Rabindranath Tagore
Tagore nació en
Jorasanko (Calcuta), hijo de Debendranath Tagore y de Sarada Ravat.
Debendranath Tagore formuló la fe Brahmo propagada por su amigo, el rajá
reformador Rammohun Roy. Debendranath se convirtió en la figura central de la
sociedad Brahmo después de la muerte de Roy, a quien respetuosamente se le
trataba de maharishi por parte de sus seguidores. Continuó liderando el Adi
Brahmo Shomaj hasta su muerte.
Tagore fue el menor de
catorce hijos. De niño, vivió en una atmósfera de publicación de revistas
literarias y de representaciones musicales y de teatro. De hecho, los Tagore de
Jorasanko eran el centro de un extenso grupo social amante del arte. El hermano
mayor de Tagore, Dwijendranath, era un respetado poeta y filósofo. Otro de los
hermanos, Satyendranath, fue el primer miembro de etnia india admitido en el
elitista y antiguamente formado solo por blancos Servicio civil indio. Además,
otro hermano, Jyotirindranath Tagore, era un músico de talento, compositor y
autor de obras. Entre sus hermanas, Swarna Kumari Devi se ganó fama como
novelista por su propio derecho. La esposa de Jyotirindranath, Kadambari, que
tenía casi la misma edad que Tagore, fue una querida amiga y tuvo una poderosa
influencia sobre él. Su abrupto suicidio en 1884 le dejó fuera de lugar durante
varios años y marcó profundamente el timbre emocional de la vida literaria de
Tagore.
En 1878, Tagore viajó a
Brighton en Inglaterra para estudiar en un colegio privado. Más tarde, estudió
en el University College de Londres. Sin embargo, no terminó sus estudios y
dejó Inglaterra después de una estancia de un año. Esta exposición a la cultura
inglesa y a su lengua se filtraría en sus primeros escarceos con la tradición
de la música bengalí para crear nuevas formas de música. A pesar de eso, Tagore
no abrazó nunca completamente las rígidas normas inglesas ni la estricta
interpretación de la tradicional religión hindú por parte de su familia en su
vida o en su arte, eligiendo en su lugar tomar lo mejor de ambas esferas de
experiencia.
Vida
en Shelaidaha
En el 9 de diciembre de
1883 Tagore se casó con Mrinalini Devi cuando ella tenía aproximadamente 10
años. La pareja tuvo dos hijos (Amir Tagore, Harun Tagore Ravat) y tres hijas,
varios de los cuales murieron en sus primeros años. Por esa época, se había
convertido en el centro de atención del mundo literario con varias obras,
incluyendo un poema largo adaptado al estilo Maithili del que fue pionero
Vidyapati, que a su vez reclamaba que pertenecía al poeta perdido llamado Bhanu
Simha. Su reputación se consolidó con recopilaciones como Sandhya Sangit
(1882), que incluye el famoso poema Nirjharer Svapnabhanga (El grito de la
cascada).
En 1890 Tagore se marchó
a gestionar las propiedades familiares en Shilaidaha, una región estuaria
situada en el actual Bangladés, donde vivió en una casa-barco sobre el sistema
tributario del río Padma. Trabajos de este periodo tales como Sonar Tari
(1894), Chitra (1892) y Katha O Kahini (1900), terminaron de mostrarle como poeta.
Además, estaba ganándose también una reputación como ensayista, escritor de
obras y de historias cortas, reflejando la vida del pueblo que veía a su
alrededor, haciéndole obtener considerables elogios.
Vida
en Santiniketan
En 1901 Tagore dejó
Shilaidaha y se trasladó a Santiniketan en Bengala Occidental, donde puso en
funcionamiento una escuela experimental. Su padre le había dejado propiedades
en este lugar. Esta escuela, establecida según la tradicional estructura
brahmacharya de los estudiantes viviendo junto a su gurú en una comunidad
autosuficiente, fue un imán para grupos internacionales de talentosos
estudiantes, artistas, lingüistas y músicos. Tagore dedicó prodigiosas
cantidades de energía a obtener fondos para esta escuela (utilizando por ejemplo
lo ganado en el Nobel). Hoy en día la institución es conocida como Universidad
Visva Bharati (বিশ্বভারতী, 'India en el
mundo'), bajo el control del gobierno indio.
Continuó escribiendo,
con obras tales como Naivedya (1901) y Kheya (1906), que fueron publicadas
durante ese periodo. Desafortunadamente, su mujer murió, y también lo hicieron
una de sus hijas más queridas y un hijo, dejándole destrozado. Por ese
entonces, ya tenía un amplio número de seguidores entre los lectores bengalíes.
También se llevaron a cabo algunas traducciones de sus obras, pero eran a
menudo de mediocre calidad.
Viajes
al extranjero
En respuesta a algunos
admiradores ingleses, tales como el pintor William Rothenstein, Tagore comenzó
a traducir algunos de sus poemas en verso libre. En 1912, marchó a Inglaterra
llevando con él un puñado de sus traducciones. En las conferencias que allí
dio, estos poemas conmovieron a varios ingleses, más notablemente al poeta
anglo-irlandés W. B. Yeats y al misionero inglés Charles F. Andrews (protegido
de Gandhi).
Yeats escribiría
posteriormente el prefacio a la versión inglesa de Gitanjali, y Andrews pasó
con él un breve periodo en la India. El Gitanjali en su versión inglesa fue
posteriormente publicado por la Sociedad India con un deslumbrante prólogo de
Yeats. En noviembre de ese mismo año se sorprendió al serle concedido el premio
Nobel de literatura, por un conjunto relativamente escaso de obras traducidas,
cuyo centro era el Gitanjali'.
Su creciente prestigio
le permitió viajar por todo el mundo impartiendo conferencias, lo que le
facilitó el contacto con numerosos intelectuales de la época y enriqueció
muchísimo su visión del mundo y sus escritos. Junto con Charles F. Andrews y
W.W.Pearson, Tagore se embarcó en 1916 en un circuito de conferencias que le
llevó a Japón y los Estados Unidos. Sus traducciones se multiplican. Durante un
descanso de cuatro meses en Japón, Tagore escribió «De camino a Japón» y «En
Japón», que fueron recogidos posteriormente en el libro Japanyatri. Durante
este viaje, Tagore denunció el chovinismo nacionalista y los nacionalismos
beligerantes de forma mundial, incluyendo el de los propios japoneses y estadounidenses.
También sería autor del
ensayo Nacionalismo en la India, enfocando el tema desde el punto de vista de
su tierra natal. Esta posición le hizo recibir muchas críticas, aunque también
le hizo ganar los elogios de pacifistas como Romain Rolland.
Las labores de Tagore
como asistente y mentor en Shantiniketan le tuvieron ocupado durante los
siguientes años, dando clases por la mañana y elaborando personalmente los
libros de texto de los alumnos durante las tardes.
Durante un viaje
frustrado al Perú, debe pasar el verano de 1924 en Argentina. La escritora
Victoria Ocampo le dará alojamiento, visitándola frecuentemente en el actual
museo Villa Ocampo. En 1925, viaja a Italia, luego a Suiza, Austria,
Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Yugoslavia, Bulgaria y Grecia. Pasa a Egipto,
salta a Rusia y Canadá, antes de volver a Inglaterra. En 1927, Tagore junto con
dos compañeros se embarcó en un tour de cuatro meses por el sureste asiático,
visitando lugares tales como Bali, Java, Kuala Lumpur, Malaca, Penang, Siam y
Singapur. Los diarios de viaje que escribió durante este tiempo fueron
recopilados en su obra Jatri. En abril de 1932 Tagore fue invitado a ser
huésped del sah iraní Mohammad Reza Pahlevi.
Tagore escribió varias
canciones apoyando el movimiento indio de independencia. Tras la masacre de
Amritsar en 1919, en señal de protesta, rechazó el título de caballero de la
Orden del Imperio Británico que anteriormente le había concedido Jorge V en 1915.
Su sentimiento profundo era que la nación solamente podía ser despertada por
medio de la educación para todas las personas. Estos puntos de vista se
reflejaron en su escuela de Shantiniketan.
Contactos
con intelectuales
A lo largo de su vida,
Tagore mantuvo múltiples contactos con otros intelectuales de su tiempo,
incluyendo a Henri Bergson, Albert Einstein, Robert Frost, Mahatma Gandhi,
Thomas Mann, George Bernard Shaw, Victoria Ocampo, H. G. Wells y Romain
Rolland.
Juan Ramón Jiménez y
Zenobia Camprubí (esta dominaba el inglés, por su familia bilingüe de Puerto
Rico) empezaron a traducir a Tagore del inglés en 1915, con La luna nueva y El
jardinero; y prosiguieron esa tarea abundantemente, tanto con su teatro y su
poesía como con su prosa. Fue una verdadera recreación, que tuvo enorme eco en
los escritores de lengua española de todo el mundo. Se sabe por el archivo de
Juan Ramón Jiménez que hubo un proyecto de viaje de Tagore y su hijo en abril
de 1921, con un recorrido por los alrededores de Madrid (o acaso Andalucía) y
una fiesta en la Residencia de Estudiantes, con intervención de Federico García
Lorca. Finalmente, el poeta se refugió en su Santineketan.
Particularmente famoso
fue el encuentro Tagore-Einstein que tuvo lugar en el hogar de Einstein en
Caputh (localidad cercana a Potsdam) el 14 de julio de 1930; la segunda parte
de la conversación fue cuando Einstein visitó a Tagore en la casa de un amigo
común, el Dr. Mendel. Discutieron sobre una amplia variedad de temas incluyendo
la epistemología, ontología, teoría musical y creatividad.
En su viaje hacia Perú,
contrajo una enfermedad que lo obligó a hacer reposo en Argentina durante dos
meses en 1924. Allí conoce a la escritora argentina Victoria Ocampo, con quien
entablaría una gran amistad. Ella le pagaría su estadía en Buenos Aires, en la
quinta Miralrío, los dos meses que él estuvo en reposo. En su estadía, él
escribió un poema de amor para Victoria que el bengalí la título
"Puravi", en un volumen dedicado a "Vijaya", como él
cariñosamente la llamaba. Antes de morir, el compuso otro poema hacia ella,
contando la admiración de ser una mujer transgresora para la época. En 1930, se
volvieron a ver, ya que Ocampo, organizó una exhibición en París, con los
extraños dibujos que Tagore componía en sus manuscritos.
Comenzó a pintar a los
sesenta años, realizando varias y exitosas muestras de su arte en gran parte de
Europa. Murió en su Jorasanko el 7 de agosto de 1941, un día que aún es
recordado en actos públicos dentro del mundo de habla bengalí.
Estas influencias le
sirvieron de base para declarar un pensamiento célebre y significativo, tal
como se recoge en la siguiente frase:
“Convertid
un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni
frutos.”
Literatura
La poesía domina la
reputación literaria de Tagore, pero también escribió novelas, ensayos,
historias cortas, diarios de viaje y teatro. Suman casi un centenar de libros.
También escribió numerosas canciones que compuso en su integridad él mismo.
Prosa
De la prosa de Tagore,
quizás las obras que se tienen más en consideración son sus cuentos cortos. Se
le atribuye la introducción de este género en la literatura bengalí. Sus
cuentos cortos están escritos en una prosa rítmica, a menudo incluso poética, y
cuya principal temática son las vidas de la gente corriente. Tagore comenzó a
escribir cuentos cortos cuando apenas tenía dieciséis años, en 1877, comenzando
con Bhikharini (La mendiga). Los cuatro años entre 1891-1895 son definidos por
los historiadores como el periodo "Sadhana" de Tagore (nombrado uno
de los magazines de Tagore). El fruto principal de este periodo forma cerca de
la mitad de los cuentos en los tres volúmenes del Galpaguchchha, que es una
colección de 84 relatos. Tagore solía asociar sus primeros cuentos (como lo son
los del periodo "Sadhana") con una exuberante vitalidad y
espontaneidad; estas características estaban íntimamente relacionadas con la
vida de Tagore en los pueblos de, entre otros, Patisar, Shajadpur, y Shilaida
mientras gestionaba las amplias propiedades familiares.
Poesía
La poesía de Tagore,
visionaría, con un estilo que oscila entre el formalismo clásico y la
comicidad, tiene sus raíces en la tradición de los poetas vishnues de los
siglos *XV y *XVI. Tagore estuvo profundamente marcado por el misticismo de los
autores de los Upanisads, como Vyasa, así como por el del filósofo bhakti-sufí
Kabir y el del poeta Ramprasad Sen. Sin embargo, su obra poética más madura e
innovadora se manifestó con el contacto con la música folclórica de la Bengala
rural, especialmente con las baladas místicas de los bauls como las del bardo
Lalon. Estas canciones, redescubiertas y popularizadas por Tagore, incluyen
himnos kartābhajā del siglo XIX que celebran la divinidad interior y denuncian
la ortodoxia religiosa y social burguesa.
Durante el periodo
Shilaidaha sus poemas adquirieron un tono lírico, expresándose a través del
manush maner ("el hombre del coro") de los bauls o meditando sobre el
devata jivan (el Dios viviente interior), representación que ilustra la
investigación de una relación con Dios a través de la atracción de la
naturaleza y de la interacción emocional del drama humano. Tagore aplicó esta
técnica en sus obras Bhānusiṃha (que explican la historia de amor entre Radha y Krishna),
poemas que reescribió varias veces a lo largo de setenta años.
En la década de 1930,
Tagore respondió a la repentina aparición del modernismo y el realismo en la
literatura bengalí componiendo obras experimentales; estas incluyen por ejemplo
África y Camalia, que son sus dos poemas tardíos más famosos. A veces escribió
utilizando la Shadhu Bhasha (una forma literaria bengalí próxima del
sánscrito); más adelante, sin embargo, utilizó el Cholti Bhasha, una forma más
popular.
De entre sus obras más
notables se pueden citar Manasi, Sonar Torio ('El barco de oro'), Balaka ('Gansos
salvajes' - una metáfora sobre las almas migrantes) y Purobi. El poema más
famoso del Sonar Torio, que tiene por tema la naturaleza efímera de la vida y
del éxito, acaba con los versos শূন্*য
নদীর
তীরে
রহিনু
পড়*ি
/ যাহা
ছিল
লয়*ে
গেল
সোনার
তরী
('*hunno nodir echo rohinu poŗi / Jaha chhilo loe gêlo shonar torio' - 'Todo lo
que había hecho se fue con el barco de oro / y yo me quedé atrás'). A nivel
internacional, la obra más famosa de Tagore es *Gitanjali (গীতাঞ্*জলি),
que fue la que le permitió ganar el premio Nobel de Literatura.
Política
En la formación de su
pensamiento político fueron cruciales los diez años (1891-1901) que pasó
viviendo en el campo bengalí, durante los cuales, como ha destacado el
ensayista indio Pankaj Mishra, «quedó convencido para el resto de su vida de la
superioridad moral de la civilización preindustrial sobre la cultura mecanizada
moderna» y de que «la autorrealización de la India debía comenzar en sus
aldeas». Estas ideas las expuso por primera vez en La civilización oriental y
occidental, una obra publicada en 1901, precisamente el mismo año en que fundó
la famosa escuela experimental de Santiniketan. En esta obra denunció a
Occidente que «se alimenta de los recursos de otros pueblos, e intenta engullir
la totalidad de su futuro».
Tagore veía la
liberación de la India dentro del contexto asiático y en 1902 escribió:
Cuanto más
encarnizado se vuelve nuestro conflicto con el extranjero, mayor es nuestra
ansia de comprendernos y realizarnos a nosotros mismos. Sabemos que no somos
los únicos. El conflicto con Europa está despertando a toda la Asia civilizada.
Hoy Asia está decidida a autorrealizarse de forma consciente, y a partir de ahí
con energía. Ha comprendido: «conócete a ti mismo», ése es el camino a la
libertad. La destrucción está en imitar a los demás.
Por eso cuando en 1905
se conoció la victoria de Japón sobre Rusia en la guerra ruso-japonesa, Tagore,
como otros intelectuales asiáticos, la celebró como una victoria de toda Asia y
organizó un desfile con sus alumnos de la escuela de Santiniketan.
Además escribió un poema de
homenaje a Japón, en el que también hacía referencia a que el budismo había
sido llevado allí desde la India:
Vestidos con túnicas de color azafrán, los Maestros de la
religión [dharma]
fueron a vuestro país a enseñar.
Hoy acudimos a vuestra puerta como discípulos,
para aprender las enseñanzas de la acción [karma].
Por otro lado, en ese
mismo año de 1905 se unió al movimiento Swadeshi que se oponía al proyecto
presentado por el virrey de la India lord Curzon de dividir en dos Bengala.
Tagore compuso entonces dos canciones que posteriormente se convirtieron en los
himnos nacionales de la India y de Bangladés.
Sin embargo, pronto se
alejó del nacionalismo indio —y rechazó el recurso a la violencia preconizado
por su sector más radical— porque no creía que «la construcción de una nación
según el modelo europeo» fuera «el único tipo de civilización y la única meta
del hombre» y porque, como dijo en 1917 durante un viaje a Estados Unidos,
consideraba que el Estado Nación «es una maquinaria de comercio y de política
que produce fardos de humanidad pulcramente comprimidos». En su lugar
propugnaba, como el chino Kang Youwei, un cierto cosmopolitismo asiático. «La
India nunca ha tenido un auténtico sentido del nacionalismo. […] Estoy
convencido de que mis compatriotas conquistarán de verdad su India a base de
luchar contra la educación que enseña que un país es más grande que los ideales
de la humanidad», afirmó. En esto coincidió en gran medida con Gandhi, con
quien mantuvo una larga y fructífera amistad, quien también criticaba la
civilización moderna y su obsesión por el crecimiento económico y la soberanía
política —Gandhi decía de los nacionalistas hindúes que querían «el dominio
inglés sin el inglés»— y además «tanto Tagore como Gandhi condicionaban la
regeneración nacional a la regeneración individual».
Gracias a la popularidad
que alcanzó tras la obtención del Premio Nobel de Literatura en 1913, Tagore se
convirtió en la mayor celebridad de Oriente y en su portavoz —y en cierta forma
también en su profeta debido al aspecto de sabio que le confería su cabello y
su larga barba blanca y su túnica—, en un momento en que muy pocas voces
provenientes de Asia se escuchaban en Occidente.
Tagore viajó por todo el
mundo difundiendo su crítica a la civilización occidental —en Nueva York en
1930 ante una selecta audiencia, entre la que se encontraba el futuro
presidente Franklin D. Roosevelt, dijo que «la era actual pertenece a
Occidente» pero «ustedes han explotado a los indefensos, y humillado a los
desventurados»—, pero paradójicamente donde encontró mayor oposición fue en dos
países asiáticos, en Japón y en China.
En su primera visita a
Japón en 1916 afirmó durante la recepción oficial, a la que asistía el primer
ministro japonés, que «el Nuevo Japón es tan sólo una imitación de Occidente»,
lo que no gustó a sus anfitriones sobre todo viniendo de un indio, «un pueblo
derrotado». También criticó el nacionalismo japonés: «La gente [en Japón]
acepta esa esclavitud mental que lo invade todo con alegría y orgullo, debido a
su deseo nervioso de convertirse en una máquina de poder, llamada Nación, y de
emular a otras máquinas en su sofisticación colectiva», escribió. En su segunda
visita, realizada en 1924, atacó
de nuevo al nacionalismo, aduciendo como prueba la Primera Guerra Mundial en la
que «la civilización materialista de Occidente, actuando de la mano de su
fuerte nacionalismo, ha llegado al súmmum de la irracionalidad». Añadiendo a
continuación: «Ahora, después de la guerra ¿no oyen ustedes por doquier las
denuncias en contra de ese espíritu de la nación, de ese egoísmo colectivo del
pueblo, que está endureciendo universalmente su corazón?». La ruptura
definitiva se produjo en 1929 durante su tercera visita cuando Tagore recriminó
a sus anfitriones, entre los que se encontraba el ultranacionalista Toyama
Mitsuru, que Japón se estaba convirtiendo en una potencia imperialista según el
«modelo occidental», subordinando los intereses de Asia a los intereses de
Japón, como lo demostraban las brutalidades cometidas por los japoneses en
Corea, ocupada por Japón desde 1910. «Ustedes se han contagiado con el virus
imperialista europeo», le dijo Tagore a Toyama, y a pesar de que este intentó
calmarlo, Tagore le dijo que jamás volvería a Japón, promesa que cumplió.
En China, sólo el
anuncio hecho en 1923 de que al año siguiente viajaría allí desencadenó la
polémica. La idea de una China convertida en una nación fuerte y decidida
utilizando los métodos occidentales, defendida por la generación del Movimiento
Cuatro de Mayo, chocaba con el orientalismo de Tagore. Así lo expresó en un
artículo el novelista Mao Dun: «Estamos decididos a no dar la bienvenida a
Tagore que canta a voz en grito las alabanzas de la civilización oriental.
Oprimidos como estamos por los militaristas desde dentro del país, y por los
imperialistas desde fuera, no es momento de ensoñaciones». También fueron
objeto de duros ataques los anfitriones de Tagore en China Liang Qichao y Zhang
Junmai y su intérprete el poeta Xu Zhimo. Tagore pronunció conferencias y
asistió a recepciones en Shanghái, Hangzhou, Nanking y Hankou, pero fue en
Pekín donde se produjeron los incidentes más graves, promovidos
fundamentalmente por la campaña desplegada contra él por el Partido Comunista
Chino —«Les prevenimos de que no se dejen indificar. A menos, claro está, que
deseen que algún día sus ataúdes reposen en una tierra que está bajo la bota de
una potencia extranjera», escribió Chen Duxiu, y que finalmente le obligaron a
cancelar toda la gira. En Pekín, Tagore denunció al Occidente «explotador»,
donde dijo que «nosotros los orientales, nunca hemos reverenciado a los
generales que siembran la muerte, ni a los diplomáticos que reparten mentiras,
sino a los líderes espirituales» y que «la fuerza física no es la más fuerte al
fin y al cabo». Después elogió el budismo y el confucianismo como medio para
cultivar una civilización «en su vida social basada en el alma humana». También
atacó la democracia moderna porque a su juicio beneficiaba «exclusivamente a
los plutócratas con diversos disfraces». Cuando se marchó el poeta comunista Qu
Qiubai escribió: «Gracias, señor Tagore, pero en China ya hemos tenido
demasiados Confucios y Mencios».
En 1935 el poeta japonés
Noguchi Yonejirō, viejo amigo suyo, le escribió para pedirle su apoyo a la
guerra de Japón en China, una guerra de «Asia para Asia», destinada, según él,
a «consolidar un gran nuevo mundo en el continente». Tagore le contestó que el
concepto que tenía Noguchi de Asia iba a acabar «erigiéndose sobre una torre de
cráneos» y que le deseaba «al pueblo japonés, al que amo, no éxito, sino
remordimiento». Tres años después, Tagore escribía: «Somos un hatajo de gente
desventurada, ¿de quién debemos tomar ejemplo? Los días de mirar a Japón se
acabaron».
Impacto
y legado
Tagore fue reconocido en
gran parte de Europa, América del Norte y Asia Oriental. Fue cofundador de la
Dartington Hall School, una institución progresista de enseñanza mixta;
en Japón, influyó en figuras como el
premio Nobel Yasunari Kawabata. En Vietnam colonial
Tagore fue una guía
para el espíritu
inquieto del escritor y publicista radical Nguyen An Ninh Las obras de Tagore
fueron ampliamente traducidas al inglés, holandés, alemán, español y otros
idiomas europeos por el indólogo checo Vincenc Lesný, el premio Nobel francés André Gide, la poeta rusa
Anna Akhmatova, el ex primer ministro
turco Bülent Ecevit,
y otros. En los Estados Unidos, los circuitos de conferencias de Tagore,
especialmente los de 1916-1917, fueron muy concurridos y aclamados. Algunas
controversias que implicaba a Tagore, posiblemente de manera ficticia, destrozó su popularidad y sus
ventas en Japón
y Norteamérica
después de finales de la
década de 1920, concluyendo con su "eclipse casi total" fuera de
Bengala. Sin embargo, una reverencia latente hacia Tagore fue descubierta por
un asombrado Salman Rushdie durante un viaje a Nicaragua.
A través de
traducciones, Tagore influyó en los chilenos Pablo Neruda y Gabriela Mistral;
en el escritor mexicano Octavio Paz; y en los españoles José Ortega y Gasset,
Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez. En el periodo 1914-1922, la pareja
Jiménez-Camprubí realizó veintidós traducciones al español del corpus inglés de
Tagore; revisaron en profundidad La luna creciente y otros títulos clave. En
estos años, Jiménez desarrolló la "poesía desnuda".
Ortega y Gasset escribió
que "el amplio atractivo de Tagore [se debe a que] habla de los anhelos de
perfección que todos tenemos [...] Tagore despierta un sentido dormido de
asombro infantil, y satura el aire con toda clase de promesas encantadoras para
el lector, que [...] presta poca atención a la importancia más profunda del
misticismo oriental". Las obras de Tagore circularon en ediciones libres
hacia 1920, junto a las de Platón, Dante, Cervantes, Goethe y Tolstoi.
Algunos consideraban a
Tagore sobrevalorado. Graham Greene dudaba de que "nadie más que el Sr.
Yeats pueda seguir tomando sus poemas muy en serio". Varios destacados
admiradores occidentales -entre ellos Pound y, en menor medida, incluso Yeats-
criticaron la obra de Tagore. Yeats, poco impresionado por sus traducciones al
inglés, arremetió contra ese "Maldito Tagore".
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Rabindranath_Tagore
Comentarios
Publicar un comentario