Pascual Ortiz Rubio
Orígenes y vida familiar
Fue el segundo hijo del matrimonio de Leonor Rubio Cornelis y el
licenciado Pascual Ortiz de Ayala y Huerta, este, su padre, se distinguió entre
los liberales moderados ocupando puestos en la administración federal y estatal
como magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, regente del
Colegio de San Nicolás, secretario de gobierno, diputado local y senador.
Contrajo matrimonio en dos ocasiones, primeramente con Francisca Aceves,
originaria de la Piedad, Michoacán, y en segundas
nupcias con Josefina Ortiz el 13 de agosto de 1920. De esta unión nacieron tres hijos: Ofelia, Pascual y Eugenio Ortiz Rubio
Estudios
Efectuó sus estudios de ingeniería en la Universidad de San
Nicolás (Hoy Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (UMSNH)), de
donde fue expulsado en 1895 a causa de sus actividades antirreeleccionistas. Completó la carrera de ingeniero topógrafo en la Escuela
Nacional de Minería (actual UNAM).
Participación en la revolución mexicana
Vuelve a Michoacán y en 1910 se une al movimiento maderista con
Joaquín Mass. Como diputado de la XXVI Legislatura sufre encarcelamiento al
triunfo del cuartelazo del general Victoriano Huerta. Se adhiere al Ejército
Constitucionalista y alcanza el grado de coronel. Viaja a Estados Unidos para
hacerse cargo de la impresión de papel moneda,
para el gobierno. En 1917 es nombrado gobernador de su estado natal Michoacán,
cargo que ocupa hasta 1920, cuando se afilia con Rafael M. Pedrajo al Plan de
Agua Prieta encabezado por Álvaro Obregón.
Durante su gestión en la gobernatura de Michoacán, elevó a
categoría de universidad su alma mater. Fue secretario de Comunicaciones y
Obras Públicas en los gobiernos de Adolfo de la Huerta y Álvaro Obregón.
En Europa y Medio Oriente
Cierto día se hartó y decidió alejarse. Renunció por fricciones
con el gabinete. De esta manera, comenzó a viajar. Primero radicó en Barcelona,
España, donde él y su esposa establecieron un negocio de libros y una
tabaquería. Posteriormente, Ortiz Rubio se trasladó a Egipto, lugar en el que
permaneció por seis meses mientras estudiaba los sistemas de riego que los ingleses
habían llevado a ese país.
Embajador en Alemania y Brasil
Estando en Alemania, el presidente Obregón le confiere, en 1924,
la embajada de México en Berlín. Allá se quedó en el país y con las amistades
entabladas entre los altos mandos del ejército alemán. Para su sorpresa y
disgusto, en 1926, llegó un telegrama que lo mandaba lejos del invierno, hasta
Brasil. Y allá permanecería durante tres años, hasta que, en 1929, el
presidente Emilio Portes Gil le solicitó su regreso a tierras mexicanas para
después contender por la silla presidencial.
«...No conocía bien el carácter de Calles ni por qué se le
ofrecía de modo tan desusado la ardientemente anhelada silla presidencial, y
dio el brinco...»
Como escribe Fernando
Benítez
Siendo embajador en Brasil fue llamado urgentemente por Plutarco
Elías Calles, quien le propuso, según confesión propia:
...el ejercicio de un Gobierno en el que yo comparta el poder
con el PNR (Partido Nacional Revolucionario) que lanzará mi candidatura y a
cuyos postulados me acogeré en todas sus partes...
Para algunos autores su nombramiento se debe a su neutralidad, es
decir, la falta de apoyo por parte de partido o de grupo político alguno. Esta
circunstancia lo hacía más manejable para su mentor, el jefe del Partido
Nacional Revolucionario, organizado por el propio Plutarco Elías Calles para
agrupar a todos los miembros de la familia revolucionaria y dirigir la acción
política mexicana.
Así, resultó elegido candidato oficial en la convención de
Querétaro de marzo de 1929, frente a la candidatura de Aarón Sáenz.
Su triunfo electoral fue considerado como el mayor fraude político
de la historia mexicana. El 17 de noviembre de 1929 se llevaron a cabo las
elecciones presidenciales extraordinarias, organizadas por el presidente
interino Emilio Portes Gil, luego del asesinato del presidente electo Álvaro
Obregón.
Durante las elecciones extraordinarias, Ortiz Rubio se enfrentó,
por una parte, al candidato obregonista Aarón Sáenz y, sobre todo, se enfrentó
a la candidatura ciudadana del exrector de la UNAM, José Vasconcelos Calderón,
candidato del Partido Nacional Antirreleccionista. Su elección estuvo plagada
de irregularidades, fue muy disputada y existen dudas sobre la veracidad de los
resultados oficiales que permitieron a Ortiz Rubio convertirse en presidente.
Tras su discutido triunfo, se convirtió en presidente de México
tomando posesión el 5 de febrero de 1930. Como ya era tradición, Ortiz Rubio
tomó posesión en el Estadio Nacional sobre la calzada de La Piedad. Terminada
la ceremonia el nuevo mandatario se dirigió a Palacio Nacional para instalar a
su cuerpo diplomático y recibir felicitaciones.
Aunque su régimen fue breve, tuvo gran importancia ya que
reconoció a la Segunda República Española, expidió leyes en favor de la
ciudadanía, ratificó la libertad de cultos, delimitó los territorios
peninsulares y amplió la red telefónica.
Atentado
Al salir por la puerta de honor para dirigirse al automóvil
convertible que lo esperaba, se percató de que el coche de su esposa estaba
estacionado y que dentro iba la señora, acompañada por su hermana y una
sobrina.
”Vente conmigo” invitó don Pascual a doña Josefina. “Mejor vente tú
conmigo, yo en coche descubierto no voy”. Él aceptó y se subió al lujoso
Lincoln. Y ese cambio de planes le salvó la vida.
Sara Sefchovich.
Porque mientras avanzaba el automóvil, un individuo llamado Daniel
Flores González disparó hiriendo al presidente en un carrillo. Dos meses duró
la convalecencia de don Pascual en el hospital de la Cruz Roja. Daniel Flores
fue detenido y sentenciado a 19 años de prisión en marzo de 1931 y el 23 de
abril del año siguiente, la prensa informó que había sido encontrado muerto en
su celda de la penitenciaría.
Como consecuencia del atentado padeció un trauma psíquico, que le
produjo una neurosis incurable después de tres semanas de hospitalización,
durante las cuales estuvo obligadamente al margen de la escena política. Ésta
siguió protagonizada por Plutarco Elías Calles pese a sus elocuentes declaraciones
de abstención política.
Renuncia
La dinámica propia del Maximato, en el que el expresidente Calles,
el autoproclamado "Jefe Máximo de la Revolución Mexicana", mantenía
cuotas importantes de poder, hizo insostenible la presidencia de Ortiz Rubio,
por lo que, al cabo de dos años, presentó su renuncia al cargo en 1932. Antes
de irse y haciendo eco a la atmósfera de golpe de Estado que se respiraba
afirmó:
”Salgo con las manos
limpias de sangre y dinero, y prefiero irme, y no quedarme aquí sostenido por
las bayonetas del ejército mexicano”.
Pascual Ortiz Rubio
Últimos años y muerte
Entregó la presidencia provisionalmente a Abelardo L. Rodríguez
para después viajar hacia los Estados Unidos. En 1935 regresó a México porque
el presidente en turno, Lázaro Cárdenas, quien además era amigo suyo; lo nombró
gerente de la compañía Petromex. Una vez aquí, se ocupó de atender algunos
encargos presidenciales y sus negocios personales y se dedicó a viajar por el
país. Murió en la ciudad de México, a la edad de 86 años, el 4 de noviembre de
1963.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Pascual_Ortiz_Rubio
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