Adolfo de la Huerta
Los
De la Huerta
Su abuelo, Torcuato de
la Huerta, fue un español procedente de Guadix (Granada) que vino a radicar al
estado de Sonora, donde conoció y contrajo matrimonio con Josefa Armenta
Castro, nacida en El Fuerte, Sinaloa. Torcuato y Josefa vivieron por un tiempo en
territorio yaqui y se relacionaron con los miembros de esta etnia. De esta
unión nació, el 12 de julio de 1833, Torcuato de la Huerta Armenta.
Los
Marcor
Sus bisabuelos fueron el
español Bonifacio Basozábal y la sonorense Balvaneda Luján Fontes, quienes
procrearon a una niña a la que llamaron Carmen, nacida en la villa de San
Fernando de Guaymas en 1827.
Carmen Basozábal Luján
contrajo matrimonio en 1845 con Juan Marcor Fayé (quien nació en Burdeos,
Francia en 1810 y falleció en Guaymas en 1900). De esta unión nacieron trece
hijos Carmen, Elisa, Juan, Polina, Luisa, Abraham, Adrián, Alfredo, Alberto,
Emilio, Liberato, Torcuato y Gertrudis Marcor Basozábal.
Primeros
años, estudios y vida revolucionaria
Fue hijo de Torcuato de
la Huerta Armenta y Carmen Marcor Basozábal. Cursó sus estudios primarios en El
Colegio de Sonora de Hermosillo. En 1896 se trasladó a la ciudad de México para
ingresar a la Escuela Nacional Preparatoria, donde estudió contabilidad y canto
hasta 1900. Ese año, su padre falleció y tuvo que regresar a Guaymas. La tienda
“El Cosmopolita”, que era atendida por su padre y José Lino Iberri, se fue a la
bancarrota. Entonces, el joven Adolfo se vio en la necesidad de buscar empleo.
En noviembre de 1906 ingresó en la sucursal en Guaymas del Banco Nacional de
Méxicopara trabajar como tenedor de libros (contador) y luego como gerente de
la Hacienda-Tenería de San Germán.
En 1906 se incorporó al
Partido Liberal Mexicano y apoyó económicamente la publicación del periódico
Regeneración. Asiduo participante, ya fuera como músico y cantante en las
fiestas y tertulias, en 1908 destacaba como miembro de la Sociedad "Amor
al Arte". Por esas fechas, participó en grupos políticos antirreeleccionistas
de Guaymas que eran encabezados por José María Maytorena. En 1909 se afilió al
Club Antireeleccionista de su localidad, donde fungió como secretario. A la
caída de Porfirio Díaz, fue elegido diputado local y colaboró en la
pacificación de los yaquis. Al suscitarse la Decena Trágica, formó parte del
grupo que acompañó a Madero del Castillo de Chapultepec al Palacio Nacional.
Fue diputado por Guaymas al congreso local de Sonora, enlace entre las fuerzas
armadas de su estado natal y Venustiano Carranza y mediador de la tribu yaqui.
En septiembre de 1913, Carranza lo nombró oficial mayor de la Secretaría de
Gobernación, y en agosto de 1915, titular de la misma, cargo que desempeñó
hasta abril de 1916.
Gobernador
de Sonora
En mayo de 1916, Adolfo
De la Huerta fue nombrado gobernador provisional del estado de Sonora por
Carranza. Entregó el poder en junio de 1917. Durante su breve administración,
Adolfo dio fin a diversos conflictos con las empresas mineras, ferroviarias y
agrícolas de capital extranjero. En su primer informe de gobierno presentó su
programa que incluía: mejoramiento de puertos y vías de comunicación, promulgó
leyes y decretos en favor de la agricultura, las relaciones laborales y la
recaudación fiscal; creó escuelas rurales; edificó un instituto de educación
superior e instauró una política para promover el empleo de la población local.
Además, en 1916 organizó un contingente militar para detener el avance por
territorio mexicano de la expedición punitiva bajo el mando del general John J.
Pershing, enviada por el gobierno estadounidense en persecución de Francisco
Villa después de que este atacó Columbus, Nuevo México.
Puestos
El mismo año de 1916, a
solicitud del presidente Carranza, De la Huerta regresó a la Oficialía Mayor de
Gobernación y fue elegido senador por Sonora en el período de 1918 a 1922. A
los pocos meses se separó del Senado para ocupar el Consulado General de México
en Nueva York. Desde este puesto colaboró con el embajador en Washington, el
ingeniero Ignacio Bonillas, y atendió los problemas de carácter internacional
creados con motivo de la Primera Guerra Mundial. Dejó el cargo para figurar
como candidato a gobernador constitucional del estado de Sonora por el Partido
Revolucionario Sonorense para el periodo de 1919 a 1923. Ocupó la gubernatura
el 1° de septiembre del mismo año, pero dejó el puesto de inmediato pues fue
nombrado secretario de Hacienda del presidente Álvaro Obregón, donde permaneció
hasta 1923. Estando en ese cargo, en 1922 firmó el Tratado De La Huerta-Lamont,
como se le llama al primer acuerdo de pago de la deuda externa con el
presidente del Comité Internacional de Banqueros en México, Thomas W. Lamont.
Plan
de Agua Prieta
Tras el apoyo de
Carranza brindado a la candidatura del ingeniero Ignacio Bonillas para que le
sucediera en el cargo, De la Huerta se distanció de él y en 1920 se unió al
Plan de Agua Prieta, que era apoyado por los generales prominentes de Sonora
(Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles) y de otros estados. El Plan desconocía
al gobierno central y nombraba a De la Huerta jefe supremo del Ejército Liberal
Constitucionalista. El plan triunfó, Carranza dejó la capital del país y trató
de llegar a Veracruz. En el pueblo de Tlaxcalantongo, en la sierra de Puebla,
fue asesinado el 21 de mayo de 1920.
Mandato
presidencial. Política interna
Adolfo de la Huerta fue
presidente provisional desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre de 1920, y
durante esos seis meses se propuso reorganizar el gobierno, lograr la paz
interna y convocar a elecciones generales para renovar el poder ejecutivo y
legislativo. De la Huerta adoptó una actitud conciliadora hacia los grupos
disidentes y reconoció la fuerza militar de quienes lo apoyaron. La formación
de su gabinete fue muestra de esa intención, ya que estuvo integrada por
algunos representantes de grupos revolucionarios.
Gabinete
Al asumir el poder,
Adolfo de la Huerta se propuso como tareas fundamentales reorganizar el
gobierno, lograr la paz interna y convocar a elecciones generales para renovar
los poderes ejecutivo y legislativo. Su actitud conciliadora hacia los grupos
disidentes y hacia la fuerza militar que le apoyó lo llevó a formar un gabinete
integrado por algunos representantes de grupos revolucionarios. Plutarco Elías
Calles en Guerra y Marina, Antonio de la Mora como secretario de Defensa,
Salvador Alvarado en Hacienda, Jacinto B. Treviño en Industria, Comercio y
Trabajo, Antonio I. Villarreal en Agricultura y Fomento y Pascual Ortiz Rubio
en Comunicaciones y Obras Públicas.
Pacificación
La pacificación del país
significó la eliminación de los jefes militares partidarios de Carranza, sobre
todo los más destacados como Pablo González, Cándido Aguilar y Manuel M.
Diéguez (que fueron relevados de su mando y exiliados) y la incorporación de
sus tropas al ejército federal controlado ahora por sonorenses. El siguiente
paso fue buscar la reconciliación de zapatistas y villistas. En cuanto a los
primeros, se les incorporó al ejército federal en calidad de División del Sur.
En tanto a los segundos, se logró poner una solución negociada que consistía en
que las unidades villistas fueran disueltas a cambio de que el gobierno
otorgara un reparto de tierras a los soldados veteranos. A Pancho Villa se le
ofreció una hacienda en Chihuahua donde tendría la oportunidad de incorporarse
a la vida civil como terrateniente. Tras varias negociaciones, Villa aceptó, y
el 28 de julio firmó el acta de rendición; un mes después se estableció en la
Hacienda de Canutillo.
Elección
presidencial
Después de que entregó
el mando de sus tropas y quedó licenciado del ejército, Álvaro Obregón reanudó
su campaña electoral interrumpida por la lucha contra Carranza, y aunque el
Partido Nacional Republicano postuló al ingeniero Alfredo Robles Domínguez como
candidato a la presidencia, la victoria obregonista era inminente porque tenía
a su favor una enorme red de apoyos compuesta por numerosas organizaciones
estatales.
Rebelión
delahuertista
Adolfo de la Huerta le
entregó tranquilamente el poder a su sucesor, Álvaro Obregón. De la Huerta
figuró en el gabinete obregonista como secretario de Hacienda. Entabló
negociaciones con el Comité Internacional de Banqueros en Nueva York y logró
reanudar el servicio de la deuda pública exterior. Como consecuencia de sus
esfuerzos, en 1922 se firmaron los tratados De la Huerta-Lamont que reducían
las responsabilidades contraídas en materia de deuda externa. Como secretario
de Hacienda en 1922 propuso la creación de un Impuesto Federal a la Propiedad,
propuesta que fue controversial en su momento y le valió la crítica de cámaras
agrícolas, cámaras de comercio y ligas de propietarios, quienes se aliaron en
la "Alianza de la Propiedad" y presionaron al gobierno obregonista a
través de la figura del juicio de amparo. De la Huerta tuvo fricciones con el
presidente Obregón
a raíz de la firma del
Tratado de Bucareli en 1923, pues consideraba que los Tratados atentaban contra
la soberanía de México. Renunció a su cargo en el gabinete y aceptó su
candidatura presidencial por el Partido Nacional Cooperativista para contender
contra el general Calles. Se trasladó a Veracruz desde donde lanzó un
manifiesto que desató la rebelión delahuertista.
Debido al aislamiento
del estado de Tabasco, este se convirtió en el reducto más seguro para los
rebeldes, por lo que Adolfo de la Huerta, considerándolo un territorio inexpugnable
partió de Veracruz el 5 de febrero rumbo a Villahermosa, la capital del estado,
la cual estaba tomada por los rebeldes delahuertistas desde el 10 de enero.
De Villahermosa, De la Huerta viajó al puerto de Frontera el 20 de febrero y
a través de un manifiesto la
declaró "Capital Delahuertista de México",
regresando posteriormente a Villahermosa. De la Huerta permaneció ahí poco más de un mes hasta que
decidió abandonar el país y el 11 de marzo de
1924 partió
hacia Estados Unidos.
El movimiento se
debilitó desde el momento que De la Huerta partió a Estados Unidos, las tropas
federales marcharon sobre Tabasco, convertido en el último reducto de los
rebeldes. Las tropas leales al gobierno tomaron Frontera y el 17 de junio
recuperaron Villahermosa, con lo que cayó el último bastión del delahuertismo.
Exilio,
años posteriores y muerte
En el exilio, Adolfo y
su esposa Clara Oriol pasaron estrecheces económicas muy fuertes. Por esa razón
el matrimonio De la Huerta abrió una escuela de canto cercana a Hollywood.
Adquirió fama y renombre, y su situación económica mejoró mucho, lo cual permitió
a De la Huerta darle a su familia una vida digna. Tras haber estado 11 años en
el exilio, en 1935, Adolfo y su familia volvieron a pisar tierras mexicanas
durante el sexenio de Lázaro Cárdenas del Río. Posteriormente, ocupó puestos
públicos en los gobiernos de Manuel Ávila Camacho y de Miguel Alemán Valdés.
Falleció en la Ciudad de México el 9 de julio de 1955, de causas naturales. Los
restos de Adolfo de la Huerta, descansan en el Panteón Francés de San Joaquín,
junto a los de su esposa Clara.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Adolfo_de_la_Huerta
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