Friedrich Nietzsche
Friedrich Nietzsche nació el 15 de
octubre de 1844 en Röcken, un pequeño pueblo de Sajonia-Anhalt, cerca de
Leipzig. Su nombre proviene del rey Federico Guillermo IV de Prusia, en cuyo
cuadragésimo noveno cumpleaños nació. Sus padres fueron Carl Ludwig Nietzsche
(1813-1849), pastor luterano y preceptor privado en el ducado alemán de
Sajonia-Altenburgo en Turingia, y Franziska Oehler (1826-1897). Su hermana
Elisabeth Förster-Nietzsche nació en 1846, seguida por su hermano Ludwig Joseph
en 1848. Tras la muerte de su padre en 1849 y del hermano menor en 1850, la
familia se trasladó a Naumburgo, donde vivió con su abuela materna y las hermanas
solteras del padre bajo la protección de Bemhard Dächsel, un magistrado local.
Durante este tiempo el joven Nietzsche asistió a un colegio de niños para luego
trasladarse al instituto del candidato Weber, una academia privada, donde se
hizo amigo de Gustav Krug y Wilhelm Pinder, dos estudiantes pertenecientes a
familias acomodadas.
El primer acontecimiento que me
conmocionó cuando aún estaba formándose mi conciencia fue la enfermedad de mi
padre. Era un reblandecimiento cerebral. La intensidad de los dolores que
sufría mi padre, la ceguera que le sobrevino, su figura macilenta, las lágrimas
de mi madre, el aire preocupado del médico y, finalmente, los incautos
comentarios de los lugareños debieron advertirme de la inminencia de la
desgracia que nos amenazaba. Y esa desgracia vino: mi padre murió. Yo aún no
había cumplido cuatro años. Algunos meses después, perdí a mi único hermano, un
niño vivaz e inteligente que, presa de un ataque repentino de convulsiones,
murió en unos instantes.
En 1854 comenzó a asistir al
Domgymnasium en Naumburgo y, después de la muerte de su abuela en 1856, la
familia pudo permitirse tener casa propia. Ese año escribe su primer «tratado»
filosófico titulado Sobre el origen del mal. Habiendo demostrado ya entonces un
talento especial para la música y el
lenguaje, fue admitido en la reconocida Schulpforta, donde continuó sus
estudios desde 1858 hasta 1864. Aquí se hizo amigo de Paul Deussen y Carl von
Gersdorff. También encontró tiempo para la escritura de poemas y composiciones
musicales. En Schulpforta, Nietzsche recibió una importante educación
literaria, en especial en el estudio de los clásicos griegos y romanos, y por
primera vez experimentó la carencia de su vida familiar en un pequeño pueblo de
ambiente cristiano. Durante este período se encontró bajo la influencia del
poeta Ernst Ortlepp.
Después de su graduación en 1864,
Nietzsche comenzó sus estudios en teología y filología clásica en la
Universidad de Bonn. Por un breve período fue miembro de la Burschenschaft
Frankonia junto a Deussen. Para disgusto de su madre, abandonó sus estudios de
teología tras un semestre y comenzó los de filología con el profesor Friedrich
Wilhelm Ritschl. Al año siguiente siguió al maestro a la Universidad de
Leipzig. Allí entablaría una íntima amistad con el estudiante Erwin Rohde. Los
primeros escritos sobre filología de Nietzsche serían publicados un poco más
tarde.
En 1865 se familiarizó con la obra
de Arthur Schopenhauer. Al año siguiente leyó Geschichte des Materialismus
(Historia del materialismo), de Friedrich Albert Lange. Ambas experiencias le
resultaron muy estimulantes desde el punto de vista filosófico y, en
consecuencia, comenzó a adentrarse en esta disciplina, superando su interés por
la filología. En 1865, cuando todavía era estudiante, Nietzsche visitó Colonia,
donde unos amigos lo llevaron a un prostíbulo. Los detalles, e incluso la
posibilidad, de esta visita fueron largamente discutidos, pero ahora se acepta
que en esa oportunidad contrajo sífilis. En 1867 realizó un año de servicio
militar voluntario con la división de artillería prusiana de Naumburgo. En
marzo de 1868 sufrió un accidente ecuestre que lo excluyó del servicio militar
y le permitió volver a dedicarse al estudio. Ese mismo año conoció a Richard
Wagner, personaje fundamental en su desarrollo.
Gracias a Ritschl, Nietzsche recibió
una oferta extraordinaria de la Universidad de Basilea para ejercer como
profesor de filología clásica antes de licenciarse, siendo así el profesor más
joven de la universidad. En su trabajo filológico durante esa época cabe
reseñar el descubrimiento de que el ritmo en la métrica poética de los antiguos
dependía únicamente de la duración de las sílabas a diferencia de la métrica
moderna basada en la acentuación.
En 1869 la Universidad de Leipzig le
concedió el doctorado sin examen ni disertación en mérito a la calidad de sus
investigaciones. Inmediatamente la Universidad de Basilea lo nombró profesor de
filología clásica y al año siguiente fue ascendido a profesor honorario.
Después de trasladarse a Basilea,
Nietzsche renunció a su ciudadanía alemana, manteniéndose durante el resto de
su vida oficialmente apátrida. Sin embargo en agosto de 1870 obtuvo un permiso para
servir en el bando prusiano durante la guerra franco-prusiana pero solo como
sanitario ya que la neutral Suiza le impidió reclutarse como combatiente. Su
paso por la milicia fue tan solo de un mes, pero vivió múltiples experiencias.
Allí fue testigo de los efectos traumáticos de la batalla. Contrajo difteria y
disentería, enfermedades que le arruinaron la salud de por vida.
De vuelta a Basilea, Nietzsche fue
testigo del establecimiento del Imperio alemán y el auge de Otto von Bismarck,
a quien veía con escepticismo. En la universidad pronunció su discurso
inaugural, Sobre la personalidad de Homero. En esta época conoció a Franz
Overbeck, un profesor de Teología, cuya amistad conservó durante el resto de su
vida. El historiador Jacob Burckhardt, a cuyas clases magistrales Nietzsche
asistía frecuentemente, se convirtió en otro colega influyente. También durante
este período leerá la obra del filósofo Max Stirner, cuya influencia será
notable en él.
Nietzsche había conocido ya a
Richard Wagner en Leipzig en 1868, y (algo después) a la esposa de Wagner,
Cósima. Admiraba a ambos profundamente y, durante su estancia en Basilea, fue
un asiduo invitado en la casa de los Wagner en Tribschen. Estos lo introdujeron
en su círculo más íntimo y le agradecieron la atención que dio al principio al
Festival de Bayreuth. En 1870 regaló a Cósima Wagner por su cumpleaños el
manuscrito de la primera versión de El origen de la tragedia.
En 1872, Nietzsche publicó su primer
libro, El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música. Sin embargo,
el trabajo, en el cual siguió un preciso método filológico para estructurar
toda su especulación filosófica radicalmente novedosa, no fue bien recibido
entre sus colegas filólogos, incluido su profesor Ritschl. En el polémico
panfleto Para una filología del futuro, Ulrich von Wilamowitz-Moellendorff
criticó duramente el libro, lo que contribuyó, sin embargo, a aumentar su
polémica notoriedad en los círculos filológicos y universitarios de Alemania.
En respuesta, Rohde, por la fecha profesor en Kiel, y el mismo Wagner salieron
públicamente en defensa de Nietzsche. Estos hechos remarcaron el aislamiento
creciente que sentía dentro de la comunidad filológica, y por ello el filósofo
intentó (infructuosamente) ganar la cátedra de Filosofía en Basilea.
Entre 1873 y 1876, publicó
separadamente cuatro grandes ensayos, David Strauss, el confesor y el escritor,
Sobre la utilidad y el perjuicio de la Historia para la vida, Schopenhauer
como educador, y Richard Wagner en Bayreuth (estos cuatro fueron más tarde recogidos y titulados, conjuntamente,
Consideraciones intempestivas). Los cuatro ensayos compartían la orientación de una crítica general a la actualidad cultural alemana, en un
intento por cambiar su rumbo, que Nietzsche preveía como esencialmente falso y
equivocado. Comenzando en 1873, además, también acumuló notas que fueron
publicadas más tarde como La filosofía en la época trágica de los griegos.
Durante este periodo, en el círculo
de los Wagner, Nietzsche conoció a Malwida von Meysenbug y Hans von Bülow, y
también comenzó una amistad con Paul Rée, quien después de 1876 le influyó en
la atenuación del pesimismo de sus primeros escritos. Sin embargo, debido a su
decepción respecto al «fenómeno Wagner», y en concreto al Festival de Bayreuth
de 1876, donde la banalidad de los actos y la vileza del público le repelieron,
fue cada vez más insalvable la distancia del filósofo hacia este mundo.
En 1879, después de un declive de
salud, se vio forzado a abandonar su puesto como profesor. Desde su juventud,
Nietzsche había padecido frecuentes momentos de debilidad generalizada, con
épocas de carencia visual que rozaba la ceguera, fuertes migrañas y violentos ataques
estomacales. Estas condiciones persistentes se agravaron quizá con su accidente
a caballo en 1868 y las enfermedades de 1870, y continuaron afectándolo durante
sus años en Basilea, forzándolo a tomar vacaciones cada vez más largas, hasta
que le fue prácticamente imposible retomar el trabajo.
Ruptura con Wagner
Con la publicación de Humano,
demasiado humano en 1878, un libro de aforismos sobre múltiples temas, desde la
metafísica hasta la moralidad y de la religión al sexo, la distancia de
Nietzsche respecto a la filosofía de Wagner y Schopenhauer fue evidente.
También su amistad con Deussen y Rohde se enfrió.
Durante sus primeros años en Basilea
se cocinó la ambivalente amistad de Nietzsche con Wagner, y aprovechó toda
oportunidad para visitar a Richard y a su esposa Cósima. Nietzsche apreciaba a
Wagner como un brillante apóstol catedrático, pero la explotación de motivos
artísticos cristianos cada vez más acentuada, junto con su chovinismo y
antisemitismo excederían lo que Nietzsche podría soportar.
La composición de Parsifal, que
Wagner concebiría más como un auto litúrgico para el Viernes Santo que como una
ópera, ofendió profundamente la sensibilidad de Nietzsche. Aunque la gigantesca
obra no sería estrenada hasta 1882, ya en 1878 la brecha entre los dos sería
ineludible y definitiva.
Conducido por su enfermedad a
encontrar climas más templados, Nietzsche viajó frecuentemente y vivió hasta
1889 como un autor independiente en diferentes ciudades. Estuvo muchos veranos
en Sils Maria, cerca de St. Moritz, en la Engandina (extremo este de Suiza), y
muchos otoños en las ciudades italianas de Génova, Rapallo y Turín, y la ciudad
francesa de Niza. Ocasionalmente volvía a Naumburgo a visitar a su familia, y
especialmente durante este período, él y su hermana tuvieron repetidos
episodios de conflicto y reconciliación. Vivía de su pensión de profesor
retirado de la Universidad de Basilea, pero también recibía ayuda de amigos.
Un antiguo estudiante suyo, Peter
Gast (seudónimo de Johann Heinrich Köselitz), llegó a ser su secretario
privado. Hasta el final de su vida, Gast y Overbeck se mantuvieron como amigos
en los que confiar. Malwida von Meysenbug mantuvo una conducta maternal incluso
fuera del círculo de Wagner. Pronto Nietzsche contactó con el crítico musical
Carl Fuchs.
Nietzsche se encontraba en el
principio de su mayor período productivo. A partir de Humano, demasiado humano
en 1878, Nietzsche publicaría un libro (o su mayor parte) por año hasta 1888,
su último año de escritura, durante el cual completó cinco. En 1879, Nietzsche
publicó Opiniones y máximas mezcladas, lo que sugirió el aforismo de Humano,
demasiado humano.
En 1881 Nietzsche publicó Aurora.
Reflexiones sobre los prejuicios morales, y en 1882 la primera parte de La gaya
ciencia. Ese año también conoció a Lou Andreas-Salomé a través de Malwida von
Meysenbug y Paul Rée. Nietzsche y Salomé pasaron el verano juntos en
Tautenburg, a menudo con la hermana de Nietzsche, Elisabeth. Sin embargo, la
visión que de Nietzsche tenía Salomé era más la de un amigo y compañero de
discusiones lleno de genialidad, que el de una posible pareja. Él se enamoró de
ella, lo cual provocó una situación ambigua e incómoda entre los tres amigos,
puesto que Rée a su vez se interesaba por Lou. Cuando Nietzsche le pidió que se
casara con él, Salomé lo rechazó. Las relaciones de Nietzsche con Salomé y Rée
se rompieron en el otoño de 1882-1883, en parte por las intrigas llevadas a
cabo por su hermana Elisabeth. En paralelo a esta historia, Lou Salomé de vez
en cuando mantenía correspondencia con Freud, introduciéndolo en el pensamiento
de Nietzsche. En el proceso de aparición de nuevos síntomas de su enfermedad,
aislado tras las discusiones con su hermana y su madre, y acosado por
pensamientos suicidas, se marchó a Rapallo, donde en solo diez días,
anticipados por dieciocho meses de incubación, escribió la primera parte de Así
habló Zaratustra.
Después de varias críticas
filosóficas contra Schopenhauer y Wagner, Nietzsche mantuvo a pocos amigos.
Ahora, bajo la impronta personalísima del Zaratustra sobre sus obras
posteriores, su escritura resultó todavía más «intempestiva» y se lo leyó
(poco) solo en la medida en que pareciera adecuarse a las convenciones morales
o intelectuales del momento. Nietzsche reconoció la situación y se obstinó en
su soledad («las siete soledades»), incluso aunque a veces pareciera no
resignarse a ella. Abandonó su plan a medio plazo de convertirse en un poeta
público y reconocido, y siguió padeciendo los problemas consabidos con sus
libros. Estos eran tan buenos como poco vendidos. En 1885, editó únicamente
cuarenta copias de la cuarta parte de Así habló Zaratustra, y solo una pequeña
parte fue distribuida entre sus amigos más allegados.
En 1886, editó Más allá del bien y
del mal. Con este libro y con la aparición entre 1886 y 1887 de segundas
ediciones de sus trabajos tempranos (El nacimiento de la tragedia, Humano,
demasiado humano, y La gaya ciencia), vio completado su trabajo y se esperanzó
con que una oleada de lectores apreciara sus escritos. De hecho, el interés por
Nietzsche aumentó en esta época, aunque esto fue apenas percibido por él.
Durante estos años, Nietzsche
conoció a Meta von Salis, Carl Spitteler, y también a Gottfried Keller. En
1886, su hermana Elisabeth se casó con el antisemita Bernhard Förster y viajó
con él a Paraguay para fundar una colonia alemana, un plan al que
Nietzsche contestó con ironía. A
través de la correspondencia se puede observar que la relación de Nietzsche con
su hermana continuó por el camino que siempre había seguido de conflicto y
reconciliación, pero no la volvería a ver en persona hasta después de su
colapso.
Nietzsche continuaba teniendo
ataques frecuentes de enfermedad, lo que le imposibilitó para el trabajo
continuo. En 1887, Nietzsche rápidamente escribió su polémica Genealogía de la
moral. También intercambiaba correspondencia con Hippolyte Taine, y después
también con Georg Brandes, quien al comienzo de 1888 desarrolló en Copenhague
la primera lectura pública de la obra filosófica de Nietzsche y su estudio.
En el mismo año Nietzsche escribió
cinco libros basados en sus voluminosas notas, fruto de largo trabajo
continuado, que en un principio pensaba reunir bajo el título de La voluntad de
poder. Su salud pareció mejorar y aquel verano estuvo de buen humor. Pero hacia
finales de 1888, sus escritos y cartas empezaron a revelar una sobreestimación
patológica de su estatus y destino. Sobrevaloraba la respuesta creciente a sus
escritos, sobre todo por la reciente polémica respecto a El caso Wagner.
Hay que tener en cuenta que en 1867,
Nietzsche fue tratado por una infección sifilítica que finalmente desembocó en
la crisis mental de enero de 1889, fin efectivo de la vida de Nietzsche aunque
viviría, en silencio y perdido en sí mismo, hasta 1900. La sífilis era el sida
de su tiempo, y cuando leemos a Nietzsche, especialmente su obra tardía, como
Ecce Homo o El Anticristo, deberíamos tener bien presente el hecho de su
enfermedad.
De octubre a noviembre de 1888,
Nietzsche trabaja en la obra Ecce homo (Cómo se llega a ser lo que se es), que
no verá la luz hasta el año 1908 en una versión en la que el capítulo «Por qué
soy tan sabio» no aparece, siendo sustituido por otro capítulo escrito
anteriormente que el propio autor descartó.
Retrato de Nietzsche por Hans Olde,
alrededor de 1899.
El 3 de enero de 1889 Nietzsche
sufrió un colapso mental. Ese día fue detenido tras, al parecer, haber
provocado algún tipo de desorden público, por las calles de Turín. Lo que pasó
exactamente es desconocido. La versión más extendida sobre lo sucedido dice que
Nietzsche caminaba por la Piazza Carlo Alberto, cuando un repentino alboroto
que causó un cochero al castigar a su caballo llamó su atención. Nietzsche
corrió hacia él y lanzó sus brazos rodeando el cuello del caballo para
protegerlo, desvaneciéndose acto seguido contra el suelo. En los días siguientes,
escribió breves cartas para algunos amigos, incluidos Cósima Wagner y Jacob
Burckhardt, en las que mostraba signos de demencia y megalomanía.
A su colega Burckhardt escribió: «He
tenido Caiphas puestos. Además, el año pasado fui crucificado por los doctores
alemanes de una manera muy drástica. Wilhelm, Bismarck, y todos los antisemitas
abolidos». El 6 de enero de 1889, Burckhardt mostró la carta a Overbeck. El siguiente día Overbeck recibió una carta
reveladora semejante, y decidió que Nietzsche
debería volver a Basilea. Overbeck viajó a Turín y trajo a Nietzsche a una
clínica psiquiátrica en Basilea.
Por ese tiempo, Nietzsche estaba
enteramente sumergido en la locura, y su madre Franziska decidió llevarlo a una
clínica en Jena bajo la dirección de Otto Binswanger. Desde noviembre de 1889 a
febrero de 1890, Julius Langbehn intentó curar a Nietzsche, sentenciando que
los métodos del doctor eran ineficaces para curar su enfermedad. Langbehn
asumió más y más control sobre Nietzsche. En marzo de 1890, Franziska sacó a
Nietzsche de la clínica, y en mayo de 1890 lo llevó a su casa en Naumburgo.
Durante este proceso, Overbeck y
Gast contemplaban la idea de qué hacer con el trabajo no publicado de
Nietzsche. En enero de 1889 se pusieron a planear la salida de El ocaso de los
ídolos, o cómo se filosofa a martillazos, por esa época ya impreso y atado. En
febrero, ordenaron una edición privada de 50 copias de Nietzsche contra Wagner,
pero el editor C. G. Nauman en secreto imprimió 100. Overbeck y Gast decidieron
publicar con reservas El Anticristo y Ecce homo debido a su contenido más
radical.
En 1893, Elisabeth Nietzsche volvió
de Paraguay después del suicidio de
su marido. Leyó y estudió los trabajos de Nietzsche, y pieza por pieza tomó control sobre ellos y su publicación. Overbeck fue paulatinamente relegado al ostracismo,
y Gast finalmente cooperó. Después de la muerte de Franziska en 1897, Nietzsche
vivió en Weimar, donde fue cuidado por Elisabeth, quien permitió a la gente
visitar a su poco comunicativo hermano. El 25 de agosto de 1900, Nietzsche
murió después de contraer neumonía. Por deseo de Elisabeth, fue inhumado junto
a su padre en la iglesia de Röcken.
La causa del hundimiento de
Nietzsche ha sido un tema de especulación y origen incierto. Un frecuente y
temprano diagnóstico era una infección de sífilis, sin embargo, algunos de los
síntomas de Nietzsche eran inconsistentes. Otro diagnóstico posible es un
meningioma derecho retroorbital, un tipo de cáncer cerebral. En su libro La
lucha contra el demonio, Stefan Zweig presenta una psicobiografía sobre
Nietzsche en que sitúa la etiología de su locura desde un ángulo puramente
psicogénico.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Friedrich_Nietzsche
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