Francisco Villa
Doroteo Arango
se encontraba fugitivo de la ley por un hecho que aconteció en 1894. Uno de los
hijos de Laureano López Negrete, propietario de la Hacienda Sombreretillo donde
trabajaba, violó a su hermana mayor. En represalia, Doroteo
tomó un revólver y
disparó contra el terrateniente, fugándose a las montañas, donde pasó la mayor
parte de su tiempo hasta 1910, sobreviviendo primero solo, para luego ser
rescatado por una pandilla de bandidos encabezada por un hombre llamado
Francisco Villa, quien lo recogió y lo alimentó. Al no tener a dónde ir, Arango
empezó a operar con esta pandilla asaltando pueblos y delinquiendo en otras
áreas. Por su lealtad se ganó la confianza del jefe de la banda. En una ocasión
Francisco Villa (jefe de la banda) sufrió una herida de bala, por lo que,
agonizando, nombró a Arango como jefe de la pandilla de bandidos. Fue entonces
cuando Arango cambió su nombre a «Francisco Villa», a petición de la banda que
ahora él encabezaría. Continuaron realizando actos de vandalismo, regresando a
la hacienda donde Arango había matado a Agustín López Negrete, donde el cuñado
del fallecido lo buscaba para matarlo. Doroteo Arango (ahora bajo el nombre de
Francisco Villa) acabó con la vida de su rival y los hombres de este, empezando
a seguir una causa en defensa de la clase popular que era fuertemente
explotada, al punto de comparación con la esclavitud.
El accionar
revolucionario de Villa se dio durante sus primeros años principalmente en el
estado de Chihuahua, en el norte de México, donde su ideal consistió en frenar
el abuso que ejercían los hacendados sobre los campesinos y en derrocar a los
grupos establecidos en el poder público.
En 1910 se
unió al movimiento maderista, primero a través de su compadre Eleuterio
Soto, y después
mediante Abraham González,
con quién tenía vínculos
comerciales. En ese entonces Pancho Villa era nada más un
cuatrero y en la mejor denominación un guerrillero sin
causa; sin embargo, al conocer a Abraham González, representante político de
Francisco I. Madero en Chihuahua, recibió de este la educación básica que le
hizo abrir los ojos al mundo político y cambiar su visión sobre su propia vida
y su relación con los que estaban en el poder. El 17 de noviembre de 1910 atacó
la Hacienda de Cavaría; desde ese mismo día se dedicó a reclutar gente para sus
tropas.
En la lucha
armada maderista se distinguió por su audacia y organización. La revolución
maderista comenzó a revelar el ingenio militar y la capacidad estratégica de
Pancho Villa. En El Tecolote, engañó a las fuerzas del general Navarro poniendo
sombreros sobre estacas para simular un contingente mayor, obligando al general
Navarro a la retirada.
Sobresalió
como jefe de las batallas de San Andrés, Santa Isabel, Ciudad Camargo, Las
Escobas y Estación Bauche, contra el general federal Manuel García Pueblita.
Además, participó en el mayor triunfo al lado de Pascual Orozco:
la batalla de Ciudad Juárez
contra el general Juan N. Navarro, a quién intentó fusilar incluso en contra de
Francisco I. Madero. Después de
tomar Torreón
por unos momentos, Villa se hace de los primeros trenes de sus fuerzas, que
después
servirían para
transportar grandes contingentes de la División del Norte.
Primera
etapa
Después de
intentar tomar Chihuahua y no poder hacerlo, logró su primera victoria: la toma
de Ciudad Juárez. A finales de 1910, dio muestras de su lealtad a Francisco I.
Madero, al rechazar la invitación de Pascual Orozco para rebelarse.
Más aún,
retomó las
armas para defender al gobierno maderista.
Combatió en
Chihuahua y Durango, y en Torreón
se incorporó
a las filas de la División
del Norte Federal, que comandaba Victoriano Huerta.
A su lado participó en las batallas de Tlahualilo, Sierra de Banderas, Conejos
y Rellano. Por su actuación militar fue ascendido a general brigadier
honorario, después de que se adhirió al Plan de Guadalupe, formando parte de su
ejército cabecillas como Tomás Urbina, Rosalío Hernández, Toribio Ortega
Ramírez, Manuel Chao. Victoriano Huerta, receloso de su brillantez a pesar de
no ser militar de carrera y molesto por su independencia, con el pretexto del
supuesto robo de una yegua, lo procesó por insubordinación y
ordenó su fusilamiento. Madero le salvó la vida mediante la intervención de su
hermano Raúl y de Guillermo Rubio Navarrete. Como alternativa, fue enviado a la
Ciudad de México y encarcelado en Santiago Tlatelolco.
Fuga
de prisión
En su estancia
en prisión conoció a Gildardo Magaña Cerda, quién le instruyó y ayudó en el
desarrollo de su educación y le puso al tanto de los propósitos e ideales del
agrarismo. A finales de 1912, Pancho
Villa logró
fugarse de prisión
con la ayuda de Carlos Jáuregui,
escribiente del juzgado de la cárcel. Tomó rumbo hacia Guadalajara y
Manzanillo y logró
llegar a El Paso, Texas. En el camino, el gobernador de Sonora José María
Maytorena le ayudó
con dinero para proseguir su fuga.
Ante los asesinatos de Francisco I. Madero y Abraham González en febrero y
marzo de 1913, decidió
retomar las armas contra el gobierno de Victoriano Huerta ante los llamados de
los líderes
militares del norte, encabezados por el gobernador de Coahuila, Venustiano
Carranza, que llamaban a levantarse contra el usurpador.
Ayudado una vez más
por Maytorena, cruzó
la frontera y se internó
en Chihuahua. Con una fuerza de escasos nueve hombres inició su
participación
en el movimiento constitucionalista.
Segunda
etapa
La noche del
15 de noviembre de 1913, mientras los soldados y oficiales federales dormían en
los cuarteles o descansaban en las casas de juego, una señal diminuta anunciaba
el asalto de las tropas villistas que tomaban el cuartel, la jefatura de armas,
los puentes internacionales, el hipódromo y las casas de juego. Por lo
acontecido se reunió
con Madero en la Hacienda de Bustillos donde recibió el grado de coronel.
Atacó Casas
Grandes y Ciudad Juárez en el estado de Chihuahua, en noviembre de 1913, en
septiembre se constituyó
la famosa División
del Norte del Ejército
Constitucionalista, en la que figuraron Toribio Ortega Ramírez, Felipe Ángeles,
Rodolfo Fierro, Juan Medina, Maclovio Herrera, Tomás Urbina y Manuel Chao,
Felipe Ángeles, entre otros, y de la que Pancho Villa fue nombrado general en
jefe.
El 10 de enero de 1914 tomó
la ciudad de Ojinaga, quedando de
esta manera con el control de la zona del noroeste del estado.
Villa
como gobernador
Por muy poco
tiempo fue nombrado gobernador provisional de Chihuahua, aunque ejerció el
poder por un periodo mayor pues dictaba órdenes al gobernador
Manuel Chao, quién
había sido
nombrado por Venustiano Carranza.
Como
gobernante Villa mandó imprimir diversos billetes, como los «dos caritas» y las
«sábanas»; embargó tiendas y sustituyó a los comerciantes venales por
administradores honorables, llenó el mercado de reses de las haciendas en las
que intervenía; abarató los precios del maíz, frijol y carne;
asumió funciones federales en materia de telégrafos y ferrocarriles,
expulsó del
estado a muchos españoles,
acusados de que habían
ayudado a Victoriano Huerta; reabrió el Instituto Científico y
Literario, decretó
el establecimiento del banco del estado y fundó más de cincuenta escuelas. En
sus ratos libres él mismo asistía a clases y aprendía a leer y escribir. Los
habitantes de Chihuahua aún recuerdan las semanas de Villa como gobernador,
hasta la fecha es considerado el mejor gobernador que ha tenido el estado de
Chihuahua.
Tercera
etapa
El 23 de
junio, desobedeciendo las órdenes del primer jefe desplazó a la división del
norte, en la batalla de Zacatecas, derrotando al general federal Luis Medina
Barrón.
Las
discrepancias tuvieron un receso temporal con el pacto de Torreón, del 8 de
julio de 1914, celebrado entre la División del Norte y el Cuerpo
del Ejército
del Noreste. A Pancho Villa lo representaron Miguel Silva, Manuel Bonilla y José Isabel
Robles; A Pablo González
Garza: Antonio I. Villarreal, Cesáreo L. Castro y Luis
Caballero. Se acordó que Villa presentaría disculpas a Venustiano Carranza,
quién seguiría como primer jefe; a Pancho Villa se le otorgaría el grado de
general de división, aunque independientemente de Álvaro Obregón y Pablo
González Garza. Villa reconoció a Venustiano Carranza, pero le impuso
limitantes, como asumir la presidencia interina y convocar a una Convención de
generales y gobernadores revolucionarios para señalar la celebración de
elecciones y formular un programa de gobierno.
Los acuerdos
no fueron aceptados en su totalidad por ninguna de las dos partes. Los
ejércitos revolucionarios derrotaron a Huerta, quien firma su carta de renuncia
el 15 de julio de 1914. A pesar de la victoria, Villa estaba molesto con
Venustiano Carranza, quien lo despreciaba por su reputación de bandolero, ya
que nunca le concedió a la División del Norte el grado de Ejército ni a Villa
el grado de general de división.
Obregón se
trasladó a conferenciar con Pancho Villa, pero, tratando Obregón de atacar a
las tropas Villistas por un lado y lograr una alianza por el otro, es
descubierto por Villa quien manda a fusilarlo,
pero Serrano y Raúl
Madero evitan que Álvaro
Obregón sea
fusilado aceptando las condiciones de Villa y firman un acuerdo, logrando escapar
a Chihuahua y, a medio camino de la huida obregonista, Villa recibe un
telegrama de Venustiano Carranza en donde este rechaza el acuerdo haciendo que
Villa persiga a Obregón sin lograr alcanzarlo, lo cual origina que rompa
definitivamente con Carranza.
En 1914,
Venustiano Carranza citó a una convención de las fuerzas revolucionarias, para
limar asperezas entre ellas, sin lograr su objetivo, pues Villa se fortaleció
en la Convención de Aguascalientes. Como resultado, Venustiano Carranza y Obregón rompieron
con la Convención. Villa tomó la Ciudad de México, a nombre del gobierno de la
Convención, junto con su aliado Emiliano Zapata, en diciembre de 1914.
Se instaló
en la Convención
en la Ciudad de México,
y el día 10 se
trasladó a
Aguascalientes. Tuvo entonces lugar el Pacto de Xochimilco, en el que Pancho
Villa aceptó el Plan de Ayala en lo relativo al problema de la tierra y en el
que convenían llevar a la presidencia a un civil identificado con la
Revolución.
Lucha
contra Venustiano Carranza y Álvaro Obregón
Carranza no se
plegó a los dictados villistas de la Convención y huyó a Veracruz para
encabezar desde allí su contraataque. Para
ello tuvo de aliado al general Álvaro
Obregón.
Durante 1915 Villa fue derrotado por Álvaro Obregón y los
constitucionalistas en la famosa batalla de Celaya, en la que Obregón a duras
penas logró derrotar a la División del Norte en el Bajío. El poder de la
caballería de Villa no fue efectivo para derrotar a las trincheras, las loberas
(alambres de púas), la artillería y ametralladoras del ejército de Obregón.También tuvo
mucho que ver el terreno que no era favorable para la caballería de la
División del
Norte y el hecho que a Villa se le vendió municiones defectuosas,
el historiador Paco Ignacio Taibo II las llamó las
"balas de palo".
Villa perdería
después la batalla de Trinidad, la batalla de León y la batalla de
Aguascalientes en junio de 1915, por lo que tendría que replegarse otra vez
hacia el norte del país.
Para fines de
ese año decidió invadir el estado de Sonora; sin embargo, los
constitucionalistas, mejor pertrechados, los repelieron,
derrotándolo
en Agua Prieta, bajo el mando de Plutarco Elías Calles y en El Alamito,
comandados por el general Manuel M. Diéguez.
Después de la
derrota en Sonora, Pancho Villa se replegó a Chihuahua, desde donde fraguó un
golpe militar que le serviría para atacar a Estados Unidos después de que este
país optara por dar su apoyo a Venustiano Carranza y en especial contra Woodrow
Wilson por el uso que hizo Obregón de faros gigantes, alimentados con energía
eléctrica estadounidense, para repeler el ataque nocturno de las tropas
villistas al pueblo fronterizo de Agua Prieta, Sonora el 1 de noviembre de
1915. En
enero de 1916, un grupo de villistas al mando del general de órdenes
Ramón Banda
Quesada emboscaron un tren del México North Western Railway
(Compañía del
Ferrocarril Noroeste de México),
cerca de Santa Isabel, Chihuahua, y masacró a 18 empleados estadounidenses de
la compañía minera ASARCO.
Antes del amanecer
del 9 de marzo de 1916, un grupo de
aproximadamente 1500 hombres (el reporte oficial del ejército
estadounidense mencionó
entre «500-700
participantes»)
del ejército de Villa, al mando del general Ramón Banda Quesada, atacó el
pueblo de Columbus (Nuevo México), como represalia al reconocimiento oficial
del régimen carrancista por parte de Estados Unidos y en busca del comerciante
Sam Ravel (proveedor que le vendió las municiones defectuosas o "balas de
palo" que causarían muchas bajas de la División del Norte en Celaya). La
invasión de
Pancho Villa a Nuevo México
fue la segunda invasión
que tuvieron los Estados Unidos en su territorio desde la Guerra anglo-estadounidense
de 1812, ya que Juan Nepomuceno Cortina había invadido Brownsville en 1859.
La Expedición Punitiva: Tercera Intervención estadounidense
Ante los
hechos acontecidos en la batalla de Columbus, el Presidente estadounidense
Woodrow Wilson enviaría el 14 de marzo de 1916,
tropas encabezadas por el general «Black Jack»
Pershing (el mismo que comandaría
las fuerzas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial) a la captura de
Villa. La
búsqueda
de Villa llevaría
a las tropas estadounidenses finalmente unos 600 km dentro de territorio
mexicano, llegando hasta la ciudad de Parral, donde, después de un
conflicto encabezado por la maestra Elisa Griensen y donde participaron los
niños del pueblo, el ejército estadounidense habría de retroceder a sus
campamentos ubicados al norte de México.
Durante once
meses, los diez mil soldados de Pershing recorrieron los desiertos del inmenso
estado de Chihuahua. Pershing persiguio a las fuerzas mexicanas que habían
atacado a Columbus, pero Pancho Villa disperso a sus soldados y desapareció en
el extenso territorio mexicano burlando a sus perseguidores al mismo tiempo que
se recuperaba de una herida sufrida en una batalla anterior, después del
fracaso de las tropas estadounidenses, Villa reapareció y volvió a reunir a sus
hombres.
Villa
y los medios de comunicación
Pancho Villa
acostumbraba hacerse acompañar de periodistas y de intelectuales, como el
escritor estadounidense John Reed y el propio Martín Luis Guzmán, autor de La
sombra del caudillo, quien inclusive fungió como su secretario durante un
tiempo.
Dio
entrevistas constantemente, hizo un contrato con Hollywood para filmar sus
batallas e incluso sus tropas recibieron uniformes nuevos para rodar algunas
escenas con una mejor imagen.
Villa firmó su
contrato con el Mutual Film Company de D. W. Griffith en el 5 de enero de 1914.
El representante era Harry E. Aitken quien distribuyó sus obras por los Estados
Unidos. El propósito principal era revelar los planes para espantar el General
Huerta afuera de México. The Life of General Villa se estrenó en el 14 de mayo
de 1914 en Nueva York. Fue un éxito, pero la relación entre Villa y los Estados
Unidos no duró por mucho tiempo porque el apoyo para el ejército de Villa fue
apagado para el fin de 1914.
Asesinato
de Villa
Poco a poco
Villa regresó a su actividad guerrillera y también fue sufriendo la escasez de
armas. Así se mantuvo de 1917 a 1920, salvo un período de resurgimiento, cuando
Felipe Ángeles volvió al país para luchar a su lado. Al ver que su enemigo
Carranza había
muerto, Pancho Villa ya no tenía
razones para seguir luchando, Adolfo de la Huerta al asumir la presidencia
interina del país
como fruto del movimiento de Agua Prieta, gestionó la pacificación para que
Villa dejara las armas.
El 26 de junio
de 1920 Villa firmó los convenios de Sabinas, en Sabinas Coahuila, obligándose
a deponer las armas y a retirarse a la Hacienda de Canutillo (en Durango), que
el gobierno le concedió en propiedad por sus servicios prestados a la
revolución.
Álvaro Obregón
llegó a la presidencia de México y cuando hubo consolidado su posición, toleró
o abiertamente promovió algunos planes para asesinar a Pancho Villa. Durante la
Rebelión delahuertista ―que pretendía
impedir la imposición
del general Plutarco Elías
Calles―,
ante el temor de que Pancho Villa nuevamente se levantara en armas, se decide
matarlo.
El general
Calles contactó con el coronel Lara para asesinar a Villa; le ofreció cincuenta
mil pesos y el ascenso al grado de general. No se duda de que intervinieron
elementos estadounidenses en la eliminación de Villa.
Pancho Villa fue emboscado y asesinado la tarde del 20 de julio de 1923, cuando
se dirigía a una fiesta familiar en Parral, Chihuahua.
Su cadáver fue
decapitado. En esta profanación intervinieron ayudantes locales y el
estadounidense Handal, pagado por el rey de la prensa estadounidense, William
Randolph Hearst, quien desembolsó cinco mil dólares por la cabeza de Villa,
trocada en dantesco trofeo.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Pancho_Villa
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