Henri-Louis Bergson
Hijo del músico polaco
de origen judío Michał Bergson y de una mujer irlandesa, se educó en el Liceo
Condorcet y la École Normale Supérieure, donde estudió filosofía. Después de
una carrera docente como maestro en varias escuelas secundarias, Bergson fue
designado para la École Normale Supérieure en 1898 y, desde 1900 hasta 1921, ostentó
la cátedra de filosofía en el Colegio de Francia. En 1914 fue elegido para la
Academia Francesa, coincidiendo con la inclusión ese año de Materia y memoria y
La evolución creadora en el Índice de Libros Prohibidos por la Iglesia
católica; de 1921 a 1926 fue
presidente de la Comisión de Cooperación Intelectual de la Sociedad de las
Naciones. Poco antes de su muerte en 1941, Bergson expresó de varias maneras su
oposición al régimen de Vichy.
El bagaje británico de
Bergson explica la profunda influencia que Spencer, Mill y Darwin ejercieron en
él durante su juventud, pero su propia filosofía es en gran medida una reacción
en contra de sus sistemas racionalistas. También recibió una notable influencia
de Ralph Waldo Emerson.
Dispensado de inscribirse
en el registro en el que debían constar todos los judíos (era famoso y estaba
muy enfermo) se presentó personalmente: «quise permanecer entre aquellos que
mañana serán perseguidos».
Antecedentes
de su filosofía
El espiritualismo y el
vitalismo. A principios del siglo XX se produce una fuerte reacción ante el
positivismo, con el fin de establecer el carácter irreductible del ser humano a
la naturaleza. La estrategia consistía en encontrar y acreditar ciertos aspectos
(valores estéticos y mentales, la libertad, el finalismo) que constituyen el
«mundo del espíritu» y hallar caminos, que sean distintos a los de las ciencias
naturales, hacia esos ámbitos. Estos hechos también son reales. Puntos
centrales de reafirmación:
v La
filosofía no puede ser absorbida por la ciencia: tiene problemas y
procedimientos distintos.
v La
especificidad del hombre: interioridad (incluyendo a la memoria), libertad,
conciencia, reflexión.
v Necesidad
de un método propio que escuche la voz de la conciencia.
v Hay
que investigar los límites del saber científico.
v La
naturaleza está determinada por un designio finalista y providencial.
v Los
temas principales de estudio son Dios y el ser humano, como ser libre y
responsable, que se crea a sí mismo y, al hacerlo, crea el sentido de las
cosas.
Fue parte de un gran
fenómeno europeo, cuya culminación se dio en Francia. Los nombres más
importantes son: Ravaisson, los Boutroux (padre e hijo Émile y Pierre Boutroux
—Émile fue profesor de Bergson—), Blondel y Bergson. Los problemas que
abordaron fueron: los derechos de la conciencia y los derechos inalienables de
la persona. Problemas que eran percibidos como urgentes y a los que no
respondían las ciencias particulares y que necesitaban de una respuesta racional.
Obra
v Ensayo
sobre los datos inmediatos de la conciencia: la conciencia es un tiempo que se
distiende o dura: esto significaría la libertad y entonces resulta en una
crítica a los planteamientos mecanicistas y cientistas (se observa el influjo
en pensadores literarios como, por ejemplo, Antonio Machado).
v Materia
y memoria: considera dos tipos de memoria: la memoria técnica (o constructiva),
que se basa en la repetición y hábitos motores. La memoria vital, que revive un
acontecimiento pasado en su originalidad única. Constituye el fondo de nuestro
ser (Bergson para estudiar a la memoria comienza por estudiar a los materiales
no orgánicos que tienen capacidad de recuperar algunos aspectos prístinos tras
haber sido alterados).
v La
risa: La risa es un gesto social que «castiga» la mecanización de la vida.
Ocurre cuando un cuerpo no se mueve al ritmo de la vida (por ejemplo, cuando
alguien tropieza), cuando una idea no se adapta a las nuevas situaciones (por
ejemplo, cuando una afirmación se repite) o cuando se trata a alguien como cosa
(por ejemplo, cuando mantean a Sancho Panza). Así, quien ríe es la sociedad,
que al igual que la vida, su ley fundamental es la de nunca repetirse. «La idea
de reglamentar administrativamente la vida se halla más extendida de lo que
parece», escribe Bergson.
v Introducción
a la metafísica: qué entiende por filosofía.
v La
evolución creadora: la distinción entre lo orgánico y lo inorgánico, el repaso
de las teorías evolutivas y su proposición. La conciencia se impone a la
materia, la duración como trazo de unión.
v La
energía espiritual: la vida, la conciencia, la memoria, el élan vital. El élan
vital es una transcripción literal de lo que el filósofo americano Ralph Waldo
Emerson llamó vital force.
v Duración
y simultaneidad: la relatividad y la naturaleza del tiempo, la cuarta
dimensión. Discusión acerca de la teoría de la relatividad de Einstein.
Diferenciar su sentido físico (lectura genial de las ecuaciones de Lorentz) de
su sentido filosófico.
v Las
dos fuentes de la moral y de la religión: estudio de la moral y de la religión.
Ámbitos que no había considerado suficientemente.
v El
pensamiento y lo moviente: Por qué los sistemas filosóficos no han tratado el
tiempo. La percepción del cambio. Los métodos de la filosofía —la intuición— y
de las ciencias de la naturaleza —el análisis—.
Es el filósofo francés
más importante de su época. Su filosofía fue un fenómeno de moda. Estudió
matemática y mecánica, además de filosofía. Con Bergson se produce el paso del
siglo XIX al XX: su vida y el sentido de su filosofía pertenecen al siglo XX.
Supone un momento de transición: superación del positivismo para plantear una
nueva filosofía y metafísica, un intuicionismo. Los primeros años del siglo XX se
caracterizaron por el dominio del racionalismo positivista: cuyo afán de rigor
y objetividad es percibido como una limitación del conocimiento, del contenido
de la inteligencia y de la vida. Lo real es lo susceptible de conocimiento
positivo. Ambiente empequeñecedor y asfixiante. Anhelo de espiritualidad. A la
hegemonía de lo externo, mecánico y necesario se opone la filosofía de la vida:
derechos de lo interior, lo dinámico, espontáneo y libre.
Inconmensurabilidad y
singularidad de la vida. Momento histórico en el que la psicología se
constituye como ciencia positiva. Se establecen dos mundos:
1. El
espacio: lo estable y necesario, la materia, exterior, útil y nivel de las
ciencias naturales.
2. El
tiempo: lo dinámico y espontáneo, la vida, experiencia interna, la filosofía.
Aquí está el constitutivo de la realidad, que solo se conoce desde dentro, en
el contacto inmediato e intuitivo. Limitar las pretensiones del intelecto y
hacer posible la filosofía. Su objetivo fue la defensa de la creatividad y la
irreductibilidad de la conciencia o espíritu (en francés la palabra esprit, es
decir, 'espíritu', suele usarse para designar a la conciencia) contra todo
intento reduccionista de cuño positivista.
Bergson se aparta de la
concepción dual (int/ext, etc.) al proponer otra convención: «la percepción
dispone del espacio en la exacta proporción en que la acción dispone del
tiempo». El espacio no es exterior y el tiempo interior, eso es volver al siglo
xix. El tiempo es lo abierto, el todo no está dado ni puede darse, el pasado es
infinito. La historia son las acciones de los pueblos hacia la libertad. La
libertad echa sus raíces en la necesidad. Bergson también dice que el espíritu
extrae su alimento de la percepción, único obstáculo de la libertad que es
plasmado en movimiento. Es por eso que las fuentes de su pensamiento: recuperar
determinadas dimensiones de la conciencia, perdidas por el idealismo:
sentimiento inmediato de las cosas y de uno mismo. Formación positivista:
Darwin (1859. El origen de las especies) y Spencer, de él toma el evolucionismo
y su noción de inteligencia, pero lo depura de sus rasgos naturalistas y
positivistas, la evolución —y con ella la vida, y sobre todo la vida humana— es
para Bergson una inversión de materia en el tiempo hacia lo superior. Bergson
también tiene influencias de Kant y los neokantianos, influencia de
Schopenhauer e influencias de la tradición personalista francesa, Maine de
Biran: radicalidad de la persona y el espíritu, libertad, análisis de la vida
interior, la conciencia y la experiencia interior vistas como conocimientos superiores.
Obras destacadas
ü Essai
sur les données inmédiates de la conscience / Ensayo sobre los datos inmediatos
de la conciencia (1889)
ü Le
Rire / La risa (1899)
ü Matière
et mémoire / Materia y memoria (1896)
ü L'évolution
créatrice / La evolución creadora (1907)
ü L'Énergie
spirituelle / La energía espiritual (1919)
ü Les
deux sources de la morale et de la religion / Las dos fuentes de la moral y de
la religión (1932)
Características de su
pensamiento
Ø Uso
de imágenes y metáforas.
Ø Precisión
en el lenguaje. Uso abundante de dicotomías que es paralelo a la denuncia de
las falsas dualidades.
Ø Concepción
muy personal de la filosofía: evitar las abstracciones y las generalizaciones,
que no alcanzan la realidad.
Su punto de partida es
la filosofía de Spencer (1820–1903). Muy interesado en la mecánica, trabajó
como ingeniero en los ferrocarriles. Luego estudió geología y biología. Antes
que Darwin, planteó una interpretación de la realidad basada en el principio de
la evolución. Rebatió a Comte y su clasificación de las ciencias. Toda la
realidad está sometida a la evolución, que es la manifestación de lo
incognoscible o «fuerza» (élan vital). Su supuesto es la conservación de la
materia y de la energía. Es un proceso mecánico, no finalista, que para él es
la más concreta, pero percibe que es obligación de la filosofía ir al fondo de
las ideas básicas de la mecánica: el tiempo. La mecánica trata el tiempo de un
modo matemático, espacialmente, como un receptáculo vacío y homogéneo que forma
una línea; este no es el tiempo real, el tiempo real es (en la opinión de
Bergson) una pura duración
que se capta en la experiencia interna. La mecánica no comprende el
tiempo, pues lo concibe según el modo de ser del espacio; además hace imposible el
movimiento, pues lo divide en unidades cuya entidad es completa en sí misma.
La filosofía tiene que
hacerse cargo de ese tiempo real y para ello recurre a la intuición, como
conciencia inmediata o percepción directa de la realidad, que no usa
simbolizaciones, aunque no puede prescindir del lenguaje. El positivismo y las
ciencias no mantienen su compromiso de fidelidad con los hechos, pues el tiempo
de la experiencia concreta escapa a la mecánica, que trata el tiempo como una
serie de instantes, uno junto a otro; un tiempo espacializado y reversible (se
puede dar marcha atrás y repetir el experimento); los instantes son externos e
iguales: tiempo isocrónico de Newton. Pero el tiempo de la conciencia no es
así, su rasgo básico es la duración: el yo vive el presente con el recuerdo del
pasado y la anticipación del futuro, que solo existen en la conciencia que los
unifica. Los instantes valen de diferente modo, un momento penetra en otro y
queda ligado a él. Es inútil ir a la búsqueda del tiempo perdido: no hay
reversibilidad del tiempo. El tiempo es nuevo a cada instante y requiere un
método específico.
Posible
conversión al catolicismo
Henri Bergson escribe su
testamento el 8 de febrero de 1937, el cual, luego de su muerte, quedará en
posesión de su esposa quien más tarde se lo dará a conocer a Emmanuel Mounier.
En el texto señala una posibilidad de conversión que declinará al ver la
persecución que se tramaba contra los judíos a inicios de la Segunda Guerra
Mundial. Su testamento recoge sus últimos deseos de esta forma:
Mis
reflexiones me han conducido de más en más, cerca del catolicismo, donde veo la
culminación completa del judaísmo. Me hubiera convertido, si no hubiera visto
prepararse desde años la formidable ola de antisemitismo que va a desplegarse
sobre el mundo. He querido quedar entre los que mañana serán perseguidos. Pero
espero que un sacerdote católico quiera, si el Cardenal-Arzobispo de París lo
autoriza, venir a decir sus plegarias a mis exequias. En el caso en que esta
autorización no se otorgue, sería necesario dirigirse a un rabino, pero sin
ocultarle y sin ocultarle a nadie mi adhesión moral al catolicismo, como
asimismo el deseo expresado inicialmente por mí de tener las plegarias de un
sacerdote católico.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Henri_Bergson
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