Clemens M. Bretano
Vida
y obra
Autor de poemas,
novelas, cuentos, comedias, dramas y ensayos, Clemens M. Brentano fue "un
improvisador genial, el más inquieto, diverso y dotado para la fantasía de los
poetas del segundo Romanticismo", fase en que los intereses filosóficos,
más propios del primer periodo romántico, cedieron ante el impulso de "dar
nueva vida al tesoro de la canción, la leyenda y el arte popular".
Publicó
sus obras más
tempranas con el seudónimo
Maria, y formó
parte del círculo
intelectual de Christoph Wieland, Johann Gottfried Herder, Goethe, los hermanos
Schlegel, Johann Gottlieb Fichte y Johann Ludwig Tieck. Sus escritos se
caracterizan por la abundancia de imágenes fantásticas, así como por la
búsqueda de modos de expresión que sorprendan al lector.
Brentano era nieto de la
novelista Sophie von La Roche e hijo del matrimonio compuesto por el
comerciante de Frankfurt Antonio Pedro Brentano, originario de Tremezzo (Como),
y Maximiliana von La Roche, en sus años jóvenes amada por Goethe. Fue asimismo
tío del sacerdote católico, psicólogo e influyente filósofo Franz Brentano.
Clemens tuvo una
formación irregular a causa de su carácter fogoso e inestable. "Desde la
juventud" -escribió sobre sí mismo- "yo soy arrebatado en todo.
Cuando me sirvo un vaso de agua, lo lleno tanto que se desborda".
Refractario a la profesión comercial de su padre, trató de estudiar Derecho en
Halle, donde conoció a Carl Joachim von Arnim (1781-1831), que será su
inseparable amigo y asimismo marido de su hermana Bettina, famosa por su
Correspondencia de Goethe con una niña. Achim von Arnim, perteneciente a una
familia de antigua nobleza, "humanamente superior a su amigo por su firme
y resuelta virilidad, por su libertad de opinión y su voluntad, es, en cambio,
inferior a él como escritor, pese a tener parecida riqueza de fantasía y
sensibilidad y análogas inclinaciones."
En 1798, Brentano pasó a
Jena, centro por entonces del primer grupo romántico alemán. Participó con
entusiasmo en las polémicas antirracionalistas y asombró a sus propios
compañeros con lo que él mismo calificaba como una "novela vuelta
salvaje": Godwi (1799-1801), inspirada en el Wilhelm Meister de Goethe y
en la que la inacabada historia del héroe da pretexto a deliciosas fantasías y
a muchas composiciones líricas, gran número de las cuales figuran entre las
joyas de la lírica alemana, como es el caso de la "Balada de
Lorelei". En esta temprana obra, Brentano se describe a él y a sus amigos
como decididos a "no dejarse oprimir ni violentar por la moral, la
religión o la ley, sino gozar de la vida y saborearla a placer en todas sus
circunstancias y situaciones", exhibiendo un "sentimiento desbordante
[que] se yuxtapone a una ironía que se consuma en la propia parodia; pero las
canciones intercaladas anuncian al gran lírico" que Brentano fue. En 1801,
por una apuesta que le propuso Goethe, escribió la comedia Ponce de León, que "en un
lenguaje lleno de ingenio y vivacidad, complica a cuatro parejas de enamorados
en un torbellino de intrigas, disfraces y enredos, hasta desembarcarlas a todas
en el puerto del matrimonio."
El impulso creador de
Brentano solía nacer de sus experiencias amorosas. Se casó en 1803 con Sophie
Mereau, escritora divorciada de 30 años de edad, cuyo libro de poesías
(1800-1802) contó con una introducción en verso de Schiller. Brentano la había
conocido en Jena cuando él contaba 21 años, y de ella le nacieron y murieron
tres hijos en tres años, el último fallecido junto con su madre. Muy afectado,
recurrió a la amistad de Von Arnim, con quien publicó en Heidelberg la famosa
refundición en 3 tomos de cantos de la Edad Media alemana Des Knaben Wunderhorn
("La cornucopia del muchacho") entre 1806 y 1808, que los dos amigos
dedicaron a Goethe. En la mencionada ciudad trabó relación con los hermanos
Grimm, cuya influencia le llevaría "a un tipo de cuento muy distinto del
de Novalis".
Escribió artículos que
idealizaban la Edad Media en la revista Zeitung für Einsiedler (Diario para
eremitas), lanzada en 1808 por Von Arnim, en la que también participaron
activamente J. Joseph Görres y Jakob Grimm. Dicha revista "representó al
círculo romántico de Heidelberg como el 'Athenäum' representara al de
Jena". Brentano compuso
asimismo relatos sobre temas populares reelaborados por él, que reunió en sus obras Cuentos
italianos y Cuentos renanos, que empezó a redactar hacia 1820, pero no se
publicaron sino póstumamente. En 1810 había interrumpido en el romance número
veinte, dejando el argumento solo en esbozo, los poemas asonantados que
componen su Romancero del Rosario, obra en que vincula a esta devoción la redención
de una familia de la Bolonia medieval, oprimida por una culpa milenaria (la
acción narrada se prolonga 12 siglos).
El segundo matrimonio de
Brentano, con Augusta Bussmann, de 17 años, parienta de Cosima Wagner y sobrina
del banquero Bethmann, de Frankfurt, fue disuelto tras un año de convivencia
desdichadísima. Brentano buscó refugio en sus amigos:
marchó
a Landhut junto con su cuñado Savigny, y a Berlín junto con Von Arnim y
Kleist, y participó
en sus actividades de agitación política. En Bohemia compuso
un complicado drama histórico en verso, que dejó incompleto: La fundación de
Praga (1812). También estuvo en Viena participando como poeta en la última fase
de la lucha contra Napoleón. Ya de nuevo en Berlín, compuso algunos de sus más
famosos cuentos, como Historia del bravo Gaspar y la bella Anita (Die
Geschichte vom braven Kasperl und vom schönen Annerl-1817-), su obra más
conocida, "que le sitúa a la altura de Jung-Stilling y de Pestalozzi, los
grandes maestros del cuento campesino. Las narraciones de Brentano, a
diferencia de los cuentos populares, evocan con gracia el ambiente
aristocrático". También elaboró relatos legendarios,
como Crónica
de un estudiante vagabundo, que, una vez más, quedó inacabada y hubo de ser
dificultosamente rehecha para publicarse después.
Al tiempo que
desarrollaba estos escritos, el autor hizo examen del carácter improvisado,
fragmentario y disperso tanto de su poesía como de su existencia. Brentano
conoció en la capital alemana, en 1816, a la muy joven poetisa Luise Hensel, su
último amor, aún protestante y más tarde católica, "a la que dedicó una
serie de canciones que figuran entre las más hermosas que compuso", como
su poema He atravesado el desierto. El poeta pidió su mano, siendo
rechazado. La "nostalgia" del cristianismo que hacia 1817 devolvería
a Brentano al catolicismo de sus primeros años, puede ya rastrearse en el poema
de 1810 Mirada retrospectiva a los años de la niñez.
"La desenfrenada
aventura de esta juventud de poeta condujo rápidamente a la modorra que sigue a
la borrachera y acabó en la desnuda celda de una monja estigmatizada. (...)
Solo la huida a la Iglesia y la maldición de la hechicera Poesía lo podían
salvar de su demonio. (...) Quien se ría de la conversión de Brentano no estima
debidamente el peligro bajo el cual nacieron sus más brillantes versos. Ahora
escribió a Hoffmann que tenía horror a toda poesía que se refleje a sí misma y
no a Dios. (...) Se había salvado, pero ya no era poeta."
Brentano ingresó en el
monasterio de Dülmen (Westfalia), donde vivió en régimen de clausura como
secretario de la beata Ana Catalina Emmerick (1774-1824), religiosa agustina,
de la que afirmó que en doce años no se había alimentado más que de la Sagrada
Forma (hostia consagrada), ni había bebido nada excepto agua. Brentano acudió
durante cinco años junto a su lecho de enferma en Dülmen, para escribir al
dictado sus visiones, las cuales publicó después de morir la religiosa, tras un
trabajo de organización que se prolongó nueve años, con el título La dolorosa
pasión de Nuestro Señor Jesucristo en las meditaciones de la beata Catalina
Emmerick. Melchor von Diepenbrock, que sería nombrado cardenal en 1850 por el
papa Pío IX, y Apolonia von Diepenbrock, a los que Brentano dirigió cartas
llenas de religiosidad, acudían a Dülmen, así como Luise Hensel y Christian
Brentano. Este fue autor de una edición póstuma de los escritos de su hermano
Clemens, edición en nueve volúmenes que comenzó a ver la luz en 1851 y fue
completada, después de la muerte del propio Christian, por su esposa Emilia.
La última parte de la
vida de Clemens Brentano transcurrió entre Ratisbona, Frankfurt y Munich, como
activo proselitista a favor de la Iglesia católica, al tiempo que colaboraba
con su cuñado Von Arnim en la recopilación de canciones populares, importante
colección del folklore alemán.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Clemens_Brentano
Comentarios
Publicar un comentario