Fridtjof Nansen
Era el hijo menor de una
familia acomodada. La familia Nansen era originaria de Dinamarca. Hans Hansen
(1598-1667), un comerciante, fue un temprano explorador de la región del mar
Blanco en el océano Ártico. En un momento posterior de su vida se asentó en Copenhague,
convirtiéndose en borgmester de la ciudad en 1654. Generaciones posteriores de
la familia vivieron en Copenhague hasta mediados del siglo XVIII, cuando Ancher
Antoni Nansen se trasladó a Noruega (por entonces unida a Dinamarca). Su hijo,
Hans Leierdahl Nansen (1764-1821), fue un magistrado primero en el distrito de
Trondheim, más tarde en Jæren. Después de que Noruega se separase de Dinamarca
en 1814, entró en la vida política nacional como el representante de Stavanger
en el primer Storting, y se convirtió en un fuerte defensor de la unión con
Suecia. Después de sufrir un ataque paralizante en 1821 Hans Leierdahl Nansen
murió, dejando un hijo de cuatro años, Baldur Fridtjof Nansen, el padre del
explorador.
Baldur fue un abogado
sin ambiciones por la vida pública, quien se convirtió en secretario judicial
del Tribunal Supremo de Noruega. Se casó dos veces. Su segunda esposa fue
Adelaide Johanne Thekla Isidore Bølling Wedel-Jarlsberg de Bærum, hija del
barón Christian Frederik Vilhelm Wedel-Jarlsberg y sobrina de Herman
Wedel-Jarlsberg quien había ayudado a redactar la Constitución noruega de 1814
y fue más tarde virrey noruego del rey sueco.
Baldur y Adelaide se asentaron en Store Frøen, una finca de Aker, unos pocos kilómetros al norte de la capital
noruega, Cristianía (más adelante rebautizada como Oslo). La pareja tuvo tres
hijos; el primero murió en la infancia, el segundo, nacido el 10 de octubre de
1861, fue Fridtjof Wedel-Jarlsberg Nansen.
Los alrededores de Store
Frøen, rurales, determinaron la naturaleza de la infancia de Nansen. En los
breves veranos las principales actividades fueron nadar y pescar, mientras que
en el otoño el pasatiempo principal era cazar en los bosques. Los largos meses
de invierno se dedicaban principalmente al esquí, que Nansen empezó a practicar
a los dos años de edad, sobre unos esquíes improvisados. A los diez años desafió a sus padres e intentó el salto de esquí en la cercana instalación de Huseby. Esta hazaña casi tuvo
consecuencias desastrosas, pues al caer sobre sus esquíes se hundieron
profundamente en la nieve, lanzando al niño hacia adelante: «Yo, la cabeza por delante, describí un fino arco en el
aire... [Cuando] caí de nuevo me hundí en la nieve hasta la cintura. Los chicos
creyeron que me había roto el cuello, pero tan pronto como vieron que había
vida en mí... estallaron risas burlonas». El entusiasmo de Nansen
por el esquí
no disminuyó,
aunque según
dijo, sus esfuerzos se vieron ensombrecidos por los de los esquiadores de la
región
montañosa
de Telemark, donde se estaba desarrollando un nuevo estilo de esquí. «Vi que esta era la única manera», escribió Nansen más
tarde.
En la escuela, Nansen
trabajó adecuadamente sin mostrar ninguna aptitud en particular. Los estudios
tenían
un lugar secundario frente al deporte, o las expediciones por el bosque donde
viviría «como Robinson Crusoe» durante semanas. A través de esas experiencias
Nansen desarrolló
un marcado grado de confianza en sí mismo. Se convirtió en un consumado
esquiador y un patinador competente. Su vida se vio perturbada cuando, en el
verano de 1877, Adelaide Nansen murió de repente. Alterado, Baldur Nansen
vendió la propiedad de Store Frøen y se trasladó, con sus dos hijos menores, a
Cristianía. La habilidad deportiva
de Nansen siguió desarrollándose; a los dieciocho años batió el récord de
patinaje mundial en la distancia de una milla (1,6 km), y al año siguiente ganó
el campeonato nacional de esquí campo a través, una hazaña que repetiría en
once ediciones posteriores.
Estudiante
y aventurero
En 1880 Nansen aprobó el
examen de acceso a la universidad, el examen artium. Entró en la universidad
para emprender los estudios de zoología, diciendo más tarde que eligió este
tema porque creyó que le ofrecía la oportunidad de una vida al aire libre.
Empezó sus estudios en la Real Universidad Federicana en Cristianía a
principios de 1881.
A principios de 1882
Nansen dio «...el primer paso fatal que le llevó por el mal camino apartándolo
de la tranquila vida de la ciencia».
El profesor Robert Collett del departamento de zoología de la universidad
propuso a Nansen para un viaje por el mar, para estudiar la zoología ártica de primera mano.
Nansen se entusiasmó,
y lo arregló
a través
de un conocido reciente, el capitán Axel Krefting, comandante de un barco
foquero Viking. El viaje empezó el 11 de marzo de 1882 y duró los siguientes
cinco meses. En las semanas antes de que saliera al mar, Nansen fue capaz de
concentrarse en estudios científicos. A partir de muestras de agua demostró
que, al contrario de lo que anteriormente se creía, el hielo marino se forma en
la superficie del agua, más que en la profundidad. Su interpretación también
demostraba que la corriente del Golfo fluye por debajo de una capa fría de agua
superficial. En la primavera y
principios del verano, el Viking se movió entre Groenlandia y Spitsbergen en busca
de manadas de focas. Nansen se convirtió en un experto tirador, y en un día orgullosamente
documenta que su equipo había disparado a doscientas focas. En julio,
el Viking quedó atrapado en el hielo cerca de una sección no explorada de la
costa groenlandesa; Nansen deseó visitar la orilla, pero esto era imposible.
Sin embargo, empezó
a desarrollar la idea de que la capa de hielo de Groenlandia podía ser
explorada, o incluso cruzada. El 17 de julio el barco quedó libre del hielo, y
pronto, en agosto, estaba de regreso en aguas noruegas.
Nansen no volvió a
realizar estudios formales en la universidad. En lugar de ello, por
recomendación de Collett, aceptó un puesto como curador en el departamento de
zoología del Museo de Historia Natural de Bergen. Iba a pasar los siguientes
seis años de su vida allí, salvo un viaje sabático de seis meses por Europa,
trabajando y estudiando con figuras líderes como Gerhard Armauer Hansen, el
descubridor del bacilo de la lepra,
y Daniel Cornelius Danielssen, el director del museo que lo había transformado, de una
serie de colecciones de segunda línea, a un centro de educación e investigación
científica. El área de estudio elegida
por Nansen fue el relativamente inexplorado campo de la neuroanatomía, específicamente el sistema
nervioso central de los animales marinos inferiores. Antes de marcharse para su
gira sabática en febrero de 1886 publicó un artículo científico resumiendo su
investigación hasta la fecha, en el que afirmaba que «...la anastomosis o
uniones entre las diferentes células de los ganglios» no pueden demostrarse con
certeza. Este punto de vista nada ortodoxo se vio confirmado por
investigaciones simultáneas del embriólogo Wilhelm His y el psiquiatra Auguste
Forel. Nansen está considerado como el primer defensor noruego de la teoría
neuronal, originalmente propuesta por Santiago Ramón y Cajal. Su artículo
científico posterior, La estructura y combinación de elementos histológicos del
sistema nervioso central, publicado en 1887, se convirtió en su tesis doctoral.
Sus trabajos le
apasionan, pero no se adaptaba mucho a la rutina.
La
travesía de Groenlandia
La idea de una
expedición que cruzara la capa de hielo de Groenlandia creció en la mente de
Nansen durante sus años en Bergen. En 1887, después de presentar su tesis
doctoral, finalmente empezó a organizar su proyecto. Antes, las dos
penetraciones más significativas en el interior de Groenlandia habían sido las
de Adolf Erik Nordenskiöld en 1883, y Robert Peary en 1886. Ambos habían
partido de la bahía de Disko en la costa occidental, y habían viajado alrededor
de 160 km hacia el este antes de darse la vuelta.
En cambio, lo que proponía
Nansen era viajar del este al oeste, finalizando, más que iniciando, su
viaje en la bahía de Disko. Una partida que saliera de la habitada costa
occidental tendría, según razonaba él, que hacer el viaje de vuelta, pues
ningún barco tendría seguro el llegar a la peligrosa costa oriental y
recogerlos. Al empezar en el este —suponiendo que pudiera
desembarcar allí— el de Nansen sería un viaje de sentido único hacia una zona
poblada. La partida no tendría ninguna línea de repliegue a una base segura; la
única vía sería seguir adelante, una situación que encajaba por completo con la
filosofía de Nansen.
Nansen rechazó la
compleja organización y gran cantidad de mano de obra de otras aventuras
árticas, y en lugar de ello planeó su expedición para un grupo reducido de seis
personas. Los suministros serían llevados por ellos mismos en trineos ligeros
especialmente diseñados. Gran parte del equipamiento, incluidos los sacos de
dormir, la ropa y los hornillos, también necesitaron ser diseñados desde cero.
Estos planes recibieron en general una pobre recepción en la prensa;
un crítico
no tenía dudas de que «si [el] plan se llevaba a cabo en su forma actual... las
oportunidades son de una contra diez que él... inútilmente perdería su vida y
quizá la de otros». El parlamento de Noruega rechazó proporcionar apoyo
financiero, creyendo que semejante empresa, potencialmente peligrosa, no debía
ser apoyada. Al final, el proyecto fue lanzado con una donación de un
empresario danés, Augustin Gamél; el resto vino principalmente de pequeñas
contribuciones de los compatriotas de Nansen, a través de un esfuerzo para
recaudar fondos organizado por estudiantes universitarios.
A pesar de la publicidad
en contra, Nansen recibió numerosas solicitudes de potenciales. Quería expertos
esquiadores, e intentó reclutarlos entre los esquiadores de Telemark, pero
rechazaron sus propuestas. Nordenskiöld había aconsejado a Nansen
que los sami de Finlandia en el extremo norte de Noruega, eran expertos
viajeros a través
de la nieve, de manera que Nansen reclutó a dos de ellos, Samuel Balto y Ole
Nielsen Ravna. El resto de plazas fueron a Otto Sverdrup, un antiguo capitán
marino que más recientemente había trabajado como guarda forestal; Oluf
Christian Dietrichson, un oficial del ejército y Kristian Kristiansen «Trana»,
un conocido de Sverdrup. Todos tenían experiencia en la vida exterior en
condiciones extremas, y eran expertos esquiadores.
Justo antes de que se marcharan, Nansen tuvo que defender formalmente su tesis
en la universidad. Según
la costumbre, se le exigía
defender su obra ante examinadores nombrados como «abogados del diablo». Se
marchó a la expedición sin conocer el resultado de este proceso.
Expedición
Era la primera travesía
este-oeste de Groenlandia, un recorrido de 500 km sobre glaciares con una
temperatura de -45 °C. El barco foquero Jason recogió al grupo de Nansen el 3
de junio de 1888 en el puerto islandés de Ísafjörður. Avistaron la costa groenlandesa
una semana después, pero numerosos hielos a la deriva dificultaron su avance.
Con la costa aún a 20 km de distancia, Nansen decidió lanzar pequeños botes.
Tenían a la vista el fiordo de Sermilik el 17 de julio; Nansen creyó que
ofrecería una ruta hacia la capa de hielo.
La expedición dejó al
Jason «con buen ánimo y con las mayores esperanzas de un resultado positivo».
Le siguieron días
de extremada frustración
mientras derivaban hacia el sur. El tiempo y las condiciones del mar les
impidieron alcanzar la orilla. Pasaron la mayor parte del tiempo acampados
sobre el propio hielo a la deriva, era demasiado peligroso salir en los botes.
Para el 29 de julio, se
encontraron 380 km al sur del punto en el que habían dejado el barco. Ese día
finalmente tomaron tierra, pero estaban demasiado al sur para empezar el cruce.
Nansen ordenó que el equipo regresara a los botes después de un breve descanso
y empezaron a remar hacia el norte.
El grupo luchó
hacia el norte a lo largo de la costa, a través de los hielos que
flotaban, durante los siguientes doce días. Encontraron un gran campamento
esquimal el primer día, cerca del cabo Steen Bille.
Conforme fueron progresando en su viaje, se sucedieron los contactos
ocasionales con la población nativa nómada.
El grupo alcanzó la
bahía de Umivik el 11 de agosto, después de cubrir 200 km. Nansen decidió que
necesitaban empezar ya el cruce. Aunque estaban aún muy al sur en relación con
el punto que tenían previsto para empezar, el verano empezaba a estar muy avanzado.
Después
de desembarcar en Umivik, pasaron los siguientes cuatro días preparándose para el viaje.
Salieron el 15 de agosto, dirigiéndose hacia el noroeste, en dirección a Christianhaab en la
orilla occidental de la bahía de Disko, a 600 km.
A lo largo de los
siguientes días, lucharon por ascender a la meseta groenlandesa. El hielo
tierra adentro tenía una superficie traicionera con muchas crevasses (grietas
en el hielo) ocultas y el tiempo era malo. En una ocasión, el progreso se
detuvo durante tres días debido a violentas tormentas y lluvia continua.
El último
barco que abandonaría
Christianhaab ese año
se marcharía
a mediados de septiembre. El 26 de agosto Nansen aceptó que no serían capaces de alcanzarlo
a tiempo. Ordenó
un cambio de dirección al oeste, hacia Godthaab; un viaje acortado en al menos
150 km. El resto del grupo, según Nansen, «aplaudieron el cambio de planes con
aclamación».
Siguieron subiendo hasta
el 11 de septiembre y llegaron a una altura de 2719 m sobre el nivel del mar.
Las temperaturas en la cumbre de la capa de hielo bajó hasta alcanzar los -45
°C por la noche. A partir de ahí, la ladera de bajada era más fácil. Aun así,
el terreno era accidentado, y el tiempo siguió hostil.
El progreso era lento: nieve recién caída hizo que arrastrar los patines de los
trineos fuera como empujarlos a través de arena.
El 26 de septiembre,
esforzadamente bajaron al borde de un fiordo al oeste hacia Godthaab. Sverdrup
construyó un bote artesanalmente con partes de los trineos, los postes de la
tienda, y la lona de esta. Tres días más tarde, Nansen y Sverdrup empezaron la
última etapa del viaje, remando por el fiordo.
El 3 de octubre,
alcanzaron Godthaab, donde el representante danés en la población los saludó.
Lo primero que hizo fue felicitar a Nansen por su doctorado, un asunto que «no
podría ser algo más lejos de su pensamiento [al de Nansen] en ese momento».
El equipo había
logrado el cruce en 49 días.
A través
del viaje, realizaron mediciones meteorológicas, geográficas y de otro tipo en
relación con el interior hasta entonces inexplorado.
El resto del equipo
llegó a Godthaab el 12 de octubre. Nansen pronto descubrió que no era probable
que llegara ningún barco a Godthaab hasta la siguiente primavera. Aun así, fue
capaz de enviar cartas a Noruega a través de un buque que abandonaría Ivigtut a
finales de octubre. Él y su equipo pasaron los siguientes siete meses en
Groenlandia. Nansen aprovechó ese tiempo invernal con
los esquimales para estudiarlos.
El 15 de abril de 1889,
el barco danés Hvidbjørnen finalmente entró en la bahía. Nansen escribió: «No
sin pena abandonamos este lugar y a esta gente, entre los cuales nos lo hemos
pasado tan bien».
Interludio
y matrimonio
El Hvidbjørnen llegó a
Copenhague el 21 de mayo de 1889. Las noticias del cruce de Groenlandia había
precedido a su llegada, y Nansen y sus acompañantes fueron festejados como
héroes. Esta bienvenida, sin embargo, no fue nada en comparación con la
recepción en Cristianía una semana después, cuando las multitudes entre 30 000
y 40 000 personas (un tercio de la población de la ciudad) llenó las calles
conforme el grupo iba a la primera de una serie de recepciones. El interés y el
entusiasmo generado por los logros de la expedición llevó directamente a la
formación ese mismo año de la Sociedad Geográfica Noruega.
De vuelta a Noruega,
Nansen enseñó en el instituto zoológico de la universidad de Christiania,
encargado de la colección de zoología de la universidad, un puesto que llevaba
un salario, pero no implicaba obligación alguna; a la universidad le bastaba
con estar asociada al nombre del explorador.
La principal empresa de Nansen en las semanas siguientes fue escribir su relato
de la expedición, pero encontró tiempo, a finales de junio, para visitar
Londres, donde conoció al príncipe de Gales (el futuro Eduardo VII), y
pronunció una conferencia en la Royal Geographical Society (RGS).
El presidente de la RGS,
Mountstuart Elphinstone Grant Duff, dijo que Nansen había reclamado «el lugar
más destacado entre los viajeros septentrionales», y más tarde le concedió la
prestigiosa Medalla del Fundador de la sociedad. Este fue uno de los muchos
honores que Nansen recibió de instituciones de toda Europa.
Fue invitado por un grupo de australianos a liderar una expedición a la Antártida, pero declinó, creyendo que los
intereses de Noruega estarían mejor servidos por la conquista del
polo Norte.
El 11 de agosto de 1889
Nansen anunció su compromiso con Eva Sars, la hija de Michael Sars, un profesor
de zoología que había muerto cuando Eva tenía 11 años de edad. La pareja se había encontrado años atrás, en el centro de esquí de Frognerseteren,
donde Nansen recuerda haber visto «dos pies saliendo de la nieve». Eva era tres
años mayor que Nansen, y a
pesar de la evidencia de su primer encuentro, era una esquiadora competente.
También
era una celebrada cantante clásica que había estudiado en Berlín con Désirée Artôt, en su
tiempo amante de Chaikovski. El compromiso sorprendió a muchos, ya que Nansen
con anterioridad había expresado contundentemente contra la institución del
matrimonio, Otto Sverdrup asumió que había leído mal el mensaje. La boda se
celebró el 6 de septiembre de 1889, menos de un mes después del compromiso.
Nansen publicó artículos
y dos libros: Paa ski over Grønland: en skildring af Den norske
Grønlands-ekspedition 1888-89 (La primera travesía de Groenlandia, 1890) y
Eskimoliv (Vida de los esquimales, 1891).
La
expedición del Fram
Habiendo adquirido
renombre internacional gracias a su primera expedición, Nansen presentó a la
Sociedad Geográfica Noruega un nuevo proyecto, «una deriva transpolar». Empezó
a considerar la posibilidad de alcanzar el polo Norte después de leer la teoría
del meteorólogo Henrik Mohn sobre la deriva transpolar, quien pronunció una
conferencia al respecto en 1884 en la Academia Noruega de Ciencias y Letras. Se
basó en la experiencia del buque La Jeannette, aprisionado y destrozado por los
hielos al noreste de las islas de Nueva Siberia, al norte del estrecho de
Bering, en junio de 1881, y cuyos restos fueron recogidos tres años más tarde
en el lado opuesto del océano Ártico, en las proximidades de Julianehaab, en la
costa suroccidental de Groenlandia. Mohn supuso que el encuentro de los restos
indicaba la existencia de una corriente oceánica que iría del este al oeste,
cruzando todo el mar polar y posiblemente pasando por encima del propio polo.
La idea se fijó en la
mente de Nansen durante los dos años siguientes.
En la introducción
al Norte más
lejano, Nansen escribió
«Inmediatamente se me
ocurrió
que aquí
estaba ya preparada la ruta a mano» cruzando el mar polar.
Nansen conjeturó
que la corriente de agua cálida del Polo «difícilmente podría haber sido otra que la
corriente del Golfo» y era la fuerza
que estaba detrás
del movimiento del hielo.
Nansen hizo pública su
idea en febrero de 1890, en un encuentro de la recién formada Sociedad
Geográfica Noruega. Expediciones previas, argumentó, se acercaron al polo Norte
desde el oeste y fracasaron porque lucharon contra la corriente,
predominantemente este-oeste; el secreto estaba en trabajar a favor de la
corriente.
Un plan que pudiera
funcionar exigía un barco robusto y maniobrable, de pequeñas dimensiones, capaz
de llevar combustible y provisiones para doce hombres durante cinco años. Este
barco entraría en la banquisa cerca de la ubicación aproximada del hundimiento
de la Jeannette, dejándose llevar por la deriva hacia el oeste con la corriente
hacia el polo y más allá de él, alcanzando finalmente el mar, entre Groenlandia
y Spitsbergen.
Los exploradores polares
experimentados fueron desdeñosos: Adolphus Greely consideró la idea «un ilógico
plan de auto-destrucción».
Igualmente despreciativos fueron Sir Allen Young, un veterano de las búsquedas
por la expedición perdida de Franklin,
y Joseph Dalton Hooker, quienes habían navegado a la Antártida con la expedición Ross.
A pesar de ello, Nansen consiguió reunir los fondos suficientes para su
proyecto. Se aseguró financiación del parlamento de Noruega después de un
apasionado discurso. Se aseguraron fondos adicionales a través de una petición
nacional a donaciones privadas.
Preparativos
Nansen decidió construir
su buque según un nuevo diseño, que fuera capaz de resistir la presión lateral
de los hielos, que destrozaba otros barcos, alzándose sobre ellos. El
arquitecto naval noruego Colin Archer le construyó el Fram (en español,
«Adelante»), un navío extraordinariamente recio con un intrincado sistema de
vigas transversales y puntales de la más dura madera de roble.
Aparejó este buque de
402 toneladas brutas, como goleta de tres mástiles, con un velamen de 600 m² de
superficie. La relación manga-eslora, 39 m de largo por 11 de ancho, le daba
una apariencia rechoncha,
que Archer justificaba así: «Un barco que es construido con la única
pretensión de adecuarse a la finalidad pretendida [por Nansen] tiene que
diferir esencialmente de cualquier otro buque conocido».
Fue botado el 6 de octubre de 1892.
Nansen seleccionó un
grupo de doce de entre los miles de solicitantes. Otto Sverdrup, quien formó
parte de la expedición a Groenlandia, fue nombrado segundo al mando de la
expedición. La competencia fue tan feroz que el teniente del ejército y experto
en perros Hjalmar Johansen firmó como fogonero, la única posición que aún
estaba disponible.
Nansen previó un viaje
de dos a tres años. Almacenó entonces a bordo alimento y carburante para varios
años, así como numerosos libros e instrumentos científicos. Dejó a su mujer y
su hija de seis meses y se embarcó.
El Fram dejó Cristianía
el 24 de junio, animado por miles de personas que les deseaban lo mejor. Después de un lento viaje
rodeando la costa, el puerto final que visitaron fue el de Vardø, en el extremo noreste
de Noruega. El Fram dejó
Vardø
el 21 de julio, siguiendo la ruta del Paso del noreste del que fue pionero
Nordenskiöld en 1878-1879, a lo largo de la costa septentrional de Siberia. El
progreso se vio entorpecido por la niebla y las condiciones del hielo en aguas
que, en su mayoría, no estaban cartografiadas.
La tripulación
experimentó también el fenómeno de las aguas muertas, donde el progreso hacia
adelante del barco se ve impedido por la fricción causada por una capa de agua
dulce que queda por encima de la más pesada agua salada.
Pese a todo, pasaron el cabo Cheliuskin, el punto más septentrional de la masa
continental euroasiática, el 10 de septiembre.
Diez días más tardes
vieron un intenso campo de hielo a la deriva, alrededor de la latitud 78° N,
mientras el Fram se acercaba a la zona en la que fue aplastado la Jeannette.
Nansen siguió la línea de la banquisa hacia el norte hasta una posición documentada
como 78°49′N 132°53′E, antes de ordenar que se parasen los motores y se alzara
el timón. En ese punto comenzó la deriva del Fram.
El 24 de septiembre de
1893, en la latitud 78°30' N, el Fram comenzó su primera invernada y la
tripulación comenzó a prepararse para afrontar el invierno ártico y a
acondicionar el buque. Atrapado en el hielo, el buque se deslizó y se elevó,
para volver a caer a su altura inicial cuando su peso rompía el hielo. El 29 de
septiembre de 1893, el buque ganó su primer grado de latitud hacia el Polo y la
temperatura descendió a -14,5 °C. Las primeras semanas en el hielo eran
frustrantes, pues la deriva se movía de manera impredecible; a veces hacia el
norte, a veces hacia el sur. Las subidas de posición demostraban una ligera desviación
hacia el Norte, pero con sorprendentes zigzags.
Para el 19 de noviembre,
la latitud del Fram era más meridional que la del punto en el que entraron en
el hielo. En Navidad, la
temperatura alcanzó
los –40
°C. Los sondeos pusieron
de manifiesto que las aguas eran más profundas que lo que se había previsto,
por lo que las corrientes marinas tenían menos importancia de la esperada en la
deriva del barco. Solo después del cambio de año, en enero de 1894, la
dirección fue claramente hacia el norte.
El 2 de febrero de 1894
marcó el retorno del Sol. La marca de 80° N se pasó el 22 de marzo. Nansen
calculó
que, a este ritmo, podría
llevarles cinco años
alcanzar el polo. El viaje del barco
continuaba, a un ritmo que rara vez superaba un kilómetro y medio por día.
Nansen empezó privadamente a considerar un plan nuevo: un viaje con trineo
tirado por perros hacia el polo.
Con esto en mente, empezó
a practicar la guía
de perros, haciendo muchos viajes experimentales sobre el hielo.
En noviembre, Nansen
anunció su plan: cuando el barco pasara la latitud 83° N, él y Hjalmar Johansen
dejarían el barco con los perros y se dirigirían al polo mientras el Fram, bajo
el mando de Sverdrup, continuaría su deriva hasta que emergiera del hielo en el
Atlántico Norte. Después de alcanzar el polo, Nansen y Johansen irían a la
tierra conocida más próxima, la recientemente descubierta y apenas
cartografiada Tierra de Francisco José. Entonces cruzarían a las Spitzbergen
donde encontrarían un barco que los llevase a casa.
Empezó la segunda
invernada, y el 12 de diciembre, el Fram alcanzó 82°30' N, latitud nunca antes
conseguida por un buque; solamente 833 km le separaban ya del Polo. La
tripulación pasó el resto del invierno de 1894 preparando la ropa y el
equipamiento para el futuro viaje en trineo. Se construyeron kayaks, para
llevarlos en los trineos hasta que se necesitaran para cruzar las aguas
abiertas. Los preparativos se
interrumpieron a principios de enero de 1895, cuando enormes temblores
sacudieron el barco: un enorme montículo de bloques de hielo se acercó al buque
y lo sepultó parcialmente. La tripulación desembarcó, temiendo que el barco
fuera aplastado, pero el Fram demostró estar a la altura del peligro.
El 8 de enero de 1895,
la posición del barco era 83°34′ N, por encima del récord previo de Greely de
83°24′ N. Después de más de un año en el hielo, se hizo
evidente que el Fram no alcanzaría el Polo Norte yendo a la deriva,
Nansen, acompañado
por Hjalmar Johansen (1867-1913), decidió continuar a pie cuando el Fram
alcanzó los 84º4' N.
Carrera
hacia el Polo Norte
Un grupo de hombres
posan sobre el hielo con perros y trineos, con la figura de un barco visible en
el fondo
Preparativos para la
marcha polar de Nansen y Johansen, 14 de marzo de 1895
Con el barco en una
latitud de 84°4′ N y después de dos salidas falsas,
Nansen y Johansen empezaron su viaje el 14 de marzo de 1895.
A partir de ahí,
ellos dos y el Fram siguieron rutas diferentes. El Fram alcanzaría la posición 84°4' N el 15 de
marzo, pero se bloqueó dentro de una espesa masa de hielo de ocho metros de
alto, con una temperatura de –40 °C. Comenzó así la tercera invernada del Fram
y en enero de 1896 la temperatura alcanzó su punto más bajo, –52 °C. A finales
de marzo el buque se encontraba en la latitud 83°45' N, donde se divisaban
vastas extensiones libres de agua. Despejaron el camino del buque con
explosivos. El 12 de julio navegó finalmente en aguas libres antes de tener que
atravesar una banquisa de 180 millas. El 19 de julio, el Fram atracó en el
puerto de Skjervøy, en Noruega.
Mientras tanto, Nansen y
Johansen hicieron su tentativa de alcanzar el polo Norte a pie. Se llevaron dos
kayaks y tres trineos tirados por veintiocho perros para llevar todos los
pertrechos. La decisión de abandonar el barco fue osada, pues significaba dejar
el buque para no regresar, y realizar un viaje de retorno sobre hielo a la
deriva hasta la tierra conocida más cercana, a unas quinientas millas al sur
del punto donde comenzaron. Nansen calculó que necesitarían 50 días para cruzar
los 660 km (356 millas náuticas) hasta el polo, con una media diaria de 17 km
(7 millas náuticas). Después de una semana de viaje, una observación con
sextante indicó que la media fue de 9 millas diarias, lo que les ponía por
delante de las previsiones. Sin embargo, lo abrupto de la superficie hizo más complicado esquiar, y
su velocidad se ralentizó.
También
se dieron cuenta de que estaban marchando contra una corriente hacia el sur, de
manera que las distancias que recorrían no coincidían necesariamente con la
distancia cubierta hacia el polo.
Después de un avance a
veces fácil y a veces muy difícil, el 3 de abril, la posición en 85°59' N fue
decepcionante. Nansen empezó a dudar de que pudiera alcanzar el polo. A menos
que incrementaran la velocidad, su comida no les duraría hasta llegar al polo y
seguir luego hasta la Tierra de Francisco José.
Confió
a su diario: «Cada
vez me convenzo más
de que deberemos darnos la vuelta antes de tiempo». Cuatro días más tarde,
mientras acampaban, observó que el camino que tenían por delante era «... un
auténtico caos de bloques de hielo que se extendían hasta el horizonte». Nansen
comprobó que su latitud era 86°13′6″ N —casi tres grados más allá del anterior
récord— y decidió darse la vuelta y encaminarse al sur.
Retirada
El 8 de abril de 1895
alcanzaron los 86º14' N, la latitud más alta hasta entonces conseguida. Los dos
hombres entonces decidieron parar el avance hacia el norte (debido a que a
pesar de avanzar más de 70 km en el hielo solo se habían movido unos pocos, ya
que las placas de hielo se movían a la deriva hacia el sur) y retirarse hacia
el cabo Fligely, la zona más al norte de la Tierra de Francisco José. Al
principio Nansen y Johansen progresaron muy bien hacia el sur, pero sufrieron
una seria decepción el 13 de abril, cuando en su apresuramiento por acampar, se
les olvidó dar cuerda a sus cronómetros, lo que les imposibilitó calcular su
longitud y navegar con precisión hasta la Tierra de Francisco José. Volvieron a
poner en marcha sus relojes basándose en el cálculo que hizo Nansen de que
estaban en 86° E. A partir de ahí no estuvieron seguros de su auténtica
posición.
No encontraron la tierra
que esperaban a 83° N (no existía, llevaban un mapa defectuoso). Observaron las
huellas de un zorro ártico a finales de abril. Era el primer rastro de una
criatura viva aparte de sus perros desde que habían abandonado el Fram.
Más tarde vieron huellas
de oso y para finales de mayo vieron evidencia de focas cercanas, gaviotas y
ballenas.
Una representación
artística: Una luna llena en un cielo oscuro; sobre el terreno, un montón de
nieve con una pequeña apertura cuadrada indica la cabaña, con un trineo dando
la vuelta en el exterior. El área que lo rodea es todo nieve desolada y campos
de hielo.
A finales de mayo,
Nansen y Johansen alcanzaron 82°21' N con 16 perros, reservas insuficientes y
un avance difícil sobre aguanieve. El 31 de mayo, Nansen calculó que estaban
solo a 50 millas náuticas (93 km) del cabo Fligely, el punto más septentrional
de la Tierra de Francisco José.
Las condiciones del viaje empeoraron conforme el tiempo más cálido hacía que se rompiera el
hielo. El 22 de junio de 1895 consiguen cazar focas, que les proporcionan
suficientes víveres y combustible para un mes. Ese día, la pareja decidió
descansar en un témpano de hielo mientras reparaban su equipo y reunían fuerzas
para la siguiente etapa de su viaje. Permanecieron en el témpano durante un
mes.
El día después de
abandonar este campamento, Nansen escribió: «Por
fin ha ocurrido algo maravilloso, tierra, tierra ¡y después de que habíamos
dejado de creer en ella!». Si, aún lejana, esta era la
Tierra de Francisco José o un nuevo descubrimiento, es algo que aún no sabían,
pues se guiaban por un mapa aproximado. El 24 de julio encontraron una serie de
islas. Por primera vez, después de dos años, divisaban tierra. El
2 de agosto la banquisa se vuelve impracticable, y los exploradores utilizan
los kayaks.
El borde de la banquisa
lo alcanzaron el 6 de agosto y entonces mataron a sus últimos dos perros. El
resto los fueron matando regularmente para alimentar a los otros desde el 24 de
abril. Los otros los habían matado cortándoles el cuello por ahorrar munición;
para estos usaron dos balas, matando cada uno al perro del otro. Unieron los
dos kayaks, le pusieron una vela a su catamarán, y alcanzaron la tierra.
Pronto les quedó claro
que esta tierra era parte de un archipiélago. Conforme avanzaban hacia el sur,
Nansen provisionalmente identificó el cabo como cabo Felder en el borde
occidental de la Tierra de Francisco José. Hacia finales de agosto, conforme el
tiempo se volvió más frío y el viaje cada vez más difícil, Nansen decidió
acampar para el invierno.
Allí
construyeron una cabaña
con musgo, piedras y nieve,
y pasaron el invierno, sobreviviendo a base de grasa de morsa y de carne de
osos polares atraídos
por los restos de las morsas. Con suministros preparados de carne de oso, morsa
y foca, su principal enemigo no fue el hambre, sino la inactividad. Después de celebrar
silenciosamente la Navidad y el Año Nuevo, conforme el tiempo fue
mejorando, empezaron a prepararse para abandonar su refugio, pero no estuvieron
preparados hasta el 19 de mayo de 1896 para reanudar su viaje.
Después de un duro
invierno, el 28 de mayo de 1896 vuelven a partir sobre la banquisa hacia
Spitsbergen al sur y alcanzan el cabo Richthofen.
Rescate
y regreso
El 17 de junio, durante
una parada para hacer reparaciones porque los kayaks habían sido atacados por
una morsa, Nansen creyó oír el ladrido de un perro, así como voces humanas. Fue
a investigar, y unos minutos más tarde vio la figura de un hombre
acercándosele. Era el explorador británico Frederick Jackson,
que estaba liderando una expedición a la Tierra de Francisco José y estaba acampado en el
cabo Flora en la cercana isla Northbrook. Nansen había descartado a Jackson
para su expedición tres años antes, ya que solo quiso a noruegos en la
expedición del Fram; por ese motivo, Jackson decidió realizar su propia
expedición. Los dos quedaron igualmente sorprendidos por el encuentro; después
de ciertos titubeos, Jackson le dijo: «Es usted Nansen, ¿no?», y recibió como
respuesta «Sí, soy Nansen».
Recogieron a Johansen y
la pareja fue llevada al cabo Flora. Jackson les informó de que estaban de
hecho en la Tierra de Francisco José. La expedición de Jackson se perdió debido
a que utilizaron el mismo mapa que Nansen. Durante las semanas siguientes, se
recuperaron de su calvario. Nansen más tarde escribió que podía «aún,
difícilmente comprender» su repentino cambio de suerte;
de no haber sido por el ataque de la morsa que les hizo retrasarse, puede que
ninguno de los dos grupos fuera consciente de la existencia del otro.
El 7 de agosto, Nansen y
Johansen se subieron al Windward, el buque de avituallamiento de la expedición,
y marcharon hacia Vardø, en Noruega, a donde llegaron el día 13. Les recibió Henrik Mohn, quien
formuló
la hipótesis
de la deriva polar, quien estaba en la ciudad por casualidad.
Pronto se informó
al mundo, mediante telegrama, del regreso de Nansen, sano y salvo,
aunque entonces aún
no había noticias del Fram.
Tomando el barco correo
semanal, Nansen y Johansen alcanzaron Hammerfest el 18 de agosto, donde
conocieron que el Fram había sido avistado. Había surgido del hielo al noroeste
de Spitsbergen, como Nansen había predicho, y estaba de regreso a Tromsø. No
había pasado por el polo, ni superado la marca septentrional de Nansen.
Sin demora, Nansen y Johansen se embarcaron en dirección a Tromsø, donde se reunieron con
sus camaradas el 27 de agosto de
1896. El viaje de vuelta a casa a Cristianía fue una serie de recepciones
triunfales en cada puerto. Hacen con él una entrada triunfal el 9 de septiembre
en el puerto de Christiania. El Fram fue escoltado entrando en la bahía de
cristianía y bienvenido por las mayores multitudes que se hubieran visto nunca
en la ciudad. La tripulación fue recibida por el
rey Óscar
y Nansen, reunido con su familia, permaneció en palacio varios días como sus invitados
especiales. Llegaron tributos de todo el mundo; fue destacable el procedente
del montañero británico Edward Whymper, quien escribió que Nansen había logrado
«un avance casi tan grande como el logrado por todo el resto de viajes del
siglo XIX juntos».
El
balance de la expedición del Fram
La expedición, pese a no
alcanzar el Polo, fue un verdadero éxito en los aspectos deportivo, humano y
científico:
·
tres invernadas en el Ártico por
trece miembros de la tripulación sin enfermedad ni desfallecimiento moral;
·
la marcha de dos exploradores hasta
el punto más septentrional jamás alcanzado;
·
el retorno sano y salvo de toda la
tripulación y del buque en perfecto estado;
·
el descubrimiento de que el océano
que rodea al Polo es muy profundo;
·
el descubrimiento del itinerario
seguido por las banquisas y la desviación después por el estrecho de Bering
hasta el Atlántico;
·
el descubrimiento de que la deriva
se debe esencialmente a los vientos y en una débil medida solamente a las
corrientes;
·
el descubrimiento, gracias a las
observaciones hidrográficas, de la existencia, bajo una capa superficial fría,
de más capas de agua relativamente calientes (hasta +1 °C) y muy salinas; fue
el primero, pues, en anotar y describir el fenómeno del «agua muerta»;
·
el estudio de la formación de los
hielos;
·
observación de que el desplazamiento
de los icebergs, que compartió con el oceanógrafo sueco Vagn Walfrid Ekman, a
quien se debe la formulación de la espiral de Ekman, por acción del efecto
Coriolis;
·
la constatación de la existencia de
una fauna de aves importante, como gaviotas, petreles, págalos y escribanos.
Figura
nacional
Científico
y maestro de la exploración polar
La primera tarea de
Nansen a su regreso fue escribir un relato de su viaje. Lo hizo de manera muy
rápida, produciendo un texto de 300 000 palabras en noruego para el mes de
noviembre de 1896; la traducción al inglés, titulada Farthest North, ya estaba
preparada en enero de 1897. El libro fue un éxito inmediato, y aseguró el
futuro económico de Nansen a largo plazo.
Nansen incluyó,
sin comentarlo, la crítica
adversa de su conducta, la de Greely, quien había escrito en Harper's
Weekly sobre la decisión
de Nansen de abandonar el Fram y dirigirse al polo: «Es imposible comprender
cómo Nansen puede haberse
desviado de tal manera del más sagrado deber del comandante de una expedición
naval».
En los veinte años
siguientes a su vuelta del Ártico, Nansen dedicó la mayor parte de sus energías
al trabajo científico. En 1897 aceptó un trabajo de profesor en zoología en la
Real Universidad Federiciana,
lo que le dio una base a partir de la cual podría enfrentarse a la gran
tarea de editar los informes de los resultados científicos de la expedición del Fram. Esta era una
tarea mucho más
ardua que escribir la narración de la expedición. Los resultados finalmente se
publicaron en seis volúmenes, y según un científico polar posterior, Robert
Rudmose-Brown, «fueron para la oceanografía ártica lo que los resultados de la
expedición del Challenger habían sido a la oceanografía de otros océanos».
En 1900, Nansen se
convirtió en director del Laboratorio Internacional para la Investigación del
Mar Septentrional, con sede en Cristianía, y ayudó a fundar el Consejo
Internacional para la Exploración del Mar. A través de sus conexiones con
esta segunda entidad, en el verano de 1900 Nansen se embarcó en su primera visita a
aguas árticas
desde la expedición
del Fram, un crucero a Islandia y la isla Jan Mayen en el barco de investigación oceanográfica Michael Sars, que
recibió este nombre por el padre de Eva.
Poco después
de su regreso, supo que su récord del punto más septentrional
alcanzado había
sido superado, por miembros de la expedición italiana del duque de los Abruzos. Habían alcanzado una latitud
de 86°34′N el 24 de abril de 1900, en un intento de alcanzar el polo Norte
desde la Tierra de Francisco José.
Nansen recibió
la noticia con tranquilidad: «¿Cuál es el valor de un objetivo por sí mismo? Todos
desaparecen ... es solo una cuestión de tiempo».
Nansen era entonces
considerado como un oráculo para todos los que querían explorar las regiones
polares, del norte o del sur. El duque de los Abruzos había consultado con él,
lo mismo que el belga Adrien de Gerlache, cada uno de los cuales emprendió
expediciones a la Antártida. Aunque Nansen se negó a reunirse con su
propio compatriota y explorador Carsten Borchgrevink (a quien consideraba un
fraude), aconsejó
a Robert Falcon Scott sobre equipamiento y transporte polar, antes de la
expedición
del Discovery de 1901-04. En cierto momento, el propio Nansen consideró
seriamente la posibilidad de liderar una expedición al polo Sur él mismo, y le
pidió a Colin Archer que diseñara dos barcos. Sin embargo, estos planes no
pasaron de proyectos.
Para el año 1901, la
familia de Nansen se había ampliado considerablemente. Una hija, Liv, había
nacido justo antes de que partiera el Fram; un hijo, Kåre nació en 1897 seguido
por una hija, Irmelin, en 1900 y un segundo hijo Odd en 1901. La casa familiar,
que Nansen había
construido en 1891 gracias a los beneficios del libro sobre la expedición a
Groenlandia, les había quedado pequeña. Nansen adquirió un terreno en el
distrito de Lysaker y construyó, en gran medida según diseño propio, una casa
grande e imponente que combinaba alguna de las características de una casa
solariega inglesa con rasgos del renacimiento italiano.
La casa estaba ya
dispuesta para ser habitada en el mes de abril de 1902; Nansen la llamó
Polhøgda («alturas polares»), y siguió siendo su casa durante el resto de su
vida. Un quinto y último hijo, Asmund, nació en Polhøgda en 1903.
Político
y diplomático
La unión entre Noruega y
Suecia, impuesta por las grandes potencias en 1814, había estado bajo
considerable presión en la década de los años 1890, siendo el principal punto
de conflicto los derechos de Noruega a tener su propio servicio consular.
Nansen, aunque no estaba inclinado a ser político, había hablado sobre el tema
en varias ocasiones defendiendo los intereses de los noruegos.
Participó
también
en la lucha por la independencia de Noruega. Antes de la disolución de la unión entre Noruega y Suecia
el 7 de junio de 1905, Nansen había sido un devoto republicano, junto con
otros destacados noruegos como los autores Bjørnstjerne Bjørnson y
Arne Garborg. No obstante, después de oír convincentes argumentos por parte de
Sigurd Ibsen y otros, Nansen cambió su posición (como hicieron Bjørnson y
Garborg). Parecía que, a principios del siglo XX, era posible el acuerdo entre
los dos países, pero las esperanzas quedaron frustradas cuando las
negociaciones se rompieron en febrero de 1905. El gobierno noruego cayó, y fue
reemplazado por uno liderado por Christian Michelsen, que llevaba en su
programa la separación de Suecia.
En febrero y marzo,
Nansen publicó una serie de artículos periodísticos que lo colocaron firmemente
en el campo de los separatistas. El nuevo primer ministro quería a Nansen en su
gabinete, pero Nansen no tenía ambiciones políticas. Sin embargo, a petición de Michelsen, marchó a
Berlín y luego a Londres donde, en una carta a The Times, defendió la
pretensión noruega de tener un servicio consular propio ante el mundo de habla
inglesa. El 17 de mayo de 1905, día de la constitución de Noruega, Nansen se
dirigió a una gran muchedumbre en Cristianía, diciendo: «Ahora se han cerrado todas las líneas de retirada. Ahora
solo queda un camino, el camino hacia delante, quizá a través de dificultades y
adversidades, pero adelante para nuestro país, hacia una Noruega libre». También
escribió un libro, Noruega y la Unión con Suecia, para promover la postura de
los noruegos en el extranjero.
El 23 de mayo el
Storting aprobó la Ley del Consulado estableciendo un servicio consular
separado. El rey Óscar no lo aprobó; el 27 de mayo el gabinete noruego dimitió,
pero el rey no reconocería este paso. El 7 de junio el Storting unilateralmente
anunció que la unión con Suecia quedaba disuelta. En una tensa situación, el
gobierno sueco estuvo conforme con la petición noruega de que la disolución
debía someterse a referéndum entre los noruegos.
Este se celebró
el 13 de agosto de 1905 y dio como resultado un abrumador voto en favor de la
independencia, momento en el cual el rey Óscar renunció a la corona de Noruega,
conservando al mismo tiempo el trono sueco.
El gobierno de Michelsen
había considerado qué príncipe podría ser adecuado para el trono noruego, en
caso de optarse por una monarquía para el nuevo estado. Así que la opción era
el príncipe Carlos de Dinamarca. En julio de 1905 Michelsen envió a Nansen a
Copenhague en una misión secreta para convencer a Carlos para que aceptara el
trono noruego. Nansen tuvo éxito; el príncipe danés, no obstante, lo
condicionó
a que se celebrara un referéndum sobre la monarquía y que el rey Óscar no
quisiera la corona para ninguno de sus hijos. El 26 de octubre de 1905 el
Parlamento sueco aceptó la independencia de Noruega. El rey Óscar renunció al
trono de Noruega y rechazó que pasara a ninguno de sus hijos, de la dinastía
Bernadotte. El segundo referéndum,
el de la monarquía, se celebró en noviembre. Nansen hizo campaña por la
monarquía, seguro de que era lo correcto para Noruega, aunque el punto de vista
general era que Nansen sería elegido presidente si los noruegos elegían un
estado republicano. El referéndum puso de manifiesto la fuerte preferencia de
los noruegos por la monarquía. Poco después, Carlos fue proclamado rey,
asumiendo el nombre de Haakon VII. Él y su esposa, la princesa británica Maud
(Matilde), fueron coronados en la catedral de Nidaros en Trondheim el 22 de
junio de 1906.
Después de la
independencia de Noruega, en abril de 1906, Nansen fue nombrado primer ministro
plenipotenciario en Londres.
Su principal labor en este cargo fue trabajar con representantes de las
principales potencias europeas en el Tratado de Integridad que garantizara la
posición noruega. Nansen era popular en
Inglaterra, y llegó
a ser amigo íntimo
del rey Eduardo VII, aunque no le agradaban las funciones cortesanas y los
deberes diplomáticos;
«frívolos y aburridos» fue su descripción. No obstante, fue capaz de seguir con
sus intereses geográficos
y científicos
a través
de contactos con la Royal Geographical Society y otras instituciones. El
Tratado se firmó
el 2 de noviembre de 1907, y Nansen consideró que su tarea había finalizado. Se
resistió a las peticiones que le hicieron, incluso del rey Eduardo, para
quedarse en Londres, así que el 15 de noviembre Nansen dimitió de su puesto. Unas
pocas semanas después,
estando aún
en Inglaterra como invitado del rey en Sandringham, Nansen recibió aviso de que
su esposa Eva estaba muy enferma de neumonía. El 8 de diciembre emprendió el
camino de vuelta a casa, pero antes de llegar a Polhøgda supo, por telegrama,
que Eva había muerto.
Oceanógrafo
y viajero
Después de un período de
luto, Nansen regresó a Londres. Su gobierno lo convenció para dejar sin efecto
su dimisión hasta después de la visita oficial del rey Eduardo VII a Noruega en
abril de 1908. Se puso fecha al final de su servicio diplomático en el 1 de
mayo de 1908, el mismo día en el que su profesorado en la universidad se cambió
de zoología a oceanografía. Esta nueva denominación reflejaba el carácter
general de los más recientes intereses científicos de Nansen.
En 1905, había
proporcionado al físico sueco Vagn Walfrid Ekman sus datos que establecieron el
principio en oceanografía conocido como la espiral de Ekman. Basándose en las
observaciones de Nansen de las corrientes oceánicas documentadas durante la
expedición del Fram, Ekman concluyó que el efecto del viento sobre la
superficie del mar producía corrientes que «formaban algo parecido a una
escalera de caracol, hacia abajo, hacia las profundidades».
En 1909 Nansen y Bjørn
Helland-Hansen publicaron un artículo científico, El mar de Noruega: su
oceanografía física, basado en el viaje del Michael Sars del año 1900. Nansen
para entonces se había
retirado de las exploraciones polares, siendo significativo que dio su
beneplácito para que Roald Amundsen utilizase el Fram (propiedad del estado)
para una expedición al polo Norte. Cuando Amundsen hizo su controvertido cambio
de planes y emprendió
el viaje hacia el polo Sur, Nansen lo defendió.
De 1910 a 1914, se lanza
a diferentes exploraciones al océano Atlántico Norte, al océano Glacial Ártico
y a Siberia. En 1910, a bordo del buque noruego Fridtjof, llevó a cabo
investigaciones en el Atlántico norte, y en 1912 cogió su propio yate, Veslemøy, y fue a Isla del Oso
y Spitsbergen. El principal objetivo del crucero Veslemøy fue la investigación de la salinidad en la
cuenca polar septentrional.
Una de las contribuciones más perdurables de Nansen a la oceanografía fue su
trabajo diseñando instrumentos y equipamiento; la «botella de Nansen» para
tomar muestras de aguas profundas siguió usándose hasta entrado el siglo XXI,
en una versión actualizada por Shale Niskin.
A petición de la Royal
Geographical Society, Nansen empezó a trabajar en un estudio de los
descubrimientos del Ártico, que desarrolló en una historia de dos volúmenes de
la exploración de las regiones polares hasta comienzos del siglo XVI. Se
publicó en 1911 como Nord i Tåkeheimen («En las nieblas del norte»). Ese año reanudó su relación con Kathleen Scott,
esposa de Robert Falcon Scott cuya Expedición Terra Nova había zarpado hacia la Antártida en 1910.
El biógrafo Roland Huntford
ha afirmado, sin evidencias concluyentes, que Nansen y Kathleen Scott tuvieron
un breve affair. Louisa Young, en su biografía de Lady Scott, rechaza
esto. Muchas mujeres se sintieron atraídas por Nansen, y tenía reputación de play boy.
Su vida personal era complicada por esa época; en enero de 1913 recibió
noticias del suicidio de Hjalmar Johansen, quien había caído en desgracia en la
expedición de Amundsen al polo Sur.
En marzo de 1913, el hijo menor de Nansen, Asmund, murió después de una larga
enfermedad.
En el verano de 1913,
Nansen viajó al mar de Kara, invitado por Jonas Lied, como parte de una
delegación que investigaba una posible ruta comercial entre Europa Occidental y
el interior siberiano. La partida tomó un vapor que remontó el río Yenisei
hasta Krasnoyarsk, y viajó en el ferrocarril Transiberiano hasta Vladivostok
antes de volver a casa. Nansen publicó un reportaje del viaje en A través de
Siberia. La vida y la cultura de los pueblos rusos suscitaron el interés y la simpatía de
Nansen, que le acompañarían en momentos posteriores de su vida. Justo antes de
la Primera Guerra Mundial, Nansen se unió a Helland-Hansen en un crucero oceanográfico en aguas del Atlántico oriental.
Hombre
de estado y trabajo humanitario
Sociedad
de las Naciones
Cuando estalló la guerra
en 1914, Noruega declaró su neutralidad, junto con Suecia y Dinamarca. Nansen
fue nombrado presidente de la Unión de Defensa Noruega, pero tenía pocos
deberes oficiales, y continuó con su trabajo profesional hasta donde lo
permitieron las circunstancias. Conforme la guerra progresaba, la pérdida del comercio de
ultramar noruego llevó
a una seria carencia de comida en el país, que se volvió crítica en abril de 1917
cuando los Estados Unidos entraron en la guerra e impusieron mayores
restricciones al comercio internacional. Nansen fue nombrado jefe de una
delegación noruega en Washington con el fin de negociar un acuerdo para
permitir que suministros de comida esenciales cruzaran su bloqueo. Después de meses
de discusiones, aseguró comida y otros suministros a cambio de la introducción
de un sistema de racionamiento. Cuando su gobierno dudó sobre el contenido del
tratado, él lo firmó por iniciativa propia, como ministro plenipotenciario.
A los pocos meses de
acabar la guerra en noviembre de 1918, la Conferencia de paz de París aceptó un
borrador para crear una Sociedad de las Naciones, como medio de resolver las
disputas entre naciones por medios pacíficos. La fundación de la Liga en este
tiempo fue providencial en lo que a Nansen concernía, pues le dio una vía de
escape a su infatigable energía.
Fue nombrado presidente de la Sociedad de la Liga de Naciones Noruega y, aunque
las naciones escandinavas con su tradición de neutralidad inicialmente se
mantuvieron aparte, su defensa ayudó a asegurar que Noruega se convirtiera en
miembro de pleno derecho de la Liga en 1920, y se convirtió en uno de sus tres
delegados ante la Asamblea General de la Liga.
Nansen se involucró en
la Sociedad de Naciones como Alto Comisionado para varias iniciativas, incluida
la organización del intercambio de prisioneros de guerra y ayuda a los
refugiados rusos en abril de 1920, devolviendo a su país a todos los
prisioneros. En abril de 1920, a petición de la Liga, Nansen empezó a organizar
la repatriación de alrededor de medio millón de prisioneros de guerra,
dispersos en diversas partes del mundo. De estos, 300 000 estaban en Rusia que,
inmersa en la revolución y la guerra civil, tenía escaso interés en su destino.
Nansen fue capaz de informar a la Asamblea en noviembre de 1920, que alrededor
de 200 000 hombres habían regresado a sus hogares. «Nunca en mi vida», dijo,
«he entrado en contacto con semejante cantidad de sufrimiento». Nansen siguió con este trabajo durante
otros dos años hasta que, en su informe final a la Asamblea en 1922, fue capaz
de afirmar que 427 886 prisioneros habían sido repatriados a unos 30 países
diferentes. Al homenajear su obra, el comité responsable señaló que la historia
de sus esfuerzos «contendría relatos de propósitos heroicos a la altura del
cruce de Groenlandia y el gran viaje Ártico».
Hambruna
en la Unión Soviética
Incluso antes de que
acabara su labor con los prisioneros de guerra, Nansen se vio involucrado en
otro esfuerzo humanitario. El 1 de septiembre de 1921, motivado por el delegado
británico Philip Noel-Baker, aceptó el puesto de Alto Comisionado de la
Sociedad de Naciones para los Refugiados.
Su principal propósito
era el reasentamiento de alrededor de dos millones de refugiados rusos
desplazados por las turbulencias de la Revolución Rusa.
Al mismo tiempo, la Cruz
Roja le pidió en 1921 que organizara un programa de ayuda para los millones de
rusos que morían en la hambruna rusa de 1921. Con la pérdida generalizada de
las cosechas, alrededor de 30 millones de personas estaban amenazadas de
inanición y muerte. A pesar de la defensa de Nansen de estas personas
hambrientas, el gobierno revolucionario ruso era temido y en Occidente se
desconfiaba de él, de manera que la Sociedad no estaba dispuesta a acudir a la
ayuda de sus pueblos. Occidente sospechaba que el hambre rusa había sido
originada por la mala gestión gubernamental de la economía y era difícil
recaudar fondos. Aun así, Nansen encontró ayuda alimentaria suficiente para las
regiones del Volga y del sur de Ucrania, en la URSS, afectando a una cifra
indeterminada de personas, entre 7 y 22 millones. Tuvo que confiar en gran
medida en la recaudación de fondos de organizaciones privadas, y sus esfuerzos
tuvieron un éxito limitado.
Más tarde se expresó sobre este tema con
amargura:
«Había
en varios países al otro lado del Atlántico tal abundancia de maíz, que los
granjeros tuvieron que quemarlo como combustible en los motores de sus
ferrocarriles. Al mismo tiempo, los barcos en Europa estaban parados, pues no
había comercio. Simultáneamente había miles, no, millones de desempleados. Todo
esto, mientras a treinta millones de personas en la región del Volga, no tan
lejana y que se podía alcanzar fácilmente con nuestros barcos, se les dejó
morir de hambre. Los políticos del mundo en conjunto, salvo en los Estados
Unidos, estaban intentando encontrar una excusa para no hacer nada con el
pretexto de que era culpa de los propios rusos – un resultado del sistema
bolchevique».
Un gran problema que
entorpecía la labor de Nansen en favor de los refugiados era que la mayor parte
de ellos carecían de prueba documental de identidad o nacionalidad. Sin un
estatus legal en su país de refugio, su carencia de papeles significaba que no
podían ir a ningún otro sitio. Para superar esto, Nansen diseñó un documento
que pasó a ser conocido como el «pasaporte Nansen», una forma de identidad para
personas apátridas que con el tiempo fue reconocido por más de 50 gobiernos, y que
permitió a los refugiados cruzar fronteras legalmente. Aunque el pasaporte fue
creado inicialmente para los refugiados rusos, se extendió para cubrir otros
grupos.
Mientras atendía la
Conferencia de Lausana en noviembre de 1922, Nansen conoció que le habían
otorgado el Premio Nobel de la Paz para el año 1922. Se alababa «su trabajo
para la repatriación de los prisioneros de guerra, su trabajo en favor de los
refugiados rusos, su trabajo para llevar socorro a millones de rusos afectados
por la hambruna, y finalmente, su trabajo actual en favor de los refugiados en
Asia menor y Tracia». Recibió el Nobel el 10 de diciembre de 1922.
Nansen donó
el dinero del premio a los esfuerzos humanitarios internacionales.
Reasentamiento
turco-griego
Después de la guerra
greco-turca de 1919-1922, Nansen viajó a Constantinopla para negociar el
reasentamiento de cientos de miles de refugiados, principalmente griegos
étnicos que habían huido (o sido expulsados) de Turquía después de la derrota
del ejército griego. El empobrecido estado griego fue incapaz de hacerse cargo
de ellos, de manera que Nansen
diseñó
un plan para un intercambio de población donde medio millón de turcos en Grecia
fueron remitidos a Turquía,
con una compensación
financiera total, mientras que otros préstamos facilitaron la absorción de los
refugiados griegos en el estado griego.
A pesar de cierta controversia sobre el principio de un intercambio de población,
el plan fue implementado con éxito a lo largo de un período de varios años.
Participó en las
negociaciones entre el gobierno griego y el turco que llevaron al Tratado de
Lausana, firmado en la ciudad
suiza el 24 de julio de 1923.
Genocidio
armenio
La segunda mitad de los
años 1920 trabajó para resolver la crisis de los armenios en Turquía.
Desde 1925 en adelante, Nansen dedicó mucho tiempo intentando ayudar a los
refugiados armenios, víctimas
del genocidio armenio a manos del Imperio otomano durante la Primera Guerra
Mundial y el maltrato que sufrieron con posterioridad.
Su propósito
fue el reasentamiento de una casa nacional para estos refugiados, dentro de las
fronteras de la Armenia Soviética. Su principal ayudante en esta labor
fue Vidkun Quisling, el futuro colaborador nazi y cabeza de un gobierno títere
noruego durante la Segunda Guerra Mundial.
Después de visitar la
región, Nansen presentó a la Asamblea un plan modesto para la irrigación de 360
km² en donde los 15 000 refugiados pudieran asentarse. El plan al final fracasó, porque incluso la
incansable defensa de Nansen, no hubo dinero para financiar el plan. A pesar de
este fracaso, su reputación entre el pueblo armenio sigue siendo
alta.
Nansen escribió Armenia
y el Oriente Próximo (1923) donde describe la situación de los armenios al
perder su independencia en favor de la Unión Soviética. El libro fue traducido
a muchos idiomas. Después
de su visita a Armenia, Nansen escribió otros dos libros: Cruzando Armenia
(1927) y A través del Cáucaso y el Volga (1930).
Dentro de la Asamblea de
la Liga, Nansen habló sobre muchos temas aparte de los relacionados con los
refugiados. Creía que la Asamblea daba a países pequeños como Noruega una
«oportunidad única de hablar en los foros del mundo». Creía que la amplitud con la
que la Liga consiguiera el desarme sería el mejor test de su credibilidad.
Fue uno de los firmantes de la Convención sobre la Esclavitud de 25 de
septiembre de 1926, que buscaba prohibir el uso del trabajo forzado.
Apoyó
el establecimiento de las reparaciones de posguerra y defendió que Alemania formara
parte de la Liga de Naciones, lo que se concedió en septiembre de 1926
después
de un intenso trabajo preparatorio de Nansen.
Vida
posterior
El 17 de enero de 1919
Nansen se casó con Sigrun Munthe, una amiga desde hacía tiempo con quien había
tenido un affair en 1905, cuando Eva aún vivía. Los hijos de Nansen se
mostraron resentidos por este matrimonio, que acabó siendo infeliz; un conocido
de ellos escribió, en la década de los veinte, dijo que Nansen parecía
insoportablemente infeliz y Sigrun empapada en odio.
El compromiso de Nansen
con la Sociedad de Naciones en los años veinte implicó su ausencia de Noruega
la mayor parte del tiempo, y pudo dedicar poco tiempo a su obra científica. A
pesar de todo, siguió escribiendo ocasionales artículos científicos.
Confiaba en poder viajar al polo Norte por aire, pero no pudo reunir financiación suficiente.
En cualquier caso, se le anticipó Amundsen, quien sobrevoló el polo en el dirigible
de Umberto Nobile Norge en mayo de 1926.
Dos años
más tarde, Nansen
retransmitió
una oración
en memoria de Amundsen, quien había desaparecido en el Ártico mientras
organizaba una partida de rescate para Nobile cuya aeronave se había estrellado en un
segundo viaje polar. Nansen dijo de Amundsen: «Encontró
una tumba desconocida bajo el claro cielo del mundo helado, con el zumbido de
las alas de eternidad a través del espacio».
En 1925 fue nombrado
caballero gran cruz con collar de la Orden de San Olaf, de la que ya había
recibido, en 1896, la gran cruz.
En 1926 Nansen fue
elegido Rector de la Universidad de St Andrews en Escocia, el primer extranjero
que desempeñó este cargo, en gran medida honorífico. Usó la ocasión de su
discurso inaugural para repasar su vida y filosofía, y hacer una llamada a la
juventud de la siguiente generación. Finalizaba así:
Todos
tenemos una Tierra Más Allá que buscar en nuestra vida, ¿qué más podemos
desear? Nuestra tarea es encontrar el sendero que lleva a ella. Un camino largo,
un camino difícil, quizá; pero la llamada nos llega a todos, y tenemos que
irnos. Enraizado muy profundamente en la naturaleza de cada uno de nosotros
está el espíritu de aventura, la llamada de lo salvaje, vibrando bajo todas
nuestras acciones, haciendo la vida más profunda, y más alta y más noble.
Nansen evitó en gran
medida involucrarse en la política interior noruega, pero en 1924 fue
persuadido por el anterior primer ministro, que estaba retirado desde hacía
tiempo, Christian Michelsen para tomar parte en una nueva agrupación política
anticomunista, la Sociedad de la Madre Patria. Se temía en Noruega lo que
podría ocurrir en caso de que Partido Laborista de orientación marxista ganase
el poder e introdujera un programa revolucionario. En el mitin inaugural de la
Sociedad en Oslo (que es como se acababa de rebautizar a Cristianía), Nansen
declaró «que hablar del derecho a la revolución en un país con libertades
civiles, sufragio universal e igualdad de oportunidades [era] una soberbia
tontería».
Después de la agitación
continuada entre los partidos de centro-derecha, hubo incluso una petición
independiente en 1926 que ganó cierta fuerza, que proponía que Nansen
encabezara un gobierno de unidad nacional de centro-derecha en un programa de
presupuesto equilibrado, una idea que él no rechazó.
Era el orador titular en el mitin más concurrido de la Sociedad de la Madre
Patria con 15 000 personas en Tønsberg en 1928.
En 1929 realizó
su última
gira por la Sociedad con el barco Stella Polaris, dando discursos desde Bergen
hasta Hammerfest.
Entre sus diversas
obligaciones y responsabilidades, Nansen había seguido tomándose vacaciones
para esquiar en cuanto podía. En febrero de 1930, a los 68 años de edad, se
tomó un breve descanso en las montañas con dos antiguos amigos, quienes se
fijaron en que Nansen era más lento de lo habitual y que parecía cansarse
fácilmente. A su regreso a Oslo se encamó durante varios meses, con gripe y más
tarde flebitis, y en su lecho de enfermo lo visitó el rey Haakon VII.
Nansen era un amigo
íntimo de un clérigo llamado Wilhelm. Nansen era ateo.
Muerte
y legado
Falleció por un ataque
al corazón, el 13 de mayo de 1930 en Lysaker, Bærum, en los alrededores de
Oslo. Se le dio un funeral de estado no religioso antes de incinerarlo, después
de lo cual sus cenizas fueron enterradas bajo un árbol en Polhøgda. La hija
mayor de Nansen, Liv, escribió que no hubo discursos, solo música: La muerte y
la doncella de Schubert, que Eva solía cantar.
En vida, y
posteriormente, Nansen recibió honores y reconocimientos de muchos países.
Entre los muchos tributos que recibió posteriormente estuvo el de Lord Robert
Cecil, un delegado como él
de la Sociedad de Naciones, quien habló de la amplitud del trabajo de Nansen,
que hizo sin tomar en consideración sus propios intereses o su salud: «Cada
buena causa tuvo su apoyo. Fue un intrépido pacificador, un amigo de la
justicia, un abogado siempre por los débiles y sufrientes».
Nansen fue un pionero e
innovador en muchos campos. De joven, abrazó la revolución en los métodos de
esquí que lo transformaron, de un medio de transporte en el invierno a un
deporte universal, y rápidamente se convirtió en uno de los principales
esquiadores de Noruega. Más tarde fue capaz de aplicar su experiencia a los
problemas del viaje polar, en sus expediciones tanto atravesando Groenlandia
como en la expedición del Fram.
Inventó el «trineo
Nansen» con patines anchos, al estilo de los esquiadores, el «hornillo Nansen»
para mejorar la eficiencia calorífica de los hornillos de acampada que se
usaban por entonces, y el principio de vestir a capas en la ropa polar, en
donde los tradicionales ropajes pesados e incómodos fueron reemplazados por
material ligero. En la ciencia, Nansen es reconocido como uno de los fundadores
de la neurología moderna,
y también
como un contribuidor significativo a la temprana ciencia oceanográfica, en
particular por su labor estableciendo el Laboratorio Oceanográfico Central en
Cristianía.
A través de su trabajo
para la Sociedad de Naciones, Nansen ayudó a establecer el principio de
responsabilidad internacional respecto a los refugiados.
Honores
póstumos
Inmediatamente después
de la muerte de Nansen, la Sociedad estableció la Oficina Internacional Nansen
para los Refugiados, un cuerpo semi-autónomo bajo la autoridad de la Sociedad,
para continuar su obra. La Oficina Nansen se enfrentó a grandes dificultades,
en parte derivadas del gran número de refugiados de las dictaduras europeas en
los años treinta. A pesar de todo, aseguró el acuerdo de catorce
países
(incluyendo a una remisa Gran Bretaña) de la Convención sobre los Refugiados
de 1933.
También ayudó a
repatriar a 10 000 armenios a Ereván en la Armenia soviética, y encontró un
hogar a otros 40 000 en Siria y el Líbano. En 1938, el año en que fue
reemplazada por una organización más amplia, la Oficina Nansen recibió el
premio Nobel de la Paz. En 1954, la organización sucesora de la
Sociedad de Naciones, las Naciones Unidas, establecieron la Medalla Nansen, más tarde llamada Premio
Nansen para los refugiados, que se entrega anualmente por el Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Refugiados al individuo, grupo u organización
«con trabajo sobresaliente en beneficio de los desplazados forzosos».
Se fundó la Academia
Nansen en Lillehammer, Noruega, en 1938. Recibió el nombre de Nansen por su
familia para trabajar en pro de la democracia y los ideales humanos en un
tiempo de dictaduras en Europa. Persiste hoy en día trabajando con el diálogo
en zonas de guerra y la educación a favor de la paz.
Numerosos accidentes
geográficos han recibido su nombre: la cuenca de Nansen y la dorsal de
Nansen-Gakkel en el océano Ártico; el monte Nansen en la región del Yukón en Canadá;
el monte Nansen, el monte Fridtjof
Nansen, la isla Nansen y la Isla Nansen
Norte, los cuatro en la Antártida; así como la isla Nansen en el mar de Kara,
la Tierra de Nansen en Groenlandia y la isla Nansen en la Tierra de Francisco
José; el lago Nansen en Argentina; así como el Monte Nansen en Kirguistán; la
isla Eva en la Tierra de Francisco José recibe este nombre por Eva Nansen, la
esposa de Fridtjof; el asteroide (853) Nansenia;
el cráter
Nansen en el polo norte de la Luna y cráter Nansen
en el planeta Marte. Su mansión en Polhøgda es actualmente la
sede del Instituto Fridtjof Nansen, una fundación independiente que se implica
en investigaciones sobre la política del manejo del medio ambiente, la energía
y los recursos.
La Sociedad Geofísica
Europea ha concedido, desde 1996, la Medalla Fridtjof Nansen por investigación
distinguida en Oceanografía.
La película biográfica
noruego-soviética Bare et liv – Historien om Fridtjof Nansen («Justo una vida –
la historia de Fridtjof Nansen») fue estrenada en 1968 con Knut Wigert
interpretando a Nansen.
La Marina Real Noruega
ha bautizado varios barcos con su nombre, comenzando con el buque de patrulla
offshore KNM Fridtjof Nansen en 1930. La Armada Real Noruega lanzó en 2004 la
Clase Fridtjof Nansen, cinco fragatas construidas por la empresa española Navantia
para la Armada Real de Noruega, con KNM Fridtjof Nansen (F310) como el buque
líder de clase, construido en Ferrol en 2006.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Fridtjof_Nansen
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