Dolores Jiménez y Muro
Por fortuna, parte de su biografía ha podido ser recuperada, recurriendo a la consulta de archivos históricos, a la literatura, las fotografías y la oralidad.”
https://inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/438/1/images/DoloresJimenezYMuro.pdf
MUY RECOMENDADA.
Dolores Jiménez y Muro, hija de José
María Jiménez, abogado y funcionario de gobierno liberal, y de Atilana Muro,
nació un 7 de junio de 1848 en el estado de Aguascalientes, en lo que, en ese
entonces, era una nación colapsada tras la derrota contra los Estados Unidos en
la guerra de 1948 en la que México perdió más del 55 por ciento de su
territorio.
Dolores creció en un hogar liberal,
recibió una buena educación que alimentó su gusto por la lectura y la cultura,
lo que le permitió formarse como profesora en la época juarista, con una sólida
inclinación a los principios del liberalismo republicano.
En su juventud, Dolores se trasladó con
su familia al estado de San Luis Potosí y vivió entre las tertulias literarias
y la vida en sociedad de la clase media y alta. Para esos tiempos, los
liberales promovían la participación social de las mujeres en las artes, en los
idiomas, en la lectura y en la creatividad literaria. Las mujeres miembros de
la clase alta tenían la libertad y la oportunidad de leer la prensa, novelas,
libros de historia y de viajes. Asimismo, obtenían enseñanzas modernas para
dedicarse a ser escritoras o profesoras. Fue así como en este contexto y con
tan solo 14 años, Dolores incursionó en la poesía (1864), convirtiéndose
también en, escritora, periodista y más tarde, revolucionaria.
Para 1874 su talento en la escritura y la
poesía ya era reconocido. Dolores escribió diversos versos en los que rechazaba
el intervencionismo y su deseo por tener una patria soberana, libre y justa. Lo
que motivó al gobierno potosino a invitarla para participar en las fiestas de
Independencia con la declamación de algunos de sus poemas que fueron elogiados
por el liberal Benigno Arriaga, sobrino de Ponciano Arriaga, abogado y
constituyente mexicano.
Entre la década de 1873 y 1889, en México
floreció un grupo de mujeres periodistas, entre las que destacó Dolores Jiménez
y Muro. Estas mujeres que habían crecido en medio de una educación privilegiada
y bajo la influencia de las ideas de la Ilustración y el liberalismo, aportaron
a la sociedad la edición de cuatro publicaciones dirigidas a una audiencia
femenina: Las Hijas del Anáhuac, El álbum de la mujer, El correo de las señoras
y Violetas del Anáhuac. En ellas difundieron principalmente aspectos de la vida
social y cultural de su tiempo, convirtiéndose a la vez, en un medio para crear
y desarrollar un periodismo crítico y de denuncia contra las fallas del
gobierno porfirista, en estas actividades destacó la participación de Jiménez y
Muro.
A los 33 años, Dolores sufrió la muerte
de sus padres, concentrando su vida en tomar conciencia sobre la condición de
los trabajadores, de su miseria y la explotación a la que eran sometidos por el
régimen del general Díaz.
Como una disidente del orden dictatorial,
Jiménez y Muro comenzó a participar en los llamados Círculos Liberales o de
oposición de San Luis Potosí, que más tarde se convertirían en los espacios de
reunión donde iniciaría la lucha para combatir los abusos en contra de las
mujeres y de los trabajadores obrero-campesinos. En 1900, Dolores fue testigo
los primeros levantamientos agrarios generados por la desigualdad, la pobreza y
la opresión política, los cuales, una década más tarde, llevarían al país a la
lucha armada.
Un año después de estos incidentes,
Dolores se traslada de San Luis Potosí a la Ciudad de México para colaborar con
Juana Belén y Elisa Acuña en su recién creado periódico de oposición Vésper.
Entre 1902 y 1903 resienten la clausura de periódicos, la confiscación de
imprentas, el espionaje y la persecución policial y las tres se convierten en
presas por la difusión de sus posturas políticas.
Al salir de prisión, Dolores se desempeñó
como directora de La Revista Potosina y formó parte del Partido Liberal
Mexicano, donde compartió militancia con Ricardo Flores Magón. Asimismo, fue
precursora del feminismo al conformar grupos de mujeres maestras, campesinas,
intelectuales y obreras para defender los derechos políticos y sociales de la
mujer.
Firme en sus convicciones como activista,
Dolores fue nuevamente arrestada en 1910. Desde la cárcel buscó cambios para
mejorar las condiciones de las mujeres y anheló ver un México donde el progreso
en la economía y la reforma agrícola se hicieran realidad. A los 62 años se
unió al presidente Francisco I. Madero y funda el Club Femenil
Antirreeleccionista “Las Hijas de Cuauhtémoc”, el cual encabezó bajo la
consigna:
“Es tiempo de que las mujeres mexicanas
reconozcan que sus derechos y obligaciones van más allá del hogar”
Con ello inició su etapa como mujer
revolucionaria, la cual la llevó a tener un lugar en la historia de nuestro
país, ya que sus aportaciones la distinguieron como un personaje relevante
dentro del movimiento revolucionario, al cual se sumó para lograr la tan
anhelada transformación nacional. Es por esto que sus compañeros de lucha la
llamaron “la antorcha de la revolución”.
Entre su legado se
encuentra:
La elaboración del Plan Político y Social
de Tacubaya (Guerrero, octubre 31 de 1911) en el cual se desconoció al gobierno
de Porfirio Díaz por la suspensión de garantías; se reconoció a Francisco I.
Madero como presidente; se exigió el restablecimiento de la libertad de
imprenta; la protección y dignificación de los indígenas; la disminución de las
jornadas de trabajo; la construcción de viviendas para los trabajadores; la
abolición de los monopolios y se proclamó como ley suprema a la Constitución de
1857 en lo referente al voto libre y a la no reelección.
Formó parte de las fuerzas del General
Emiliano Zapata (1879-1919) y escribió el prólogo del Plan de Ayala, se le
designó como general brigadier. Dicho Plan se proclamó el 28 de noviembre de
1911 y en él se desconoció al presidente Francisco I. Madero, quien fue acusado
de traicionar las causas campesinas.
Durante el maderismo promovió que la
función de los Clubes fuera organizar la campaña antirreeleccionista en
oposición a Díaz y hacer propaganda y activismo clandestino.
A la muerte de Madero y de José María
Pino Suárez (febrero 22 de 1913), Dolores Jiménez y Muro difunde entre la
población las causas de la lucha y los planes revolucionarios para derrocar a
Victoriano Huerta, por lo que en 1914 fue recluida nuevamente, durante once
meses, por órdenes del propio Huerta.
Impulsó la primera campaña de
alfabetización en 1917 al formar parte de la Secretaría de Educación Pública y
participó también en las Misiones Culturales.
Durante ocho años más continuó vigente
con tareas periodísticas en el Anáhuac y en el Correo de las Señoras, mientras
que en el ámbito literario reunió algunos de sus poemas en el libro Rayo de
Luz.
Dolores Jiménez y Muro murió el 15 de
octubre de 1925 extinguiendo así la flama de la Antorcha de la Revolución.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Dolores_Jim%C3%A9nez_y_Muro
https://www.cndh.org.mx/noticia/muere-dolores-jimenez-y-muro-ideologa-de-la-revolucion-mexicana
Comentarios
Publicar un comentario