Carmen Laforet
Nació en Barcelona el 6
de septiembre de 1921, hija primogénita de un arquitecto barcelonés y una
profesora toledana. Cuando tenía dos años de edad, su familia se trasladó a
vivir a la isla de Gran Canaria (Islas Canarias) por motivos laborales por
parte del padre, que trabajaba como profesor de la escuela de Peritaje
Industrial. Allí transcurrieron su infancia y su adolescencia. Después nacieron
sus hermanos Eduardo y Juan, con los que según la autora siempre se llevó bien.
Al fallecer su madre, su
padre se volvió a casar y Carmen nunca llegó a tener buena relación con su
madrastra. La autora regresó a Cataluña en 1939, para estudiar Filosofía en
Barcelona, donde vivió tres años. Luego se trasladó a estudiar Derecho en la
Universidad Central de Madrid, pero nunca terminó las carreras comenzadas.
En 1945 publicó Nada,
una novela con la que ganó la primera convocatoria en 1944 del Premio Nadal de
la editorial Destino; fue un aldabonazo para la Primera generación de posguerra
y un éxito de crítica y de público que catapultó a Laforet muy joven a la fama
literaria. Un año después se casó con el periodista y crítico literario Manuel
Cerezales, con el que tuvo cinco hijos, Marta, Cristina, Silvia, Manuel y
Agustín, de los cuales tres, Agustín Cerezales Laforet, Cristina Cerezales
Laforet y Silvia Cerezales Laforet se han dedicado también a la escritura. El
matrimonio se separó en 1970.
En 1952 publicó La isla
y los demonios, novela ambientada en Canarias, donde se había criado. En 1955,
La mujer nueva, marcada por las experiencias religiosas de la autora. De hecho,
Ángeles Varela ha demostrado que estas tres obras: Nada, La isla y los demonios
y La mujer nueva, conforman de facto una trilogía en torno a la angustia
existencial de una mujer, a la que se le da un final marcado por el personalismo
o existencialismo cristiano.
Siguió en 1963 La
insolación, primer volumen de la trilogía Tres pasos fuera del tiempo, tras un
largo periodo en que estuvo trabajando además en los otros dos tomos de la
trilogía aunque solo llegó a publicar el segundo, Al volver la esquina, el
mismo año de su muerte.
Viajó a Estados Unidos
invitada en 1965; sobre su experiencia en aquel país publicó el ensayo Mi
primer viaje a USA (1981); allí conoció además al novelista Ramón J. Sender,
con quien intercambió una interesante relación epistolar. En 2003 se publicó el
epistolario Puedo contar contigo, que contiene un total de setenta y seis
cartas en las que desvela su silencio literario, su patológica inseguridad y su
fobia social. Su situación personal mientras escribió aquellas cartas era dura,
ya que se había separado en 1970 y carecía de estabilidad económica;
circunstancias generales como el clima político y social y el machismo
imperante hacían que, por ejemplo, debiera responder en entrevistas a preguntas
como si quería más a sus hijos o a sus libros.
En las cartas a Sender
también lamenta lo gris del mundillo literario, que veía repleto de envidias,
enemistades y rencillas. Laforet no quería adscribirse a ninguno de "estos
reinos belicosos", por lo que, aseguraba, la consideraban "enemiga de
todos". Sender, a su vez, confiesa a Laforet que "el césar
pequeñito" era la única persona a la que guardaba rencor. El autor de
Réquiem por un campesino español detalla a su amiga sus crisis de ansiedad "porque
no me avengo a ser viejo". La religiosidad fue otro de los temas de las
cartas que se escribieron, pues ambos creían en Dios, con distintos matices, y
compartían su devoción hacia Santa Teresa de Jesús. El infatigable Sender era
su antítesis, pero la animaba constantemente a que escribiera.
Carmen Laforet también
escribió novelas cortas, libros de cuentos y narraciones de viaje. Entre sus
libros de cuentos destacan La llamada (1954) y La niña y otros relatos (1970).
Casi toda la obra de Laforet gira en torno a un mismo tema central: el
enfrentamiento entre el idealismo juvenil y la mediocridad del entorno.
Poco a poco fue
distanciándose de la vida pública debido a una enfermedad degenerativa que
afectó su memoria (Alzheimer) y que la dejó sin habla en los últimos años de su
vida. Falleció en Majadahonda, Madrid, el 28 de febrero de 2004.
En febrero de 2007, a
modo de conmemoración del tercer aniversario del fallecimiento, la editorial
Menoscuarto publicó por primera vez una recopilación de todos sus relatos
cortos, incluidos cinco inéditos. En 2009, Cristina Cerezales publicó un libro
sobre su madre, Música blanca (Destino), donde, en palabras de Rosa Montero,
"nos asoma a otro espacio asfixiante: a la vejez de la escritora, a la
enfermedad y el deterioro".
Carmen Laforet nunca fue
olvidada en el mundo de la literatura y su obra Nada nunca ha estado
descatalogada, pero el interés por su obra renació con la publicación del
epistolario Puedo contar contigo, iniciativa de Israel Rolón Barada, quien también
promovió la reedición de La mujer nueva.
En 2017, la Fundación
Banco Santander publicó "Carmen Laforet y Elena Fortún - De corazón y alma
(1947-1952)", con la correspondencia
mantenida entre las dos mujeres hasta la muerte de Fortún, la mayor de ambas.
Este epistolario fue prologado por (entre otros) Cristina y Silvia Cerezales
Laforet, hijas de Carmen.
Producción
literaria
La producción literaria
de la escritora no es muy amplia. La muerte de su madre y el casamiento de su
padre con otra mujer que no era de su agrado, una "odiosa madrastra",
tuvo reflejo en tres de sus obras, que tienen a huérfanos por
protagonistas: Nada (1945), La isla y sus demonios (1952) y La insolación (1963).
La literata española
intentó aunar sentimientos contradictorios en cada una de sus obras. Varios
autores insisten en su visión feminista, pero también tuvo una visión mística
del mundo, sobre todo en su obra La mujer nueva, cuyo tema central es la fe de
la protagonista, Paulina, una mujer que pasa de criticar a la Iglesia a
practicar la religión católica, cambio que ella misma ha elegido. Paulina pasa
de llevar una vida de pecado a juicio de la religión (tenía un hijo fuera de
matrimonio y, además, mantenía otra relación con otro hombre) a la situación
opuesta. De esta manera se aúnan en esta obra la independencia y libertad de la
mujer para escoger su destino y el misticismo.
Ciertamente mantuvo preocupaciones religiosas, ya que en la correspondencia que
mantuvo durante mucho tiempo con el escritor Ramón J. Sénder afirma creer en
Dios. Sobre esta novela y su experiencia religiosa, dijo lo siguiente:
El hecho humano que motivó la temática de esta novela fue mi
propia conversión (en diciembre de 1951) a la fe católica... Fe que podrá
suponerse que me era natural, pues fui bautizada al nacer, pero de la que jamás
me volví a preocupar después de salir de la infancia, y cuyas prácticas –para
mí enmohecidas y sin sentido– había dejado totalmente. He huido de esta novela
–precisamente por haberse motivado en una vivencia mía– de todo elemento
autobiográfico, aparte de la sensación repentina de la Gracia. He creado un
tipo de mujer, protagonista de mi libro, totalmente distinto de mi tipo humano,
y la he colocado en situaciones, ambientes y circunstancias de conversión y lucha
espiritual totalmente diferentes a las mías.
También, la intriga y el
misterio son una constante en muchas de sus obras. Laforet podría considerarse
la precursora de la novela policiaca en España, ya que, a pesar de que
actualmente este es un género en auge y hace ya un tiempo que empezó a hacerlo,
ella lo había hecho treinta años antes que el resto de autores.
En las obras pueden
vislumbrarse también aspectos de la sociedad en la que vivía, sobre todo en sus
comienzos, cuando el sistema político impuesto era la dictadura de Francisco
Franco, una sociedad que, sobre todo en sus comienzos, sufrió graves problemas,
con lo que podríamos decir que se vivía un momento de crisis. Y todo esto es
descrito por Laforet en algunas de sus obras, con personajes que se encuentran
a extranjeros visitando España, como es el caso de Martín, de su obra Al volver
la esquina (publicada de manera póstuma por la editorial Destino en 2004, el mismo
año de su fallecimiento).
A su vez, de esta última
obra nombrada, cabe destacar la articulación y la complejidad de la estructura
narrativa dan testimonio de la evolución en el estilo de su autora. De esta
última novela, hay que decir que forma parte de una trilogía titulada «Tres
pasos fuera del tiempo» y de ella también forman parte La insolación y Jaque
mate. Esta es una trilogía inacabada, ya que, a pesar de haber hablado de ella
en su correspondencia con Ramón J. Sénder, Jaque mate nunca ha sido publicada.
De hecho, nadie sabe de la existencia de dicha novela.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Carmen_Laforet
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