Greta Thunberg
Nació en Estocolmo,
Suecia, en enero de 2003, hija del actor Svante
Thunberg y la cantante lírica
Malena Ernman, quien representó
a Suecia en Eurovisión
2009. Su abuelo paterno, Olof Thunberg, también fue actor.
Greta cuenta que la
primera vez que oyó hablar del cambio climático fue en 2011, cuando tenía ocho
años, y no podía entender por qué se estaba haciendo tan poco al respecto. Tres
años más tarde se deprimió y se aletargó, dejó de hablar y comer, y
finalmente fue diagnosticada con síndrome de Asperger,
trastorno obsesivo-compulsivo y mutismo selectivo.
Si bien reconoce que su condición
«la ha limitado antes», no ve el síndrome de Asperger como
un problema, y en cambio lo considera un «súperpoder».
Es conocida por su
contundente manera de hablar, tanto a las multitudes como a los líderes políticos y asambleas
legislativas, instando a la acción inmediata para abordar lo que ella
describe como la «crisis
climática».
En su hogar Greta
persuadió a sus padres de que adoptaran varias opciones de estilo de vida para
reducir su propia huella de carbono, incluido renunciar a viajar en avión y no
comer carne. Thunberg afirma que sus padres dieron
respuesta a sus peticiones, y que cambiaron su estilo de vida, lo que le dio
esperanza, haciéndole creer que ella podría marcar la diferencia.
La historia familiar se
cuenta en Escenas del corazón, libro autobiográfico de Malena Ernman de 2018, donde esta
revela que su otra hija, Beata Mona Lisa Ernman, padece trastorno obsesivo
compulsivo y trastorno de oposición desafiante, además de trastorno de déficit
de atención con hiperactividad (TDAH). Sobre su hermana Beata, Greta Thunberg
ha dicho: «No es porque sea mi hermana, sino porque
es una persona fuerte y maravillosa. Es mi mejor amiga».
En uno de sus primeros
discursos exigiendo acciones para combatir el calentamiento global, Thunberg
explicó su mutismo selectivo como una condición que solo le permite hablar
cuando es necesario, y agregó: «ahora es uno de esos momentos».
Svante Thunberg, padre
de Greta, declaró el 30 de diciembre de 2019 a Radio 4 de la BBC que
inicialmente él no apoyó el activismo de su hija, pero que luego vio cómo eso
ayudó a vencer la depresión de su hija: «Ella había dejado de hablar, dejado de
comer y todas estas cosas», sostuvo Svante, quien agregó que en la nueva etapa
de activista: «Pude ver que Greta estaba muy feliz de hacerlo». En referencia a
él y su esposa, confesó: «No somos activistas climáticos, nunca lo fuimos. Obviamente
no teníamos ni idea (sobre) la crisis climática y ella (Greta) básicamente
pensó que éramos grandes hipócritas», y concluyó Svante Thunberg: «No lo hice
por salvar al clima, lo hice por salvar a mi hija».
Activismo
El 20 de agosto de 2018,
Greta Thunberg, quien entonces estaba en noveno grado, decidió no asistir a la
escuela hasta las elecciones generales de Suecia de 2018, que se celebrarían el
9 de septiembre, tras una ola de calor y de incendios forestales en Suecia.
Demandaba que el gobierno sueco redujera las emisiones de carbono con base en
lo establecido en el Acuerdo de París, por lo que decidió protestar sentándose
en las afueras del Riksdag todos los días durante la jornada escolar, junto con
un cartel que decía en sueco: «Skolstrejk för klimatet» («Huelga escolar por el clima»).
Después de las
elecciones, continuó protestando cada viernes, lo cual llamó la atención a
nivel internacional, e inspiró a jóvenes de todo el mundo a participar en
huelgas estudiantiles. En diciembre de 2018, más de veinte mil estudiantes
realizaron manifestaciones en más de 270 ciudades en varios países, incluyendo:
Alemania, Andorra, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá,
Chile, Colombia, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Italia, Japón,
México, Países Bajos, Reino Unido, Suiza y Uruguay.
En Australia, miles de estudiantes inspirados por Thunberg decidieron protestar
los viernes, ignorando las palabras del primer ministro Scott Morrison, sobre
«más aprendizaje en las escuelas y menos activismo».
Sobre las movilizaciones
de su hija, su padre declaró que respetaba su decisión: «podría quedarse en
casa y ser realmente infeliz, o protestar y ser feliz».
Esta situación
dividía a sus maestros, con
varios puntos de vista sobre el de faltar a clase para ir a protestar: «Como el resto de la
gente, piensan que lo que estoy haciendo es bueno, pero como maestros, dicen
que debería
dejar de hacerlo»,
dijo Thunberg.
En mayo de 2019 publicó
una colección de sus discursos de acción climática en un libro titulado: Nadie
es demasiado pequeño para marcar la diferencia, cuyos beneficios son donados a
obras de caridad.
También en mayo de 2019,
apareció en la portada de la revista Time, que la nombró «líder de la próxima
generación» y señaló que muchos la ven como un modelo a seguir. Thunberg y el movimiento de huelga escolar también aparecieron en un documental de treinta
minutos de la revista Vice titulado Make the World Greta Again. Algunos medios
han descrito su impacto en el escenario mundial como el «efecto Greta
Thunberg».
En julio de 2019, como
parte de una colaboración con la banda de rock británica The 1975, declaró:
«Estamos ante un desastre de sufrimientos acallados para enormes cantidades de
personas. Y ahora no es el momento de hablar cortésmente o centrarse en lo que
podemos o no podemos decir. Ahora es el momento de hablar con claridad (...)
ahora es tiempo de desobediencia civil. Es hora de rebelarse».
Los viernes 15 de marzo,
24 de mayo y 20 de septiembre de 2019, tuvieron lugar tres grandes
convocatorias de movilizaciones estudiantiles por todo el mundo y de
manifestaciones para pedir medidas efectivas que detengan el cambio climático,
siguiendo la convocatoria mundial del Viernes por el Futuro, promovido por
Greta Thunberg.
El 5 de noviembre de
2021, coincidiendo con la celebración de la COP26 en Glasgow, participó en una
manifestación organizada por Fridays for Future Escocia y ofreció a los
asistentes un discurso en el que describió la COP26 como un fracaso, un
"bla, bla, bla" y un greenwashing.
El 17 de enero de 2023,
Thunberg fue "retenida" por la policía alemana mientras participaba
de una protesta contra la demolición del pueblo minero de Lutzerath para
ampliar una mina de carbón a cielo abierto. La policía precisó que no fue detenida,
sino retenida para posterior identificación.
Recepción
internacional
En febrero de 2019, 224 académicos
firmaron una carta abierta de apoyo declarando que estaban inspirados por las
acciones de Thunberg y los niños en edad escolar en huelga al hacer oír su voz.
El Secretario General de
las Naciones Unidas, António Guterres, respaldó las huelgas escolares iniciadas por
Thunberg y admitió que "Mi generación no ha respondido adecuadamente al
desafío dramático del cambio climático. Esto lo sienten profundamente los
jóvenes. No es de extrañar que estén enojados". Hablando en un evento
en Nueva Zelanda en mayo de 2019, Guterres dijo que su generación "no
estaba ganando la batalla contra el cambio climático" y que depende de los
jóvenes "rescatar el planeta".
Políticos
Los entonces candidatos
presidenciales de los Estados Unidos Kamala Harris, Beto O'Rourke y Bernie
Sanders expresaron su apoyo después de su discurso en la cumbre de acción de
septiembre de 2019 en Nueva York. La canciller alemana, Angela Merkel, indicó que activistas jóvenes como Thunberg habían llevado a su gobierno
a actuar más
rápido sobre el cambio climático.
Thunberg también ha sido
atacada por políticos como el primer ministro australiano Scott Morrison,
la canciller alemana Angela Merkel,
el presidente ruso Vladímir
Putin, la OPEP (Organización
de Países Exportadores de
Petróleo) y repetidamente por el presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Las críticas abarcan desde
ataques personales hasta afirmaciones de que simplifica demasiado los complejos
problemas involucrados.
En octubre de 2019, Vladímir Putin describió a
Thunberg como una "niña amable y muy sincera", mientras
sugería que estaba siendo manipulada para servir a los intereses de los demás.
Putin la criticó por estar "mal informada": "Nadie le ha explicado a Greta que el mundo
moderno es complejo y diferente y que las personas en África o en muchos países
asiáticos quieren vivir con el mismo nivel de riqueza que en Suecia".
Similar a su reacción a Trump, Thunberg actualizó su biografía de Twitter para
reflejar la descripción que Putin le hizo. En diciembre de
2019, Thunberg tuiteó "Los pueblos indígenas están literalmente siendo
asesinados por tratar de proteger al bosque [sic] de la deforestación ilegal.
Una y otra vez. Es vergonzoso que el mundo permanezca en silencio sobre
esto". Cuando
se le preguntó sobre este tema dos días después, el presidente brasileño Jair
Bolsonaro respondió: "Greta dijo que los indios estaban muriendo porque
estaban tratando de proteger el Amazonas. Es impresionante cómo la prensa le da
voz a un mocoso". El mismo día, Thunberg cambió su descripción de
Twitter a "pirralha", la palabra
portuguesa para "mocoso" utilizada por Bolsonaro.
En septiembre de 2019,
Donald Trump compartió un video de Thunberg con enojo dirigiéndose a los
líderes mundiales, junto con su cita de que
"la gente está muriendo, ecosistemas enteros se están derrumbando. Estamos
en el comienzo de una extinción masiva". Trump escribió sobre
Thunberg, tuiteando: "Parece una niña muy feliz
que espera un futuro brillante y maravilloso. ¡Qué lindo de ver!" Thunberg
reaccionó cambiando su biografía de Twitter para que coincidiera con su
descripción, y afirmando que ella no podía "entender
por qué los adultos elegirían burlarse de los niños y los adolescentes por
simplemente comunicarse y actuar sobre la ciencia cuando podrían hacer algo
bueno". En diciembre de 2019, el presidente Trump nuevamente se
burló de Thunberg después de que la revista Time la nombrara Persona del Año
para 2019: "Tan ridículo", tuiteó
Trump. "¡Greta debe trabajar en su problema de
manejo de la ira y luego ir a una buena película clásica con un amigo!
¡Relájate, Greta, relájate!" Thunberg respondió cambiando su
biografía de Twitter a: "Una adolescente
que trabaja en su problema de manejo de la ira. Actualmente se relaja y mira
una buena película clásica con un amigo". En noviembre de 2020,
después de que el presidente Trump denunciara en repetidas ocasiones un
supuesto "fraude electoral", al encontrarse en desventaja en las
elecciones presidenciales, Thunberg le dedicó un tuit escribiendo: "Qué ridículo. Donald debe trabajar en su problema
de manejo de la ira y luego ir a ver una buena película clásica con un amigo.
Relájate, Donald, Relájate", las
mismas palabras con las que este se burló de ella.
En una entrevista con
Suyin Haynes en la revista Time, Thunberg abordó las críticas que recibió en
línea diciendo: «Es bastante gracioso cuando lo único que la gente puede hacer
es burlarse de ti o hablar sobre tu apariencia o personalidad, ya que significa
que no tienen discusión o nada más que decir».
Joe Biden, exvicepresidente de los EE. UU. y devenido candidato presidencial
demócrata en 2020, respondió al tuit del presidente
Trump burlándose
de Thunberg después
de que fue nombrada Persona del Año 2019 por la revista Time tuiteando: «¿Qué tipo de presidente
intimida a una adolescente? @realDonaldTrump, puedes aprender algunas cosas de
Greta sobre lo que significa ser un líder».
Prensa
En agosto de 2019, Scott
Walsman escribió en Scientific American que los detractores de Thunberg han
"lanzado ataques personales", "golpean su autismo" y
"confían cada vez más en ataques ad hominem para mitigar su
influencia". Escribiendo en The Guardian, Aditya Chakrabortty dijo que
columnistas como Brendan O'Neill, Toby Young, el blog Guido Fawkes, así como Helen Dale y Rod
Liddle en The Spectator y The Sunday Times habían estado haciendo "feos
ataques personales" a Thunberg.
Eventos
en los que ha participado
ü El
31 de octubre de 2018, participó en la manifestación organizada por el
movimiento Extinction Rebellion en Londres en la que declaró que "Mientras la humanidad se enfrenta a una crisis sin
precedentes nuestros líderes se comportan como niños".
ü El
24 de noviembre de 2018, ofreció una charla en TEDx Estocolmo
Thunberg habló
sobre el autismo como una forma de por qué no puede entender la inacción del gobierno y de la
ciudadanía con respecto a la amenaza climática. Concluyendo su charla, Thunberg
dijo: «Hemos estado hablando durante treinta años y
vendiendo ideas positivas. Y lo siento, pero no funciona. Porque si hubiera
sido así, las emisiones habrían bajado, pero no lo han hecho».
ü
El 4 de diciembre de 2018, Thunberg
ofreció un discurso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático de 2018 (COP24), que se estaba celebrando en Katowice (Polonia). Este
discurso obtuvo notoriedad en numerosos medios de comunicación alrededor del
mundo. El 12 de diciembre de 2018, Thunberg realizó otro discurso ante la
asamblea plenaria de la COP24, declarando:
ü
Mi nombre es Greta
Thunberg. Tengo 15 años. Soy de Suecia. Hablo en nombre de Climate Justice Now
(...) Ustedes solo hablan del crecimiento económico verde y eterno, porque
tienen demasiado miedo de no ser populares. Solo hablan sobre seguir adelante
con las mismas malas ideas que nos metieron en este desastre, incluso cuando lo
único sensato que pueden hacer es poner el freno de emergencia. No son lo
suficientemente maduros para decir las cosas como son. Incluso esa carga nos la
dejan a nosotros los niños. Pero a mí no me importa ser popular. Me preocupo
por la justicia climática y por el planeta (...) Nuestra biósfera se está
sacrificando para que las personas ricas en países como el mío puedan vivir de
lujo. Son los sufrimientos de muchos los que pagan por el lujo de unos pocos
(...) Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están
robando su futuro ante sus propios ojos (...) Necesitamos mantener los
combustibles fósiles en el suelo y debemos centrarnos en la equidad. Y si las
soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez
deberíamos cambiar el sistema en sí mismo. No hemos venido aquí a rogar a los
líderes mundiales que se preocupen. Nos han ignorado en el pasado y nos
volverán a ignorar. Nos hemos quedado sin excusas y nos estamos quedando sin
tiempo. Hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando, les
guste o no. El verdadero poder pertenece a la gente. Gracias.
ü Greta Thunberg ante la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas,
2018
Huelgas
estudiantiles por el cambio climático en Berlín.
En enero de 2019, Greta
Thunberg se embarcó junto con su padre en un viaje de 32 horas en tren hacia
Zúrich, Suiza, para participar en la Asamblea Anual del Foro Económico Mundial,
que se celebró en la ciudad de Davos, y que congregaba a representantes de
múltiples empresas, académicos, líderes de opinión y medios de comunicación de
todo el mundo. Al llegar a Suiza, junto con un grupo de jóvenes seguidores, se
«sentaron» en las afueras de la sede en donde se iba a realizar el evento, como
protesta por el cambio climático. A diferencia de los demás invitados de la
asamblea, quienes fueron a hospedarse en hoteles, Thunberg decidió hacerlo en
una instalación temporal llamada Arctic Basecamp, ubicada en las montañas de la
ciudad. Al llegar al evento, fue recibida por la directora gerente del Fondo
Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde.
El 24 de enero, Thunberg fue miembro de una sesión en la que participó junto con el cantante
Bono, la economista Christiana Figueres, la antropóloga Jane Goodall y el
economista Kengo Sakurada.
El 26 de enero, fue
partícipe en una sesión llamada «Preparándonos para la alteración climática»,
en la que también participó el Presidente del Banco Nacional de Francia,
François Villeroy, y el consejero delegado de la compañía estadounidense
Expedia, Mark Okerstrom. Allí, Thunberg realizó otro discurso que, al igual que
el realizado en la COP24, obtuvo notoriedad mundial:
Nuestra
casa está en llamas. Según el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
el Cambio Climático), estamos a 12 años de no poder resolver nuestros errores.
En Davos, a la gente le gusta hablar sobre el éxito, pero su éxito financiero
ha tenido un precio inimaginable, y en cuanto al cambio climático, debemos
reconocer que hemos fracasado. Todos los movimientos políticos en su forma
actual ya lo han hecho, y los medios de comunicación no han logrado generar una
mayor conciencia pública sobre el tema. Pero el homo sapiens aún no ha fallado.
Sí, estamos fallando, pero aún hay tiempo para cambiar todo (...) Resolver el
cambio climático es el desafío más grande y complejo que ha enfrentado el homo
sapiens. La solución, sin embargo, es tan simple que incluso un niño pequeño
podría entenderla. Tenemos que detener nuestras emisiones de gases de efecto
invernadero (...) O bien, evitamos que las temperaturas aumenten sobre los 1,5
°C o no lo hacemos. O evitamos la reacción en cadena de los ecosistemas que se
deshacen o no lo hacemos. O elegimos continuar como civilización o no. Los
adultos dicen: 'Tenemos que dar esperanzas a la próxima generación'. Pero no
quiero tu esperanza, ni quiero que la tengas. Quiero que entres en pánico, que
sientas el miedo que yo siento todos los días, y luego quiero que actúes (...)
Quiero que actúes como si tu casa estuviera en llamas, porque eso es lo que
está pasando.
Greta
Thunberg ante la Asamblea Anual del Foro Económico Mundial, 2019
El 21 de febrero de
2019, Thunberg participó en una conferencia del Comité Económico y Social
Europeo, donde advirtió a la Unión Europea de que sus metas de reducción de
emisiones para 2030 no eran suficientes para evitar las peores consecuencias
del calentamiento global. Después se manifestó por el clima junto con
otros 7.500 estudiantes en una concentración convocada en Bruselas.
El 15 de marzo de 2019,
millones de personas en todo el mundo realizaron una huelga mundial, como
rechazo a la pasividad de los gobiernos mundiales en la aplicación de políticas
y leyes que velen realmente por el medio ambiente y hacer caso omiso a los
efectos que ha propiciado el cambio climático, tales como una mayor
probabilidad de desastres naturales, temperaturas extremas y escasez hídrica.
La huelga fue ideada y encabezada por el movimiento Viernes por el Futuro, bajo
el liderazgo de Greta Thunberg. La marcha se llevó a cabo en varias ciudades de 123 países
alrededor del mundo, en un total de 2.000 manifestaciones, la mayoría
realizadas de forma organizada y pacífica. En total, la marcha 15-M congregó
entre 1,5 y 2 millones de personas en todo el mundo y contó con el apoyo de
12.000 científicos alemanes, suizos y austríacos.
En mayo de 2019,
Thunberg se reunió con Arnold Schwarzenegger, el secretario general de Naciones
Unidas António Guterres y el presidente de Austria Alexander Van der Bellen en
una conferencia organizada por Schwarzenegger. Citando el más reciente informe
del IPCC, Thunberg dijo: «Si no hemos culminado los cambios necesarios para
aproximadamente el año 2030, desencadenaremos probablemente una reacción en
cadena irreversible y fuera del control humano. Pasaremos a un punto de no
retorno que será catastrófico». 17.000 personas procedentes de 30 países
diferentes asistieron al evento.
El 23 de julio de 2019,
Thunberg ofreció un discurso en la Asamblea Nacional de Francia en el que
denunció que el movimiento del que forma parte era blanco «de amenazas y burlas
por citar cifras y hechos científicos» y retó a «aquellos que dicen que
exageramos» a leer el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos
de la ONU.
Según informa la BBC de
Londres, gracias al dinero de la familia real de Mónaco, propietaria del
sofisticado velero, el 14 de agosto de 2019, Thunberg inició una travesía por el océano Atlántico a bordo del velero
Malizia II con la intención
de llegar a Estados Unidos para participar en la Cumbre sobre la Acción
Climática que tenía previsto celebrarse en Nueva York el 23 de septiembre de
2019 y en otros eventos relacionados con el clima. En el velero le acompañaron
Pierre Casiraghi (dueño de la embarcación), Boris Herrmann (que se alternó al
timón con Casiraghi), su padre Svante Thunberg, y el documentalista sueco
Nathan Grossman. Thunberg decidió viajar en el Malizia II para evitar las
emisiones contaminantes de los aviones. Thunberg llegó a Nueva York el 28 de
agosto de 2019.
El 23 de septiembre de
2019, Thunberg ofreció un discurso en la sede de Naciones Unidas en Nueva York,
donde había sido invitada para participar en la Cumbre sobre la Acción
Climática ONU de 2019. En su discurso, Thunberg
ofreció cifras sobre los efectos del calentamiento global y añadió comentarios
como: «Estos datos son demasiado incómodos y ustedes no son los suficientemente
maduros para decirlo tal y como es» y «Nos están fallando, pero los jóvenes
están empezando a entender su traición. Si eligen fallarnos, yo les digo: nunca
les perdonaremos. El cambio viene, les guste o no».
El 13 de noviembre de
2019, Greta Thunberg partió del puerto de Hampton (Virginia) con intención de
llegar a Madrid para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático de 2019 (también conocida como COP25). Esta travesía la llevó a cabo a bordo del
catamarán La Vagabonde,
propiedad de Riley Whitlum y Elayna Carausu, quienes le acompañaron junto con su padre
y la tripulante profesional británica Nikki Henderson. Thunberg llegó a Lisboa el 3 de
diciembre de 2019. Desde la capital
portuguesa viajó
a Madrid en tren, donde llegó
el 6 de diciembre. En la capital española participó en la llamada «Marcha por el Clima» y
ofreció un discurso en la
mencionada COP25 en el que aseguró que "la esperanza no vendrá de los Gobiernos ni de
las grandes corporaciones, sino de las personas, que están empezando a
despertar".
El 21 de enero de 2020
Thunberg participó en la asamblea anual del Foro Económico Mundial de Davos. En
una de su intervenciones pidió detener de forma inmediata todas las inversiones
en exploración y extracción de combustibles fósiles y todos los subsidios a
estos combustibles.
El 4 de marzo de 2020
Thunberg participó en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo
donde consideró como una rendición el proyecto de ley climática europea.
Durante unas protestas
contra las minas de carbón en la ciudad de Lützerath, Alemania, fue detenida
por la policía local por instigar a los manifestantes y por resistencia.
«Efecto
Greta Thunberg»
v Thunberg
ha inspirado a multitud de jóvenes en lo que se ha descrito como el «efecto
Greta Thunberg». En respuesta a su
postura abierta, varios políticos
también han reconocido la
necesidad de centrarse en el cambio climático. El secretario de Medio Ambiente de
Gran Bretaña,
Michael Gove, dijo: «Cuando
te escuché, sentí una gran admiración, pero también responsabilidad y culpa.
Soy de la generación de tus padres y reconozco que no hemos hecho lo suficiente
para abordar el cambio climático y la crisis ambiental más amplia que ayudamos
a crear». El político laborista Ed Miliband, responsable de la introducción de
la Ley de Cambio Climático de 2008, dijo: «Nos han despertado. Les damos las
gracias. Todos los jóvenes que se declararon en huelga han sostenido un espejo
en nuestra sociedad. Nos han enseñado a todos nosotros una lección realmente
importante. Te has destacado entre la multitud».
En junio de 2019, una encuesta de YouGov en Gran Bretaña encontró que la preocupación pública por el medio
ambiente se había
disparado a niveles récord
en el Reino Unido desde que Thunberg y Extinction Rebellion habían «atravesado
la burbuja de la negación».
v En
agosto de 2019, se informó una duplicación en el número de libros para niños
publicados que abordan la crisis climática, con un aumento similar en las
ventas de tales libros. Los editores atribuyen esto al «efecto Greta Thunberg».
v Inspirados
por Thunberg, ricos filántropos e inversores de los Estados Unidos han donado
casi medio millón de libras para apoyar a Extinction Rebellion y los grupos de
huelga escolar para establecer un fondo de emergencia climática. Trevor
Neilson, uno de los filántropos,
dijo que los tres fundadores se pondrían en contacto con amigos entre los
multimillonarios del mundo para donar «cien veces» más en las próximas semanas y meses.
v En
febrero de 2019, Thunberg compartió escenario con el entonces presidente de la
Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, donde él describió que «en el próximo
período financiero de 2021 a 2027, cada cuarto euro gastado dentro del
presupuesto de la UE se destinará a medidas para mitigar el cambio climático».
Los problemas climáticos
también jugaron un papel
importante en las elecciones europeas de mayo de 2019, ya que los partidos
verdes casi duplicaron su voto, para terminar en segundo lugar con un 21%,
aumentando su número
de diputados a 71.93 Muchas de las ganancias
provienen de países
del norte de Europa, donde los jóvenes han salido a las calles inspirados
por Thunberg. El resultado les da a los verdes la
oportunidad de ejercer influencia en el nuevo parlamento europeo.
v En
junio de 2019, Ferrocarriles Suecos (SJ) informaron que el número de suecos que
tomaban el tren para viajes domésticos había aumentado un 8% más que el año
anterior, lo que se consideró que reflejaba la creciente preocupación pública
sobre el impacto de volar en las emisiones de CO2 (Greta se niega a volar para
asistir a conferencias internacionales). Sentir vergüenza de tomar un avión
debido a su impacto ambiental ha sido descrito en las redes sociales como Flygskam
o «vergüenza de volar», junto con la etiqueta #jagstannarpåmarken, que se
traduce como #mequedoenelsuelo.
Premios,
condecoraciones y honores
En mayo de 2018, Thunberg fue una de las
ganadoras de la competición de Svenska Dagbladet, en relación con escribir un
artículo de debate sobre el clima para la población joven.
Fue una de las tres nominadas para el
premio "Héroe juvenil del medio ambiente" de 2018, patrocinado por la
World Nature's Fund.
Thunberg fue nominada por la compañía
eléctrica Telge Energi para el Children's Climate Prize, para niños y jóvenes
que promueven el desarrollo sustentable, pero declinó porque los finalistas
tendrían que volar hacia Estocolmo.
En noviembre de 2018, se le otorgó la
beca Fryshuset al Joven Ejemplar del Año.
En diciembre de 2018, la revista Time
incluyó a Greta Thunberg en la lista de los 25 adolescentes más influyentes del
mundo (apareciendo en el octavo lugar). Más adelante, la misma revista la mencionó entre las 100
personalidades más
influyentes del mundo en el año
2019.
El 8 de marzo de 2019, los tabloides
suecos Aftonbladet y Expressen posicionaron a Thunberg como la Mujer del Año en
Suecia, en una lista en la que estaban nominados la política Ebba Bush y la
deportista Frida Karlsson, entre otras.
El 14 de marzo de 2019, tres políticos
noruegos propusieron postular a Greta Thunberg para el Premio Nobel de la Paz,
debido a que su lucha contra el cambio climático no solo ha movido a millones
de personas alrededor del mundo, sino que también sería esencial para evitar
futuros conflictos bélicos ante la falta de recursos naturales. En febrero de
2020, dos parlamentarios suecos la nominaron de nuevo para el premio.
En 2019 Amnistía Internacional otorgó a
Greta Thunberg el premio anual de Embajador de Conciencia.
Greta Thunberg es doctora honoris causa
por la Universidad de Mons. La ceremonia de entrega
se celebró
en Mons el 10 de octubre de 2019. Thunberg no pudo acudir en persona a ser
investida pero agradeció
el honor mediante un mensaje grabado en vídeo.
El 12 de julio de 2019 la Real Sociedad
Geográfica Escocesa concedió a Thunberg la medalla Geddes Environment.
El 21 de julio de 2019 recibió el Premio
de la Libertad de Normandía. El presidente de esta región francesa, Hervé
Morin, reconoció que la activista sueca consiguió que la lucha contra el cambio
climático fuera un objetivo «colectivo».
El 25 de septiembre de 2019 le fue
concedido el Premio Right Livelihood.
El jurado de este galardón,
conocido como el «Nobel
alternativo»,
le premió por «inspirar y amplificar
las demandas políticas por una acción climática urgente que refleje hechos
científicos».
El 1 de octubre de 2019, la revista
Entomologist's Monthly Magazine publicó un artículo académico en el que se
identificaba una nueva especie de escarabajo (Nelloptodes gretae), que recibía
su nombre en honor de Greta Thunberg. El autor, el científico Michael Darby,
dijo que eligió el nombre porque estaba «inmensamente impresionado» por la
campaña ambiental de la adolescente sueca, y quería reconocer su contribución
sobresaliente para crear conciencia sobre los problemas ambientales.
El 4 de octubre de 2019, Desmond Tutu
anunció que la Fundación KidsRights otorgaba el Premio Internacional de la Paz
de los niños de 2019 a Greta Thunberg y a Divina Maloum. El galardón fue
entregado en una ceremonia el 20 de noviembre en La Haya.
Greta no pudo acudir a la entrega, pero aceptó el reconocimiento.
En octubre de 2019 Greta Thunberg rechazó
el premio medioambiental del Consejo Nórdico. El galardón llevaba aparejada una
dotación económica de 47 000 €. Thunberg manifestó: «Agradezco al Consejo
Nórdico esta distinción, es un gran honor, pero el movimiento climático no
necesita más premios, sino que los mandatarios y políticos escuchen a la
ciencia».
El 11 de diciembre de 2019 la revista
estadounidense Time la nombró «Persona del año», declarando que había logrado
crear un cambio de actitud global y se había convertido en el ícono de una
generación.
El 19 de diciembre de 2019 la revista
británica Nature la eligió como una de las «Nature´s 10».
Nature declaró que Thunberg era un catalizador climático, una adolescente sueca
que puso la ciencia del clima en primer plano, mientras canalizaba la ira de su
generación.
En 2019 Thunberg también ha sido
seleccionada como una de las 100 Mujeres (BBC) y una de las 100 mujeres más poderosas del mundo
según la revista Forbes.
En abril de 2020 Thunberg recibió el
Human Act Award 2020. Thunberg donó el dinero del premio a UNICEF para
luchar contra el COVID-19.
En julio de 2020 Thunberg recibió el
Gulbenkian Prize for Humanity. El importe del premio (1 millón de euros) lo
donó a través de su fundación a proyectos que combaten la crisis climática.
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