Bertha von Suttner
Von Suttner fue hija póstuma del conde
Franz Kinsky von Wchinitz und Tettau, muerto a los 75 años, poco antes de que
naciera ella, y Sophie von Körner. Bertha se crio con su madre Sophie
Guillermina, pariente lejana del poeta Theodor Körner, en un ambiente
aristocrático, en medio del militarismo del Imperio austrohúngaro.
La tradición militar de la familia de la
baronesa —su padre había sido mariscal de campo del Imperio y consejero
militar— puede haber sido una de las razones de su fuerte compromiso pacifista.
En su infancia fue criada y educada por
un tutor que era miembro de la corte austríaca, y compaginó viajes con el
aprendizaje de idiomas -estudió alemán, francés, italiano e inglés- y piano.
Tras las dificultades para mantener el
nivel de vida por parte de su madre, von Suttner empezó a trabajar como
institutriz a partir de 1873 en casa del barón Karl von Suttner,
un empresario de Viena haciéndose cargo de la educación en idiomas y música de sus cuatro
hijas. Su madre quería que hiciera un matrimonio ventajoso
económicamente, pero
Bertha se negó y anuló el compromiso con el barón Gustav von
Heine-Geldern. Bertha se enamoró de su hijo Arthur Gundaccar von Suttner, el
primogénito de la familia von Suttner, siete años más joven que ella pero la
familia no sólo se negó a aceptar la relación por la diferencia de edad sino
también porque poco podía aportar Bertha más allá de su título.
En 1876 fue despedida. Bertha localizó un
anuncio en el periódico en el que un adinerado caballero en París buscaba una
secretaria. Su trabajo como
secretaria privada de Alfred Nobel, se redujo a pocos días; sin embargo, desarrolló una intensa relación de amistad que
perduró hasta que éste falleció en 1896. Se
reunieron por última vez tras una conferencia que ella dio en Zúrich en 1892 pero
mantuvieron el intercambio epistolar.
Von Suttner volvió a Viena, donde se casó
en secreto con Arthur Gundaccar von Suttner el 12 de junio de
1876 en Gumpendorf en contra de la voluntad familiar. Como consecuencia, Arthur
fue desheredado y la pareja se trasladó al Cáucaso durante nueve años. Allí, en Georgia, con la princesa Ekaterina
Dadiani von Mingrelien vivieron a duras penas de pequeños trabajos como la
escritura de novelas de entretenimiento o las traducciones. Durante esta época Bertha escribió Es Löwos, una descripción poética de la vida
juntos y cuatro novelas. Su primera novela fue Inventario del alma (1883) en la
que trasladó un balance de pensamientos e ideas sobre lo que ella y su esposo
habían estado leyendo especialmente de autores evolucionistas como Darwin y
Spencer, incluida la idea de una sociedad que lograría el progreso a través de
la paz.
Al estallar la guerra ruso-turca de
1877-78, Arthur comenzó a publicar con éxito novelas sobre la guerra, el país y
sus gentes en los semanarios alemanes. El mismo año, en 1877, Bertha von
Suttner empezó su actividad como periodista y alcanzó, con el seudónimo de B.
Oulet, un gran éxito similar al de su marido. Ella escribió para los periódicos
austriacos historias breves y ensayos, su marido reportajes de guerra y de
viaje.
En 1885 regresaron definitivamente a
Austria; se reconciliaron con su familia y se instalaron en
la residencia familiar en Harmannsdorf, Baja Austria. La mayor parte de su obra
data de esta época.
Activismo pacifista
En Austria Bertha von Suttner continuó su
obra periodística centrándose en los temas de paz y guerra. En 1886 escribió el
libro High Life en el que abordó el respeto del hombre y su libre albedrío.
Poco después a través del filósofo francés Ernest Renan, conoció la existencia
de la Asociación Internacional de Arbitraje y Paz, fundada por el británico
Hodgson Pratt en 1880 que defendía el diálogo y la mediación frente al uso de
las armas.
Bertha von Suttner recibió la influencia
de naturalistas como Henry Thomas Buckle, Herbert Spencer o Charles Darwin1 y su teoría de la evolución. El pacifismo de
Suttner es un pacifismo ético fundado en la capacidad moral del
hombre para comprender que la guerra no debe seguir utilizándose. Se integra en
las ideas liberales de su época y su fe en el progreso humano,
manifestando un profundo humanismo.
Su segunda novela sobre la temática fue
Das Maschinenzeitalter (La era de las máquinas) publicada a principios de 1889,
siendo uno de las primeras obras en predecir los resultados del nacionalismo
exagerado y los armamentos.
En 1889, a los 46 años, publicó la novela
Die Waffen nieder! (¡Abajo las armas!), que se convirtió rápidamente en un clásico del movimiento
pacifista internacional y se tradujo a varios idiomas. En la obra describe la
guerra desde el punto de vista de una mujer, suscitando numerosos debates sobre
el militarismo y la guerra. Fue adaptada al cine en 1914 por Holger-Madsen y
Carl Theodor Dreyer, con el título Ned Med Vaabnene.
Tras la publicación de ¡Abajo las armas!
Bertha se convirtió en una líder del movimiento por la paz dedicando gran parte
de su tiempo a esta causa a través de sus escritos, conferencias y participando
en reuniones y congresos internacionales.
En invierno de 1890-91 la pareja von
Suttner realizó una estancia en Venecia donde Bertha von Suttner impulsó la
creación de una "Sociedad de la paz de Venecia" (Friedensgesellschaft
Venedig). Conoció al marqués Benjamino Pandolfi, gracias al cual se reunió con
otros representantes de las conferencias "interparlamentarias", las
cuales recibieron a partir de 1910 el nombre de Unión Interparlamentaria.
En 1891 fundó la Asociación Austríaca por
la Paz que presidió. En 1892 fundó y dirigió hasta 1899 la
revista internacional Die Waffen nieder! (¡Abajo las armas!), que tenía el nombre de
su novela más conocida.
En 1892 le prometió a Alfred Nobel que le
mantendría informado sobre el progreso del movimiento de paz e intentó
convencerlo de su importancia y efectividad. Su carta está considerada génesis
del Premio Nobel de la Paz. En enero de 1893
recibió una carta
contándole la idea de un premio de la paz. Nobel, que murió en 1896 estableció
en su testamento destinar una parte importante de su fortuna a un fondo para
premiar a las personas destacadas de manera excepcional por su compromiso en la
paz, la ciencia y la literatura.
Bertha y su esposo continuaron trabajando
en busca de apoyo para la Conferencia de Paz de La Haya de 1899 reunida por
iniciativa del zar Nicolás II. En 1902 a pesar de la muerte de Arthur decidió
seguir adelante con el trabajo con el empeño de demostrar a los jefes de Estado
de los distintos países europeos la necesidad de resolver los problemas
políticos con otras acciones más allá de la guerra.
Era candidata al Premio Nobel de la Paz
desde que en 1901 se entregó por primera vez este premio. Finalmente, como reconocimiento a sus
trabajos, en 1905 recibió el galardón por su gran aportación a la defensa de la
paz y de la Unión Europea.
En los años siguientes, jugó una papel
prominente en el Comité de amistad anglo-alemán formado en el Congreso de la
Paz de 1905 para la reconciliación anglo-alemana y advirtió sobre los peligros
de la militarización de China y la utilización de la aviación para un rápido
desarrollo como un instrumento militar. Contribuyó en conferencias, artículos y
entrevistas al club internacional establecido en la Conferencia de Paz de la
Haya de 1907 para promover los objetivos del movimiento entre los delegados de
la Conferencia y el público en general.
En 1910 publicó un volumen de Memorias y
en 1912, cuando tenía casi 70 años realizó una segunda gira de conferencias por
Estados Unidos. En 1913 ya afectada por el cáncer de estómago que padecía,
participó en el Congreso Internacional de la Paz en La Haya donde recibió el
reconocimiento por su trabajo.
Murió el 21 de junio de 1914, a los 71
años, poco antes del comienzo de la I Guerra Mundial. Fue incinerada en Gotha.
La guerra desde la
mirada de las mujeres
La obra más relevante de Bertha von
Suttner es Die Waffen nieder, (1889) traducido como ¡Abajo las armas! conecta
con el movimiento por la defensa de los derechos de las mujeres. Su
protagonista, Martha, sufre todos los horrores de la guerra y a menudo se
enfrenta a su padre por este tema. Se trata de un relato naturalista de las
campañas bélicas de 1859, 1864,
1866 y 1870/1876.
Martha no quiere que su hijo juegue con
soldados y sea adoctrinado con las ideas masculinas de la guerra. El padre de
Martha intenta colocar a su hija en el lugar que cree que corresponde a las
mujeres sugiriendo que su nieto que no necesita la aprobación de una mujer.
Bertha von Suttner pone de relieve la angustia de las mujeres cuyos maridos e
hijos perdían la vida o quedaban mutilados en el campo de batalla además de cuestionar a
una sociedad que considera virtudes positivas el coraje combativo y el orgullo
de ser soldado.
La novela escrita con el objetivo de
difundir las ideas pacifistas de la autora, con una acusación real e implícita
del militarismo logra empatizar con el público.
En un discurso en el Consejo
Internacional de Mujeres Bertha manifiesta haber oído decir en muchas ocasiones
que las mujeres no deben meterse en política, y que los asuntos de la guerra y
la paz están más allá de su comprensión e insta a todas las mujeres a
implicarse a fondo en la causa de la paz y a utilizar todos los medios a su
alcance en pro del arbitraje internacional.
Homenajes
·
Stefan Zweig honró su memoria en 1917 durante el Congreso
internacional de las mujeres para la comprensión entre los pueblos en Berna.
·
Numerosas ciudades de Austria y Alemania han dado su nombre a
escuelas, plazas o calles.
·
La pacifista aparece asímismo en el billete de 1000 chelines
en 1966.
·
Austria la recordó grabando su retrato en las acuñaciones
austríacas de la moneda de 2 euros.
·
En su memoria ha sido bautizado un asteroide, (12799) von
Suttner.
Obra en español
¡Abajo las armas! Edición de Olga García.
Editorial Cátedra 2014. ISBN 978-84-376-3222-3
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Bertha_von_Suttner
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