Edward Jenner
https://www.youtube.com/watch?v=q6ew3UoV7jw
Stephen Jenner era un
hombre culto educado en Pembroke y Oxford, después de realizar sus estudios
eclesiásticos fue el vicario de la iglesia parroquial de Berkeley desde 1792,
el mismo año en el que contrae nupcias con Sarah Head hija del anterior vicario
Henry Head, al que había sustituido en la parroquia. En la vicaría de Berkeley
se llevaba la modesta vida de un clérigo. Los ingresos que proporcionaba el
servicio parroquial, junto con los procedentes de sus propiedades permitieron
al vicario ofrecer a sus hijos bienestar material, pero, sobre todo, darles una
buena educación. En este ambiente cultural los dos hermanos mayores de Edward,
Stephen y Henry siguieron los estudios eclesiásticos en Oxford como su padre.
En el mes de mayo de
1754 Sarah Head da a luz a su noveno hijo, el 8 de mayo es bautizado con el
nombre de Thomas, pero fallece al día siguiente. Veinticuatro horas después
Sarah Jenner fallece por complicaciones puerperales a la edad de 46 años y sólo
dos meses después el 9 de diciembre fallece el vicario Stephen Jenner, dejando
a Edward huérfano a la temprana edad de cinco años quedando al cuidado de su
tía Deborah y de su hermana mayor Mary. Su hermano mayor Stephen asume la
responsabilidad de la familia Jenner, y para Edward será su guía paternal.
Antes de acudir a la
escuela, las hermanas de Edward ya le habían enseñado las reglas básicas de
matemáticas, música, a leer y a escribir. Con estos conocimientos básicos
ingresa a la escuela de gramática Wotton-under-Edge, situada a cuatro millas al
este de Berkeley. Esta escuela es dirigida por el reverendo Tomas Clissod,
donde recibe clases de latín y griego, pero al muy joven Edward lo que más le
apasionaba era dar largos paseos por las colinas y bosques y así observar y
aprender de la naturaleza. Entre las piedras calizas de las pequeñas colinas
cerca de su casa buscaba fósiles. También coleccionaba nidos de ratones de
campo, de los que llegó a tener más de cincuenta.
Cuando Edward Jenner
tenía ocho años, en Berkeley surgió un brote de viruela, por lo que la familia
de Edward decide que es necesario aplicarle el único método preventivo conocido
hasta entonces: la variolización (método que había importado a Inglaterra la
exploradora Lady Mary Wortley Montagu vista dicha costumbre en el Imperio
otomano), pues era ya un hecho conocido que la viruela sólo se padecía una vez
en la vida, por eso la mayoría de los médicos de la época recomendaban
practicar la inoculación en los niños y así evitar que adquiriesen una forma
mortal, lo cual ocurría de manera muy frecuente en esa época.
Sin una base real de
conocimientos científicos, e ignorando los principios de la antisepsia, la
variolización se rodeaba de cierto misterio y cada médico o farmacéutico
empleaba su propio método. A Edward Jenner y a sus compañeros les realizó las
inoculaciones el boticario Mr. Holborn de la cercana localidad de
Wotton-under-Edge. En la inoculación los niños recibían un corte hasta el
sangrado en un brazo donde el Sr. Holborn aplicaba el contenido purulento de la
vesícula de un enfermo de viruela, después cubría la herida con un vendaje
limpio. Los que recibían la inoculación debían ser aislados pues presentaban la
enfermedad y podían transmitirla a otras personas que no la habían padecido. A
Edward y sus compañeros los aíslan en un establo maloliente, con poca
iluminación y sin ventilación, donde tenían que comer, dormir y hacer sus
necesidades por cuarenta días (cuarentena) una experiencia terrible que Edward
al igual que los demás inoculados no olvidarán con facilidad.
En el ambiente campesino
de Berkeley, con una población de unos mil habitantes, Edward no encontrará
mejor lugar para vivir que esta localidad a la que amaba.
Era también llamado el
sabio-poeta debido a la pasión que sentía por escribir y manifestar sus
sentimientos a través de esta faceta de la literatura. También amaba la música
y la naturaleza.
La viruela era una
enfermedad que se había convertido en una terrible epidemia. La gente de su
pueblo lo creía loco, porque había empezado a probar la vacuna contra la
viruela con un niño sano de ocho años llamado James Phipps, después de que el
tratamiento con James Phipps dio un resultado favorable lo empezó a utilizar
con otras personas, ante la cerrada oposición de otros médicos. Las personas
creían que si se vacunaban les crecerían apéndices vacunos en el cuerpo y sobre
eso se hizo una sátira llamada "The cow pock" (1802).
Para la historia de
Francia, llega el merecido reconocimiento cuando Napoleón da la orden de
vacunar a toda su tropa, en el año 1805. Posteriormente la Condesa de Berkeley
y Lady Duce hacen vacunar a sus hijos, haciendo que la nobleza inglesa las
imite. El reconocimiento había llegado dos años antes con la organización en
España de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna que patrocinó una
primera expedición de vacunación a nivel mundial, al abarcar su imperio de
ultramar (Hispanoamérica y Filipinas).
Así se quiebra
definitivamente el círculo de opositores al científico y es entonces cuando lo
invitan a establecerse en Londres y ganar mucho dinero, pero Edward Jenner
declina la propuesta manifestando que "si en la aurora de mis días busqué
los senderos apartados y llanos de la vida, el valle y no la montaña, ahora que
camino hacia el ocaso, no es un regalo para mí prestarme como objeto de fortuna
y de fama". No obstante, lo expuesto, recibe dinero y distinciones que le
permiten pasar una vejez económicamente holgada.
Zoología
Jenner fue elegido
miembro de la Royal Society en 1788, después de la publicación de su detallado
estudio de las costumbres previamente desconocidas de anidamiento del cuco, un estudio
en el que combinó la observación, el experimento, y la disección.
Describió cómo el cuco
recién eclosionado empujaba los huevos y los polluelos recién nacidos del nido
de su anfitrión (contrariamente a la creencia existente hasta entonces de que
lo hacía el cuco adulto). Habiendo observado este comportamiento, Jenner descubrió
una adaptación anatómica necesaria para su puesta en práctica (el pollo del
cuco presenta un depresión en su espalda, que desaparece después de los doce
días de vida, que le permite empujar fuera del nido los huevos de su anfirión y
los otros polluelos). El adulto no permanece el tiempo suficiente en el área
para realizar esta tarea. Las conclusiones de Jenner fueron publicadas en las
Philosophical Transactions of the Royal Society en 1788.
"La singularidad de
su forma está bien adaptada a estos propósitos, ya que, a diferencia de otras
aves recién nacidas, su espalda desde la escápula hacia abajo es muy ancha, con
una considerable depresión en el medio. Esta depresión parece formada por la
naturaleza para dar un alojamiento más seguro al huevo del acentor -o de su
pollo-, cuando el joven cuco se emplea en la expulsión de cualquiera de ellos
fuera del nido. Cuando ya tiene doce días de edad, esta cavidad se rellena, y
entonces la espalda asume la forma de las aves en común."
El sobrino de Jenner, nacido el 30 de junio de 1737, le ayudó en el estudio.
La comprensión de Jenner
del comportamiento del cuco no obtuvo un crédito completo hasta que la artista
Jemima Blackburn, una aguda observadora de la vida del pájaro, vio un pollo de
cuco (todavía ciego) que empujaba hacia fuera un huevo de su anfitrión. Su
descripción e ilustración de este hecho fueron suficientes para convencer a
Charles Darwin de revisar una edición posterior de El Origen de las Especies.
Descubrimiento
de la vacuna
En la época de Jenner,
la inoculación ya era una práctica común, pero implicaba graves riesgos. En
1721, Lady Mary Wortley Montagu había importado la variolación en Gran Bretaña después
de haberla observado en Constantinopla. Voltaire escribió que por entonces el
60% de la población padecía la viruela y que el 20% fallecía por la enfermedad.
Voltaire también
afirmaba que los circasianos utilizaban la inoculación desde tiempos inmemoriales,
costumbre que pudo haber sido imitada por los turcos.
Los pasos dados por
Edward Jenner para crear la vacuna, la primera vacuna contra la viruela. Jenner
primero inoculó a James Phipps con la viruela de las vacas (un virus similar al
de la viruela), para crear inmunidad, a diferencia de la variolación, que
utilizaba la viruela para crear una inmunidad a sí misma.
En 1768, el médico
inglés John Fewster se había dado cuenta de que la infección previa con la
viruela vacuna hacía que una persona fuera inmune a la viruela.
En los años siguientes a
1770, por lo menos cinco investigadores en Inglaterra y Alemania (Sevel,
Jensen, Jesty en 1774, Rendell, y Plett en 1791) probaron exitosamente una
vacuna contra la viruela en seres humanos.
Por ejemplo, el agricultor
de Dorset Benjamin Jesty fue vacunado con éxito y presumiblemente
adquirió inmunidad inducida
artificialmente con el virus de las vacas al igual que su esposa y sus dos
hijos con anterioridad a la epidemia de viruela de 1774. Pero no fue hasta el
trabajo de Jenner que el procedimiento llegó a ser ampliamente entendido.
Jenner pudo haber conocido el procedimiento utilizado por Jesty y el éxito
obtenido.
Al observar el hecho
comúnmente conocido de que las lecheras eran generalmente inmunes a la viruela,
Jenner postuló que el contacto de las lecheras durante el ordeño con el pus de
las ampollas de las vacas (conteniendo el virus de la viruela bovina, una
enfermedad similar a la viruela, pero mucho menos virulenta) las protegía de la
viruela.
El 14 de mayo de 1796,
Jenner probó su hipótesis inoculando a James Phipps, un niño de ocho años, hijo
del jardinero de Jenner. Raspó el pus de las ampollas de la viruela en las
manos de Sarah Nelmes, una lechera infectada de la viruela vacuna por una vaca
llamada Blossom (cuya piel ahora cuelga en la pared de la biblioteca de la
escuela de medicina de San Jorge, en Tooting). Phipps fue el decimoséptimo caso
descrito en el primer artículo de Jenner sobre vacunación.
Jenner inoculó a Phipps
en ambos brazos ese día, lo que le produjo posteriormente fiebre y cierta
inquietud, pero ninguna infección grave. Posteriormente, le sometió al
procedimiento de variolación, el método habitual de
inmunización
en ese momento, que en ocasiones suponía contraer la grave enfermedad. No se
produjo ningún
síntoma. El niño fue más adelante probado de
nuevo con material variólico,
y de nuevo no mostró
ningún signo de infección.
Donald Hopkins señala
que: "La contribución principal de Jenner no fue que inoculó a algunas
personas con la vacuna, sino que después demostró que eran inmunes a la
viruela."
Además, demostró que el
pus protector de la viruela vacuna podría inocularse eficazmente de persona a
persona, y no solo directamente del ganado.
Probó con éxito su
hipótesis sobre otros 23 pacientes adicionales.
Jenner continuó su
investigación e informó a la Royal Society, que no publicó el documento
inicial. Después de revisiones e investigaciones posteriores, publicó sus
hallazgos sobre los 23 casos. Algunas de sus conclusiones eran correctas,
algunas erróneas; los métodos microbiológicos y microscópicos modernos harían
que sus estudios fueran más fáciles de reproducir. La comunidad médica deliberó
extensamente sobre sus hallazgos antes de aceptarlos. Finalmente, se aceptó la
vacunación, y en 1840, el gobierno británico prohibió la variolación de la
viruela para inducir la inmunidad y proporcionó la vacunación con vacuna
gratuita.
El éxito de su
descubrimiento pronto se extendió por Europa y se utilizó en masa en la Corona
Española, donde se emprendió La Expedición Balmis, una misión de tres años de
duración a las Américas, Filipinas, Macao, y China, dirigida por el doctor
Francisco Javier Balmis con el objetivo de inocular a miles de personas la
vacuna contra la viruela. La expedición tuvo éxito y Jenner escribió: "No me imagino
que los anales de la historia contengan un ejemplo de filantropía tan noble y
tan extenso como este". Napoleón Bonaparte, que en ese momento estaba en
guerra con Gran Bretaña,
hizo vacunar a todas sus tropas, y a petición de Jenner, liberó a dos prisioneros de
guerra ingleses y les permitió regresar a sus casas. El emperador francés
comentó que no podía "negar nada a uno de los más grandes benefactores de
la humanidad".
El trabajo continuo de
Jenner sobre la vacunación le impidió continuar con su práctica médica
ordinaria. Fue apoyado por sus colegas y el rey en la petición al Parlamento, y
se le concedieron 10 000 libras esterlinas en 1802 por su trabajo en la
vacunación. En 1807, se le concedieron otras 20.000 libras después de que el
Real Colegio de Médicos confirmase la eficacia generalizada de la vacunación.
En 1803 se convirtió en
Presidente de la Sociedad Jenneriana de Londres, preocupado por promover la
vacunación para erradicar la viruela. El Jennerian cesó sus operaciones en
1809. En 1808, con la ayuda del gobierno, se fundó el Instituto Nacional de
Vacunación, pero Jenner se sintió deshonrado por los hombres seleccionados para
gestionarlo, y renunció a su dirección.
Jenner se convirtió
en miembro de la Sociedad de Cirugía y Medicina en su fundación en 1805 (actualmente Real
Sociedad de Medicina) y presentó varias ponencias allí. Jenner fue elegido
miembro honorario extranjero de la Academia Estadounidense de las Artes y las
Ciencias en 1802 y miembro extranjero de la Real Academia Sueca de Ciencias en
1806.
Reconocimiento
social
Jenner regresa a
Berkeley y continúa recibiendo honores que le llegan desde distintos puntos del
mundo. Cualquier petición de su parte, a diferentes autoridades, era
prácticamente complacida. De la misma forma se le quería y respetaba en su pueblo,
donde continuaba esforzándose por sus pacientes. Fue elegido como alcalde del
pueblo a causa de su decisión de permanecer allí.
Trabajos
literarios
Llega a escribir un
nutrido número de poesías y en sus últimos años continúa desarrollando el amor por la
naturaleza, pero ahora lo manifiesta en su afición por los pájaros y el cultivo
de plantas y flores.
Algunas
publicaciones
1798 An Inquiry intro
the Causes and Effects of the Variolæ Vaccinæ
1799 Further
Observations on the Variolæ Vaccinæ, or Cow-Pox.
1800 A Continuation of
Facts and Observations relative to the Variolæ Vaccinæ 40 p.
1801 The Origin of the
Vaccine Inoculation
Fallecimiento
Falleció víctima de una
apoplejía, el 26 de enero de 1823, a la edad de 73 años, en la localidad de
Berkeley, la localidad en la que nació.
Legado
En 1979, la Organización
Mundial de la Salud declaró a la viruela una enfermedad erradicada. Eso fue el
resultado de esfuerzos coordinados de salud pública mundial, donde la vacunación fue un componente
esencial. Aunque la enfermedad fue declarada erradicada, algunas muestras de
gérmenes aún permanecen en laboratorios de los Centros para el Control y
Prevención de Enfermedades en Atlanta, EE. UU., y en el Centro de Investigación
Estatal de Virología y Biotecnología VECTOR en Koltsovo, Oblast de Novosibirsk,
Rusia.
Eponimia
El cráter lunar Jenner
lleva este nombre en su memoria.
El asteroide (5168)
Jenner también conmemora su nombre.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Edward_Jenner


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