Leonardo da Vinci
Nació
el sábado 15 de abril de 1452 «en la tercera hora de la noche», es decir, tres
horas después del Ave María: a las diez y media.
Se ha discutido si el nacimiento tuvo lugar en el castillo de Vinci, ciudad a
unos 25 km en línea
recta de Florencia, o bien en la casa materna de Anchiano, una pedanía a unos
dos kilómetros de Vinci. Leonardo, descendiente de una
rica familia de nobles italianos, fue hijo ilegítimo: su padre, messer Piero
Fruosino di Antonio (notario, canciller y embajador de la República de Florencia) dejó
embarazada a Caterina, una joven de familia campesina,
de quien se ha sospechado que pudiera ser una esclava de Oriente Medio.Martin
Kemp, catedrático
emérito
de Historia del Arte en la Universidad de Oxford, tras investigar en los
archivos toscanos, descubrió documentos que confirmarían la fecha del
nacimiento, que tuvo lugar en la casa de campo paterna, a poco más de un
kilómetro de Vinci, y que su madre era una campesina local de quince años,
Caterina di Meo Lippi. Piero ya estaba prometido en matrimonio y el niño fue
entregado al abuelo paterno, Antonio da Vinci que, probablemente, entregó una
cierta cantidad a la madre como dote para que pudiera casarse. En declaraciones
de impuestos de 1457, Antonio declaró que su nieto vivía con él y Caterina
aparece casada con un campesino, Antonio di Piero Buti.
Leonardo,
o Lionardo según su acta bautismal, fue bautizado y pasó sus cinco primeros años en la casa de su padre en Vinci,
donde fue tratado como un hijo legítimo.
Tuvo cinco madrinas y cinco padrinos, todos ellos habitantes del pueblo. Aprendió a
leer y a escribir y adquirió
conocimientos de aritmética,
sin embargo, prácticamente
no aprendió latín, base de la enseñanza tradicional. El hecho de que
tuviese una ortografía
caótica muestra que su instrucción no estuvo exenta de lagunas; en todo caso no
fue la de un universitario.
En
aquella época, las convenciones modernas en los nombres de personas no se
habían desarrollado todavía en Europa, por lo que únicamente las grandes
familias hacían uso del apellido patronímico. La gente de pueblo solía ser
designada por su nombre, al que se le adjuntan todo tipo de precisiones útiles:
el nombre del padre, el lugar de origen, un apodo, el nombre del maestro en el
caso de los artesanos, etc. Por consiguiente, el nombre del artista sería
Leonardo di ser Piero da Vinci, cuyo significado es «Leonardo, hijo del maestro
Piero de Vinci»; el término «da» no lleva mayúscula porque no se trata de un
apellido. El propio Leonardo firmaba simplemente sus obras como «Leonardo» o
«Io, Leonardo» («Yo, Leonardo»), así que la mayoría de las autoridades
atribuyen sus obras a «Leonardo» sin el «da Vinci». Es verosímil que se
abstuviera de emplear el apellido de su padre porque era un hijo ilegítimo.
«Vinci» proviene de «vinchi», denominación que reciben unas plantas similares a
los juncos, que crecen en el entorno del arroyo Vincio y que eran utilizadas
por los artesanos toscanos.
En
1457, cuando Leonardo tenía cinco años, su madre se casó con Antonio di Piero
Buti del Vacca da Vinci, un campesino de la localidad, con el que tuvo cinco
hijos. Fue acogido entonces en la casa de la familia de su padre en el pueblo
de Vinci. Entretanto, el padre se había
casado con una joven de dieciséis
años
proveniente de una familia rica de Florencia, Albiera degli Amadori.
Esta, al no tener hijos, volcó
su afecto en Leonardo, pero murió
siendo muy joven debido a complicaciones de parto, en 1464.
Aunque era considerado plenamente desde su nacimiento como hijo de su padre,
Leonardo nunca fue reconocido formalmente como un hijo legítimo. Su padre se
casó hasta cuatro veces, y tuvo diez hijos y dos hijas legítimos. De estas
relaciones, el pequeño
Leonardo tuvo un muy buen vínculo
con la última
mujer de su padre, Lucrezia Guglielmo Cortigiani, afecto que se evidencia en
una nota en donde se dirige a ella como «querida y dulce madre».
Su
abuela paterna, Lucia di ser Piero di Zoso, una ceramista próxima a Leonardo,
fue probablemente la persona que lo inició en las artes. Un conocido presagio
refiere que un milano venido del cielo había
hecho un vuelo estacionario sobre su cuna y tocó su cara con la cola. Giorgio
Vasari, biógrafo
del siglo xvi de los pintores del Renacimiento, cuenta en Le Vite (1568), la
historia de un campesino local que pidió a ser Piero que su hijo le pintara una
imagen sobre una placa. Leonardo pintó
entonces una representación
de un dragón
escupiendo fuego, tan bien realizada que ser Piero la vendió a un mercader de arte florentino,
quien a su vez la revendió al duque de Milán. Tras haberse así beneficiado con
la venta, ser Piero compró una placa decorada con un corazón atravesado por una
flecha, que entregó al campesino.
El
joven Leonardo era un amante de la naturaleza, que observaba con gran
curiosidad. Dibujaba caricaturas y practicaba la escritura especular en
dialecto toscano. Vasari cuenta una anécdota sobre los primeros pasos de su
carrera: «un día, ser Piero tomó algunos de sus dibujos y se los mostró a su
amigo Andrea del Verrocchio y le pidió insistentemente que le dijera si
Leonardo se podría dedicar al arte del dibujo y si podría conseguir algo en
esta materia. Andrea se sorprendió mucho de los extraordinarios dones de
Leonardo y le recomendó a ser Piero que le dejara escoger este oficio, de
manera que ser Piero resolvió que Leonardo entraría a trabajar en el taller de
Verrocchio. Leonardo no se hizo rogar y, no contento con ejercer este oficio, realizó
todo lo que se relacionaba con el arte del dibujo». Fue así como, a partir de
1469, Leonardo entró como aprendiz a uno de los talleres de arte más
prestigiosos bajo Andrea del Verrocchio, a quien debe parte de su excelente
formación multidisciplinaria, en la que se aproxima a otros artistas como
Sandro Botticelli, Perugino y Domenico Ghirlandaio.
En efecto, a finales de 1468, aunque Leonardo estaba empadronado como residente
del municipio de Vinci, viajaba muy a menudo a Florencia, donde su padre
trabajaba.
Verrocchio
era un artista de renombre, y muy ecléctico.
De formación era
orfebre y herrero, pero además
fue pintor, escultor y fundidor. Trabajó
sobre todo para el poderoso Lorenzo de Médici.
Leonardo trabajó
también con
Antonio Pollaiuolo, que tenía su taller muy cerca del de Verrocchio.
Después
de un año dedicado a la limpieza de los pinceles y otras pequeñas actividades
propias de un aprendiz, Verrocchio inició a Leonardo en las numerosas técnicas
que se practicaban en un taller tradicional. Así, en este contexto, Leonardo
tuvo la oportunidad de aprender las bases de la química, de la metalurgia, del
trabajo del cuero y del yeso, de la mecánica y de la carpintería, así como de
diversas técnicas artísticas como el dibujo, la pintura y la escultura sobre mármol
y bronce. Igualmente, recibió formación en habilidades como la preparación de los colores, el grabado y la
pintura de los frescos. Al darse cuenta de su talento excepcional, Verrocchio
decidió
confiarle a su alumno terminar algunos de sus trabajos.
La
formación en el taller de Verrochio fue más allá y se extiende a otros ámbitos
culturales. Estudió cálculo algorítmico y mostró el buen conocimiento que tenía
citando a los dos abaquistas florentinos más relevantes, Paolo dal Pozzo Toscanelli
y Leonardoo Chernionese. Posteriormente, Leonardo mencionó la Nobel opera de arithmética de Piero Borgi, impresa en
Venecia en 1484, y que representa perfectamente el saber de estas escuelas de
abaquistas.
No
se conoce la existencia de ninguna obra de Leonardo durante la época en que
trabajó con Verrocchio. Según Vasari, únicamente colaboró en una pintura
llamada Bautismo de Cristo (1472-1475). Por otra parte, según la leyenda, Verrocchio abandonó la terminación de la obra cuando se sintió
superado por la calidad de Leonardo, que dejó su toque magistral en un pequeño
ángel. También, de acuerdo con la tradición de que era el aprendiz quien debía posar, Leonardo habría servido de modelo para el David
de Verrocchio, una estatua en bronce. Del mismo modo, también se supone que es
el retrato de Leonardo el que representa al arcángel Rafael en la obra Tobías y
el ángel del taller de Verrocchio.
En
1472, a la edad de veinte años, apareció registrado en el Libro rojo del Gremio
de San Lucas, el gremio de los artistas y doctores en medicina, que en
Florencia se agrupaba con la denominación de la "Campagnia de
pittori". De esta época deriva uno de sus primeros trabajos conocidos, el
Paisaje del valle del Arno o Paisaje de Santa Maria della neve (1473), un
dibujo a pluma y tinta. Fue así como comenzó su carrera de pintor con obras
como La Anunciación
(1472-1475), y mejoró
la técnica
del sfumato (esfumado) hasta un punto de refinamiento nunca conseguido.
En
1476 siempre aparece mencionado como ayudante de Verrocchio ya que, incluso
después de que su padre le ayudase a tener su propio taller, continuó
colaborando con su maestro debido a que le profesaba un gran afecto. Durante
este período,
recibió
encargos personales y pintó
su primer cuadro, La Virgen del clavel (1476). El archivo judicial de este
mismo año recoge el dato de que él y tres hombres más fueron acusados en un
caso de sodomía, práctica ilegal en aquella época en Florencia, pero todos
fueron absueltos. Este documento, que partía de una
acusación anónima, no permite afirmar categóricamente que Leonardo fuera
homosexual.
Pronto
Leonardo también destacó como ingeniero. En 1478, a los veintiséis años, se
ofreció para elevar el Baptisterio de San Juan.
En ese año se
alejó de
su maestro después de haberlo superado en todas las disciplinas. De esta manera
se convirtió en un maestro pintor independiente.
En
1481 el monasterio de San Donato le encargó la Adoración de los magos, pero
Leonardo nunca acabó este cuadro, probablemente decepcionado o humillado por no
haber sido elegido por el papa Sixto IV para decorar la capilla Sixtina del
palacio Apostólico Vaticano, en Roma, donde había una fuerte competencia entre
varios pintores. El neoplatonismo, que en aquel tiempo estaba de moda en
Florencia, pudo desempeñar también un importante papel en la decisión de su
marcha a una ciudad más abierta, académica y pragmática como Milán.
Probablemente en este nuevo entorno estaba más en consonancia con su espíritu, que se basaba en el
desarrollo empírico de sus múltiples experimentos.
Leonardo
pintó La Virgen de las Rocas (1483-1486) para la confraternidad de la
Inmaculada Concepción, que iría a la iglesia de San Francisco el Grande de
Milán. Este cuadro fue el origen de un conflicto entre el autor y los propietarios
que duró varios años. Leonardo obtuvo el derecho de poder copiar la obra, pero
posteriormente se inició
un problema legal, que no se resolvió
hasta que hubo decisiones judiciales y la intervención de algunos amigos. Finalmente,
hubo dos versiones de la obra.
En
Florencia el trabajo de Leonardo no pasó inadvertido. Lorenzo de Médici se
enteró de que Leonardo había creado una lira de plata en forma de cabeza de
caballo. Impresionado por la calidad de su trabajo, envió a Leonardo con ella a
Milán como emisario florentino, y también para que trabajara para el mecenas y
duque de Milán, Ludovico Sforza. El objetivo de esta maniobra era el de
mantener buenas relaciones con este importante rival.
Probablemente fue acompañado
por el músico
Atalante Migliorotti. Además
le escribió una
carta al duque, que se encuentra en el Codici Atlántico, y en la que describe
las numerosas y variadas habilidades de Leonardo en el ámbito de la ingeniería
y le informa que también es pintor. Por ello la principal ocupación de Leonardo a partir de entonces
fue la de ingeniero. Figuraba en la lista de los ingenieros de los Sforza y
cuando fue enviado a Pavía, el 21 de junio de 1493, lo hizo con el título de
«ingéniarius ducalis». Sforza le encargó la realización de diversas tareas y le dio el título de «Apeles florentino», reconocimiento reservado únicamente
a los grandes pintores. De esta manera se dedicó a «organizar fiestas y espectáculos con decoraciones suntuosas» en el palacio e inventando
tramoyas que maravillaban al público,
como en la boda de Ludovico Sforza y Beatriz de Este y para la de Ana Sforza y
Alfonso I de Este. También pintó varios retratos de la corte de Milán. Este
contacto de Leonardo con las élites ilustradas de Milán le hicieron darse
cuenta de las lagunas que había en su formación.
Se
ocupó tanto del estudio para la cúpula de la catedral de Milán, como de la
realización de la versión en arcilla para el molde de «Il Cavallo», una estatua
ecuestre en honor de Francisco I Sforza, padre de Ludovico. Iba a hacerse con
setenta toneladas de bronce, hecho que constituía una verdadera proeza técnica
para la época. La estatua permaneció inacabada durante varios años.
Cuando Leonardo acabó
la versión en
arcilla para el molde y ya tenía
hechos los planes para el proceso de fundición, el bronce fue utilizado para la
fabricación de cañones, puesto que hubo que defender la ciudad de la invasión
de Carlos VIII de Francia.
En
1490 participó en una especie de congreso de arquitectos e ingenieros, reunidos
para debatir algunos aspectos del acabado de la cúpula de la catedral de Milán.
Allí conoció a un ingeniero de renombre, Francesco di Giorgio Martini, que le
recomendó ir a Parma a consultar con Giovanni Antonio Amadeo y Luca Fancelli,
para aclarar determinados aspectos de la construcción.
En esta época
Leonardo reflexionó sobre proyectos técnicos y militares. Mejoró los relojes,
el telar, las grúas y muchas otras herramientas. Estudió también el urbanismo y
propuso planos de ciudades ideales. Se interesó por la disposición hidráulica y
un documento de 1498 lo cita como ingeniero y encargado de los trabajos en ríos
y canales. En 1495 una lista detallada de
los gastos relativos a un funeral sugieren la muerte de su madre Caterina.
Hacia
1490 creó una academia que llevaba su nombre, en la que durante unos años enseñó
sus conocimientos, y anotaba todas sus investigaciones en pequeños tratados.
Pintó el fresco de La última cena (1494-1498) para el convento dominico de
Santa Maria delle Grazie. En 1496 llegó a Milán Luca Pacioli y estableció una gran amistad con Leonardo,
que realizó para él las tablas que se grabaron en su obra La Divina
proportione. Un poco más tarde, en 1498, construyó el techo del castillo Sforzesco.
En
1499 las tropas de Luis XII de Francia conquistaron el Ducado de Milán y
destituyeron a Ludovico Sforza, que huyó a Alemania con su sobrino Maximiliano
I. El 6 de octubre entró en la ciudad Luis XII y reivindicó sus derechos a la sucesión de los Visconti. Leonardo se
encontró una
mañana
con que los franceses habían
destruido su modelo de arcilla a escala real del caballo de la estatua ecuestre
de Francisco Sforza porque lo usaron como blanco para sus entrenamientos de
tiro. Luis XII consideró
la posibilidad de cortar el muro donde se encontraba La última cena para llevársela a Francia, como también lo
pensó Napoleón Bonaparte siglos más tarde. Con la caída de los Sforza, Leonardo quedó al servicio del conde de Ligny,
Luis de Luxemburgo, que le pidió
que preparase una relación
sobre el estado de la defensa militar de la Toscana.
El 4 de diciembre Leonardo hizo depositar 600 florines en el Hospital de Santa
Maria Nuova de Florencia, que actuaba como banca. El retorno inesperado de
Ludovico Sforza modificó sus proyectos y huyó de Milán con su asistente Salai y
el matemático Luca Pacioli.
En
marzo de 1499, Leonardo trabajó como arquitecto e ingeniero militar para los
venecianos que querían construir protecciones en su ciudad. Por este motivo, elaboró sistemas para defender la ciudad
de un posible ataque naval de los turcos y, entre sus propuestas, se encuentra
la invención de un tipo de escafandra submarina con un casco rudimentario. Los
turcos no atacaron y el invento nunca fue utilizado. A finales de abril, volvió
a Florencia y allí, después de hacer un estudio sobre los cursos de agua en el
Friuli, propuso un sistema de esclusas para hacer posible el levantamiento del
curso del río Isonzo y así poder inundar toda una región que cubría las
cercanías de Venecia.
Regresó
a Venecia en abril de 1500 para permanecer ahí durante un par de meses después
de haber estado en Mantua en compañía del fraile matemático Luca Pacioli. En
Mantua realizó un retrato de Isabel de Este. Una carta del 4 de abril de 1501
en la que Pierre de Nuvola responde a la duquesa de Mantua, en relación a
Leonardo afirma que «sus estudios matemáticos lo han alejado de la pintura»;
Leonardo continuaba llevando a cabo grandes investigaciones. En 1501, recibió en el convento de la Santissima Annunziata la
aprobación para hacer un boceto
preparatorio de lo que sería La Virgen y el Niño con santa Ana y san Juan
Bautista, una obra que provocó tal admiración que «hombres y mujeres, jóvenes y
viejos» acudían a observarla «como si estuvieran participando en un gran
festival». Realizó una breve estancia en Roma, en la villa Adriana, en Tívoli. Estuvo
trabajando en la Virgen de los husos, un encargo de Florimond Robertet, el
secretario de Estado de Luis XII de Francia.
En
1502, fue solicitado por el príncipe César Borgia, duque de Valentinois e hijo
del papa Alejandro VI, y obtuvo el cargo de «capitán e ingeniero general». Se quedó en las Marcas y en la Emilia-Romaña para inspeccionar las fortalezas y los territorios
recientemente conquistados, llenando sus cuadernos de múltiples observaciones, cartas, croquis de trabajo y
copias de obras consultadas en las bibliotecas de las ciudades que visitaba. Allí se reencontró
con Nicolás Maquiavelo, «espía» de Florencia al servicio de los Borgia.
El
18 de octubre de 1503, regresó a Florencia, donde ejerció las funciones de arquitecto
e ingeniero hidráulico. Se volvió
a inscribir en el gremio de San Lucas y le dedicó
dos años (1503-1505) a la preparación y ejecución
de La batalla de Anghiari, una pintura mural de siete por diecisiete metros, mientras Miguel Ángel pintaba La batalla de Cascina en la pared
opuesta. Las dos obras se han perdido. La obra de Miguel Ángel se ha conocido a partir de una copia de Aristotole
da Sangallo de 1542, y la pintura de Leonardo, a partir de croquis
preparatorios y de varias copias de la sección central, de las cuales sin duda
la más destacada es la de Rubens. Parece ser que las causas de la alteración de la obra fueron el fuego que se utilizó para secar más
rápidamente la pintura o la calidad del material usado;
posteriormente fue recubierta, probablemente por un fresco de Giorgio Vasari.
A
menudo, se consultaba a Leonardo como experto, por ejemplo, para estudiar la
estabilidad del campanario de San Miniato al Monte y en el momento de la
elección del emplazamiento del David de Miguel Ángel, sobre lo cual su
opinión se oponía
a la de este. Fue en este período cuando presentó a la ciudad de Florencia su proyecto de desviación del río
Arno, destinado, por una parte, a crear una vía
navegable capaz de conectar a Florencia con el mar y, por otra, a permitir el
control de las terribles inundaciones. Este período
fue importante para la formación científica de Leonardo.
En
1504, volvió a trabajar en Milán que, en aquella época, se encontraba bajo el
control de Maximiliano Sforza gracias al apoyo de los mercenarios suizos.
Muchos alumnos e interesados en la pintura conocieron o trabajaron con Leonardo
en Milán, entre ellos, Bernardino Luini, Giovanni Antonio Boltraffio y Marco
d'Oggiono. Su padre murió el 9 de julio y
Leonardo fue apartado de la herencia debido a su ilegitimidad; sin embargo, más tarde su tío
haría de él su heredero universal.
El mismo año, Leonardo realizó
estudios anatómicos e intentó clasificar sus innumerables notas. También es la
época en que empieza a trabajar en La Gioconda (1503-1506, y después 1510-1515)
obra habitualmente considerada un retrato de Lisa Gherardini o, por el nombre
de casada, Monna Lisa del Giocondo. Sin embargo, hay numerosas interpretaciones
sobre este cuadro que aún son motivo de debate y discusión.
En
1505, se dedicó a estudiar el vuelo de los pájaros, a partir de lo que redactó
el Códice sobre el vuelo de los pájaros. Desde entonces, observaciones, experiencias y
reconstrucciones se sucedieron con mucha intensidad. Un año más tarde, el gobierno de
Florencia le permitió reunirse con el
gobernador francés de Milán, Carles d'Amboise, que lo retuvo con él pese a las protestas por parte de Florencia.
Leonardo quedó en medio de disputas entre franceses y toscanos, y fue
presionado por el tribunal para que acabara La Virgen de las rocas con su
alumno Ambrogio de Predis, mientras se encontraba trabajando en La batalla de Anghiari.
En
1507, Leonardo quedó como único heredero de su tío Francesco, pero los hermanos
de Leonardo empezaron un procedimiento para modificar el testamento. Leonardo
apeló a Charles d'Amboise y a Florimond Robertet para que
intervinieran en su favor; Luis XII regresó
a Milán y Leonardo se convirtió de nuevo en el organizador de las fiestas que se
celebraban en la capital lombarda.
En
1508, vivió con el escultor Giovanni Francesco Rústica en casa de Piero di Braccio
Martelli, en Florencia, pero luego se marchó y se fue a vivir a Milán, en la
Porta Orientale, en la parroquia de Santa Babila. Luis XII volvió
pronto a Italia y en mayo de 1509 entró
en Milán. Pronto dirigió sus ejércitos
contra Venecia y Leonardo siguió al rey en calidad de ingeniero
militar y asistió a la batalla de Agnadel. En 1511, murió
el gobernador Charles d'Amboise y, en 1512, tras la batalla de Rávena, Francia se marchó
del territorio italiano. Este segundo período
milanés le permitió
a Leonardo profundizar en sus investigaciones de ciencia pura. En 1509, la
aparición de De expendentis te fugiendis rebus de Giorgio Valla tuvo una gran
influencia sobre él.
En
septiembre de 1513, Leonardo se fue a Roma, donde trabajó para el papa León X,
miembro de la rica y poderosa familia de los Médici. En aquellos momentos, en
el Vaticano, Rafael y Miguel Ángel tenían mucho trabajo. Ante el éxito de Sangallo, Leonardo no recibió más que
encargos modestos y parece que no participó ni en la construcción de las
numerosas fortalezas romanas, poco relevantes, ni en el embellecimiento de la
capital. Tampoco tuvo éxito su pintura y se refugió en otra especialidad, quizá
su preferida, la hidráulica, y realizó un proyecto de secado de las Lagunas
Pontinas, que pertenecían al duque Juliano II de Médicis. En 1514, realizó la serie de los Diluvios, que fue una respuesta
parcial a la gran obra que Miguel Ángel
desarrolló en la bóveda de la Capilla Sixtina.
«Los
Médici me han creado, los Médici me han destruido», escribió Leonardo, sin duda
para subrayar las decepciones de su estancia en Roma. Pensó que nunca se le
dejaría mostrar su capacidad con la realización de un encargo importante.
Probablemente también era conocida su inestabilidad, su fácil desánimo y su
dificultad para finalizar lo que había empezado.
En
septiembre de 1515, el nuevo rey de Francia, Francisco I, reconquistó Milán
tras vencer en la batalla de Marignan. En noviembre del mismo año, Leonardo diseñó
un nuevo proyecto sobre la disposición
del barrio de Médici en Florencia. El 19
de diciembre, estuvo presente en la reunión
entre Francisco I y el papa León X que se celebró en Bolonia. Francisco I le encargó
a Leonardo un león mecánico que pudiera andar y con el detalle de que el
pecho se abriera para mostrar la flor de lis. No se sabe para qué ocasión
fue concebido este león, pero puede tener
relación con la llegada del rey
a Lyon, o con las conversaciones de paz entre el rey y el papa.
En
1516 se marchó a Francia junto con su ayudante, el pintor Francesco Melzi, y
también con Salai quien los acompañó hasta Milán. Su nuevo mecenas y protector, el rey de Francia
Francisco I, los instaló en la casa donde este vivió en su niñez, el castillo
de Clos-Lucé, cerca del castillo de Amboise. Fue el «primer pintor, primer
ingeniero y primer arquitecto del rey», y recibió
una pensión de 10 000 escudos. En la corte
francesa estaban más interesados por el pintor que por el ingeniero, que en
Italia era lo más valorado. El hecho de que Francisco I le diera el castillo de
Clos-Lucé se puede entender como
un mensaje a Leonardo para que «hiciera lo que él quisiera».
No fue el primer artista en recibir este honor, pues Andrea Solario y Giovanni
Giocondo lo habían precedido unos años antes. Leonardo proyectó
el palacio real de Romorantin, que Francisco I pretendía erigir para su madre Luisa de Saboya: sería una pequeña
ciudad, para la cual previó el desvío de un río que la enriqueciera con agua y
fertilizase la campiña vecina. En 1518 participó en las celebraciones del
bautizo del delfín y de las bodas de Lorenzo de Médici con una sobrina del rey
francés. Ese mismo año Salai abandonó de nuevo a Leonardo y retornó a Milán,
donde el 19 de enero de 1524 murió en un duelo.
El
23 de abril de 1519, Leonardo, enfermo desde hacía varios meses, redactó su
testamento ante un notario de Amboise. Pidió un sacerdote para confesarse y
recibir la extremaunción. Murió el 2 de mayo de 1519, en
Cloux, a la edad de 67 años.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Leonardo_da_Vinci
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