Lázaro Cárdenas del Río
Hijo de Dámaso Cárdenas
Pinedo y de Felícitas del Río Amezcua, fue el tercer hijo del matrimonio y,
como primer varón mayor fue el responsable de la familia. Tuvo tres hermanas
(Angelina, Josefina y Margarita) y cuatro hermanos (Dámaso, Alberto, Francisco y
José Raymundo).
Revolución
mexicana
En 1913 se incorporó a
las fuerzas revolucionarias de Martín Castrejón, y alcanzó el grado de general
a los veinticinco años.
Primeros
cargos públicos
·
De 1928 a 1930 fue gobernador Michoacán.
·
Fungió como secretario de Gobernación en
el gabinete del presidente Pascual Ortiz Rubio y como dirigente del Partido
Nacional Revolucionario.
·
Presidente de México. El 1 de
diciembre de 1934 tomó posesión como presidente de México. Sus primeros años en
el gobierno quedaron marcados por el enfrentamiento con el general Plutarco
Elías Calles, a quien finalmente obligó a abandonar el país en 1936 y se exilió
en Estados Unidos. Para consolidar su poder, creó una serie de organismos
sindicales de carácter oficioso como la Confederación Nacional Campesina (CNC)
y la Confederación de Trabajadores de México (CTM), y procedió a reorganizar su
partido, con el nombre de Partido de la Revolución Mexicana, modificando su
estructura: de ser una federación de partidos locales y regionales, se integró
con cuatro grandes sectores (campesino, obrero, popular y militar).
Asilo Político de León Trotski
En 1936, Octavio Fernandez Vilchis, apoyado
por el muralista mexicano Diego Rivera, comenzaron una serie de gestiones para
proponerle al presidente Lázaro Cárdenas la idea de concederle al líder de
oposición de la Unión Soviética, León Trotski, asilo en México3. En diciembre de ese mismo año el Buró
Político de la Sección Mexicana de la Liga Comunista Internacional llegó a la
resolución de que harían falta delegados obreros para demandarle al Presidente
de la República, el asilo que solicitaban, por lo cual, se solicitó a los
representantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y a su
líder, Juan R. de la Cruz que, junto a Vilchis, visitaran en Torreón al
presidente Cárdenas con el fin de adquirir la autorización para recibir al
exlíder soviético.
Ese mismo año, en nombre de la nación
mexicana ofreció a otorgar asilo político a León Trotski. Gracias a esto es que
México fue el primer país en ofrecerle asilo político. Para ello, Cárdenas ordenó se enviara una comisiva a recibirlo
en el puerto de Tampico. Al tiempo, designó por mandato presidencial una
segunda comisiva a la que se le brindara un carro especial para recibir a los
revolucionarios y sus acompañantes. Esta segunda comisiva fue liderada
por Juan R. de la Cruz, y cumplió con el deber de acompañarles en su
trayecto al hotel y a la mañana siguiente al tren que debían tomar con destino
a la capital. Rivera, por su parte, optó por aprovechar el viaje llevando a su
esposa Frida y los generales Beltrán y Guerrero a recibir a Trotski y Natalia
Sedova.
Exilio de Plutarco Elías Calles.
Cárdenas, quien al principio de su mandato insistió en que
no era necesario expulsar a Calles y a sus seguidores, pasado un tiempo, en
abril de 1936, cambió de parecer, y el exjefe Máximo y Morones, fueron
sustraídos sorpresivamente de sus domicilios y exiliados. La reacción negativa
de los empresarios a la política obrera cardenista, subrayó la necesidad de
poner fin al conflicto entre las agrupaciones obreras y dar paso a un frente
unido de los trabajadores.
Desechó los temores de que los
comunistas pudieran ponerse al frente de la nueva pirámide, porque a su juicio
la raíz de la agitación obrera era básicamente el incumplimiento de las justas
demandas de las masas trabajadores.
Lombardo Toledano fue elegido
secretario general de la CTM. Los estatutos de la confederación refrendaron
el principio de la lucha de clases, y la transformación de la sociedad
capitalista en socialista. La lucha ideológica sería por el fin de la historia:
la sociedad socialista y la abolición de la propiedad privada.
Cárdenas había propuesto que los salarios no se fijaran
según el péndulo de la oferta y la demanda de trabajo, sino según la capacidad
de cada empresa para seguir actuando de manera redituable. El criterio abrió
aún más las puertas del conflicto laboral y las huelgas aumentaron.
Entre los conflictos más
espectaculares de 1936 estuvo el de los ferrocarrileros, que llevaría a la
nacionalización de esa actividad. También el de los trabajadores agrícolas de
la Laguna. La huelga contra toda la industria petrolera, se volvió un problema
político nacional que obligó al gobierno a intervenir para evitar que la
paralización de actividades dejara al país sin combustible.
La nacionalización de la industria petrolera, una de
las decisiones de mayor peso para el futuro y para la conformación de la
nación. El apoyo del gobierno a las demandas obreras condujo a la expropiación
de las empresas, lograron contratos colectivos con ganancias sustanciales para
los trabajadores.
Plan Sexenal
El Plan Sexenal consideró que el motor de la
producción agraria debía ser el ejido y reiteró la necesidad de apoyarlo con
crédito e infraestructura. Dar tierra al campesino por la vía ejidal
significaba organizarlo, se trataba de hacer irreversible el cambio de
estructura en el agro mexicano. Cárdenas no solo es el presidente que repartió
más tierra sino también el que dio las mayores parcelas. Creó el Banco Nacional
de Crédito Ejidal.
La memoria de las grandes expropiaciones cardenistas
pareció total por primera vez desde el reparto de tierra en Morelos durante la
revolución, el verdadero corazón agrario de la Revolución Mexicana. Uno de
los apoyos visibles a la candidatura de Cárdenas, había sido la CCM, procedió a
formar entonces la Confederación Nacional Campesina CNC, sostuvo que la única
forma de defender los intereses de los trabajadores del campo era admitiendo la
realidad de la lucha de clases.
La meta de la CNC era la
socialización de la tierra, la central debía volver al ejido la unidad de
producción básica, a la manera del koljós. Acabar con el latifundio,
solidarizarse con las demandas de los obreros y apoyar la educación socialista
de las masas campesinas. Se precisó en sus estatutos que sería la única
organización representativa de los campesinos.
Cárdenas debió tomar una decisión
definitiva y en noviembre de 1939 el PRM anunció que su candidato para el
sexenio 1940-1946 sería el exsecretario de Guerra, general Manuel Ávila
Camacho. La rivalidad entre Camacho y Almazán, tuvo muchos encuentros de
guerra, pero se le dio la victoria a Ávila Camacho.
Al entregar la Presidencia, el
partido del gobierno seguía sosteniendo que la lucha de clases era el motor del
desarrollo histórico. Con el correr de los años se afianzaría la idea de que,
al finalizar el sexenio de Cárdenas, había llegado también a su fin la Revolución
mexicana.
Exilio español
Cárdenas acogió a unos cuarenta mil exiliados republicanos
españoles, que debieron salir de su país por la guerra civil entre 1936 y 1939.
En 1937, por intercesión de su esposa Amalia Solórzano, quien presidía el
Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, asiló a 456 menores, huérfanos
de la guerra civil e hijos de combatientes republicanos que fueron llevados a
México, a petición del Comité Iberoamericano de Ayuda al Pueblo Español, y
recibieron alojamiento, sustento y educación en la ciudad de Morelia.
Con el pasar de los años, el grupo fue conocido como “los Niños de
Morelia”. Su apoyo a la República Española no se limitó a esto, la defendió en
foros internacionales e intentó ayudarla económicamente, incluso con
exportación de armas; el gobierno de Roosevelt se opuso a estos planes.
Al finalizar la guerra con el triunfo del ejército sublevado,
Cárdenas puso bajo su protección a los exiliados españoles en Francia, incluyendo
al presidente Manuel Azaña, quien murió bajo protección diplomática mexicana y
fue enterrado envuelto en una bandera mexicana, porque las autoridades
colaboracionistas francesas se negaron a que fuera enterrado con la bandera
española republicana. Cárdenas, Rafael M Pedrajo y los diplomáticos del régimen
lograron que decenas de miles de exiliados fueran acogidos en México, incluidos
numerosos intelectuales que enriquecieron sensiblemente la cultura mexicana.
Nacionalización de los ferrocarriles
Entre 1937 y 1938 completó la nacionalización de la red ferroviaria y,
después de un conflicto obrero-patronal, expropió los bienes de las compañías
petroleras residentes en México, lo que provocó la ruptura de relaciones con el
Reino Unido.
Intento de golpe de estado
Enfrentó una intentona golpista encabezada por el general Saturnino
Cedillo, con quien trató de dialogar por medio de su Jefe del Estado Mayor
Presidencial, el coronel Ignacio M. Beteta. Finalmente Cedillo resultó muerto
en combate.
Fundación del Museo Nacional de Historia
También durante su mandato, se transformó el Castillo de Chapultepec,
antigua residencia de los gobernantes del país, y se creó en este lugar el
Museo Nacional de Historia. De igual modo, impulsó iniciativas, para clausurar
casas de juego y, rompiendo con la estrategia seguida por Calles, cesó la
hostilidad hacia la iglesia católica. Asimismo, en el ámbito social y académico,
fundó el Instituto Politécnico Nacional (IPN), El Colegio de México (Colmex) y
el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre otros. Modificó
la Ley Agraria, amplió también la red de carreteras y permitió la entrada a los
refugiados políticos de muchos otros países, además de los ya mencionados.
Al término de su mandato, estuvo al mando de la región militar del
Pacífico en la Segunda Guerra Mundial, y -como parte de la estrategia de unidad
nacional seguida por su sucesor- fue también Secretario de la Defensa Nacional
del presidente Manuel Ávila Camacho hasta el fin del conflicto. Fue vocal
ejecutivo de algunas empresas y presidente de administración de la Siderúrgica
Las Truchas, empresa que hoy lleva su nombre.
Ejidos
Los ejidos contaron con muy pocos
insumos, usaron los que tenían a la mano: tierra y trabajo, lo cual ayudó a un
empleo más racional de estos medios de producción e hizo descender el desempleo
rural. La reforma agraria no produjo un crecimiento inmediato de la economía,
pero los beneficiados por el proceso vieron de inmediato mejorada su forma de
vida. El campesino que recibió la tierra durante el gobierno de Cárdenas,
mejoró su posición social y económica.
En el momento culminante del
cardenismo, los gastos de tipo económico fueron superiores al 40%, destinados
fundamentalmente al desarrollo de las comunicaciones, la irrigación y el
crédito a la agricultura.
El “estado activo” del cardenismo
siguió ensanchando la estructura institucional. En 1934, Abelardo Rodríguez
había creado la Nacional Financiera (Nafinsa), cuya tarea original era
administrar los bienes raíces que la crisis económica anterior había dejado al
sistema bancario por quiebras de los prestatarios. Empezó a actuar como sería
en el futuro: el banco de desarrollo del gobierno. Ante los conflictos con las
empresas eléctricas extranjeras, se creó la Comisión Federal de Electricidad,
que con el paso del tiempo sería la empresa dominante.
La Gran Depresión golpeó muy duramente
al comercio exterior de México al cerrarle mercados a algunas de sus materias
primas, pero durante el primer año de gobierno de Cárdenas, por la economía de
guerra que se había instalado en el mundo, el intercambio con el exterior se
había recuperado bastante y la exportación ascendió a poco más de doscientos
millones de dólares.
Cuando Cárdenas asumió la presidencia,
la producción de petróleo, aunque baja respecto al pasado, comenzó a crecer
nuevamente. El esfuerzo mexicano por colocar su petróleo en los países del Eje
y en América Latina permitió que las ventas al exterior subieran. A partir de
entonces y por muchos años la producción de PEMEX se destinaría básicamente a
cubrir el mercado interno, en el corto plazo, el petróleo dejó de ser un
proveedor de las necesarias divisas extranjeras.
México podía aprovechar la experiencia
derivada de la industrialización de los países capitalistas avanzados para no
repetir sus errores ni pagar su enorme costo social; buscaba una
“industrialización consciente”, construir un México de ejidos y de pequeñas
comunidades industriales. El cardenismo visualizaba al México del futuro como
un país predominante agrícola, rural y cooperativo. Empezó a sustituir
importaciones de bienes de consumo. Aparecieron nuevas industrias y se
encumbraron nuevos empresarios.
Cárdenas adoptó una línea bastante
clara con relación al movimiento obrero. Tomó el Plan Sexenal, y apoyó la
cláusula de exclusión y el rechazo de “sindicatos blancos”. Este proyecto,
llevó a Vicente Lombardo Toledano y a la CGOCM a encabezar, un bloque de
organizaciones sindicales de respaldo activo a la política del presidente. El
Pacto de Solidaridad tenía por objeto neutralizar las presiones del callismo y
sentar las bases de un magno congreso obrero y campesino del cual pudiera
surgir una central única de todo el movimiento laboral, la nueva organización
debería aceptar como premisa la existencia de la lucha de clases y la
imposibilidad de la cooperación con la clase capitalista.
Reforma
agraria
En el norte, llevó a
cabo la Reforma agraria, planeada originalmente por Emiliano Zapata. Este
reparto es considerado por muchos como el más grande del siglo en la historia
de México. Durante el sexenio del general Lázaro Cárdenas del Río fueron
repartidas 18 millones de hectáreas a las comunidades y ejidos. De esta manera,
aumentó a 25 millones de hectáreas la cantidad de tierras en el sector social
(es decir, las parcelas que se encontraban fuera del régimen de propiedad
privada). El objeto del reparto agrario lanzado durante el gobierno de Cárdenas
buscaba no solo la satisfacción de una demanda popular plasmada en la
constitución de 1917, sino la formación de pequeñas unidades productivas, con
capacidad de autosuficiencia alimentaria.
La unidad básica del
modelo de reforma era la conformación de ejidos. Se trata de una dotación de
tierras que eran entregadas a un núcleo de población para que las aprovecharan
de la manera que consideraran conveniente. Cada ejido estaba regulado por un
órgano interno llamado Comisaría Ejidal, integrada por los titulares de la
dotación (generalmente hombres) que elegían a un presidente y una mesa
directiva. La Comisaría Ejidal tenía la facultad de representar a los
ejidatarios en los trámites gubernamentales. Dado que al final de la Revolución
y la guerra Cristera, la mayor parte del país estaba en la ruina económica, el
gobierno de Cárdenas creó el Banco Nacional de Crédito Ejidal (Banjidal)
destinado a capitalizar a los núcleos ejidales.
En el entonces
Territorio Norte de Baja California, apoyó el movimiento agrarista llamado: El
Asalto a las Tierras, realizado el 27 de
enero de 1937 y que tuvo como uno de sus propósitos fundamentales, la repartición de
las tierras del valle de Mexicali, que en aquel momento pertenecía a una
empresa estadounidense denominada Colorado River Land Company.
En Yucatán condujo su
política agrarista mediante la expropiación, el 3 de agosto de 1937, de los henequenales
en favor de los ejidatarios yucatecos.
Además de la repartición
de tierras y el financiamiento monetario, la reforma agraria del Cardenismo
incluía el establecimiento de un sistema educativo que permitiera la formación
de profesionistas técnicos que ayudaran al desarrollo de los ejidos. Por ello,
asociados a los núcleos ejidales, se crearon escuelas donde los niños y jóvenes
debían adquirir conocimientos sobre agricultura, ganadería y aquellas otras
actividades específicas que permitiera el medio ecológico. En ese sentido, la
reforma agraria llevada a cabo durante el sexenio de 1934-1940 se diferenciaba
de la implementada por los gobiernos anteriores, para quienes todo se limitó a
la dotación de tierra a individuos dedicados a la agricultura a pequeña escala.
Lo que la Secretaría de Agricultura se planteaba en la segunda mitad de la
década de 1930 fue la creación de centros agrícolas competitivos.
Sin embargo, el plan de
formación técnica, como el financiamiento, no pudieron llegar a resarcir el rezago
del campo mexicano totalmente. El plan del Cardenismo solo funcionó en ciertas
regiones, aquellas que como la Comarca Lagunera o el valle del río Yaqui
contaban con riego y tierras fértiles. Por otro lado, aunque el reparto de
tierras durante el gobierno de Cárdenas fue el mayor de la historia de México,
no disminuyó significativamente la dimensión de las tierras en pequeña y
mediana propiedad, y de los latifundios. Durante el siguiente período
(1940-1946), el reparto agrario fue frenado y se emprendió una
"contrarreforma" agraria, despojando nuevamente de las tierras recién
obtenidas a algunos ejidos, para enajenarlas.
Fundación
del Parque nacional Cumbres de Monterrey
El 24 de noviembre de
1939, se creó el parque nacional Cumbres de Monterrey, por decreto de Lázaro
Cárdenas. Ubicado en la Sierra Madre Oriental, en la parte correspondiente al
estado mexicano de Nuevo León, abarcando en su extensión parte de los
municipios de San Pedro Garza García, Monterrey, Montemorelos, Rayones,
Santiago, Allende y Santa Catarina. Este parque contaba con un área de 246,500
hectáreas, lo que lo hizo en su momento el parque más grande de México. Este
parque se constituyó como tal para la conservación de la flora y fauna del
lugar. Sin embargo, tres años después, el presidente Manuel Ávila Camacho
legalizó la explotación y afectación de terrenos de dicha área por contar con
“terrenos que tengan pendiente de 10 por ciento o menos y que sean apropiados
para los cultivos agrícolas”.
Expropiación
petrolera.
El conflicto entre el
gobierno de Cárdenas y las empresas petroleras de nacionalidad extranjera,
tenía un antiguo linaje. Durante un buen periodo solo debían pagar el impuesto
del timbre, menos del 1% del valor de la producción. La situación cambió al
iniciarse la Revolución y percatarse el gobierno por primera vez del gran
potencial petrolero del país. Las grandes exportaciones del petróleo fueron
vistas como una fuente idónea para cubrir los grandes déficits presupuestales.
El párrafo IV del
artículo 27 de la nueva Constitución declaró los depósitos petroleros propiedad
de la Nación. Al iniciarse los años treinta, México era ya un productor
marginal, situación que cambió, con los descubrimientos de Poza Rica en 1930.
La compañía inglesa El Águila y el gobierno mexicano llegaron a un
entendimiento sobre la explotación de Poza Rica, aceptaba pagar regalías del
15% y el 35% del valor de la producción.
El choque definitivo del
gobierno y las empresas petroleras se originó por un enfrentamiento de las
empresas y sus obreros, los trabajadores petroleros se encontraban entre los
mejor pagados del país. Sin embargo, no había llegado a formar un sindicato
único que estableciera las condiciones de trabajo para toda la industria,
crearon el STPRM, y se afilió a la CTM. Las empresas rechazaron el monto del
aumento pedido, los expertos nombrados abordaron el tema de que la presencia de
las empresas petroleras extranjeras había sido más perjudicial que benéfica
para el país.
Decreto
de la expropiación
El 1° de marzo de 1938
la Suprema Corte dictaminó un laudo mediante el cual las compañías perdían el
juicio laboral que habían emprendido en las instancias inferiores del sistema
judicial y debían otorgar un aumento de 26 millones. Las empresas se negaron.
Si el gobierno no hacía nada en contra de la rebeldía de las empresas, su
prestigio y capacidad de liderazgo quedarían en entredicho.
Cárdenas hizo saber al
país la decisión de su gobierno de cortar por lo sano y expropiar a las
empresas petroleras, el 18 de marzo de 1938.
Las países afectados por
la medida del presidente Cárdenas, Gran Bretaña particularmente, criticaron la
medida expropiatoria y pusieron en duda la capacidad del país para pagar lo que
había tomado. Esto incremento la exaltación nacionalista que favoreció al
presidente.
México aceptó desde el
principio pagar lo que había tomado, pero no inmediatamente sino dentro del plazo
de diez años fijado por la ley. El gobierno de Washington sugirió entonces como
única solución que México devolviera lo tomado, a lo cual Cárdenas se negó. El
gobierno norteamericano y británico, contribuyeron a bloquear la expropiación,
prohibiendo a sus dependencias que lo adquirieran. Cárdenas abandonó la
presidencia y no llegó a un arreglo definitivo con la mayor parte de las
empresas expropiadas.
Quizá la decisión de
política pública más representativa de la administración Cárdenas del Río es la
expropiación petrolera. Debido a una combinación de factores, entre los que
destacan la debilidad de las economías estadounidense y británica durante la
década de los treinta (ambas estaban sumidas en los efectos de la crisis de
1929), la existencia de un fuerte conflicto entre los trabajadores de las
empresas petroleras instaladas en México y los empresarios extranjeros que
desatendieron un laudo laboral de la corte mexicana, así como su propia visión
de un capitalismo democrático y nacionalista, en el que las industrias básicas
(petróleo, siderurgia, etc.) jugaban un papel clave, Cárdenas decretó la
expropiación el 18 de marzo de 1938, y se creó Petróleos Mexicanos (Pemex).
A pesar de que la
compensación por los bienes expropiados se incluyó en el decreto, el acto
enfureció a la comunidad empresarial internacional y molestó a los gobiernos
extranjeros, especialmente el Reino Unido. Antes de salir, las compañías
petroleras se habían asegurado de no dejar nada para ayudar al gobierno
mexicano, con la esperanza de forzar Cárdenas a aceptar sus condiciones. Pese a
que México finalmente fue capaz de reiniciar los campos petroleros y
refinerías, la producción no alcanzó los niveles anteriores a la expropiación
hasta la segunda guerra mundial, durante la cual asesores técnicos fueron
enviados por los Estados Unidos como parte de su política de esfuerzo de guerra
aliado.
Sin embargo, los
británicos rompieron las relaciones diplomáticas con el gobierno de Cárdenas, y
el petróleo mexicano y otros bienes fueron boicoteados, a pesar de un fallo
internacional a favor del gobierno de México. Sin embargo, con el estallido de
la segunda guerra mundial, el petróleo se convirtió en un codiciado producto.
México comenzó a exportar petróleo a la Alemania Nazi y la Italia fascista.
Más importante, sin
embargo, que el acto expropiatorio mismo, fue el amplio consenso nacional que
Cárdenas fue capaz de crear con esa decisión. No solo se sumaron los sectores
del entonces Partido de la Revolución Mexicana, sino que de manera virtualmente
unánime otros muchos sectores de la opinión pública mexicana, la Iglesia
católica entre ellos, se sumaron de manera entusiasta a la decisión del
entonces presidente, quien construyó de esa manera una amplia base de apoyo
social que perduraría muchos años después de que su presidencia terminara.
Tanto así que ha sido el
único expresidente de México capaz de mantenerse activo en la política nacional
en el periodo post-revolucionario, como lo atestigua su participación en el
Frente de Liberación Nacional, organización que muchos consideran como el
germen de algunos de los actuales partidos y movimientos políticos de México,
su participación en proyectos de desarrollo social en la cuenca del Lerma y
otras regiones de México, así como su decidido apoyo a la Revolución cubana
encabezada por Fidel Castro Ruz. Prueba de ello es que en abril de 1961, con
motivo de la Invasión de Bahía de Cochinos en que tropas
"anticastristas", entrenadas y dirigidas por la CIA, el Gral.
Cárdenas del Río se alistó de inmediato al ejército cubano con el fin de
combatir a los estadounidenses y sacarlos de Cuba.
Consecuencias
Gran Bretaña rompió
relaciones diplomáticas con México y lo amenazó con un bloqueo a gran escala.
Aunque en un primer momento las cinco corporaciones estadounidenses se
desesperaron, con la Segunda Guerra Mundial en ciernes, el presidente Franklin
Delano Roosevelt tuvo más interés en la alianza estratégica con México como un
bloque económico que en proteger las compañías privadas. En contraste, la
Anglo-Persian Oil Company (Hoy BP) no era una compañía privada sino dependiente
directa del almirantazgo (British Admiral) y parte del poder mismo del Imperio
británico.
Años
posteriores
Se ha dicho que, en la
sucesión presidencial de 1940, al irse perfilando como probable ganador el
principal candidato opositor Juan Andreu Almazán, Cárdenas favoreció el triunfo
del candidato del PRM, Manuel Ávila Camacho, y forzó así el resultado
electoral, quién debía seguir con las políticas sociales. Contrariando a
Cárdenas, Ávila Camacho fundó el Partido Revolucionario Institucional, donde se
agruparían sectores de la derecha política.9
Siendo Ávila Camacho
presidente de la república, desempeñó el cargo de Secretario de Defensa hasta
el año 1945.
A menudo se dice que
Lázaro Cárdenas fue el único presidente asociado al PNR que no se sirvió de su
cargo para enriquecerse. Se retiró a una modesta vivienda cerca del Lago
Pátzcuaro y trabajó el resto de su vida supervisando proyectos de riego y
promoviendo clínicas gratuitas y educación para los más desposeídos. Siguió
comentando asuntos de política internacional y abogando por los derechos humanos
y el fortalecimiento de la democracia en Latinoamérica.
Durante los movimientos
obrero de 1959 y estudiantil de 1968, el "Tata Lázaro" (como era
conocido entonces), fue estrictamente vigilado por el mismo PRI y la CIA para
prevención de apoyo y simpatías por los movimientos izquierdistas que se
oponían al tan autoritario y represivo gobierno priista. Fue entonces invitado
a Cuba por el mismo Fidel Castro en 1960,10
con motivo de la conmemoración
de las revoluciones mexicana y cubana. También por la fundación del Instituto Lázaro
Cárdenas para la Investigación de la Universidad de La Habana.
Fallecimiento
y restos mortales
Lázaro Cárdenas murió
víctima de cáncer en la Ciudad de México el 19 de octubre de 1970, exactamente
25 años después del deceso de su adversario político Plutarco Elías Calles.11
Sus restos fueron depositados en el Monumento a la Revolución, donde permanecen
junto a los de Francisco I. Madero, Pancho Villa, Venustiano Carranza y el
mismo Calles.
En su honor, un gran
número de ciudades y pueblos de México, como Lázaro Cárdenas (Michoacán),
pequeñas comunidades y muchas calles llevan su nombre, como el Eje Central
Lázaro Cárdenas en Ciudad de México donde hay una escultura de 10 m en su honor
del artista Humberto Peraza, también en Morelia existe un obelisco conocido
como el Monumento a Lázaro Cárdenas, y avenidas en Guadalajara, Monterrey y
Mexicali. La avenida más extensa de la ciudad de Xalapa, Veracruz lleva su
nombre. De igual manera, un campus del Instituto Politécnico Nacional, conocido
también como Casco de Santo Tomás, lleva su nombre. En Cuba, una avenida y un
parque de La Habana han sido nombrados en su honor. En Chile, en la ciudad de
Chillán existe un auditorio con su epónimo, en recuerdo de la solidaridad de su
gobierno luego del terremoto de 1939 que asoló a dicha ciudad. Belgrado,
Serbia, está el Šetalište Lazaro Kardenasa (Paseo Lázaro Cárdenas). En España,
tiene calles y monumentos dedicados a su memoria en Barcelona, La Coruña,
Córdoba y Madrid, en reconocimiento por su trabajo al acoger refugiados del
bando republicano en México tras la Guerra Civil Española.
También fue galardonado con el Premio Stalin de la Paz en 1955.
Asimismo en Praga,
República Checa, existe un parque que lleva su nombre, en honor su amistad con
el presidente T.G. Masaryk, a cuya memoria existe una avenida en la ciudad de
México con su nombre (avenida Presidente Masaryk, en Polanco).
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%A1zaro_C%C3%A1rdenas
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