Coco Chanel
Gabrielle Chanel nació en el Hospicio General de Saumur, el hospital público de la ciudad que gestionaban las Hermanas de la Providencia muy cerca del domicilio de los Chanel. La madre de Gabrielle, Eugénie Jeanne Devolle, era una campesina de Courpière, un pequeño pueblo del norte del departamento de Puy-de-Dôme en Auvernia. Su padre, Albert Chanel, nacido en Nîmes en el seno de una familia procedente de los montes de las Cevenas, era un vendedor ambulante que recorría los mercados del país. Al nacer Gabrielle sus padres ya tenían una primera hija de apenas un año, Julia Berthe (1882-1912), y la familia vivía en condiciones precarias. Gabrielle fue inscrita equivocadamente con el apellido Chasnel en el registro civil, pero como Jeanne Devolle estaba demasiado debilitada por el parto y el padre estaba ausente para firmar el acta de nacimiento, el apellido de la bebé permaneció mal escrito. Años más tarde, Gabrielle Chanel añadiría otra alteración a su verdadero nombre asegurando que fue bautizada como Gabrielle «Bonheur» (Felicidad), un segundo nombre que las monjas del hospital habrían escogido para traerle suerte. El nombre «Bonheur» no aparece sin embargo en ningún documento de la época. En 1884, Albert aceptó 5000 francos de la familia de Jeanne a cambio de que se casara con la madre de sus hijos en Courpière. Aparte de Gabrielle y Julia, el matrimonio tuvo otros cuatro hijos: una hija, Antoinette (1887-1920), y tres varones, Alphonse (1885-1953), Lucien (1889-1941) y Augustin (nacido y muerto en 1891).
Eugénie Jeanne Devolle
murió a los 31 años, el 6 de febrero de 1895 exhausta por los continuos
embarazos, el duro trabajo y la tuberculosis. Gabrielle tenía doce años. Su padre confió entonces sus dos hijos
varones a la asistencia pública que los colocará en granjas,
mientras sus tres hijas fueron acogidas en el orfanato del monasterio de
Aubazine, Corrèze,
gestionado por la Congregación del Santo Corazón de María,
donde Gabrielle y sus hermanas recibieron una estricta disciplina y aprendieron
a coser, bordar a mano y planchar.
Durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba
en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el
orgullo me salvó.
Coco Chanel
Chanel huyó siempre del
recuerdo del orfanato de Aubazine, pero la austeridad de esta abadía
cisterciense del siglo XII determinó su estilo reinterpretando algunos de los
detalles arquitectónicos del lugar, recoge Edmonde Charles-Roux en su biografía
Coco Chanel, L'Irrégulière.
Sus primeras biografías recogen las historias que Coco inventó. Alegó orígenes
burgueses con el fin de ocultar su condición humilde, y afirmó que cuando su
madre falleció, su padre viajó a América en busca de fortuna y ella quedó al
cuidado de unas tías insensibles. También declaró haber nacido en 1893 en vez
de 1883 y que su madre había muerto cuando solo contaba dos años en lugar de
doce.
Después de adquirir
conocimientos básicos de costura durante seis años en Aubazine, al cumplir 18
años Chanel fue enviada a un internado religioso en la ciudad de Moulins, donde
residían sus abuelos paternos, Angelina y Henri-Adrien Chanel. La institución
gozaba de buena reputación para formar profesionalmente a chicas sin recursos o
de pago, y encontrarles un empleo digno una vez terminado su aprendizaje. Allí
coincidió con su joven tía Adrienne, apenas dos años mayor que ella, que se
convirtió en su amiga y cómplice.
Aspirante
a una carrera artística
Las dos jóvenes
encontraron empleo en una pañería como ayudantes de un sastre de Moulins.
Los hombres que iban a
la sastrería coqueteaban con las jóvenes y las invitaban al cabaret local,
donde Gabrielle se sintió atraída por el mundo del espectáculo y empezó a
cantar sobre los escenarios de un café-concert de Moulins llamado «La Rotonde».
Fue una de las tantas chicas denominadas poseuses, aquellas que entretienen al
público entre los cambios
de vestuario de los artistas principales. El dinero recaudado era aquel que
obtenían
al pasar el plato entre el público como apreciación por su interpretación.
Fue por aquella época cuando Gabrielle recibió el apodo de «Coco», posiblemente
por dos canciones de su repertorio que llegaron a identificarla: «Ko ko ri ko»
y «Qui qu'a vu Coco?», una tonadilla popular que narraba la historia de una
muchacha que había perdido a su perro Coco.
Otras fuentes indican que podría ser por cocotte, un término francés que hace referencia a
la mujer mantenida. Como intérprete irradiaba un encanto juvenil que
fascinaba a los militares habituales del cabaret.
En 1906 se hallaba en
Vichy, una ciudad turística conocida por sus aguas termales, que contaba con
una gran cantidad de salas de concierto, teatros y cafés donde esperaba encontrar
el éxito como intérprete.
Sus encantos juveniles y físicos impresionaron a aquellos que le
realizaron pruebas pero su voz de canto no era perfecta y eso no le permitió
hallar trabajo. Obligada a encontrar un
empleo, decidió
ingresar en las instalaciones del manantial de la «Grande Grille», repartiendo vasos de
agua mineral. Cuando la temporada
veraniega terminó,
regresó
a Moulins y, por consiguiente, a su antiguo trabajo en «La Rotonde», aunque desesperanzada
de consagrarse como cantante.
Balsan
y Capel
En Moulins, Chanel
conoció al oficial de caballería y rico heredero textil francés, Étienne
Balsan. Con 23 años se convirtió en su amante y suplantó como favorita a la cortesana
Émilienne d'Alençon. Durante los
siguientes tres años,
vivieron juntos en su castillo Royallieu cerca de Compiègne, una zona destacada
por su bosque de senderos ecuestres y la vida de caza y polo.
Este estilo de vida permitió a Chanel llevar una vida de riqueza y
ocio, y fomentar su carácter
social en fiestas de alto prestigio. La biógrafa Justine Picardie sugirió que
el sobrino de la diseñadora de moda, André Palasse, supuestamente hijo único de
su hermana Julia-Berthe que decidió suicidarse, era en realidad el primogénito
de Chanel y Balsan.
En 1908, comenzó un
romance con uno de los mejores amigos de Balsan, el capitán inglés Arthur
Edward «Boy» Capel. Durante sus últimos años, Chanel recordó: «Dos caballeros estaban
pujando por mi pequeño
cuerpo caliente».
Capel, un miembro rico
de la clase alta inglesa, la instaló en un apartamento en París y financió sus
primeras tiendas. El diseño de la botella de la fragancia Chanel Nº5 tiene dos orígenes probables
atribuibles a las sensibilidades de diseño sofisticadas de Capel. Se cree que Chanel
adoptó
las líneas
rectangulares biseladas de las botellas de tocador Charvet que Capel llevaba en
su caja de cuero de viaje
o el estilo de su decantador de whisky que admiraba tanto que deseaba
reproducirlo en un «cristal
delicado, caro y exquisito». La pareja pasó tiempo en diversos
centros turísticos de moda tales como Deauville pero Capel nunca le fue fiel.
Permanecieron juntos durante nueve años e incluso continuaron su relación luego
del casamiento de Capel con la aristócrata inglesa lady Diana Wyndham en 1918.
La prematura muerte de
Capel en un accidente automovilístico a fines de 1919 fue uno de los
acontecimientos más devastadores para Chanel. Abatida por el dolor, comenzó a utilizar prendas
negras en señal
de luto y al poco tiempo diseñó el denominado «pequeño vestido negro»,
que se presentó en 1926 y fue calificado por la revista Vogue como el «atuendo
que todo el mundo usará».
El vestido negro, disponible solo en ese color, fue inmediatamente un éxito y ha sido el epítome de la elegancia
sencilla desde entonces. Luego del
deceso, se encargó
personalmente de construir un monumento en el lugar del accidente, que solía visitar en los últimos años para depositar flores
en su memoria. En 1945, Chanel, que
residía
en Suiza, confió
a su amigo Paul Morand: «Su muerte fue un golpe terrible para mí. Al perder a
Capel, lo perdí todo. Tengo que decir que lo que siguió no fue una vida de
felicidad».
Diseñadora
de sombreros y primeras tiendas
Chanel recibió lecciones
por parte de dos de los mejores asistentes de Lucienne Rabatte, una popular
diseñadora de sombreros cloché que había trabajado para la Maison Lewis.
Comenzó
a confeccionar sombreros mientras vivía con Balsan, inicialmente como un
entretenimiento que luego derivó en un negocio comercial de notable
aceptación entre sus clientes, muchos de los cuales eran allegados de su
amante.
Chanel solía llevar
puestas sus propias creaciones a las carreras de caballos y llamar la atención
de los presentes con su peculiar estilo de vestir. Sus conjuntos vanguardistas,
muchas veces conformados por pantalones de montar y poleras, contrastaban con
los vestidos elegantes de la época. Se convirtió en fabricante de sombreros en
1909 e inauguró una boutique financiada por Balsan en la planta baja de su
departamento de soltero en el Boulevard Malesherbes.
Al año
siguiente estableció
su casa de moda, Chanel Modes, en el número 21 de la rue Cambon en París. Su
carrera como sombrerera floreció cuando la actriz de teatro Gabrielle
Dorziat utilizó
sus modelos en la obra de teatro Bel Ami de 1912, dirigida por F. Nozière, y posteriormente en
la revista Les Modes.
En 1913, abrió una
boutique financiada por Arthur Capel en Deauville,
donde introdujo ropa informal de lujo orientada hacia el ocio y el deporte. Los
modelos fueron diseñados
con tejidos de bajo costo como el jersey y el tricot, usado sobre todo para la
ropa interior de los hombres.
Tenía
una localización
privilegiada en una calle de moda en el centro de la ciudad, donde vendía sombreros, chaquetas,
suéteres
y las denominadas marinières
(camiseta de manga larga y de estilo marinero).
Tuvo el apoyo de dos integrantes de su familia: su hermana Antoinette, y
Adrienne Chanel, su tía
casi de la misma edad, que el abuelo de Coco había tenido casi hacia el
final de su vida. Adrienne y Antoinette
fueron llamadas para modelar sus diseños y solían transitar la ciudad a diario
y dar paseos en barco con el fin de promocionar las creaciones de su pariente.
The New Yorker publicó:
«Las damas de Deauville
despertaron una mañana
y descubrieron una diferencia impactante de elegancia entre su propia ropa y la
moda Chanel», mientras que Women's
Wear predijo un gran éxito
para sus suéteres
de punto de lana.
Decidida a recrear el
éxito que había tenido en Deauville, Chanel inauguró un nuevo local en una
villa frente al casino de Biarritz en 1915. La ciudad, situada en la Costa
Vasca y frecuentada por clientes españoles ricos, tuvo la condición de neutralidad durante
la Primera Guerra Mundial, lo que le permitió convertirse en una zona
de excelencia para adinerados y exiliados de sus países por las
hostilidades. Tan solo un año después de su inauguración el negocio había tenido tanto éxito que Chanel decidió reintegrarle (por
voluntad propia) a Capel el dinero que le había prestado como inversión inicial.
Poco después,
conoció
en Biarritz al gran duque Demetrio Románov de Rusia, con quien tuvo un
interludio romántico y mantuvo una estrecha relación muchos años después.
Consagración
en el mundo de la moda
En febrero de 1916, con
ocasión de la presentación de su primera colección en otoño, sus prendas y
chaquetas deportivas aparecieron por primera vez en la revista Vogue. Al poco
tiempo, sus modelos comenzaron a venderse en las grandes tiendas
departamentales de Estados Unidos.
En 1918, estableció
su casa de moda con más
de 300 empleados en una propiedad situada en el número 31 de la rue Cambon
en uno de los barrios más
elegantes y lujosos de París. Al año siguiente fue
registrada oficialmente como couturière y en 1921 inauguró una boutique de moda
que ofrecía ropa, sombreros, accesorios y más tarde, joyas y perfumes.
Ese año Chanel modeló el
logotipo «CC» de su empresa, que se ha mantenido hasta la actualidad. Existen
tres teorías respecto a las influencias que marcaron el diseño. El emblema de
la entrada al castillo Château de Crémat de su amiga Irène Bratz posiblemente
haya sido la inspiración del logo. Otras versiones indican que los ventanales
de la iglesia de Aubazine del orfanato donde pasó su infancia o el monograma
del rey Enrique II de Francia y Catalina de Médicis pudieron haber tenido
influencia al momento de la producción de la insignia de la marca Chanel.
Su consolidación en el
mundo de la moda significó el declive de la carrera de Paul Poiret, que se
resistió a la practicidad, racionalización y simplificación estilística que
modistos, como Chanel, propusieron en esos años. Los modelos sencillos y elegantes
de la diseñadora con acabados de costura discretos hacían que los de Poiret
parecieran desaliñados e incorrectamente elaborados en comparación. El hecho
llevó a que Jean Cocteau satiriza los diseños obsoletos de Poiret a través de
su caricatura animada «Poiret sale, Chanel entra». Finalmente, su casa de moda quebró
a fines de los años 20.
En la primavera de 1920,
aproximadamente en mayo, la diseñadora conoció al compositor Ígor Stravinsky
gracias al empresario de los Ballets Rusos, Serguéi Diáguilev.
Durante el verano se enteró de que la familia de Stravinsky estaba
buscando un lugar para vivir y los hospedó momentáneamente en su vivienda, «Bel
Respiro», en el suburbio parisino de Garches, hasta que se establecieran
definitivamente en una residencia más adecuada. Los Stravinsky permanecieron ahí hasta mayo de 1921.
Chanel, por su parte, protegió de pérdidas económicas la nueva producción de Stravinsky, La
consagración
de la primavera (1920), mediante un presente anónimo enviado a Diáguilev que consistía en 300.000 FRF. Diáguilev la convocó en 1924 para el diseño
del vestuario de su espectáculo de ballet Le Train Bleu en el Teatro de los
Campos Elíseos.
En 1921, colaboró con el
perfumista Ernest Beaux en la creación de su primer perfume, Chanel Nº 5, que
rápidamente se convirtió en un éxito. Basado en el perfume de jazmín, la
fragancia fue la primera en llevar el nombre de un diseñador y fue envasada en
una botella de cristal creada por la propia Chanel. Rápidamente, la Société des Parfums Chanel pasó a vender otras
fragancias, como el Chanel Nº 22, el 31 Rue Cambon, el Gardenia y 28 la Pausa.
En 1922, durante las carreras de Longchamp, el fundador de las Galeries
Lafayette Haussmann, Théophile
Bader, le presentó
al empresario Pierre Wertheimer. Bader estaba interesado en la presentación de
la fragancia Chanel N.º 5 en su tienda departamental.
En 1924, la diseñadora
creó
la entidad corporativa Parfums Chanel luego de llevar a cabo un acuerdo con los
hermanos Wertheimer, Pierre y Paul, directores de la eminente casa de perfumes
y cosméticos Bourgeois desde 1917.
Los Wertheimer acordaron proporcionar la financiación completa para la
producción,
comercialización
y distribución
del perfume. Ellos recibirían el 70 % de las ganancias y Bader una
cuota del 20%, mientras que Chanel el 10% restante. Enfadada con el arreglo,
retiró su participación de cualquier operación comercial y luchó durante más de
veinte años para obtener el control total de la compañía.
Posteriormente se refirió
a Pierre como el «bandido
que me estafó».
Su fábrica textil de punto de lana, Tricots Chanel (luego renombrada a Tissus
Chanel), se estableció en 1928 en Asnières bajo la dirección del poeta y
dibujante ruso Iliazd.
Chanel mantuvo una
relación significativa con el poeta Pierre Reverdy y el ilustrador y diseñador
Paul Iribe. Luego de finalizar su romance con Reverdy en 1926, ambos
continuaron con una amistad que perduró cuarenta años.
La diseñadora
fue un componente primordial en su producción poética al reforzar su
confianza, apoyar su capacidad creativa y mitigar su inestabilidad financiera
al comprar en secreto sus manuscritos por medio de su editor. Con Iribe
estableció
su primera colección
pública de joyería, «Bijoux de Diamants», a pedido de la
International Guild of Diamond Merchants en 1932. Mantuvieron un profundo
vínculo hasta su repentina muerte en 1935 y compartieron las mismas políticas reaccionarias. De
hecho, Chanel financió
su periódico
antirrepublicano y ultranacionalista mensual, Le Témoin, que alimentó el miedo a los
extranjeros y promovió el antisemitismo.
En 1936, un año
después
de la finalización
de la publicación,
la diseñadora
se desvió
hacia el extremo opuesto al financiar la revista radical izquierdista de Pierre
Lestringuez, Futur.
Una de sus amistades más
largas y duraderas fue con Misia Sert, persona destacada de la élite parisina y
esposa del pintor español José María Sert.
Se sintió
atraída
por Chanel al conocer su «genio, ingenio letal, sarcasmo y
destructividad maníaca,
que intrigó
y consternó
a todos». Ambas mujeres, criadas
en conventos, mantuvieron una amistad basada en intereses compartidos, confidencias
y consumo de drogas. Para 1935, la diseñadora se había convertido en una
consumidora adictiva de drogas al inyectarse tres dosis de morfina diarias
hasta el final de su vida. De acuerdo con el periodista norteamericano Chandler
Burr, el biofísico
Luca Turin relató
una historia apócrifa
en la que aseguró
que la diseñadora
fue apodada «Coco» debido a que realizaba
las mejores fiestas de cocaína de París.
La escritora Colette,
que pertenecía a los mismos círculos sociales que Chanel, ofreció una
descripción caprichosa de la modista en el trabajo de su taller que figuró en
Prisons et Paradis (1932): «Si cada rostro humano tiene una semejanza con un
animal, entonces Mademoiselle Chanel es un pequeño toro negro. Ese mechón de
cabello negro rizado, el atributo de los terneros, cae sobre su frente y llega
hasta sus párpados y baila con cualquier movimiento de su cabeza».
Relaciones
con aristócratas británicos
En 1923, Vera Bate
Lombardi, supuestamente hija ilegítima del marqués de Cambridge, le
proporcionó
a Chanel la entrada a los más altos niveles de la sociedad británica. Le presentó ese mismo año en Monte Carlo al
duque de Westminster, Hugh Richard Arthur Grosvenor, conocido en la intimidad
como «Bendor». Durante el romance de
diez años
que mantuvo con el aristócrata,
Chanel recibió
joyas extravagantes y una casa en el prestigioso distrito londinense de
Mayfair. Otros rumores indican que el príncipe de Gales Eduardo de Windsor
(posterior rey de Gran Bretaña Eduardo VIII) mantuvo un breve amorío con la
diseñadora a pesar de la implicancia con su primo, el duque.
Años después, Diana Vreeland,
editora de Vogue, insistiría en que «la apasionada, centrada
y ferozmente independiente Chanel» y «el príncipe tuvieron un gran momento
romántico juntos». A través de Grosvenor la diseñadora conoció a uno de sus
colaboradores más
cercanos, Winston Churchill, que la definió como una «mujer de personalidad
fuerte, muy capaz y agradable» y con quien forjó una amistad de por vida. En
1927, Grosvenor le otorgó
a la modista una parcela de tierra que había comprado en Roquebrune-Cap-Martin,
lugar en el que construyó
su villa «La
Pausa»,
para la cual contrató
al arquitecto Robert Streitz. Las ideas de Streitz para la elaboración de la
escalera y el patio estaban inspiradas en elementos de diseño de Aubazine, el
orfanato en el que pasó su juventud.
Cuando se le preguntó
por qué
no se había
casado con el duque, la diseñadora respondió: «Ha habido muchas duquesas de
Westminster. Chanel hay una sola».
Diseños
para cine
En 1931, durante su
estadía en Monte Carlo, conoció a Samuel Goldwyn a través de Demetrio Románov,
primo del zar de Rusia Nicolás II.
Goldwyn ofreció
a Chanel una propuesta laboral de un millón USD que incluía diseñar el vestuario para las
estrellas de MGM dos veces al año en Hollywood.
Luego de aceptar la oferta, viajó acompañada de Misia Sert a
Estados Unidos, donde confeccionó la ropa de Gloria Swanson en Tonight or Never
(1931, Esta noche o nunca) y de Ina Claire en The Greeks Had A Word for Them
(1932, Tres rubias). Por otra parte, Greta Garbo y Marlene Dietrich se convirtieron
en clientas privadas. Su experiencia
en la producción
de vestuario para películas
norteamericanas le generó
una aversión
por la industria del cine y la cultura de Hollywood, a las que calificó de «infantiles».
La diseñadora
declaró:
«Hollywood es la capital del mal gusto... y es vulgar»
The New Yorker especuló
con que había
abandonado su trabajo debido a que «sus vestidos no eran lo suficientemente
sensacionales. Ella hizo que una dama se vea como una dama. Hollywood quiere
una dama que se vea como dos damas». Sin embargo, continuó realizando diseños para el cine pero
esta vez para películas
francesas, entre ellas La regla del juego (1939) de Jean Renoir,
en la que figuró
como La Maison Chanel. La diseñadora, consciente de las aspiraciones del
joven italiano Luchino Visconti para trabajar en cine, le presentó a Renoir,
quien quedó ampliamente impresionado y lo contrató para su siguiente proyecto
cinematográfico.
Su empresa llegó a
contar con 4000 empleados y 28 000 unidades de venta anuales para 1935.
A medida que avanzaba la década, su lugar de privilegio en el mundo
de la alta costura se vio amenazado.
Sus diseños
para la industria del cine hollywoodense habían fracasado y no habían engrandecido su
reputación
como esperaba. Por el contrario, comenzó a existir una alta rivalidad con la
prestigiosa diseñadora Elsa Schiaparelli, cuyos innovadores diseños estaban
repletos de detalles festivos y surrealistas, lo que la llevó a cosechar
elogios de la crítica y generar entusiasmo en el mundo de la moda.
Luego de sentir que estaba perdiendo prestigio, Chanel colaboró en la obra teatral
Oedipe Rex de Jean Cocteau, con quien había trabajado en Orphée (1926)
y Antigone (1927, basada en la tragedia homónima de Sófocles). Los trajes diseñados para Oedipe Rex
fueron ridiculizados y criticados severamente por la prensa: «Envueltos en
vendajes, los actores parecían momias ambulantes o víctimas de algún terrible
accidente».
Segunda
Guerra Mundial
En 1939, al comienzo de
la Segunda Guerra Mundial, cerró todas sus tiendas, pero mantuvo abierta su
boutique en el número 31 de la rue Cambon con solo perfumes y accesorios
disponibles. Alegó
que no era momento para la moda y 3000 empleadas perdieron sus puestos de
trabajo. Al cerrar la casa
central de moda, confesó públicamente su posición política y comenzaron a
circular detalles de su vida personal. Su aversión por los judíos y homosexuales,
según
informes inculcada en sus años de convento y agudizada por sus
relaciones con las élites
sociales, había consolidado sus creencias. De hecho, compartió con la mayor
parte de su entorno que los judíos eran una amenaza bolchevique para Europa.
Durante la ocupación
alemana, Chanel residía
en el Hotel Ritz, que se destacó por ser el lugar
preferido de residencia de los oficiales militares alemanes de alta jerarquía.
Su relación
amorosa con Hans Gunther von Dincklage, un oficial alemán que había sido operario de la
inteligencia militar desde 1920,
posibilitó
su estadía
en el Hotel Ritz.
Batalla
por el control de «Parfum Chanel»
La Segunda Guerra
Mundial, específicamente la toma nazi de todas las propiedades de judíos y
empresas comerciales, le proporcionó la posibilidad de ser la única
destinataria de todas las ganancias generadas por su compañía de perfumes y su
producto más vendido, Chanel N.º 5. Los directores de la empresa en ese
momento, los Wertheimer, eran judíos, por lo que Chanel utilizó su condición de
«aria» para solicitar a las autoridades alemanas ser la única propietaria de la
empresa. El 5 de mayo de 1941,
le escribió
al administrador del gobierno encargado de resolver la enajenación de los bienes
financieros judíos.
Sus motivos para la posesión de la empresa fueron que Parfums Chanel
«continúa siendo propiedad de judíos» y había sido legalmente «abandonada» por
los dueños. La diseñadora escribió: «Yo tengo un derecho
indiscutible de prioridad... las ganancias que he recibido de mis creaciones
desde la fundación de este negocio... son desproporcionadas... [y] ustedes
pueden ayudar a solucionar en parte los perjuicios que he sufrido en el curso
de estos 17 años».
Durante el período
posterior a la Segunda Guerra Mundial, el mundo de los negocios seguía con
interés y cierta aprensión la lucha legal en curso por el control de Parfums
Chanel. La modista no se había percatado de que los Wertheimer, anticipando las
medidas nazis contra los judíos, en mayo de 1940 habían otorgado de forma legal
el control de la compañía a Félix Amiot, un industrial cristiano y hombre de negocios
francés. Al finalizar la guerra,
Amiot otorgó
el control de nuevo a los Wertheimer.
Las partes involucradas en el procedimiento legal eran conscientes de que la
afiliación nazi de la diseñadora en tiempos de guerra dañaría seriamente su
reputación y el estatus de la marca Chanel si se hiciera pública.
La revista Forbes
resumió el dilema que enfrentaban los Wertheimer: el cómo una «lucha legal
podría destapar las actividades de Chanel durante la guerra y arruinar su
imagen y su negocio». Finalmente, los
trámites
procesales concluyeron con la toma de una decisión de común acuerdo que incluyó la renegociación del contrato original
de 1924. El 17 de mayo de 1947,
la diseñadora
recibió
ganancias de las ventas del Chanel N.º 5 en tiempos de guerra, en una suma
equivalente a 400 000 dólares.
A partir de ese momento su beneficio económico fue enorme y sus ingresos rondaron
los 25 millones USD anuales, lo que la convirtió en una de las mujeres más
ricas del mundo. Además, Pierre Wertheimer acordó una disposición inusual
propuesta por la propia Chanel en la que aceptó pagar todos los gastos que la
diseñadora realizara —desde los triviales a los más costosos— durante el resto
de su vida.
Actividad
como agente nazi
Documentos de archivo
desclasificados descubiertos por Hal Vaughan revelaron que la Prefectura de
Policía francesa tenía un escrito sobre Chanel en el que fue descrita como:
«Costurera y perfumista. Seudónimo: Westminster. Agente de referencia: F 7124.
Señalado como sospechoso en el archivo».
Para Vaughan, «era
una facilitadora. Conocía
a todo el mundo [...] Y ayudó a los nazis... Todo lo que ella hizo era
una paradoja. Era tan contradictoria. Por un lado, hizo comentarios
antisemitas. Sin embargo, uno de sus mejores clientes era judío, como los
Rothschild, y de hecho su socio en el negocio era judío, y lo continuó siendo
después de la guerra». El activista
antinazi Serge Klarsfeld declaró que «no significa que porque
tenga un número
de espía,
esté
necesariamente implicada de forma personal. Algunos informantes tenían número sin ser conscientes
de ello».
Vaughan estableció que Chanel se involucró con la causa alemana ya desde 1941 y
trabajó para el general Walter Schellenberg, jefe de inteligencia de las SS,
quien coordinó
sus relaciones comerciales con las autoridades de la ocupación.
Al final de la guerra,
Schellenberg fue juzgado por el Tribunal Militar de Núremberg y condenado a
seis años de prisión por crímenes de guerra. Fue puesto en libertad en 1951
debido a una enfermedad hepática incurable y se refugió en Italia. La
diseñadora pagó los gastos cotidianos y de atención médica de Schellenberg,
apoyado económicamente por su esposa y familia, y financió su funeral en 1952.
En una entrevista
concedida a la agencia Associated Press, el autor Vaughan explicó el recorrido
de su investigación: «Estaba buscando otra cosa cuando me encuentro con este
documento que expresaba "Chanel es una agente nazi"... Entonces
realmente empecé a escarbar todos los archivos, en los Estados Unidos, en
Londres, en Berlín y en Roma y no encontré uno, sino 20, 30, 40 materiales de
archivo absolutamente sólidos sobre Chanel y su amante, el barón Hans Gunther
von Dincklage, que era un espía profesional de la Abwehr».
Vaughan también
se refirió
a la incomodidad que produjeron las revelaciones proporcionadas por su libro: «Una gran cantidad de
personas no desea que la emblemática figura de Gabrielle Coco Chanel, una
de las grandes ídolos de Francia, sea destruida. Esto es definitivamente algo
que mucha gente hubiera preferido dejar a un costado, olvidar...»
Carrera
y vida posterior a la guerra
En 1945, se trasladó a
Lausana, Suiza, aunque regresó eventualmente a París en 1954. En 1953 vendió su
villa «La Pausa» a Emery Reves y una réplica parcial de la vivienda fue
construida en el Museo de Arte de Dallas, que contiene piezas del mobiliario
original y alberga la colección de arte de Reves.
A diferencia del período
anterior a la guerra, en el que el mundo de la moda estaba dominado solo por
las mujeres, este comenzó
a abrirse a nuevos géneros
y el «New
Look»
de Christian Dior significó un éxito mundial
al que le siguió
el de Cristóbal Balenciaga, Robert Piguet y Jacques Fath.
Chanel estaba convencida
de que las modistas femeninas se revelarían contra la estética «ilógica»
ofrecida por los diseñadores masculinos y además, criticó las «fajas en la
cintura, los sujetadores con relleno, las faldas pesadas y las chaquetas
rígidas». Con más de setenta años y después de una ausencia de
quince, sintió
que era el momento para reincorporarse al mundo de la moda.
El restablecimiento de su casa de alta costura en 1954 fue financiado por su
viejo enemigo Pierre Wertheimer.
Su nueva colección
no fue bien recibida por los parisinos que sintieron que su reputación había sido dañada por su relación con los nazis durante
la guerra. Sus nuevos trajes tweed y vestidos simples, que hicieron eco de los
estilos aerodinámicos de los años previos a la guerra, fueron calificados por
muchos críticos europeos como «pasados de moda».
Sin embargo, sus modelos tuvieron una alta aceptación en Reino Unido y
Estados Unidos, donde forjó nuevos clientes.
La revista Vogue la definió como «la gran revolucionaria» y una «rebelde solitaria de la
moda».
Las actrices Elizabeth Taylor, Grace Kelly y Rita Hayworth fueron las primeras
personalidades en utilizar sus nuevos modelos luego de su reingreso a la moda. En
la década de 1950, Chanel comenzó a trabajar con el orfebre Robert Goossens,
que produjo algunas de las joyas más importantes de la carrera de la
diseñadora, incluyendo piezas con perlas de imitación o piedras de cristal en
su base, anillos y pendientes. El trabajo de Goossens también incluye
prendedores trenzados de plata y oro con esmeraldas, colgantes y cruces
bizantinas de cristal. Continuó trabajando con la Casa Chanel incluso después
de la muerte de su fundadora y muchas de sus obras fueron reversionadas en
formato fantasía para los desfiles de moda y presentaciones.
Por otra parte, el fabricante de perfumes Henri Robert colaboró con Coco Chanel entre
1955 y 1974, período
en el que diseñó
fragancias reconocidas como Pour Monsieur, la primera fragancia para hombres de
Chanel; Chanel Nº 19, nombrado así en honor al cumpleaños de Coco el 19 de
agosto; y Cristalle Eau de Toilette.
En 1957, recibió el
Neiman Marcus Fashion Award por parte de Stanley Marcus en reconocimiento a la
«diseñadora más influyente del siglo» y en 1959 fue designada miembro del Museo
de Arte Moderno de Nueva York.
Su estilo fue nuevamente elegido para vestir a estrellas de cine como Romy
Schneider y Jeanne Moreau en la película Les Amants (1958) de Louis Malle,
y a Delphine Seyrig en El año pasado en Marienbad (1961) de Alain
Resnais, como así también a María Callas, Audrey Hepburn
y la primera dama estadounidense Jackie Kennedy, que vestía uno de sus modelos el
día del asesinato de su
marido John F. Kennedy en 1963.
Ante la popularización
de la minifalda, creada por Mary Quant en 1964, Chanel la juzgó severamente
mediante una declaración en la que afirmó que las rodillas eran la parte menos
hermosa del cuerpo femenino por lo que había que mantenerlas cubiertas. Quant
señaló que las rodillas eran un símbolo de juventud y por eso había que exhibirlas
sin vergüenza alguna.
Último
año y su fallecimiento
Según Edmonde
Charles-Roux, se había convertido en una persona tirana y muy solitaria en sus
últimos años. Ocasionalmente era
frecuentada por Jacques Chazot, su confidente Lilou Marquand y la brasileña Aimée de Heeren, que pasaba
en París
cuatro meses al año, en el Hotel Meurice. Las antaño rivales solían compartir
recuerdos felices de sus momentos con el duque de Westminster y caminar juntas
por el centro de París.
Al comienzo de 1971 se
hallaba enferma y debilitada, afectada por la artrosis y su adicción a la
morfina, pero continuaba en el
trabajo de su rutina habitual para la preparación del catálogo de primavera. En la
tarde del sábado
9 de enero dio un largo paseo y al regresar a su casa, se sintió mal y se fue a su
habitación
temprano. Chanel murió
al día
siguiente a la edad de 87 años como consecuencia de un ataque cardíaco en el Hotel Ritz,
donde había
residido por más
de treinta años.
Sus últimas
palabras (según
la leyenda) fueron: «Bueno,
así
es como uno se muere».
Una muerte solitaria después de una vida solitaria marcó el final de la vida
del mito. Su funeral se llevó a cabo en la Iglesia de la Madeleine y sus
modelos ocuparon la primera fila en la ceremonia. Su ataúd fue cubierto con
flores blancas (camelias, gardenias, orquídeas, azaleas) y algunas rosas rojas.
Sus restos fueron inhumados en el Bois-de-Vaux Cementery, en Lausana, Suiza.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Coco_Chanel
Comentarios
Publicar un comentario