Guadalupe Victoria
Guadalupe Victoria nació
el 29 de septiembre de 1786 en Tamazula, Nueva Vizcaya (hoy estado de Durango).
Sus padres, que murieron durante su infancia, fueron Manuel Fernández de
Victoria y María Alejandra Félix Niebla. Fue bautizado por su tío paterno
Agustín Fernández, en aquel momento cura de
Tamazula, con quien vivió después de quedar huérfano.
Estudió en el Seminario
de Durango y al no tener recursos
para pagar sus alimentos, hizo copias de un texto de gramática latina para vender
a otros estudiantes por dos reales. En 1807 se fue a la Ciudad de México, donde se inscribió en el Colegio de San
Ildefonso para cursar estudios de licenciatura en Derecho canónico y Derecho
civil. Estudió
en un ambiente de tensión,
debido a que la escuela fue militarizada por una orden colonial. El 24 de abril
de 1811, presentó
su examen y se graduó licenciado en Leyes.
Guerra
de Independencia de México
En 1812 se unió a las
fuerzas insurgentes de Hermenegildo Galeana,
luchó
junto a José
María
Morelos en el Sitio de Cuautla, participó en el asalto de Oaxaca y se unió a las
tropas de Nicolás Bravo en Veracruz. Se dedicó junto a sus tropas a controlar
el paso del Puente del Rey y se hizo famoso por sus exitosos ataques contra
convoyes militares hasta 1815, cuando fue derrotado.
Toma
de Oaxaca
La toma de Oaxaca fue
una acción militar que tuvo lugar el 25 de noviembre de 1812, en la ciudad de
Oaxaca de Juárez, donde los insurgentes encabezados por José María Morelos
derrotaron a las fuerzas realistas del Teniente general Antonio González
Saravia.
Entre los miembros de
las fuerzas insurgentes que participaron en el asalto de Oaxaca se cuentan
Hermenegildo Galeana, Nicolás Bravo, Mariano Matamoros, Manuel Mier y Terán,
Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria.
Guadalupe Victoria tomó parte en la batalla del Juego de Pelota,
que estaba rodeado por un foso que los soldados insurgentes no se atrevieron a
cruzar. Guadalupe Victoria lanzó su espada otro lado del foso y dijo ¡Va mi espada
en prenda, voy por ella! Luego cruzó a nado el foso y cortó la cuerda de un puente, lo
que permitió la entrada de las tropas insurgentes a la ciudad.
La pérdida de Oaxaca
significó un fuerte golpe al gobierno colonial, porque le dio un gran prestigio
militar a Morelos, así como una posición geográfica privilegiada, debido a las
carreteras y ciudades que podrían ser controlados desde ese sitio.
Debido a su éxito en
Oaxaca, el Congreso de Chilpancingo
lo nombró
General Brigadier y le concedió el mando del ejército insurgente en
Veracruz. Al mismo tiempo, José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix decidió cambiar su nombre por
el de Guadalupe por su devoción a la Virgen de Guadalupe y Victoria por
la victoria que obtuvieron.
En 1815, Victoria
comandó el movimiento insurgente en la región de Veracruz y usando la guerra de
guerrillas obtuvo el control del
Puente del Rey, una posición estratégica que conectaba
Xalapa con el puerto de Veracruz. Cuando se enteró de que las tropas realistas
se acercaban a luchar, reforzó las defensas en el puente, pero se vio obligado
a retirarse a Nautla en julio de ese año.
Con el fin de tener un
punto de suministro desde el Golfo de México, Victoria tomó el control de
Boquilla de Piedras, situada entre Túxpam y el puerto de Veracruz. El puerto
fue equipado con muelles, almacenes y baterías para su defensa, y se mantuvo
bajo su control hasta noviembre de 1816, cuando fue recuperado por el ejército
realista. Poco después Naolinco se convirtió en el campo de operaciones de los
insurgentes, y desde ahí dominaron la zona de Misantla, Puente Nacional, y
Huatusco.
También en 1816, cuando
el nuevo virrey Juan Ruiz de Apodaca llegó a la Nueva España, Victoria atacó su
convoy que lo llevaba a la Ciudad de México, y estuvo muy cerca de capturarlo.
A finales de 1816,
Victoria recuperó Nautla al derrotar a la guarnición realista. También ocupó
Barra de Palmas, Barra Nueva y La Laguna. La fuerte ofensiva realista, así como
la falta de equipo militar, dieron lugar a que las posiciones ocupadas
regresaran a manos de los españoles en febrero de 1817.
A mediados de 1817,
Guadalupe Victoria había perdido todos los pueblos bajo su mando. Después de su
derrota en Palmillas, fue abandonado por sus hombres y se enfrentó a una
intensa persecución. Se escondió en la selva, donde sobrevivió comiendo
hierbas, frutas y animales.
Se negó
a aceptar el indulto del virrey y se quedó escondido en la selva de Veracruz, donde
desarrolló
epilepsia. Sus apariciones esporádicas en los pueblos lo convirtieron en
una leyenda entre los habitantes de la región.
Plan
de Iguala y los Tratados de Córdoba
Guadalupe Victoria pasó
casi cuatro años escondido en la selva. Fueron años difíciles para el movimiento
de independencia, y el gobierno colonial pensaba que el movimiento había sido
reprimido. Durante este tiempo, la mayor parte de los insurgentes se acogieron
al indulto; solo Vicente Guerrero se mantuvo en la lucha.
La instalación de las
Cortes de Cádiz y el deterioro de la Monarquía Española en la península ibérica
ayudaron a revitalizar la lucha por la independencia a finales de 1820.
Victoria fue informado sobre el avance de la insurrección y reapareció el 30 de
diciembre de ese año en el pueblo de Soledad, donde una pequeña guarnición
rápidamente se unió a él.
El 24 de febrero de
1821, Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero proclamaron el Plan de Iguala.
Iturbide comenzó
una gira por la región
del Bajío
para difundir el movimiento. Varios militares realistas se unieron al Plan de
Iguala, y lo mismo hicieron algunos líderes insurgentes retirados, como Nicolás
Bravo e Ignacio López Rayón. Guadalupe Victoria también se adhirió. El 6 de
abril, Victoria proclamó la independencia en el pueblo de Soledad. A finales de
mayo, con excepción de la capital, la provincia de Veracruz estaba levantada en
armas.
El Ejército de las Tres
Garantías se creó el 24 de febrero de 1821 y siguió luchando contra las fuerzas
realistas españolas que se negaron a aceptar la independencia de México. Esas
batallas continuaron hasta el 21 de agosto de 1821, cuando Iturbide y el Virrey
Juan O'Donojú firmaron los Tratados de Córdoba.
El 27 de septiembre de
1821, el Ejército de las Tres Garantías entró a la Ciudad de México, formando
una columna encabezada por Agustín de Iturbide. Entre los oficiales que
entraron a la ciudad ese día estaban Pedro Celestino Negrete,
Vicente Guerrero, Nicolás
Bravo, Anastasio Bustamante, Melchor Múzquiz, José Joaquín de Herrera, Manuel
Mier y Terán, Luis Quintanar, Miguel Barragán, Antonio López de Santa Anna y
Guadalupe Victoria, El 28 de
septiembre de 1821 se firmó el Acta de Independencia del Imperio
Mexicano.
Imperio
Mexicano
Guadalupe Victoria se
reunió con Agustín de Iturbide el 17 de junio de 1821 en San Juan del Río y le
pidió que adaptara el Plan de Iguala para crear un gobierno republicano.
Recomendó como gobernante a un antiguo insurgente, que fuera soltero y no
hubiera aceptado el indulto real (características que él reunía). Este hombre
se casaría con una mujer indígena de Guatemala para unir ambos territorios en
una sola nación. Iturbide rechazó la proposición; no obstante, Victoria aceptó
el Plan de Iguala en su búsqueda por la independencia. Este apoyo no eliminó la
desconfianza mutua.
Al consumarse la
Independencia, con la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de
México, el 27 de septiembre de 1821, fue creada una regencia para servir como
poder ejecutivo, la cual fue presidida por Iturbide, la cual gobernó hasta el
18 de mayo de 1822, cuando fue proclamado emperador.
Iturbide escogió
a todos los miembros de la Junta Provisional Gubernativa, la cual fungió como poder legislativo
y gobernó hasta el 24 de febrero de 1822, cuando se instaló el primer Congreso
Constituyente. Casi todos los miembros de la Junta se destacaron por su posición social, su riqueza y títulos; la mayoría antiguos realistas,
que con el Plan de Iguala, habían abrazado la causa de la independencia
nacional. Pero ninguno de los antiguos insurgentes, como Vicente Guerrero,
Nicolás Bravo, Ignacio López Rayón, Guadalupe Victoria y Andrés Quintana Roo,
fueron llamados a participar.
A principios de 1822,
algunos de los antiguos insurgentes con ideas republicanas, apoyados por el
ministro plenipotenciario de Colombia en México comenzaron a reunirse en la
casa de Miguel Domínguez en Querétaro. Le escribieron a Pedro Celestino Negrete
invitándolo a participar, pero pensando que se trataba de una conspiración le
dio aviso a Iturbide. Diecisiete personas fueron detenidas, entre ellas
Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Miguel Barragán. La
"conspiración" resultó ser una serie de reuniones en las que se
hablaba sobre el futuro del gobierno. Ante la molestia generalizada en el
congreso, los participantes fueron puestos en libertad, con la excepción de
Guadalupe Victoria que permaneció encarcelado, pero poco después escapó de la
cárcel y se escondió en Veracruz.
El Congreso solicitó que
se revisara el caso de Guadalupe Victoria, quien había sido elegido diputado
por Durango. Victoria se encontraba prófugo, acusado de conspiración. Se le
pidió que se presentara al Congreso, pero prefirió mantenerse oculto.
El 21 de julio de 1822,
Agustín de Iturbide fue coronado emperador de México.
El Imperio Constitucional no tardó en demostrar la incompatibilidad de sus
dos partes principales, el Emperador y el Congreso Constituyente. El congreso
no había
redactado una constitución y el poder ejecutivo era incapaz de vencer la crisis
económica que la fuga de capital español había generado. Algunos diputados
fueron encarcelados por participar en reuniones contra Iturbide y, finalmente,
Iturbide decidió eliminar el Congreso y estableció en su lugar una Junta
Nacional Instituyente.
Plan
de Casa Mata
La falta del Congreso,
las acciones del emperador y la ausencia de soluciones a los graves problemas
que atravesaba el país, aumentaron las conspiraciones para cambiar el sistema
imperial. Antonio López de Santa Anna
proclamó
el Plan de Casa Mata, al que más tarde se unieron Vicente Guerrero y
Nicolás
Bravo.
El 6 de diciembre de
1822, Guadalupe Victoria salió de su escondite para unirse al movimiento.
Conociendo su reputación y popularidad, Santa Anna lo nombró jefe del
movimiento y juntos proclamaron el Plan de Veracruz.
El 21 de diciembre,
Santa Anna fue derrotado por el general Calderón. Obligado a retirarse, el 24
de diciembre se reunió con un grupo de 300 soldados de Guadalupe Victoria en
Puente del Rey. Santa Anna de nuevo tomó ventaja de la popularidad de Victoria
para animar a la gente a unirse a la causa.
Cuando Santa Anna y
Victoria fueron derrotados, Santa Anna trató de huir a los Estados Unidos.
Victoria le dijo:"
"…Vaya usted a Veracruz y mantenga su posición y cuando le
presenten la cabeza de Victoria, hágase a la mar... es un honor para usted
estar a mi lado para defender la causa de la libertad".
El 22 de enero de 1823,
Santa Anna informó a Victoria: Fui atacado desde todas las direcciones por las
fuerzas imperiales. El 1 de febrero
de 1823, un cambio radical se produjo cuando los generales imperiales Echávarri, Lobato y Cortázar se unieron al Plan
de Casa Mata.
Iturbide se vio obligado
a restablecer el Congreso y en un vano intento de salvar el orden y evitar el
futuro derramamiento de sangre, abdicó a la corona del Imperio el 19 de marzo
de 1823.
Gobierno
Provisional
El 26 de marzo de 1823,
Iturbide y su familia fueron exiliados del país. Fue escoltado al puerto de
Veracruz por el general Nicolás Bravo, a solicitud expresa del exemperador.
El 31 de marzo de 1823,
el Congreso se reunió y le otorgó el Ejecutivo a un triunvirato denominado
Supremo Poder Ejecutivo, cuyos miembros eran Pedro Celestino Negrete, Nicolás
Bravo y Guadalupe Victoria,
y como suplentes a Miguel Domínguez, Mariano Michelena
y Vicente Guerrero. El 7 de abril,
de 1823, el Congreso anuló la designación de Iturbide como
emperador y por lo tanto el reconocimiento de su abdicación e hizo parecer su
coronación
como un error lógico
en el establecimiento de la independencia. Es curioso que si Iturbide no había
sido emperador nunca, el Congreso carecía de legitimidad, pues había sido convocado
por el mismo emperador. El Congreso
abolió
el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, dejando al país libre de elegir cualquier
sistema de gobierno.
A pesar de que fue
elegido para formar parte del Supremo Poder Ejecutivo, Victoria permaneció en
el control militar de Veracruz, donde supervisó el embarco de Iturbide a Europa
y la organización de la resistencia contra los ataques españoles desde San Juan
de Ulúa.
El Supremo Poder
Ejecutivo fue el encargado de convocar a las antiguas provincias, ahora los
Estados libres, para crear la República Federal y también de convocar a elecciones
para un nuevo congreso constituyente. El Ejecutivo tuvo que superar una serie
de dificultades políticas como es el caso de las provincias de América Central,
que optaron por no unirse a la Federación Mexicana, y el caso de las provincias
de Oaxaca, Yucatán, Jalisco y Zacatecas, que se declararon estados libres y
soberanos. También enfrentaron una
conspiración
de los partidarios de Iturbide y una rebelión antiespañola.
El 31 de enero de 1824,
fue aprobada el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana. El acta fue un
estatuto provisional del nuevo gobierno. La nación asumió formalmente el
sistema republicano y se componía de estados libres, soberanos e
independientes. Durante los meses siguientes, continuaron los debates
constitucionales.
El 4 de octubre de 1824,
se proclamó la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos.
Presidencia
(1824–1829)
El Congreso convocó a
las primeras elecciones federales en agosto de 1824. Cada legislatura estatal
podría nombrar a dos candidatos, y los dos que recibieran el mayor número de
votos serían elegidos como presidente y vicepresidente. Los resultados fueron
anunciados el 1 de octubre de 1824 y por mayoría de 17 estados, Guadalupe
Victoria fue elegido presidente de la República.
El 10 de octubre de
1824, Guadalupe Victoria fue declarado primer Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos para el período 1825-1829.
El 8 de octubre de 1824, el Presidente y el Vicepresidente Nicolás Bravo juraron la
Constitución.
Guadalupe Victoria
asumió el cargo de presidente interino del 10 de octubre de 1824 al 31 de marzo
de 1825. Su período constitucional en el cargo se inició el 1 de abril de
1825.5 La inauguración fue solemne y austera
como es requerido por el republicanismo; ese día, Victoria afirmó: ¡La Independencia se
afianzará
con mi sangre y la libertad se perderá con mi vida!
Política
interior
Como presidente de la
nueva República, Victoria fue el encargado de reconstruir la devastada
economía, resultado de la larga guerra de Independencia y el embargo promovido
por la Monarquía Española. Para resolver la falta de suministros, resultado del
embargo, creó la marina mercante del país, con la que abrió rutas comerciales
con los puertos de los países americanos que habían reconocido la independencia
nacional y con los que se establecieron relaciones diplomáticas. Sin embargo,
su principal preocupación fue lograr el reconocimiento de alguna potencia
europea.
El gobierno de Victoria
se vio obstaculizado por graves problemas financieros. Sus gastos promedio eran
de $18 millones de pesos anuales, pero solo recolectaba la mitad de esa
cantidad en impuestos.63 Con el fin de
resolver esa situación,
Victoria tuvo que buscar ayuda externa. El Reino Unido conociendo la difícil situación del Presidente (solo
el Ejército
representaba $12 millones de pesos del presupuesto), le convenció para aceptar
dos préstamos, cada uno de más de £3 millones de libras esterlinas. Estos
préstamos, negociados a través de casas bancarias como Barclay y Goldschmidt,
evitaron la quiebra del gobierno y ayudaron a mantener la paz social, factores
que permitieron a Victoria a cumplir su mandato completo.
A pesar de esos
problemas financieros, la administración de Victoria tuvo aspectos muy
positivos. Dos de sus logros más positivos fueron la creación de la hacienda
pública y la abolición de la esclavitud, que fue declarada el 16 de septiembre
de 1825, cuando celebró por primera vez el Grito de Dolores.64
Además,
estableció
el Colegio Militar, restauró la Ciudad de México,65
mejoró
la educación,
concedió
amnistía
a los presos políticos,
estableció planes para un canal en el Istmo de Tehuantepec, abrió nuevos
puertos para la navegación, comenzó la construcción del Museo Nacional, creó
guarniciones en Yucatán para prevenir y contrarrestar los intentos de
reconquista española desde Cuba y desenmascaró una conspiración dirigida por el
monje Joaquín Arenas para restablecer el dominio español.
Victoria también
facilitó las actividades de la sociedad Lancasteriana, la cual se dedicó a la
educación. Creó la Marina Armada, lo que permitió que su mayor logro: la
completa independencia de México cuando el general Miguel Barragán y el capitán
Pedro Sainz de Baranda derrotaron el último bastión español en San Juan de
Ulúa.
En la política, sus
acciones fueron conciliadoras, intentó aplicar una política que atrajera a
todos, y formó su gabinete con miembros destacados de las diferentes facciones.
Sin embargo, los viejos conflictos existentes desde los tiempos de Iturbide
resurgieron. Victoria enfrentó la intolerancia religiosa ante la libertad de expresión
y prensa establecidas en la Constitución, la cual respetó escrupulosamente.
El 20 de diciembre de
1827, decretó la expulsión de los españoles de la República. La rebelión reprimida de Joaquín Arenas desató una ola de indignación contra los españoles
acaudalados que la habían apoyado. Aunque Lucas Alamán, su Ministro del
Interior, trató de disuadirlo, el embajador estadounidense Joel R. Poinsett
alentó a Victoria para ordenar la expulsión de los españoles,
lo que provocó
graves problemas económicos,
debido a que la mayoría de los expulsados fueron comerciantes que se llevaron
sus fortunas a España.
San
Juan de Ulúa
La guerra de
Independencia arruinó los campos, los pueblos, el comercio y la minería. El
gobierno no tenía medios eficaces para recolectar impuestos adicionales a los
de las aduanas y, debido a eso, operaba bajo atrasos salariales y deudas. Bajo
esas condiciones era difícil llevar a cabo una estrategia eficaz para la rendición
de San Juan de Ulúa.
A pesar de ello, el
gobierno de Victoria compró algunos barcos para formar la base de la primera
Marina Armada de México. Entre ellos las goletas Iguala, Anáhuac, Chalco,
Chapala, Texcoco, Orizaba, Campechana y Zumpango, a las que se añadieron más
tarde las goletas Tampico, Papaloapan y Tlaxcalteca.
Por último, el 23 de
noviembre de 1825, se logró la capitulación de San Juan de Ulúa, último reducto
español en México. A la postre, esto explica que haya sido el único Presidente
de la República que a la sazón haya sido Gobernador de una Provincia y una vez
consumado dicho acto, entregara los Poderes Locales ya expedido su Estatuto de
Gobierno.
Territorios
del Norte
Guadalupe Victoria
rechazó dos ofertas de compra sobre Texas ofrecidas por el embajador estadounidense
Joel R. Poinsett, la última por $5 millones de
dólares.
El 18 de agosto de 1824,
se emitió un decreto para poblar los territorios del Norte (Alta California,
Nuevo México y la parte norte del estado de Coahuila y Texas). El decreto dejó
la administración de las tierras públicas en manos de los estados. El 24 de
marzo de 1825, el Congreso aprobó una ley para abrir totalmente las puertas a
la colonización extranjera; la ley dio a los colonos privilegios sobre la
tierra y la exención de impuestos durante diez años.
La inmigración de
estadounidenses fue abundante, y rápidamente se formaron comunidades que
conservaron su lengua, religión y costumbres, dando lugar a vínculos débiles
con el resto del país. Desobedecieron las leyes y mantuvieron la esclavitud en
territorio mexicano.69 En 1826, el
primer intento de separatismo se dio cuando el empresario Haden Edwards declaró
la independencia del estado de Coahuila y Texas y creó la República de Fredonia
cerca de Nacogdoches. La rebelión fue rápidamente sofocada.
Como resultado directo
de las acciones de Edwards, Victoria autorizó una amplia expedición, llevada a
cabo por el General Manuel Mier y Terán, para inspeccionar los asentamientos de
Texas y recomendar un futuro curso de acción. Los informes de Mier y Terán
dieron lugar a la promulgación de las Leyes del 6 de abril de 1830, que
restringían severamente la inmigración en Texas.
Rebelión
de Nicolás Bravo
Durante su mandato,
Guadalupe Victoria enfrentó varios intentos de golpe de Estado contra su
gobierno. Siete meses después de comenzar su administración fue descubierto el
primer intento. Otro fue descubierto a finales de 1827.
El 23 de diciembre de
1827, la Logia Escocesa declaró el Plan de Montaño en Tulancingo (hoy estado de
Hidalgo), el cual se basó en 4 puntos:
1. La
extinción de las sociedades secretas.
2. El
cambio de gobierno.
3. La
expulsión del embajador de EE. UU. Joel R. Poinsett.
4. El
cumplimiento estricto de la Constitución.
El vicepresidente
Nicolás Bravo, cabeza de la revuelta, afirmó que su único propósito fue liberar
al Congreso y al gobierno de Victoria de la influencia de la Logia Yorkina.
El plan buscaba principalmente la reorganización del gobierno, el cual
mostró
serias deficiencias en el control de los ingresos públicos y la expulsión del
representante de los Estados Unidos, sobre la base que ese país se entrometía
en los asuntos internos del país. (Joel R. Poinsett fue expulsado de México el 3 de enero de
1830, por esa razón).
El levantamiento fue
reprimido por Vicente Guerrero el 6 de enero de 1828, después de una débil
resistencia. Nicolás Bravo fue expulsado del país, mientras que los otros
rebeldes fueron encarcelados.
Motín
de la Acordada
El motín de la Acordada
fue una revuelta que tuvo lugar el 30 de noviembre de 1828, la cual fue
encabezada por el general José María Lobato, el coronel Santiago García y
Lorenzo de Zavala contra el gobierno de Guadalupe Victoria. El motivo principal
fue el apoyo que Victoria dio al general Manuel Gómez Pedraza en las elecciones
presidenciales de 1828.
Para las elecciones de
1828, la logia escocesa presentó como candidato al Ministro de Guerra Manuel
Gómez Pedraza. La logia yorkina presentó como candidato a Vicente Guerrero,
héroe de la independencia y vencedor en la última conspiración contra el
gobierno. Las elecciones se celebraron el 1 de septiembre de 1828, el ganador
fue Manuel Gómez Pedraza. Vicente Guerrero rechazó los resultados y organizó
una revolución.
Las tropas
revolucionarias exigieron la renuncia del presidente Victoria y su sustitución
por Guerrero. Mientras tanto, Gómez Pedraza huyó de la Ciudad de México
renunciando a su derecho a la presidencia. Eso fue aprovechado por la multitud
que se dirigió al Parián, núcleo del comercio mexicano, y comenzó el saqueo y
quema de tiendas y comercios, arruinando a cientos de comerciantes españoles,
mexicanos y extranjeros.
Como resultado, a
principios de 1829, el Congreso anuló las elecciones de 1828 y eligió como
Presidente a Vicente Guerrero. Victoria le entregó la presidencia cuando su
mandato concluyó el 1 de abril de 1829.
Política
exterior
Uno de los principales
objetivos de Guadalupe Victoria fue el reconocimiento de México como nación
independiente por una potencia europea. Finalmente obtuvo el reconocimiento,
seguido del establecimiento de relaciones diplomáticas con el Reino Unido,
los Estados Unidos de América,
la República Federal de Centro América y la Gran Colombia.5
Esto redujo los problemas económicos causados por el embargo impuesto
por la corona española.
Los problemas económicos
se redujeron aún
más, cuando varias
empresas británicas
comenzaron trabajos de minería en México, lo que dio lugar a una gran afluencia
de capitales.
También ratificó el
contenido del Tratado de Adams-Onís y por lo tanto la frontera con los Estados
Unidos.
Victoria declaró
asimismo que ninguna propuesta de España sería escuchada hasta que reconociera
la independencia de México y la forma de gobierno establecida y que aceptara
nunca pedir indemnización alguna por la pérdida de México.
Otro episodio
internacional memorable de Guadalupe Victoria fue su total apoyo a la Unión Panamericana
propuesta por Simón Bolívar en el Congreso Anfictiónico de Panamá, que se
tradujo en la firma de un acuerdo denominado Tratado de Unión, Liga y
Confederación Perpetua entre las repúblicas de Colombia, América Central, Perú
y los Estados Unidos Mexicanos.
También
proporcionó
ayuda financiera a Simón
Bolívar
para obtener la independencia total del Perú de España.
Años
post-presidenciales y muerte
Después de terminar su
mandato, Guadalupe Victoria se retiró de la vida pública para tratar asuntos
personales en su hacienda El Jobo en Veracruz. Cuando Victoria entregó la
presidencia a su sucesor, Vicente Guerrero, le dijo:
[…] Ratifico la promesa de retirarme de todos los negocios
públicos como expresidente, pero si el país estuviera en peligro y fuera
necesario dejar todo para salvarlo, usted sabe que no dudaré en sacrificarme…
En 1832, el Gobierno de
la República, conociendo su capacidad diplomática y de negociación, le pidió
que ayudara en la pacificación de Santa Anna que había tomado las armas para
exigir que la Presidencia de la República se entregara al general Manuel Gómez
Pedraza. Un año
más tarde, en 1833, fue
elegido senador por los estados de Veracruz y Durango, ocupando la comisión de
Crédito Público del Senado. Al mismo tiempo, luchó contra rebeliones en
Veracruz y Oaxaca.13 Mientras se
desempeñaba
como senador, su salud comenzó a deteriorarse seriamente y comenzó a tener convulsiones
recurrentes, lo que le impidió terminar su mandato como Gobernador de Puebla,
posición que ocupó menos de cinco meses.
Victoria regresó al
Senado y en 1835 fue elegido presidente del Senado. Desde ese momento emprendió una lucha vigorosa
contra la propuesta que buscaba cambiar la República federal a una República
central. Unos días antes de volver al Senado, desde Puebla, manifestó su
posición:
Veintitrés años he peleado por vuestra misma causa: y si nuevos
peligros me llamaren a vuestra defensa, sabed que mi irrevocable voto es:
«Federación o muerte».
En noviembre de 1836 fue
nombrado comandante militar de Veracruz, pero renunció en diciembre de ese año
para mostrar su desacuerdo con la proclamación de la República Central.
En 1838, su intervención
diplomática fue crucial para evitar una guerra contra los franceses en el
incidente conocido como la Guerra de los pasteles. El 9 de marzo de 1839, tuvo
éxito con la firma de un tratado de paz con Francia. Esa fue su última
actividad pública.
En 1841, se casó con
María Antonieta Bretón y Velázquez, y muy pronto su salud se quebrantó por su
condición epiléptica. Se le trasladó a la fortaleza de San
Carlos de Perote para recibir tratamiento médico y murió allí el 21 de marzo de 1843.
Fue enterrado allí.
Guadalupe Victoria fue
declarado por el Congreso como Benemérito de la Patria el 25 de agosto de 1843
y su nombre fue escrito en letras de oro en el salón de sesiones de la Cámara
de Diputados.
En 1863, sus restos
fueron trasladados a Puebla por el general Alejandro García y en 1925 se
colocaron en el Monumento a la Independencia en la Ciudad de México.
El 15 de agosto de 2010,
en la celebración del Bicentenario del inicio de la independencia de México,
sus restos fueron trasladados a Palacio Nacional y permanecieron en exhibición
hasta el 30 de julio de 2011, cuando fueron regresados a la Columna de la
Independencia.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Guadalupe_Victoria
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