Margaret Mitchell
Nacida
en Atlanta, Georgia, estudió en el Smith College. La madre de Mitchell,
Maybelle, recibió una buena educación para una mujer de su generación, y era
conocida en Atlanta por su apoyo al sufragio femenino. Tenía grandes
aspiraciones para su hija. Cuando de niña Mitchell anunció que no le gustaba la
aritmética y que no iba más a la escuela, su madre la recogió en un coche y la
llevó cerca de Clayton, donde un paisaje mostraba chimeneas solitarias en medio
de las ruinas quemadas. Maybelle le contó a su hija cómo las personas que
habían residido en aquellas casas pensaban que vivían en un mundo seguro, hasta
que explotó alrededor de ellos. Le hizo entender que a su mundo le podía
suceder lo mismo cualquier día, y que más le valía que le ayudase Dios si no
tenía herramientas para lidiar con el nuevo orden. De este modo, le alentó
sobre la necesidad de una buena educación, y sobre la perseverancia. Este
mensaje caló hondo en la pequeña Margaret.
Eugene
Mitchell, su padre, era abogado. Miembro fundador de la Sociedad Histórica de
Atlanta, fue conocido por su inteligencia y meticulosidad. Bajo su atenta
mirada, las buenas costumbres y el gusto prevalecieron en el hogar Mitchell,
junto a un gran amor por la lectura. En su casa tampoco faltaron los placeres
de la infancia. Ella y su hermano mayor, Stephens, volaban libremente sus
cometas, jugaban a la pelota y participaban en carreras de caballos. Tímida
desde pequeña, Mitchell ya mostraba una imparable afición por escribir.
Plasmaba historias en cuadernos llenos de cuentos, en su mayoría aventuras con
mucha acción. Tenía una especial predilección por las historias de la Guerra
Civil, contadas por los veteranos confederados. Además, escribía obras de
teatro, que representaba invitando al vecindario en el porche de su casa.
En
1912, la familia se trasladó a Jackson Hills, con vistas a la ciudad de Atlanta,
a una casa señorial que Eugene había hecho construir en Peachtree Street, una
de las más prestigiosas avenidas de la ciudad. Mitchell asistió a la escuela
secundaria de Atlanta Washington Seminary, donde se unió al club literario, que
publicó historias en el anuario de la escuela.
Su
prometido, Henry Clifford, falleció en la Primera Guerra Mundial, un hecho que
unido al fallecimiento de su madre a causa de una epidemia de gripe, le marcó
en adelante. Tuvo que dejar la universidad para hacerse cargo de su familia y
su hermano. Desarrolló un espíritu rebelde con los años, lo que le llevó a
seguir el movimiento Flapper, y se casó con un contrabandista y exfutbolista
llamado Berrien "Red" Upshaw. Por presiones financieras, en 1922 tuvo
que ponerse a trabajar en el Atlanta Sunday Magazine, donde escribía por
veinticinco dólares semanales. Su tormentoso matrimonio terminó en divorcio en
1924, y apenas un año después acabó casada con John Marsh, un antiguo
pretendiente suyo y redactor del periódico.
Lo
que el viento se llevó
Tuvo
un accidente en esta época, que le causó una serie de lesiones. Durante la
recuperación, empezó a escribir su famosa novela Lo que el viento se llevó.
Empezada en 1926, tardó diez años en terminarla. Este retrato romántico de la
vida en el sur de Estados Unidos durante la Guerra de Secesión contada a través
de la historia de una familia georgiana se convirtió de inmediato en
superventas. Hasta 1949 se habían impreso ocho millones de ejemplares y ha sido
traducida a treinta idiomas.
Lo
que el viento se llevó se publicó en junio de 1936, y Mitchell fue galardonada
con el premio Pulitzer en mayo del año siguiente. Dos años después, fue
inmortalizada en la gran pantalla con la película homónima protagonizada por Clark
Gable y Vivien Leigh. La película tuvo su estreno mundial en el Gran Teatro de
la Loew de Atlanta, el 15 de diciembre de 1939. Como curiosidad, algunos
biógrafos coinciden en que el carácter de la autora era muy parecido al de la
heroína de su novela, Scarlett O'Hara, así como su experiencia sentimental.
Filantropía
Tras
la publicación de la novela y el lanzamiento de la película, Mitchell tuvo los
recursos financieros suficientes para apoyar grandes obras benéficas,
incluyendo numerosas organizaciones de servicio social en Atlanta y becas para
los estudiantes de medicina de la Universidad Morehouse. Durante la Segunda
Guerra Mundial, el USS Atlanta se hundió en la batalla de Guadalcanal. Mitchell
condujo unidades de guerra para construir una nave de reemplazo, recaudando 65
millones de dólares en solo sesenta días. Ella bautizó a este USS Atlanta en
febrero de 1944. Ayudó a la reconstrucción de Vimoutiers, un pequeño pueblo de
Francia, después de la Segunda Guerra Mundial.
Muerte
y legado
El
11 de agosto de 1949, al cruzar la intersección de Peachtree y 13th Street,
junto con su esposo John Marsh, mientras se dirigía a ver la película A
Canterbury Tale, Margaret Mitchell fue atropellada por un conductor de taxi,
Hugh Gravitt, que además de conducir a gran velocidad se encontraba fuera de
servicio. Falleció cinco días después, a los 48 años de edad, en el Grady
Hospital, sin haber recuperado el estado de alerta, y fue enterrada en el
cementerio de Oakland, Atlanta.
El
conductor Hugh Gravitt era un taxista fuera de servicio que conducía su
vehículo personal cuando atropelló a Mitchell. Después del accidente, Gravitt
fue arrestado por conducir ebrio y puesto en libertad, al pagar una fianza de
5450 dólares, hasta la muerte de Mitchell.
Gravitt,
originalmente, fue acusado de conducir en estado de ebriedad y por el lado
equivocado de la calle. Fue sentenciado por homicidio involuntario en noviembre
de 1949 y condenado a 18 meses de cárcel. Cumplió once meses. Gravitt murió en
1994, a la edad de 73 años.
Cuando
su esposo John murió en 1952, fue sepultado junto a su esposa.
En
1994, Margaret Mitchell fue incluida en el Georgia Women of Achievement, y en
el The Georgia Writers Hall of Fame en el 2000.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Margaret_Mitchell
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