Charles Jules Henri Nicolle
Trabajó primero en el
hospital de Ruan en donde participó en la elaboración de un suero contra la
difteria. En 1903, asumió la dirección del Instituto Pasteur en Túnez, y allí
trabajó en diversas enfermedades infecciosas, como el tifus y la malaria y
estudiando el papel que desempeñan algunos animales en su propagación. Así, en
1909 descubre que el piojo es el principal transmisor del tifus. Con esta
constatación, se llega a la consecuencia de que la eliminación de los piojos
será necesaria para evitar la transmisión de la enfermedad y para salvar vidas.
Recibió el Premio Nobel de Medicina en 1928.
Es el autor de esta
profética sentencia referente a la aparición de nuevas enfermedades:
Así
pues, habrá nuevas enfermedades. Es un hecho inevitable. Otro hecho, también
inevitable, es que nunca seremos capaces de localizarlas en sus orígenes.
Cuando seamos conocedores de esas enfermedades, ya estarán formadas, serán, por
decirlo así, adultas. Y aparecerán como apareció Atenea, saliendo armada desde
la cabeza de Zeus. ¿Cómo las reconoceremos, esas nuevas enfermedades, cómo
podríamos sospechar su existencia antes de que se vistan con síntomas? Hay que
resignarse a la ignorancia en los primeros casos evidentes. Se ignorarán, se
confundirán con enfermedades existentes con anterioridad y sólo tras un largo
periodo de ir a ciegas separaremos el nuevo tipo patológico del tablero de las
enfermedades ya clasificadas.
Estudió la epidemia de
fiebres tifoideas que había aparecido en la región. Los agentes patógenos que
causan esta enfermedad son las riquetsias, entidades situadas en tipo y en
tamaño entre las bacterias y los virus. Nicolle observó que las víctimas
infectaban a otras antes de ingresar en el hospital y que la infección dejaba
de producirse una vez hospitalizados. Descubrió que la infección se paraba al
lavar a los enfermos y quitarles sus ropas, intuyendo que el vector de la
infección era un piojo del cuerpo.
Posteriormente se
demostró que su teoría era correcta, comprobando que el piojo se volvía
infeccioso cuando tomaba la sangre de una persona infectada y expandía la
enfermedad a través de sus excrementos.
Tras sus
investigaciones, se atajó la enfermedad atacando a los piojos que la
propagaban. Después se descubrió que en la sangre de los pacientes ya
recuperados existían anticuerpos. Investigó y desarrolló vacunas contra las
enfermedades infecciosas, como el sarampión y la fiebre de malta. Contribuyó al
conocimiento de la brucelosis, la difteria y la tuberculosis. Descubrió la
importancia del perro como reservorio de la leishmaniosis. Por su
descubrimiento del modo de transmisión del tifus, le concedieron el premio
Nobel de Fisiología y Medicina en 1928.
Distinciones:
Ø Premio
Nobel de fisiología y medicina (1928).
Ø Miembro
de la Academia de Ciencias de Francia (1929).
Ø Comendador
de la Legión de honor (1931)1
Ø Profesor
del Collège de France en la cátedra de medicina experimental (1932).
Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/n/nicolle.htm
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