Edgar Allan Poe
Primeros
años
Edgar Allan Poe nació el
19 de enero de 1809 en la ciudad de Boston, donde ya había nacido su hermano
mayor, William Henry Leonard (1807). La hermana menor, Rosalie, nació en
Richmond, en 1810. Edgar pudo haber
recibido dicho nombre por un personaje de William Shakespeare que aparece en la
obra El rey Lear, que representaban los padres en 1809, año de su nacimiento.
David Poe abandonó
a su familia en 1810, y su mujer, Elizabeth, murió un año después de tuberculosis; tenía veinticuatro años. Lo único que conservó Edgar de sus padres
biológicos fue un retrato de
su madre y un dibujo del puerto de Boston. A su hermana Rosalie le correspondió
un joyero vacío. El motivo por el cual
Edgar y Rosalie fueron adoptados fue que, al morir su madre, los niños quedaron totalmente
desamparados, en Richmond, mientras que los abuelos, que residían en Baltimore,
se hacían cargo de William Henry, que ya vivía con ellos. En cualquier caso,
Edgar fue acogido por una de las familias caritativas que habían cuidado de los niños al morir su madre: el
matrimonio formado por Frances y John Allan, de Richmond (Virginia), mientras
que Rosalie fue acogida por la familia Mackenzie. Los Allan y los Mackenzie
eran vecinos y mantenían una estrecha amistad.
Su padrastro, del cual
Edgar tomaría el apellido, fue un acaudalado comerciante de ascendencia
escocesa. Sus negocios incluían el tabaco, tejidos, tés y cafés, vinos y
licores, grano, lápidas, caballos y aun el comercio de esclavos;
hombre colérico
e intransigente, desempeñó
un papel destacado —negativamente
hablando— en la vida del
escritor. Por ejemplo, nunca demostró simpatía alguna por sus ambiciones literarias.
Sus biógrafos hacen notar que
John Allan tuvo varios hijos naturales fuera del matrimonio.
Los Allan acogieron al niño,
pero nunca lo adoptaron formalmente, aunque le dieron el nombre de "Edgar
Allan Poe". Su madrastra, que no
había podido tener hijos,
sentía verdadera devoción por el muchacho y lo quiso y mimó siempre,
se cree que, hasta el punto de malcriarlo con las otras mujeres de la casa, lo
que trataron de evitar las intervenciones del padrastro.
En 1812, Edgar fue
bautizado en la Iglesia episcopaliana. A los cinco años empieza sus estudios
primarios, pero pronto, al año siguiente (1815), la familia Allan viajó a Inglaterra.
El niño asistió a un colegio en Irvine, Escocia (el pueblo donde había nacido
John Allan), durante un corto periodo, pero que fue suficiente para ponerlo en
contacto con la cultura y el viejo folclore escoceses. Posteriormente la
familia se trasladó a Londres (1816). Edgar estudió en un internado de Chelsea
hasta el verano de 1817. Más tarde ingresó en el colegio del Reverendo John
Bransby en Stoke Newington, que entonces era un suburbio al norte de la ciudad.
Allí aprendió a hablar francés y a escribir en latín. De estas vivencias y
de la contemplación
de los paisajes y arquitecturas góticos de Gran Bretaña nacerían años
después relatos como «William Wilson». Con todo, el recuerdo que conservaría Poe de su estancia en
este país fue de tristeza y
soledad, sentimientos compartidos por su madrastra. A este respecto, John Allan
manifestó: «Frances se queja como de
costumbre».
El escocés,
considerablemente preocupado por sus desgraciados negocios londinenses, regresó
con su familia a Richmond en 1820. De 1821 a 1825, Edgar asiste a los mejores
colegios de la ciudad, recibiendo la esmerada educación sureña correspondiente
a un caballero virginiano: el English Classical School, de John H. Clarke, y
los colegios de William Burke y del Dr. Ray Thomas y su esposa, donde conoce a
los clásicos: Ovidio, Virgilio, César, Homero, Horacio, Cicerón...
Fuera de las horas de clase, ya desde pequeño gustaba de pasar el tiempo
hojeando las revistas inglesas que encontraba en los almacenes de su padrastro;
allí cautivaban además su imaginación las leyendas marineras que contaban los
capitanes de veleros que se acercaban a Richmond. Algunas de estas leyendas
inspirarían en su momento una de sus obras fundamentales: La narración de
Arthur Gordon Pym. Según Van Wyck Brooks, Poe
pudo escuchar asimismo historias sobre apariciones, cadáveres y cementerios en
los barracones de los esclavos negros, cuando su mammy lo llevaba de visita a
las plantaciones de la familia.
Su carácter se va
fraguando en esos años. En 1823, a los catorce, ya había hecho sus primeros
pinitos literarios, y se enamoró apasionadamente de la madre de un compañero de
estudios, a la que dedicó el conocido poema «To Helen».
Esta mujer, llamada Mrs. Stanard, era de una gran belleza y contaba a la sazón treinta años; murió meses más tarde. Fue su primer
gran amor. A los quince años
era pacífico, aunque no del todo
sociable. Tuvo pocos conflictos con sus compañeros, pero se sabía que no
toleraba ningún tipo de manipulación. También era aficionado a las mascaradas.
Un día terminó moliendo a golpes a un
compañero mucho más fuerte que él, después de haber recibido lo
suyo, y esperar, según él mismo confesó, a que el otro estuviese agotado.
También son muy conocidas sus
dotes como deportista. A imitación de su gran héroe, Lord Byron, en
cierta celebrada ocasión,
un caluroso día
de junio el joven emprendió una travesía a nado de ocho kilómetros por el río
James, de Richmond; lo hizo a contracorriente. Cuando se dudó de su hazaña,
buscó testigos presenciales que la corroborasen por escrito.
Con todo, recuerda
Brooks, en dicha etapa era un muchacho nervioso e irritable, con un brillo de
ansiedad y tristeza en sus ojos; empezó a tener frecuentes pesadillas, todo
ello debido posiblemente a los problemas constitucionales familiares que ya se
habían manifestado en su hermana Rosalie. «Esta compleja inseguridad —sigue
Brooks—, de índole física, social, y posteriormente financiera, explicaría en
gran medida la vida y el carácter de Poe, condicionando asimismo en gran parte
todo su trabajo literario». Como forma de contrarrestar estas debilidades en
años sucesivos buscaría con denuedo la supremacía en el campo periodístico, y
literariamente siempre quiso ser considerado «un mago, por el sentimiento de poder
que esto le proporcionaba».
En 1824 se empieza a
gestar el desentendimiento entre él y su padre de adopción. En una carta
dirigida por este al hermano mayor de Edgar, William Henry, afirmó: «¿De qué
somos culpables? Es algo que no entiendo. Y que yo haya soportado durante tanto
tiempo su conducta todavía me extraña más. Este muchacho no tiene una onza de
afecto por nosotros ni un poco de agradecimiento por todos mis cuidados y toda
mi bondad para con él». En esta carta Allan se
queja sin fundamento de las «amistades» de Edgar, y llega
incluso a sugerir maliciosamente que Rosalie, la hermana menor, era en realidad
solo hermana materna, posibilidad que siempre atormentó a Edgar.
Según Hervey Allen, las
insinuaciones del padrastro se debían a su conocimiento de ciertos datos íntimos de la madre de
Poe, ya que, una vez fallecida, Allan de algún modo entró en posesión de su
correspondencia privada. Con la carta a William Henry pretendió asegurarse el
silencio de Edgar sobre sus propios manejos.
En 1825 murió un tío de
John Allan, William Galt, escocés igualmente y antiguo contrabandista. Había
sido considerado el hombre más rico de Richmond, y dejó muchos acres de tierra
en herencia a su sobrino. La fortuna de este creció considerablemente y, en ese
mismo año, Allan lo celebró comprando una imponente casa de ladrillo de dos
plantas, llamada Moldavia. Fue en el balcón de esa
casa donde Edgar adquirió la afición a la astronomía.
Universidad
de Virginia
Por esa época, con
dieciséis años, Edgar mantuvo una relación sentimental con una muchacha de la
vecindad, Sarah Elmira Royster, quien reaparecería al final de su vida. En
carta a un amigo, ella describió muchos años después al futuro escritor de esta
forma:
Edgar era un muchacho
muy guapo, no muy hablador. De conversación agradable, pero de comportamiento
más bien triste. Nunca hablaba de sus padres. Estaba muy ligado a la señora
Allan, así como ella a él. Era entusiasta, impulsivo, no soportaba la menor
grosería verbal.
Esta relación fue previa
a su matriculación en la Universidad de Virginia, en Charlottesville, en
febrero de 1826, para estudiar lenguas.
La universidad, en sus primeros años, acataba los ideales de su fundador,
Thomas Jefferson. Estos eran muy estrictos en lo tocante al juego, los
caballos, las armas, el tabaco y el alcohol, pero estas normas en realidad
apenas se respetaban. Jefferson había establecido un sistema de autogobierno
para los estudiantes, permitiendo a los mismos elegir sus materias de estudio,
organizar su propia manutención e informar a las autoridades de las
irregularidades o faltas que se cometiesen. Este régimen tan singular había
convertido a la comunidad escolar en un caos, registrándose una tasa muy
elevada de absentismo.
Poe, por lo común
desinteresado de la política, no tardó en manifestar su rechazo por la joven
democracia, sistema que consideraba engañoso y socialmente nefasto. «Expresó a
menudo su falta de fe en la perfectibilidad humana o en las comunes nociones
acerca de la igualdad, el progreso y la mejora social que caracterizaron a la
época de Jefferson, al punto que podía ser calificado de sudista
anti-jeffersoniano».
Pese a ser considerado
alumno brillante y aplicado al principio, pronto se hizo notar por un defecto
peculiar, como era el de pretender una erudición y unos conocimientos muy
superiores a los que poseía en realidad. Y, si bien estos no eran tan vastos,
ya de niño, devoraba todo papel impreso que se le ponía delante, pues se
sentía, según Brooks, «con la energía de un hombre»: siempre fue «un trabajador
denodado». Pero su engreimiento y afición a la mixtificación se manifestaron también en las aulas y
aposentos de la universidad. Presumía de haber viajado, como Byron, a Grecia;
conocía bien todo el Mediterráneo, y también había estado en Arabia y en San
Petersburgo.
En el tiempo que Edgar
pasó en Charlottesville, perdió contacto con Elmira Royster, y además se
enemistó definitivamente con su padrastro debido a sus deudas de juego; según
Hervey Allen Poe empezó a jugar por su necesidad de conseguir dinero extra para
mantenerse. Afirma Cortázar
(quien reconoce seguir en líneas
generales la biografía
de este estudioso poeano) que es en esta época
en la que por primera vez se relaciona a Poe con el alcohol. «El clima de la
Universidad era tan favorable como el de una taberna: Poe jugaba, perdía casi
invariablemente, y bebía», y esto pese a que los efectos de una pequeña
cantidad de alcohol eran devastadores sobre su constitución.
De todos modos, el futuro escritor lee y traduce las lenguas clásicas sin esfuerzo
aparente, ganándose
la admiración
de profesores y condiscípulos.
Lee también,
infatigablemente, historia, historia natural, matemáticas, astronomía,
poesía y novela. Edgar se quejaba de que Allan no le enviaba suficiente dinero
para las clases, para comprar libros y para poder amueblar su dormitorio. Pese
a que Allan accedió
a enviar dinero, las deudas de su hijo adoptivo no hicieron más que crecer.
Poe abandonó la
universidad finalmente al cabo de un año y, no sintiéndose a gusto en Richmond
(especialmente al enterarse de que Elmira acababa de casarse con un tal
Alexander Shelton), se desplazó, primero a Norfolk, y en abril de 1827 a
Boston, donde «existe la oscura evidencia de que intentó ganarse la vida como
periodista» y tuvo también algún trabajo relacionado
con el comercio. En esta etapa usó el pseudónimo 'Henri Le Rennet'.
Carrera
militar, primeros escritos
El 27 de mayo de 1827,
incapaz de sobrevivir por sí mismo, Poe se alistó en el ejército como soldado
raso, bajo el nombre de 'Edgar A. Perry'. Aunque tenía 18 años firmó que tenía
22. Su primer destino fue en Fort Independence, en el puerto de Boston. Su
sueldo era de cinco dólares al mes.
En ese mismo año (1827)
publicó su primer libro, un opúsculo de poesía de cuarenta páginas que tituló
Tamerlane and Other Poems (Tamerlán y otros poemas), firmado: «By a Bostonian»
(«Por un bostoniano»). En el prólogo afirmó que casi todos los poemas habían
sido escritos antes de los catorce años.
Solo se imprimieron cincuenta copias, y el libro pasó prácticamente
desapercibido. Mientras tanto, su regimiento fue
destinado a Fort Moultrie en Charleston, a donde llegó el 8 de noviembre de
1827 a bordo del bergantín Waltham. Poe fue ascendido a artificiero, el soldado
encargado de preparar los proyectiles de artillería, y que cobraba doble paga.
Tras servir durante dos
años y obtener el grado de sargento mayor de artillería (el más alto rango de
suboficiales), trató de acortar sus cinco años de alistamiento, revelando su
verdadero nombre y circunstancias al oficial que estaba al mando de su unidad,
teniente Howard. Howard prometió ayudarle solo si Poe se reconciliaba con su
padrastro, y fue quien escribió a tal fin a John Allan buscando una
reconciliación entre ambos, pero Allan se mostró inflexible. Pasaron los meses
y las súplicas a Allan fueron
desoídas; parece que Allan ni
siquiera participó
a su hijo adoptivo la grave enfermedad que aquejaba a su esposa. Frances Allan
murió el 28 de febrero de 1829, y Poe solo pudo acudir a su casa el día siguiente
al funeral. Frente a su tumba, no pudo resistir el dolor y cayó inanimado.
Edgar, hasta el último
día de su vida, siempre
que se expresó sobre ella lo hizo con ternura.
Quizá suavizado por la muerte
de su mujer, Allan accedió
finalmente a ayudar a Poe a obtener el licenciamiento, aunque con la condición de que se alistase en
la Academia de West Point.
Poe fue finalmente
licenciado el 15 de abril de 1829, tras encontrar un sustituto que lo
reemplazase en su puesto. Antes de marchar a West
Point, se trasladó
a Baltimore para pasar un tiempo con su tía viuda, Maria Clemm (hermana de su
padre), su hija, Virginia Eliza Clemm (prima del poeta), su hermano William
Henry, y su abuela inválida, Elizabeth Cairnes Poe.
En ese tiempo, publicó
su segundo libro: Al Aaraaf, Tamerlane and Minor Poems (Baltimore, 1829).
El libro no fue del todo comprendido, y el autor fue en general fustigado; sin
embargo, el famoso crítico de la época John Neal tuvo comentarios elogiosos
para él: «Será el primerísimo en las filas de los verdaderos poetas», y la
también conocida Sarah Hale llegó a afirmar que «recordaba a un poeta no menor
que Shelley». Estas fueron las primeras lisonjas que halagaron los oídos del
bostoniano.
Viajó a West Point y se
inscribió como cadete el 1 de julio de 1830.
En octubre de ese mismo año,
John Allan se casó
en segundas nupcias con Louisa Patterson.
Este matrimonio, así
como las discusiones de Allan con su protegido, en las cuales solían salir a relucir los
hijos naturales de aquel, provocaron el distanciamiento definitivo entre ambos.
El poeta no aguantó
mucho tiempo la disciplina militar y provocó con su conducta que le juzgase una
corte marcial. El 8 de febrero de 1831 fue acusado de grave abandono del
servicio y desobediencia de las órdenes, al negarse a formar y no acudir a las
clases ni a la iglesia. Se declaró inocente para provocar directamente su
expulsión, a sabiendas de que hubiese sido encontrado culpable.
En ese mismo mes de
febrero partió hacia Nueva York, donde logró editar un tercer libro de poemas,
que tituló simplemente Poems. La publicación fue sufragada por sus compañeros
de West Point, muchos de los cuales donaron, a tal efecto, 75 centavos cada
uno. Poe logró así recaudar en total 170 dólares. Los compañeros se llevarían una
sorpresa, pues esperaban que los poemas fuesen del tipo satírico que Poe
escribía en West Point para burlarse de los oficiales al mando, y la obra es
netamente romántica. El libro fue impreso
por Elam Bliss, de Nueva York, y apareció como "Segunda edición" con la siguiente
dedicatoria: «Este
libro está
respetuosamente dedicado al Cuerpo de Cadetes de los Estados Unidos». El libro
reeditaba los poemas largos «Tamerlane» y «Al Aaraaf», además de seis poemas
inéditos, entre los cuales se hallaba la primera versión de «To Helen»,
«Israfel» y «The City in the Sea».
Regresó a Baltimore con
su tía, hermano y prima en el mes de marzo de 1831. Su hermano mayor, Henry,
que había estado delicado de salud, en parte debido a su alcoholismo, murió el
1 de agosto de 1831. Poe se instaló en la buhardilla que había compartido con su
hermano, y pudo trabajar con relativa comodidad. Su atención literaria, hasta
el momento enfocada en exclusiva a la poesía, va a trasladarse al cuento,
género más «vendible», lo cual en esos momentos era de importancia capital para
el escritor y su familia, que en los cuatro años
siguientes vivió «en condiciones de extrema pobreza».
Según ciertos testimonios,
los Poe en ocasiones sufrieron «falta
material de comida».
En 1834 murió su
padrastro sin dejarle herencia, cosa que, en lo económico, lo dejó ya para
siempre a sus propias expensas. Según Wilson, Poe buscaría siempre con ahínco
el éxito literario como compensación por la pérdida de prestigio social que
había significado su ruptura con aquel.
«Manuscrito hallado en
una botella» había llamado la atención de John P. Kennedy, un acaudalado
caballero de Baltimore, que ayudó a Poe a publicar sus historias, presentándolo
a Thomas W. White, editor del Southern Literary Messenger, de Richmond
(Virginia), periódico al que Poe estuvo muy vinculado. Llegó a ser redactor del
mismo en agosto de 1835; sin embargo, perdió el puesto al cabo de
pocas semanas al ser sorprendido en estado de embriaguez en varias ocasiones.
De regreso a Baltimore,
contrajo secretamente matrimonio con su prima Virginia Eliza Clemm el 22 de
septiembre de 1835. Ella contaba trece años en ese momento, aunque en el
certificado de matrimonio que se expidió meses después aparecía registrada con
una edad de veintiuno. Poe tenía veintiséis. Según su
biógrafo Joseph W. Krutch, Poe era impotente y por este motivo, aunque tal vez
inconscientemente, escogió por esposa a una niña de trece años, con la cual le
era imposible mantener relaciones maritales normales. Edmund Wilson afirma a
este respecto que no hay evidencias de ello, aunque sí de que, a causa de los
escrúpulos de Poe, el matrimonio de los dos primos resultó de algún modo
insatisfactorio, jugando un «extraño papel» en la obra del escritor.
Readmitido por White con
la promesa de mejorar su comportamiento, Poe volvió a Richmond con Virginia y
su tía y ya suegra, Maria Clemm. Se mantuvo en el Messenger hasta enero de
1837. Durante este periodo la tirada del periódico pasó de 700 ejemplares a varios
miles, debido a la fama adquirida por el escritor, ya de alcance nacional.
Publicó en él poemas, reseñas de libros, críticas literarias y obras
de ficción. Según Hervey Allen, Poe
desde luego no pasó
desapercibido en esa ciudad. Era un joven «atractivo, inquietante y estimulante». La severidad de sus
juicios provocaba prontas respuestas y comentarios, y aunque se granjeó
enemistades en algunos sectores, su presencia en la escena literaria y lo
incisivo de su estilo acrecentaron más y más su fama.
En mayo de 1836 se
celebró un segundo casamiento
con Virginia en Richmond; esta vez la ceremonia tuvo carácter público.
Poco después
trató de montar una casa de
huéspedes de la que se harían cargo su mujer y su
suegra. Su abandono de un puesto cómodo en el Southern Literary Messenger en
enero de 1837 se debió, según Hervey Allen, a que «siendo tan brillante, no era
persona apropiada para ocupar un puesto de subordinado».
En Nueva York, pese a
que logró publicar algunos relatos y reseñas, la situación económica acabó por
volverse insostenible y, a mediados de 1838, la familia volvió a mudarse, esta
vez al centro literario estadounidense de la época, la ciudad de Filadelfia
(Pensilvania), instalándose en una pobre pensión. Debido a las estrecheces que
pasaban, Poe se prestó a trabajos impropios de su talento, como la publicación
con su nombre de un texto de conquiliología, hecho que luego le acarrearía
grandes dificultades, ya que fue acusado de plagio.
Poe escribió el prefacio y la introducción. Este libro es hoy objeto de
veneración por los coleccionistas. Fue su quinta publicación.
Luego se trasladaron a
vivir a una casa más agradable, la primera vivienda digna desde los tiempos de
Richmond. La casa estaba en las afueras de la ciudad, y el escritor tenía que
caminar varios kilómetros diariamente para acudir al trabajo.
En este periodo de bonanza Poe desarrolló el germen de la novela policíaca a
través de sus relatos «Los crímenes de la calle Morgue», «El escarabajo de
oro», etc. Gran parte de su obra más importante apareció en el período del
Graham´s. A lo largo de los años
30 y 40 también
publicó obras de envergadura
(como los relatos «La cita», «Un cuento de las Montañas Escabrosas», «La caja
oblonga» y «El barril de amontillado») en la más importante revista de la
época, la Godey's Lady's Book, radicada en Filadelfia.
Una tarde de asueto de
enero de 1842, se produjo un acontecimiento decisivo en las vidas de Poe y
familia. Su esposa, Virginia, mostró los primeros signos de consunción propios
de la enfermedad hoy conocida como tuberculosis. Como extraído de una añeja
novela romántica, Julio Cortázar lo relata así en su biografía:
Poe y los suyos tomaban
el té en su casa, en compañía de algunos amigos. Virginia, que había aprendido
a acompañarse en el arpa, cantaba con gracia infantil las melodías que más le
gustaban a «Eddie». Súbitamente su voz se cortó en una nota aguda, mientras la
sangre manaba de su boca.
El propio marido
describió el hecho como la rotura de un vaso sanguíneo en su garganta.
Ella solo se recuperó
momentáneamente y el escritor
comenzó a beber más de la cuenta debido a
la ansiedad que le producía la enfermedad de su mujer. Hervey Allen apunta que
existe alguna evidencia de que en esa época Poe recurrió al láudano (que
contiene opio) para sobrellevar su depresión y que empezó a sufrir él también
graves problemas de salud.
En el mes de marzo de
1842 conoció personalmente en Filadelfia a su admirado Charles Dickens, a la sazón
de viaje en Estados Unidos. Tuvieron dos entrevistas, pero se desconoce lo
tratado en las mismas. Georges Walter sugiere que, aparte de sobre literatura
(Poe acababa de comentar en prensa la obra Barnaby Rudge del inglés), seguro
que hablaron acerca de derechos de autor; Dickens, siempre indignado por el
pirateo de sus obras en América, y Poe simplemente por no ser editado y también
por la ausencia de una legislación de copyright internacional. Dickens
regresaría años después a Estados Unidos tras la muerte de Poe. Según Walter,
«la visita que hizo entonces a Maria Clemm y la ayuda con que la gratificó
prueban que nunca olvidó al poeta americano vestido de negro».
Dejó el Graham's por
desavenencias con su editor, George Rex Graham, que había contratado a Rufus
Wilmot Griswold, viejo conocido de Poe, y trató de encontrar un nuevo empleo,
sobreviviendo a duras penas como escritor free-lance, pero finalmente la
familia regresó
a Nueva York. A partir de este momento Hervey Allen se refiere siempre a
Virginia Clemm como a una «inválida». En dicha ciudad Poe trabajó brevemente en
el Evening Mirror, y más tarde se convirtió en redactor jefe del Broadway
Journal, del que, con el tiempo, llegó a ser propietario.
Allí se granjeó la enemistad de muchos
escritores, entre otras cosas por acusar públicamente de plagio al laureado
poeta Henry Wadsworth Longfellow, aunque este nunca respondió a la acusación.
El 29 de enero de 1845,
su poema «El cuervo», inspirado en un pájaro parlanchín aparecido en la novela
Barnaby Rudge, de Charles Dickens, salió a la luz en el Evening Mirror,
convirtiéndose de la noche a la mañana en un gran éxito popular, el primero de
su carrera. Allen asegura que se trata sin duda del poema más famoso de la
literatura estadounidense. A partir de su aparición, Poe por primera vez llevó
una vida social normal, frecuentando los más importantes salones literarios de
la ciudad. Aunque convirtió
a su autor en una celebridad, Poe obtuvo solo nueve dólares por «El cuervo».
El Broadway Journal
cerró sus puertas por falta de liquidez en 1846. Poe se trasladó a una casita de campo
en Fordham, dentro del barrio del Bronx, Nueva York. Dicha casa, hoy conocida
como el Cottage de Poe, se encuentra en la esquina entre el bulevar Grand
Concourse y Kingsbridge Road. En ese tiempo de extrema penuria, durante las
horas nocturnas, la suegra del escritor se veía obligada a recoger verduras
clandestinamente en los huertos vecinos, para poder dar de comer a sus hijos.
Como se ha visto, esta situación venía de tiempo atrás. Según cierto estudio,
los ingresos de Poe en los tiempos en que trabajó en el Southern Literary
Messenger, en proporción, no le hubiesen permitido superar el equivalente al
nivel de pobreza del año 1981.
Virginia, que no había
podido superar la tuberculosis, murió allí el 30 de enero de 1847. Los amigos
de la familia recordarían después cómo Poe, cuya salud ya no se repondría del
todo, siguió el cortejo fúnebre de su mujer envuelto en su vieja capa de
cadete, que durante meses había constituido el único abrigo de la cama de
Virginia. Los biógrafos del escritor han sugerido
repetidamente que el tema frecuente en su obra de la muerte de una hermosa
mujer (Cfr. «El
cuervo»), parte de las varias pérdidas de mujeres a lo
largo de su vida, incluyendo la de su madre y su esposa.
Levin, a este respecto, menciona las muchas «heroínas póstumas» que jalonan la obra de Poe.
Pese a la desesperación
y el desvarío, en ese tiempo surgen de su pluma obras tan relevantes como el
poema «Ulalume» y el alucinado ensayo cosmogónico Eureka, décimo y último libro
publicado por el autor. En noviembre de 1848 intentará suicidarse con láudano,
pero este actuó de emético y el escritor se salvó.
Su postrer reencuentro,
en Richmond, con su antiguo amor de juventud, Sarah Elmira Royster,
lo animó una vez más a contraer matrimonio; la novia puso la condición de que abandonara sus
malos hábitos. La fecha de la
boda se concertó
finalmente para el 17 de octubre de 1849. Se vio al escritor en la ciudad de
Richmond entusiasmado, e incluso feliz. Es en ese momento cuando se le pierde
el rastro, hasta su última aparición en Baltimore.
El 3 de octubre de 1849,
Poe fue hallado en las calles de Baltimore en estado de delirio, «muy
angustiado, y necesitado de ayuda inmediata».
Fue trasladado por su viejo amigo James E. Snodgrass al Washington College
Hospital, donde murió el domingo, 7 de octubre, a las 5:00 de la madrugada.
En ningún momento fue capaz de
explicar cómo
había llegado a dicha
situación, ni por qué motivo llevaba ropas
que no eran suyas. La leyenda, recogida por Julio Cortázar y otros autores,
cuenta que en sus últimos momentos invocaba obsesivamente a un tal Reynolds
(acaso el explorador polar que había servido de referente para su novela de
aventuras fantásticas La narración de Arthur Gordon Pym), y que al expirar
pronunció estas palabras: «¡Que Dios ayude a mi pobre alma!».
Tanto los informes
médicos, como el certificado de defunción se perdieron.
Los periódicos de la época informaron de que
la muerte de Poe se debió a «congestión» o «inflamación» cerebral, el eufemismo
que solía utilizarse para los fallecimientos por motivos más o menos
vergonzantes, como el alcoholismo.
En 1875, los restos de
Poe fueron trasladados a este monumento, en Baltimore, donde descansan junto a
los de su esposa Virginia y su suegra María.
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