Albert Einstein
Nació
en la ciudad alemana de Ulm, cien kilómetros al este de Stuttgart, en el seno
de una familia judía. Sus padres fueron Hermann Einstein y Pauline Koch.
Hermann y Pauline se habían casado en 1876, cuando Hermann tenía casi
veintinueve años y ella dieciocho. La familia de Pauline vivía cerca de Stuttgart, concretamente
en la ciudad de Cannstatt; allí
su padre, Julius Koch, explotaba con su hermano Heinrich un comercio muy próspero de cereales. Pauline tocaba el
piano y le transmitió
a su hijo su amor por la música, entre otras cualidades como su
"perseverancia y paciencia". De su padre, Hermann, también heredó ciertos caracteres como la
generosidad y la amabilidad que caracterizaron a Albert.
En
1880 la familia se mudó a Múnich, donde se criaría durante catorce años, y su
padre y el hermano de este, Jakob, quien influyó intelectualmente sobre Albert,
fundaron en octubre una empresa dedicada a la instalación de agua y gas. Como
el negocio marchaba bien, con el apoyo de toda la familia decidieron abrir un
taller propio de aparatos eléctricos (Elektrotechnische Fabrik J. Einstein
& Cie.), que suministraban a centrales eléctricas en Múnich-Schwabing,
Varese y Susa en Italia, la que fracasaría tras endeudar a toda la familia.
Esto causó un trauma no solo a Albert sino también al resto de la familia. A
fin de saldar las deudas y financiar el traslado, el querido jardín de la casa
de Múnich fue vendido a un promotor inmobiliario.
Desde
sus comienzos, demostró cierta dificultad para expresarse, pues no empezó a
hablar hasta la edad de tres años, por lo que aparentaba poseer algún retardo
que le provocaría algunos problemas. Al contrario que su hermana menor, Maya,
que era más vivaracha y alegre, Albert era paciente y metódico y no le gustaba
exhibirse. Solía evitar la compañía de otros infantes de su edad y a pesar de
que, como niños, también tenían de vez en cuando sus diferencias, únicamente
admitía a su hermana en sus soledades. Cursó sus estudios primarios en una
escuela católica; desde 1888 asistió al instituto de segunda enseñanza Luitpold
(que en 1965 recibiría el nombre de Gymasium Albert Einstein). Sacó buenas
notas en general, no tanto en las asignaturas de idiomas, pero excelentes en
las de ciencias naturales. Los libros de divulgación científica de Aaron
Bernstein marcaron su interés y su futura carrera. Fue un período difícil que
sobrellevaría gracias a las clases de violín (a partir de 1884) que le daría su
madre (instrumento que le apasionaba y que continuó tocando el resto de sus
días) y a la introducción al álgebra
que le descubriría
su tío
Jacob. Su paso por el Gymnasium (instituto de bachillerato), sin embargo, no
fue muy gratificante: la rigidez y la disciplina militar de los institutos de
secundaria de la época
de Otto von Bismarck le granjearon no pocas polémicas
con los profesores: en el Luitpold Gymnasium las cosas llegaron a un punto
crítico en 1894, cuando Einstein tenía quince años. Un nuevo profesor, el Dr.
Joseph Degenhart, le dijo que «nunca conseguiría nada en la vida». Cuando
Einstein le respondió que «no había cometido ningún delito», el profesor le
respondió: «tu sola presencia aquí mina el respeto que me debe la clase».
Su
tío, Jacob Einstein, un ingeniero con gran inventiva e ideas, convenció al
padre de Albert para que construyese una casa con un taller, en donde llevarían
a cabo nuevos proyectos y experimentos tecnológicos de la época a modo de
obtener unos beneficios, pero, debido a que los aparatos y artilugios que
afinaban y fabricaban eran productos para el futuro, en el presente carecían de
compradores y el negoció fracasó. El pequeño Albert, se crio motivado por las
investigaciones que se realizaban en el taller y todos los aparatos que allí
había. Además, su tío incentivó sus inquietudes científicas proporcionándole
libros de ciencia. Según relata el propio Einstein en su autobiografía, de la
lectura de estos libros de divulgación científica nacería un constante
cuestionamiento de las afirmaciones de la religión; un librepensamiento
decidido que fue asociado a otras formas de rechazo hacia el Estado y la
autoridad. Un escepticismo poco común en aquella época, a decir del propio
Einstein. El colegio no lo motivaba, y aunque era excelente en matemáticas y
física, no se interesaba por las demás asignaturas. A los quince años, sin
tutor ni guía, emprendió el estudio del cálculo infinitesimal. La idea,
claramente infundada, de que era un mal estudiante proviene de los primeros
biógrafos que escribieron sobre Einstein, que confundieron el sistema de
calificación escolar de Suiza (un 6 en Suiza es la mejor calificación) con el
alemán (un 6 es la peor nota). En este «Erziehungsrat» aparece con nota en todas las
asignaturas: Álgebra,
Física,
Geometría,
Geometría
Analítica
y Trigonometría.
En
1894, la compañía Hermann sufría importantes dificultades económicas y los
Einstein se mudaron de Múnich a Pavía, en Italia, cerca de Milán. Albert
permaneció en Múnich para terminar sus cursos antes de reunirse con su familia
en Pavía, pero la separación duró poco tiempo: antes de obtener su título de bachiller
decidió abandonar el Gymnasium. Sin consultarlo con sus padres, Albert se puso
en contacto con un médico (el hermano mayor de Max Talmud, un estudiante de
medicina que iba todos los viernes a comer a la casa de los padres de Einstein)
para que certificara que padecía de agotamiento y necesitaba un tiempo sin
asistir a la escuela, y convenció a un profesor para que certificara su
excelencia en el campo de las matemáticas. Las autoridades de la escuela le
dejaron ir. Justo después de las Navidades de 1894, Albert abandonó Múnich y se
fue a Milán para reunirse con sus padres.
Así,
la familia Einstein intentó matricular a Albert en la Escuela Politécnica
Federal de Zúrich pero, al no tener el título de bachiller, tuvo que
presentarse a una prueba de acceso que suspendió a causa de una calificación
deficiente en una asignatura de letras. Esto supuso que fuera rechazado
inicialmente, pero el director del centro, impresionado por sus resultados en
ciencias, le aconsejó que continuara sus estudios de bachiller y que obtuviera
el título que le daría acceso directo al Politécnico. Su familia lo envió a
Aarau para terminar sus estudios secundarios en la escuela cantonal de Argovia,
a unos 50 km al oeste de Zúrich, donde Einstein obtuvo el título de bachiller
alemán en 1896, a la edad de dieciséis años. Ese mismo año renunció a su
ciudadanía alemana, presuntamente para evitar el servicio militar, pasando a
ser un apátrida. Inició los trámites para naturalizarse suizo. A fines de 1896,
a la edad de diecisiete años, Einstein ingresó en la Escuela Politécnica
Federal de Zúrich (Suiza), probablemente el centro más importante de la Europa
central para estudiar ciencias fuera de Alemania, matriculándose en la Escuela
de orientación matemática y científica, con la idea de estudiar física.
Durante
sus años en la políticamente vibrante Zúrich, descubrió la obra de diversos filósofos:
Henri Poincaré, Baruch Spinoza, David Hume, Immanuel Kant, Karl Marx y Ernst
Mach. También tomó contacto con el movimiento socialista a través de Friedrich
Adler y con cierto pensamiento inconformista y revolucionario en el que mucho
tuvo que ver su amigo de toda la vida Michele Besso. En octubre de 1896,
conoció a Mileva Marić, una compañera de clase serbia, de talante feminista y
radical, de la que se enamoró. En 1900, Albert y Mileva se graduaron en el
Politécnico de Zürich y en 1901, a la edad de veintidós años, consiguió la
ciudadanía suiza. Durante este período discutía sus ideas científicas con un
grupo de amigos cercanos, incluyendo a Mileva, con la cual tuvo en secreto una
hija en enero de 1902, llamada Lieserl. Al día de hoy nadie sabe qué fue de la
niña, asumiéndose que fue adoptada en la Serbia natal de Mileva, después de que
ambos contrajeran matrimonio, el 6 de enero de 1903, en la ciudad de Berna. No
obstante, esta teoría difícilmente puede demostrarse, ya que solo se dispone de
pruebas circunstanciales. Los padres de Einstein siempre se opusieron al
matrimonio, hasta que en 1902 su padre cayó enfermo de muerte y consintió. Mas
su madre nunca se resignó al mismo.
Se
graduó en 1900, obteniendo el diploma de profesor de matemática y de física,
pero no pudo encontrar trabajo en la Universidad, por lo que ejerció como tutor
en Winterthur, Schaffhausen y Berna. Su compañero de clase Marcel Grossmann, un
hombre que más adelante desempeñaría un papel fundamental en las matemáticas de
la relatividad general, le ofreció un empleo fijo en la Oficina Federal de la
Propiedad Intelectual de Suiza, en Berna, una oficina de patentes, donde
trabajó de 1902 a 1909. Su personalidad le causó también problemas con el director
de la Oficina, quien le enseñó a «expresarse correctamente».
En
esta época, Einstein se refería con amor a su mujer Mileva como «una persona
que es mi igual y tan fuerte e independiente como yo». Abram Joffe, en su
biografía de Einstein, argumenta que durante este periodo fue ayudado en sus
investigaciones por Mileva. Esto se contradice con otros biógrafos como Ronald
W. Clark, quien afirma que Einstein y Mileva llevaban una relación distante que
le brindaba la soledad necesaria para concentrarse en su trabajo.
En
mayo de 1904, Einstein y Mileva tuvieron un hijo, al que llamaron Hans Albert
Einstein. Ese mismo año consiguió un trabajo permanente en la Oficina de
Patentes. Poco después finalizó su doctorado presentando una tesis titulada Una
nueva determinación de las dimensiones moleculares, consistente en un trabajo
de 17 folios que surgió de una conversación mantenida con Michele Besso,
mientras se tomaban una taza de té; al azucarar Einstein el suyo, le preguntó a
Besso: ¿Crees
que el cálculo de las dimensiones de las moléculas de azúcar podría ser una
buena tesis de doctorado?
En 1905, redactó varios trabajos fundamentales sobre la física de pequeña y gran escala. En el primero de ellos explicaba el movimiento browniano, en el segundo el efecto fotoeléctrico y los dos restantes desarrollaban la relatividad especial y la equivalencia masa-energía. El primero de ellos le valió el grado de doctor por la Universidad de Zúrich en 1906, y su trabajo sobre el efecto fotoeléctrico le haría merecedor del Premio Nobel de Física en 1921, por sus trabajos sobre el movimiento browniano y su interpretación sobre el efecto fotoeléctrico. Estos artículos fueron enviados a la revista Annalen der Physik y son conocidos generalmente como los artículos del annus mirabilis («año milagroso»).
En
1908, a la edad de veintinueve años, fue contratado en la Universidad de Berna,
Suiza, como profesor y conferenciante (privatdozent). Einstein y Mileva
tuvieron un nuevo hijo, Eduard, nacido el 28 de julio de 1910. Poco después la
familia se mudó a Praga, donde Einstein obtuvo la plaza de professor de física
teórica, el equivalente a catedrático, en la Universidad Alemana de Praga, debiendo
adoptar la nacionalidad austríaca para poder acceder al cargo.
En esta época
trabajó
estrechamente con Marcel Grossmann y Otto Stern. También comenzó a llamar al tiempo matemático «cuarta
dimensión».
En 1913, justo antes de la Primera Guerra Mundial, fue elegido miembro de la Academia Prusiana de Ciencias. Estableció su residencia en Berlín, donde permaneció durante diecisiete años. El emperador Guillermo le invitó a dirigir la sección de Física del Instituto Kaiser Wilhelm de Física.
El
14 de febrero de 1919, a la edad de treinta y nueve años, se divorció de
Mileva, después de un matrimonio de dieciséis años, y algunos meses después, el
2 de junio de 1919, se casó con una prima suya, Elsa Loewenthal, cuyo apellido
de soltera era Einstein; Loewenthal era el apellido de su primer marido, Max
Loewenthal. Elsa era tres años mayor que él y le había estado cuidando tras
sufrir un fuerte estado de agotamiento. Einstein y Elsa no tuvieron hijos.
El
destino de la hija de Albert y Mileva, Lieserl, nacida antes de que sus padres
se casaran o encontraran trabajo, es desconocido. De sus dos hijos, el primero,
Hans Albert, se mudó a California, donde llegó a ser profesor universitario,
aunque con poca interacción con su padre; el segundo, Eduard, sufría esquizofrenia
y fue internado en 1932 en una institución para tratamiento de enfermedades
mentales en Zúrich. Fue el primero de muchos ingresos. Einstein quería llevar a
su hijo enfermo a Princeton, pero la embajada de EE. UU. no lo admitió por sus
malos antecedentes. Eduard falleció en el centro psiquiátrico en 1965.
En
Berlín en los años 1920, la fama de Einstein despertaba acaloradas discusiones.
En los diarios conservadores se podían leer editoriales que atacaban su teoría.
Se convocaban conferencias-espectáculo tratando de argumentar lo disparatada
que resultaba la teoría especial de la relatividad. Incluso se le atacaba, en
forma velada, no abiertamente, en su condición de judío. En el resto del mundo,
la teoría de la relatividad era apasionadamente debatida en conferencias
populares y textos.
En
Alemania, las expresiones de odio a los judíos alcanzaron niveles muy elevados.
Varios físicos de ideología nazi, algunos tan notables como los premios Nobel
de Física Johannes Stark y Philipp Lenard, intentaron desacreditar sus teorías.
Otros físicos
que enseñaban la teoría de la relatividad, como Werner Heisenberg, fueron
vetados en sus intentos de acceder a puestos docentes.
En
1923 visitó España, entablando relación con José Ortega y Gasset. Al
desembarcar en Barcelona, y dadas las ideas socialistas que profesaba, aceptó una invitación para dar una conferencia en la
sede de la CNT, donde entabló
amistad con Ángel
Pestaña.
Preguntó
qué
significaban las siglas CNT (Confederación
Nacional del Trabajo), y cuando lo comprendió,
y dadas las ideas anarquistas del sindicato, propuso eliminar la palabra
"Nacional", que en Alemania tenía connotaciones violentas. En su
visita también
conoció
brevemente a Santiago Ramón
y Cajal y adicionalmente recibió
un homenaje del rey Alfonso XIII de España,
quien lo nombra miembro de la Real Academia de Ciencias.
Antes
del ascenso del nazismo —Adolf Hitler llegó al poder como canciller el 30 de
enero de 1933—, había dejado Alemania en diciembre de 1932 para zarpar
inciertamente hacia Estados Unidos, país donde enseñó en el Institute for
Advanced Study, agregando a su nacionalidad suiza la estadounidense en 1940, a
la edad de sesenta y un años.
Para
la camarilla nazi los judíos no son solo un medio que desvía el resentimiento
que el pueblo experimenta contra sus opresores; ven también en los judíos un
elemento inadaptable que no puede ser llevado a aceptar un dogma sin crítica, y
que en consecuencia amenaza su autoridad –por el tiempo que tal dogma exista–
con motivo de su empeño en esclarecer a las masas.
La
prueba de que este problema toca el fondo de la cuestión la proporciona la
solemne ceremonia de la quema de libros, ofrecida como espectáculo por el
régimen nazi poco tiempo después de adueñarse del poder.
Antes
de decidirse por el exilio estadounidense, en 1933 el gobierno de la Segunda
República española ofreció a Einstein incorporarse como investigador a la
Universidad Central de Madrid. Medió en estas gestiones el entonces embajador
en el Reino Unido, Ramón Pérez de Ayala, a iniciativa del ministro Fernando de
los Ríos. Finalmente, ante la situación de inestabilidad política en Europa y
el ascenso al poder de la CEDA en España, Einstein declinó la oferta. Ante la
posibilidad de que el científico alemán aceptara el puesto, sectores de la
derecha española mostraron su malestar y hubo algunas reacciones antisemitas.
El diario católico El Debate (vinculado a la CEDA) publicó un editorial el 12
de abril (titulado Todo es relativo) donde se refería a Einstein como "el
judío"; en otro artículo del mismo periódico se negaba que fuese una
víctima de la persecución hitleriana y que su destierro fuera forzado: «El
ministro socialista se ha apresurado a ofrecerle protección. Judaísmo y
marxismo se identifican y confunden», se añadía.
Einstein,
en 1939 decide ejercer su influencia participando en cuestiones políticas que
afectan al mundo. Redacta la célebre carta a Roosevelt, para promover el
proyecto atómico e impedir que los «enemigos de la humanidad» lo hicieran
antes: …puesto
que dada la mentalidad de los nazis, habrían consumado la destrucción y la esclavitud
del resto del mundo.
Durante
sus últimos años, Einstein trabajó por integrar en una misma teoría las cuatro
interacciones fundamentales, tarea aún inconclusa.
El
16 de abril de 1955, Albert Einstein experimentó una hemorragia interna causada
por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal, que anteriormente había
sido reforzada quirúrgicamente por el doctor Rudolph Nissen en 1948. Einstein
rechazó la cirugía, diciendo: «Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto
prolongar artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irse. Yo lo
haré con elegancia». Murió en el Hospital de Princeton a primera hora del 18 de
abril de 1955 a la edad de setenta y seis años. En la mesilla quedaba el borrador
del discurso por el séptimo
aniversario de la independencia de Israel, que jamás llegaría a pronunciar, y que empezaba así: «Hoy les
hablo no como ciudadano estadounidense, ni tampoco como judío, sino como ser humano».
Einstein
no quiso tener un funeral rutilante, con la asistencia de dignatarios de todo
el mundo. De acuerdo con su deseo, su cuerpo fue incinerado en la misma tarde,
antes de que la mayor parte del mundo se enterara de la noticia. En el
crematorio solo hubo doce personas, entre las cuales estuvo su hijo mayor. Sus
cenizas fueron esparcidas en el río Delaware a fin de que el lugar de sus
restos no se convirtiera en objeto de mórbida veneración. Pero hubo una parte
de su cuerpo que no se quemó.
Durante
la autopsia, el patólogo del hospital Thomas Stoltz Harvey extrajo el cerebro
de Einstein para conservarlo, sin el permiso de su familia, con la esperanza de
que la neurociencia del futuro fuera capaz de descubrir lo que hizo a Einstein
ser tan inteligente. Lo conservó durante varias décadas, hasta que finalmente
lo devolvió a los laboratorios de Princeton cuando tenía más de ochenta años.
Pensaba que el cerebro de Einstein «le revelaría los secretos de su genialidad
y que así se haría famoso». Hasta ahora, el único dato científico medianamente
interesante obtenido del estudio del cerebro es que una parte de él —la parte
que, entre otras cosas, está relacionada con la capacidad matemática— es más
grande que en otros cerebros.
Son
recientes y escasos los estudios detallados del cerebro de Einstein. En 1985,
por ejemplo, la profesora Marian Diamond, de la Universidad de California en
Berkeley, informó de un número de células gliales (que nutren a las neuronas)
de superior calidad en áreas del hemisferio izquierdo, encargado del control de
las habilidades matemáticas. En 1999, la neurocientífica Sandra Witelson
informaba que el lóbulo parietal inferior de Einstein, un área relacionada con
el razonamiento matemático, era un 15% más ancho de lo normal. Además, encontró
que su cisura de Silvio, un surco que normalmente se extiende desde la parte
delantera del cerebro hasta la parte posterior, no recorría todo el camino.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Einstein
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