Christian Dior
Christian Dior era hijo de una familia de la burguesía de provincias francesa. Fue educado como diplomático en la École des Sciences Politiques de París. Luego, comenzó a trabajar en la industria de la moda, su verdadera vocación.
En primer lugar, Dior hizo bocetos
para Robert Piguet, el gran diseñador parisino de la época. En 1946, respaldado
por el magnate textil Marcel Boussac, (llamado el "rey del algodón"),
estableció una casa de costura en París. En veinte años expandió su negocio a
15 países y empleaba a más de 2000 personas. Asimismo, diversificó el negocio
hacia otros productos de lujo, como perfumes o joyas, con un éxito de ventas
rotundo. Algunas de las composiciones más míticas de la historia de la perfumería
llevan el sello Dior.
Es especialmente conocido el llamado
"New Look" de 1946 (sobrenombre dado por una periodista americana),
un estilo de costura para mujer que propone hombros torneados, cintura fina y
falda amplia en forma de corola a veinte centímetros del suelo. Representa la
elegancia clásica y la vuelta a una imagen femenina, y supuso la recuperación
del lujo y el exceso tras la depresión de la Segunda Guerra Mundial.
Llegó a decir en una entrevista de
1953, después de que le preguntasen ¿Cuál es la reina que más le ha gustado
vestir? que La única reina que vestí fue Eva Perón. De hecho, llegó a tener tal
afinidad con el glamour de la ex-primera dama argentina, que poseía un maniquí
con las medidas de Eva en su taller.
Después de su muerte, la casa Dior
ha continuado su actividad con otros diseñadores de gran renombre: Yves Saint
Laurent, Marc Bohan, Gianfranco Ferré, John Galliano, Raf Simmons o Maria
Grazia Chiuri, actual Directora Creativa de Dior y anteriormente de Valentino.
La casa Dior ha vestido a
celebridades como Diana de Gales (a la que la firma homenajeó en 1995 con un
famoso bolso de mano llamado "Lady Dior"). Otras de sus clientas han
sido la primera dama de Francia Carla Bruni y la hermana del Rey de España Elena
de Borbón, entre otras muchas.
Hace poco se inauguró una exposición
de homenaje a Christian Dior en su centenario, situando el evento no en París
sino en la que fue su casa natal, Les Rhumbs, una bella residencia de la Belle
Epoque edificada sobre el mar, en Granville, Normandía. El tono rosado de sus
muros, dicen, fue el color justo que predominó en sus colecciones de moda mucho
después, cuando impuso el llamado rosa Dior, pálido y liviano en oposición al
que Schiaparelli bautizó rojo shocking, luego de la Segunda Guerra Mundial. Y
mientras las flores de su jardín normando, mezcladas a otros aromas compusieron
las notas predominantes de sus perfumes, casi tan célebres como sus vestidos,
aún hoy, cuando todavía es posible encontrar un frasco de Diorissimo, por
ejemplo, en algún anaquel perdido de una tienda de free shop en algún aeropuerto
que se precie de elegante, exhibiendo la caja del envase de Diorissimo
precisamente teñida de tono rosa Dior. Allí se encierra una sabia mezcla de
muguet y jazmín, probablemente robados del jardín de los Dior en Granville.
La ceremonia y la pompa merecida con
que se inauguró la exposición del centenario estuvo a cargo del amo mundial del
lujo actual, Bernard Arnault, propietario de la etiqueta hoy en día que fuera
fundada en l946, ahora convertida en Grupo Dior, asimilado a su vez al que se
denomina LVMH, dueño de la suntuosidad y de marcas como Vuitton, Moet Chandon,
Loewe, Tag Heuer, entre otras. Los seguidores y representantes de las
celebradas etiquetas acudieron a festejar el centenario de Christian Dior y
también la historia de su etiqueta, “un bello ejemplo de lo sublime con lo
monetario”, coincidieron sus organizadores. En realidad, el modisto fue un
creador que supo romper con su tiempo innovando en la moda hasta su muerte, en
l957, durante un viaje a Italia. Seguramente su corazón no resistió tanta vida
sobresaltada en la moda y sus cambios, igualmente perennes, durante algo más
que una década.
En l956, el propio Dior, que se
autodefinía como un hombre tímido y conservador, había titulado a su biografía
Christian Dior et Moi, que reflejaba precisamente tanto su vida de soñador y
esteta como sus logros en las finanzas, al tiempo que creador. La marca nació
con estruendo en sus salones de la Avenue Montaigne el l2 de febrero de l947 y
de inmediato fue celebrada y apoyada por la poderosa Carmel Snow, directora del
influyente figurín Harper’s Bazaar y quien bautizó a la nueva línea de ropa
como New Look. La famosa silueta consistía en marcar el talle de avispa,
redondear los hombros pequeños de una chaqueta corta y ensamblar con una falda
confeccionada con muchos metros de tela cuyo dobladillo se detenía a mitad de
la pantorrilla, enfundada en medias color hueso. Los zapatos estaban diseñados
exclusivamente por Roger Vivier para la etiqueta y eran un tipo de escarpín,
con punta afilada y taco fino. El más emblemático fue el par que Dior hizo
forrar en tela con estampado pied-de-poule en blanco y negro, idéntico al
frasco de su perfume Miss Dior, lanzado al mismo tiempo.
Las flores fetiche de su jardín
normando fueron nuevamente la base de la fragancia, pero también la forma de
las faldas del New Look. Como decía el propio modisto en el catálogo de la
exposición: “Dibujé mujeres-flor, con hombros suaves, pecho generoso, cintura
de junco y faldas tan amplias como un torbellino de pétalos”. En esa misma
idea-fuerza trabaja John Galliano, quien hoy diseña la colección de alta
costura para la etiqueta: “Comparto su amor por la naturaleza y la belleza del
cuerpo femenino y sobre todo el deseo de que muchas mujeres florezcan. Me
siento honrado de estar cuidando sus flores y de cortar brotes nuevos, cada
temporada”.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Christian_Dior
https://www.opusvida.com/christian-dior/
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