director
chipriota Michael Cacoyannis, por el que fue nominado al Óscar al mejor actor
principal. La música del film fue creada por el compositor griego Mikis
Theodorakis. Anthony Quinn participó además como coproductor de la película.
En
los últimos años de la década de 1960 interpretó roles memorables; por ejemplo,
en La hora 25 (1967), donde interpreta a un prisionero rumano convertido en un
soldado alemán, cuyo perfil "ario" es canonizado por los nazis; a un
bandido confundido por un clérigo en Los cañones de San Sebastián (1967), a un
Papa ficticio en Las sandalias del pescador (1968) y a un alcohólico en El
secreto de Santa Vittoria (1969), en el cual lució sus mejores dotes
histriónicas. La década de 1960 fue sin duda la mejor etapa de su carrera.
En
las siguientes décadas volvió a ser encasillado en roles, esta vez basados en
sus anteriores filmes. Sin embargo, en la película Los amigos (1973), del
género spaghetti western, junto al actor italiano Franco Nero, logró un muy convincente
rol como sordomudo.
En
1977, interpretó magistralmente a Caifás en la miniserie de televisión Jesús de
Nazaret, de Franco Zeffirelli.
En
1977 interpretó también a Hamza Ibn 'Abd al-Muttalib, el tío de Mahoma, en la
película El mensaje, dirigida por el sirio Moustapha Akkad (productor de
Halloween, de John Carpenter), en la que se retrata la vida de Mahoma y los
inicios del Islam. Esta película se filmó en Libia y Marruecos. Como dato
curioso, Akkad filmó al mismo tiempo una versión en árabe con un elenco árabe
para el público arabófono, de modo que se trató de dos películas filmadas a la
vez. La película El mensaje es hoy en día muy valorada por los musulmanes, pues
se apega fielmente a la historia de Mahoma, siendo la única película de
Hollywood hasta hoy que cuenta la verdadera historia de los inicios del Islam.
En
1979 filma su última gran película: El león del desierto, en la que interpreta
magistralmente al líder libio Omar Mukhtar, y también trabaja en Valentina,
basada en la trilogía de Ramón J. Sender Crónica del alba.
Últimos años
En
la década de 1980 participó en una decena de películas, sin mayor notoriedad.
En esta época se dedica principalmente a su gran pasión: la pintura y la
escultura en bronce y mármol, donde gana dinero en sus exposiciones.
En
la década de 1990 actuó en la serie de televisión Hércules y comenzó a aparecer
haciendo “cameos” en varios filmes, es decir, breves apariciones para reforzar
el gancho comercial de dichas producciones; como fue el caso de Los fantasmas
no pueden hacerlo, comedia picante protagonizada por Bo Derek.
Actuó
también en una nueva versión para televisión de El viejo y el mar (1990), junto
a su hijo Francesco. Ese mismo año aparece junto con los actores Kevin Costner
y Madeleine Stowe en la película Revenge, en el cual interpreta magistralmente
a un marido engañado. Luego trabaja en Fiebre salvaje de Spike Lee y en 1995 en
Un paseo por las nubes, con Keanu Reeves y Aitana Sánchez-Gijón.
En
1997, su matrimonio con Addolori termina, debido a su propia infidelidad de
nueve años y a una relación marital deteriorada: se casa poco después con su
joven secretaria, Kathy Benvin, de 31 años de edad, cuando él ya tenía 82 años.
De esta relación nacieron dos hijos.
En
1999 actuó en el filme brasileño Oriundi, junto a su hijo Lorenzo, participando
además como coproductor. Posteriormente intervino en Tierra de cañones, de
Antoni Ribas. Su último rol fue el de un jefe mafioso en la película El
protector (2002), junto a Sylvester Stallone y Madeleine Stowe.
Otras
de sus facetas artísticas fueron la escultura, la pintura y el diseño de
joyería; sus obras son apreciadas y valoradas por su calidad.
También
puede mencionarse su participación como cantante en las versiones registradas
de las presentaciones teatrales de Zorba, el griego, conjuntamente con Lila
Kedrova, y un registro titulado Life Itself Will Let You Know, un diálogo con
un niño y el fondo musical de armónica de Jean "Toots" Thielemans.
Además, viajó muchas veces a Barcelona, ciudad que le gustaba mucho.
Fallecimiento
Falleció
acompañado de su última esposa e hijos en un hospital de Boston en 2001, a los
86 años, como consecuencia de una grave neumonía contraída después de haber
sido sometido a quimioterapia debido a un cáncer de esófago. Una parte de sus
cenizas fueron arrojadas en el Cañón del Cobre en Chihuahua y el resto de sus
cenizas yacen en su finca en California.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anthony_Quinn
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