Abelardo L. Rodríguez
Abelardo Rodríguez provenía
de una familia pobre de Sonora. Fueron sus padres el comerciante Nicolás
Rodríguez y Petra Luján. Nació en Guaymas el 12 de mayo de 1889, pero su
familia se trasladó pronto a Nogales, ciudad en que realizó sus estudios primarios.
Emigró a Estados Unidos de
América en 1906 y ahí residió seis años, en los que realizó tareas como
ayudante industrial. Su estancia en este país lo motivó a adoptar la forma
estadounidense de llevar sus apellidos, conociéndose desde entonces como
Abelardo L. Rodríguez.
Cuando volvió a México, a
finales de 1912, se encontró al país en plena lucha revolucionaria.
Carrera militar
Luchó en la Revolución
Mexicana a partir del 1 de marzo de 1913, cuando se enlistó en las fuerzas de
Álvaro Obregón en el Ejército Constitucionalista, que combatía al presidente
Victoriano Huerta, acusándolo de usurpar la presidencia y asesinar a Francisco
I. Madero.
Rodríguez ascendió
rápidamente. Participó en varias batallas, como la toma de Culiacán; estuvo en
la campaña del Bajío; suprimió en Sonora un levantamiento yaqui y combatió al
ejército zapatista.
Participó en la campaña de
Benjamín Hill hacia la Ciudad de México en 1916 ascendió a coronel, y en 1920
secundó con Rafael M. Pedrajo el Plan de Agua Prieta, y en ese mismo año fue
comisionado para combatir a Esteban Cortés, que se rebeló contra el presidente
Adolfo de la Huerta.
En 1921 fue designado jefe
militar del entonces territorio de Baja California.
Incursión en la
política
En 1923 fue nombrado por
Obregón, su antiguo comandante en el ejército Constitucionalista, como
gobernador general del Territorio de Baja California, y en el puesto desarrolló
una política de recuperación de las finanzas públicas, afectadas por la rebelión
delahuertista, a la que combatió. También fomentó la educación, la construcción
de carreteras, la agricultura, la industria, la reforma agraria, la
construcción de caminos y canales de irrigación, el sindicalismo y exigió que
las empresas contrataran mano de obra mexicana. Esta política la llevaría a
cabo también durante su presidencia.
Cuando llegó su viejo amigo
Plutarco Elías Calles a la presidencia el 1 de diciembre de 1924, fue
ratificado en el cargo y sus bonos crecieron constantemente.
En 1929, el gobierno de
Emilio Portes Gil lo envió al extranjero a estudiar las técnicas de aviación e
industria que estaban a la vanguardia en aquella época, y que eran sus mayores
pasatiempos.
El 20 de enero de 1932 fue
designado ministro de Industria, Comercio y Trabajo y el 2 de agosto del mismo
año ministro de Guerra y Marina, ambos puestos en el gabinete de Pascual Ortiz
Rubio.
Presidencia
Rodríguez ejerció la
presidencia en calidad de sustituto del 4 de septiembre de 1932 hasta el 30 de
noviembre de 1934, con la misma política que tuvo en su época de gobernador de
Baja California.
Nombramiento
como presidente interino
El 2 de septiembre de 1932,
el día siguiente de su II informe presidencial, Ortiz Rubio presentó su
renuncia bajo el cargo de que algunas personas no lo dejaban ejercer sus
facultades constitucionales de Primer Mandatario.
De acuerdo con el artículo
86 de la Constitución, el Congreso de la Unión debe aprobar la renuncia del
presidente, y la misma tarde en que fue presentada el Congreso aceptó la
renuncia de Ortiz Rubio.
Procedió, en términos del
artículo 84 constitucional el Congreso se erigió en colegio electoral para
designar al sustituto que debía concluir el período.
De acuerdo con la Ley
Orgánica del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, la propuesta del
presidente sustituto se hace por el grupo parlamentario del partido en el que
militaba el presidente a sustituir, en este caso el Partido Nacional
Revolucionario, quien propuso a los siguientes individuos:
Alberto J. Pani, Secretario
de Hacienda
Joaquín Amaro Domínguez
Abelardo L. Rodríguez,
quien resultó elegido. Cuando se escuchó su nombre en la terna del PNR, fue
ovacionado, con lo que se entendió que sería electo por unanimidad.
Juan José Ríos, Secretario
de gobernación.
Política
interna
Durante su presidencia
promulgó la reforma anti-reeleccionista a la
Constitución, que evitaba
la reelección inmediata de
todos los cargos de elección popular, establecida a partir del 29 de abril de
1933.
Reformó la Ley del Patrimonio
Ejidal, creó el Banco Hipotecario y de Obras Públicas hoy Banco Nacional de
Obras y Servicios Públicos (Banobras) uno de los pocos bancos paraestatales,
que comenzó a funcionar en
febrero de 1933.
También, con la Ley de
Beneficencia Privada estableció que los organismos privados de altruismo fueran
regulados por la Secretaría de Gobernación, y a partir de 2004 esta función
pertenecería a la Secretaría de la Función Pública. Asimismo, envió al Congreso
la iniciativa de la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de
México10 y una ley contra los monopolios.
Otorgó, por decreto del 2
de mayo de 1933, el completo control de cambios al Banco de México.
Desde junio de 1933, Calles
había expresado la conveniencia de elaborar un minucioso programa de acción que
debería aplicarse en el siguiente periodo presidencial. El grupo cardenista
logró que el Plan Sexenal se convirtiera en un programa de transformación,
tendiente a reivindicar a fondo los principios de la Revolución, con muchos de
los cuales Calles ya había demostrado que no estaba de acuerdo.
Estableció el 5 de enero de
1934 el salario mínimo, y el 10 de octubre del mismo año se reformó el artículo
3º de la Constitución para establecer la educación socialista.
Por otro lado, exigió a la
iglesia que se sujetase a la ley, y tuvo enfrentamientos políticos serios con
el clero en Veracruz, Tabasco y Jalisco.
A las 10 horas del sábado
29 de septiembre de 1934, Rodríguez entró a una construcción iniciada desde las
postrimerías del Porfiriato por el arquitecto italiano Adamo Boari, pero que la
Revolución detuvo: el Palacio de Bellas Artes.
Era acompañado por su
gabinete, el cuerpo diplomático, funcionarios públicos y los artistas Dolores
del Río, Douglas Fairbanks y Ramón Novarro.
Una vez inaugurado, se
procedió a realizar el Primer Festival de Cultura Mexicana, en el que
destacaron los siguientes números:
·
Número musical de la Orquesta Sinfónica: estreno de
Llamadas, Sinfonía proletaria, para coro y orquesta, de Carlos Chávez.
·
Cantos a cargo del personal de la Secretaría de
Educación Pública.
·
Discursos del presidente y del jefe del
Departamento de Bellas Artes, Antonio Castro Leal.
·
Una función teatral del autor mexicano Juan Ruiz de
Alarcón con los actores María Tereza Montoya, y dirigida por Alfredo Gómez de
la Vega.
·
Fue desvelada una placa con la siguiente
inscripción:
"Siendo presidente de
la República el C. general Abelardo L. Rodríguez, inauguróse el 29 de
septiembre de 1934 este Palacio de Bellas Artes, cuya fabricación inicióse bajo
el gobierno del general Porfirio Díaz con el proyecto del arquitecto Adamo
Boari, terminándose por iniciativa del ingeniero Alberto J. Pani y la ejecución
del arquitecto Federico Mariscal.
Postpresidencia
Su mandato terminó el 30 de
noviembre de 1934, cuando fue sucedido por Lázaro Cárdenas del Río. Durante un
tiempo se retiró de la política. Fue visto públicamente en 1941, cuando México
se enfrascó en la Segunda Guerra Mundial, el entonces presidente Manuel Ávila
Camacho convocó a todos los expresidentes vivos a una marcha de unidad nacional
en el Palacio Nacional. Asistieron todos los expresidentes que gobernaron al
país desde 1920, a excepción de Álvaro Obregón (asesinado el 17 de julio de
1928).
En 1943 fue elegido como
gobernador de Sonora, cargo del que tomó posesión el 13 de septiembre. Allí
dedicó especial atención a la educación; destaca en su gestión la fundación de
la Universidad de Sonora.
Fundó el Banco Mexicano, el
Banco Mexicano de Occidente y el Banco de Crédito Mexicano, también Pesqueras
del Pacífico, Atún Mexicano y Astilleros Rodríguez.
Se retiró definitivamente
en 1948, año en que anunció su renuncia al gobierno de Sonora por problemas de
salud.
Muerte
Rodríguez murió el 13 de
febrero de 1967 en el Scripps Memorial Hospital, en La Jolla, California,
Estados Unidos de América. A su funeral asistió el presidente Gustavo Díaz
Ordaz. Los restos de Abelardo L. Rodríguez, fueron sepultados en El Sauzal,
municipio de Ensenada, Baja California.
En honor a Rodríguez,
existe una fundación sin fines de lucro, la Fundación Esposos Rodríguez, que
busca becar estudiantes de escasos recursos por medio de donaciones y
patrocinios. Existe desde 1978 y beneficia a jóvenes mexicanos.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Abelardo_L._Rodr%C3%ADguez
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