Concepción Michel
Llegó a ser un icono cultural que se relacionó con dos presidentes
y una amplia gama de los más destacados artistas de México, como: Diego
Rivera, Frida Kahlo, Guadalupe Marín, Tina Modotti, Elena Poniatowska y
Anita Brenner, entre otros.
Primeros años
Concepción Michel nació en 1899 en Villa
Purificación, Jalisco, México. Su abuelo, Louis Michel, fue uno de los caciques
de la costa jalisciense donde Concha nació. Después de su nacimiento, la familia se trasladó a Salina Cruz,
Oaxaca, donde su padre fue contratado para comerciar con buques. Era una niña precoz y sus padres la enviaron a la
edad de siete años a la escuela en el Convento de San
Ignacio de Loyola, que su abuelo había construido en el pueblo de Ejutla,
Jalisco. Permaneció allí cuatro años y aprendió a cantar y
tocar la guitarra, pero fue expulsada
después de incitar a otras
estudiantes a huir y tratar de prender fuego a uno de los santos. Quedó huérfana desde muy joven y su hermana
Albina, que era 15 años mayor, fue quien más la apoyó, cuando
aceptó una beca para estudiar ópera en el Conservatorio de Guadalajara. Las
fechas de los eventos durante este período, según Jocelyn Olcott, son difíciles
de identificar, pero Michel tuvo una hija antes de cumplir 15 años, vivió brevemente
en Nueva York, regresó a México, se casó, tuvo un hijo y se divorció.
Activismo
Michel se unió al Partido Comunista
Mexicano (PCM) en 1918 y comenzó una relación que duraría toda la vida con
Hernán Laborde, secretario general y primer diputado del Partido Comunista
Mexicano. Para 1925 había conseguido que el
gobierno se interesara en su proyecto de documentar canciones indígenas y de
1925 a 1926 viajó por todo el país para recopilar ejemplos del folclore y
canciones tradicionales para la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Decidió mudarse a Nueva York en 1932, donde asistió a la escuela de
Ciencias Sociales por cerca de un año. Mientras que estaba
en Nueva York cantó para John D. Rockefeller en una fiesta
de cumpleaños en su casa y asistió a una inauguración celebrada en el
Museo de Arte Moderno donde ganó 1200 dólares. Sus ganancias las utilizó para
viajar a Europa y la Unión Soviética.
Su propósito de ir a Rusia era estudiar
las condiciones de las mujeres en un país socialista, una vez allí conoció a
Alexandra Kollontai, Nadezhda Krupskaya y Clara Zetkin y también se encontró
con su amiga Tina Modotti. Cerca del final de
1933, Michel volvió de la Unión Soviética y fue contratada nuevamente por el
Programa de Misiones Culturales de la SEP como «organizadora rural». Sus planes eran
ayudar a las mujeres a adquirir tierras independientes de sus padres o maridos,
para que esos colectivos de mujeres pudieran cultivarlas como medio de
subsistencia. No era feminista,
aunque más adelante algunas
activistas la considerarían como protofeminista, pues apoyaba el
trabajo para disminuir las diferencias de género. Michel creía que el apoyo y
colaboración de los hombres en los proyectos de las mujeres eran vitales para
su éxito. De cualquier forma,
su franco desacuerdo con el Partido Comunista Mexicano en asuntos relacionados
con la mujer llevó a su expulsión del partido en 1933. Su respuesta fue
publicar un panfleto llamado Marxistas y «marxistas», donde explicaba sus
opiniones sobre «el asunto de la mujer».
En 1936, Michel condujo un grupo de cerca
de 250 mujeres que invadieron una de las propiedades del presidente Plutarco
Elías Calles, demandando que ahí debería de construirse un centro de
capacitación para mujeres, puesto que la revolución no les había dado nada a
las mujeres rurales. Los guardias del presidente retiraron a las mujeres
mientras Michel negociaba con él. Aunque sus reclamos no tuvieron éxito, se
ganó el apoyo de las autoridades y Lázaro Cárdenas, el sucesor de Calles, le
envió una misiva en la que le comunicaba que le otorgaría una propiedad para
fundar un centro de capacitación. En los siguientes años ayudó a reorganizar el
extinto Instituto Revolucionario Femenino, junto a otras comprometidas con el
tema de la mujer; fue secretaría de Acción Femenil de la Confederación
Campesina Mexicana de 1936 a 1939; y estuvo muy involucrada en la formulación
de políticas federales.
Arte revolucionario
El nombramiento de José Vasconcelos como
Secretario de Educación Pública en 1921 fue uno de los momentos clave en el
mundo del arte mexicano. Vasconcelos propuso que los mejores artistas del país
promovieran la filosofía y los ideales de la Revolución Mexicana para el
público en gran parte inculto. Los artistas de izquierda vieron este apoyo como
un medio para producir arte que reflejara intensamente la ideología comunista. Michel proporcionó el acompañamiento vocal a los
registros visuales del movimiento muralista mexicano realizados por Tina
Modotti, Aurora Reyes, Frida Kahlo y otros. Los
temas centrales del arte de este período eran exaltaciones al socialismo y
comunismo, los trabajadores y alusiones a la cultura indígena como cartucheras,
banderas, guitarras, manos, machetes, campesinos y clasismo de oposición.
El 3 de diciembre de 1929, Modotti abrió
una exposición en la Biblioteca Nacional de México y Concha Michel realizó una
presentación en la exhibición. Michel viajó por todo México con el
presidente Cárdenas, asistiendo a mítines y encuentros masivos, usando su música para promover
sus ideales políticos y contar historias de la revolución. Presentó a Diego Rivera con su futura esposa,
Lupe Marín; Marín, Modotti y Michel
serían modelos para
varias de las obras del pintor. En la última exposición de Kahlo en 1953,
Michel estaba a su lado.
Además de componer canciones, escribió
diez obras de teatro. Mientras viajó por el país con Cárdenas, recopiló
alrededor de 5000 canciones indígenas y luchó por encontrar quien estuviera
interesado en publicarlos. Finalmente, parte
de su colección de Cantos indígenas de México se publicó en 1951.
Puntos de vista
sobre las mujeres
A lo largo de su vida, Michel trabajó
para mejorar la vida de las mujeres. La suya no era una visión feminista;
prefería, en su lugar, concentrarse en la dualidad de la humanidad. No abogaba
por la igualdad, pero en cambio creía que era necesario que los hombres y las
mujeres trabajaran juntos reconociendo que sus roles tenían la misma
importancia.
En 1936 redactó y publicó junto a Juana
Belén Gutiérrez el opúsculo, La República Femenina, s.p.i. 1936. En él proponían
que la liberación femenina debía sustentarse en la propia naturaleza de las
mujeres, es decir en su capacidad de creación, y no en la imitación de las
actividades masculinas.
Junto con otras ocho mujeres, entre ellas
Aurora Reyes, Natalia Moguel y Antonieta Rascón, firmó un documento en la
década de 1980 que se llamaba La dualidad. En el documento, se pedía acción
mundial para reconocer la dualidad de hombre y mujer y pedir la inclusión de
mujeres y hombres en la lucha contra el patriarcado.
Vida privada
Cuando tenía alrededor de quince años,
Michel tuvo una hija llamada Yolia con un estudiante de derecho de Chihuahua de
nombre Fernando Cásares. Dejó a su hija en un hospicio para poder trabajar; la
niña contrajo neumonía y murió cuando tenía diecisiete meses. Cuando todavía
estaba de luto, se casó con Pablo Rieder, un austríaco-alemán que era veinte
años mayor, con quien tuvo un hijo a quien llamó Godofredo. La pareja se
divorció poco después del nacimiento del niño. En 1918, comenzó una relación con Hernán Laborde, que sería
su compañero de vida.
“Concha Michel perteneció al grupo de
mujeres comunistas y librepensadoras que lucharon a favor de la mujer no con
armas, sino preparando y concientizando a sus congéneres que carecían de
educación para que alcanzaran un lugar en el país y supieran defenderse de las
injusticias que se cometían en su contra”.
Olga Martha Peña
Licenciada en Letras
A la par de su activismo político, se
convirtió en pionera de la música reivindicadora y de la protesta social. Por
esta razón obtuvo fama internacional y realizó una gira en Estados Unidos. De
acuerdo con sus memorias, permaneció un año en la Escuela de Ciencias Sociales
de Nueva York; brindó conciertos en el John Reed Club y le cantó al empresario
petrolero John D. Rockefeller en 1932, además de participar en una inauguración
celebrada en el museo de Arte Moderno en Nueva York[3].
Gracias a los recursos económicos que
obtuvo, llevó a cabo una gira en 17 países europeos. Asimismo, en 1933, llegó a
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y cantó en diversas
organizaciones obreras sobre temas de la Revolución mexicana. Mientras tanto
analizó la situación social y política de las mujeres de un país socialista,
por lo cual concluyó: “La mujer rusa estaba tan amolada como la mexicana
comunista, cosa que les dije les gustara o no”. Esa experiencia fue complementada
con las posturas de las feministas marxistas Alexandra Kollontai, Nadia
Krúpskaya y Clara Zetkin[4].
Regresó a México en 1933 para seguir
participando en las misiones culturales establecidas por la secretaria de
Educación Pública (SEP). En la década de los 80, junto con ocho mujeres
organizó el movimiento “La dualidad”, que pretendía encontrar el equilibrio
entre hombres y mujeres[5]. En compañía de la activista y periodista Juana
Belén redactó y publicó un opúsculo, titulado La república femenina, donde se
proponía la liberación femenina a través de la creación de las mujeres, mas no
en la imitación de las actividades masculinas.
La SEP contrató a Concha Michel con el
objetivo de llevar a cabo un proyecto antropológico de amplio valor, donde la
artista se dedicó a recoger ejemplos y muestras de música folclórica: registró
sones, corridos, canciones y alabados; en su labor computó piezas en lengua
castellana y en lenguas indígenas; llegó a contar hasta con siete mil piezas.
Concha Michel falleció el 27 de diciembre
de 1990 en Morelia, Michoacán, a los 93 años. Con la finalidad de conmemorar su
lucha a favor del movimiento feminista en México, el 6 de octubre de 2022, la
Casa de los Sonidos de México presentó la conferencia “Concha Michel: una voz
en favor de la igualdad” en el auditorio Murray Schafer. Durante el evento se
resaltó su pertenencia a una generación de mujeres activistas, nacidas entre
1880 y 1910, que conformaron un primer movimiento feminista de izquierda en
México, aunque hay académicas especializadas en el tema que comentaron lo
siguiente: Michel no era feminista, más bien creía en la dualidad de la
sociedad, por lo cual hombres y mujeres se complementarían en el trabajo y en
sus roles sociales.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Concha_Michel


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