Manuel Suárez y Suárez
Siendo adolescente, llegó a
México en 1910, vía Veracruz, para reunirse con su hermano menor. Ambos
trabajaron para un negocio de compraventa al mayoreo de semillas y granos, La
Mexicana (propiedad de un paisano llamado Melquiades), ubicado el barrio de La
Merced, en la capital. Debido al ambiente revolucionario, el joven Suárez se
incorporó al ejército de Francisco Villa, formando parte de su División del Norte,
y a quien conoció durante los viajes que realiza al centro y norte del país
para la compra de granos; a la derrota de las fuerzas villistas, Suárez regresó
a la Ciudad de México, se independizó y continuó con sus actividades de
compraventa de varios productos.
Después del golpe de estado
en el que fue asesinado Francisco I. Madero (la Decena trágica), por la gran
velocidad en la que se desmoronó el sistema bancario mexicano en 1913, jefes
militares, gobiernos estatales y grandes comerciantes se vieron obligados a
elaborar su propia moneda de necesidad (véase Bilimbiques) para continuar sus
actividades, siendo de los primeros el primer jefe del Ejército Constitucionalista,
Venustiano Carranza. Manuel Suárez no se quedó atrás, y creó también su billete, a los 21 años
de edad.
En 1936, se consolida la
empresa Techo Eterno Eureka de la que Suárez fue fundador y para la cual,
siendo presidente de México Lázaro Cárdenas, le concedió el primer crédito por
medio del Banco Hipotecario Urbano y de Obras Públicas, a fin de que esa
empresa fabricara tubería de asbesto y cemento para infraestructura sanitaria
en los puertos de Tampico, Veracruz y Acapulco. Entonces construyó obras,
carreteras, puertos y presas.
En 1943, Manuel Suárez y
Suárez obtuvo la nacionalidad mexicana. A finales de este año, hizo donativos
al sector salud en México: el Laboratorio de Fisiología y Farmacología y también un moderno edificio para el nuevo Instituto Nacional de
Cardiología del doctor Ignacio Chávez.
En esa época, según cuenta
Suárez, el presidente Manuel Ávila Camacho le ofreció tres veces la cartera de
Economía, pero las tres la rechazó, porque entendía que la actividad empresarial debe estar separada de la política. Y así participó en la construcción de varias
escuelas primarias. Una de ellas, para la colonia Portales: la Escuela de
Políglotas y Prácticos, que después sería rebautizada en su honor.
En 1949, apoyó y dio
alojamiento a un grupo de personas que llegaban desde España en el barco
''Marqués de Comillas''; entre ellas, su amigo Pedro Casciaro, quien con este
grupo de personas formó el primer centro del Opus Dei en América.
También colaboró activamente
en la ayuda a refugiados españoles. De esta forma, contrató a Jesús Martí,
Félix Candela y Josep Renau. Con esta tríada se creó una casa de cultura, en el
país. Más adelante, como apoyo a sus paisanos, auspició la empresa Vías y Obras,
que tuvo entre sus socios a Carlos Gaos, a Enrique Segarra y a Arturo Sáenz;
con ellos y con otros españoles se edificaron obras como el Hotel Mocambo, el
Hospital Regional, el Consulado de los Estados Unidos y el Edificio Bahía,
entre otras obras.
Siempre buscó la forma de
agradecer y regresarle también a su país natal el haberle inculcado sus
valores. Y es por eso que creó, con el propósito de ayudar a más asturianos a
cumplir sus metas y lograr una mejor preparación académica, la Fundación
Benéfica Manuel Suárez. Esta se encuentra en la avenida que lleva su nombre, en
la localidad de Navia, en Asturias. Por su destacada ayuda a la educación, se le concedieron los títulos de
Gran Cruz de Alfonso X el Sabio e Hijo predilecto de Navia.
Más adelante, en 1965,
organizó a empresarios del sector turístico en Morelos así como a instituciones
de servicios e industriales, para crear el comité organizador y así celebrar el
primer Carnaval de Cuernavaca.
Ya en la década de los 70, y
por encima de ideologías tan distintas a la suya como la del muralista David
Alfaro Siqueiros quien fue comunista, Suárez lo invitó a participar en la
realización de una serie de enormes cuadros para decorar la sala de
convenciones que se estaba construyendo en su Hotel Casino de la Selva,
proyecto que se suspendió debido al encarcelamiento del pintor. Pero al salir
de la cárcel de Lecumberri, Siqueiros propuso mejor pintar un mural. De esa
manera, Suárez decidió que se construyera un inmueble especial para albergar el
mural La Marcha de la Humanidad, cuyo diseño (un octágono, por dentro, y un
dodecaedro por fuera) lo hizo una experiencia artística singular. Esa obra
recibe actualmente el nombre de Polyforum Cultural Siqueiros, y alberga el mural
más grande del mundo.
Para decorar lo que sería el
vestíbulo del Hotel de México, invitó al artista japonés Taro Okamoto, para que
pintara el mural Mito del mañana o Myth of Tomorrow, que muestra los horrores
de la bomba atómica en Hiroshima, Japón. Esta obra fue comparada con el
Guernica, de Pablo Picasso.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Su%C3%A1rez_y_Su%C3%A1rez
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