Blaise Pascal
Infancia
y juventud
Nació el 19 de junio de
1623 en el seno de una familia noble en Clermont (hoy en día Clermont-Ferrand)
en la zona de Auvernia, del Macizo Central francés. Su padre, Étienne Pascal,
tras haber recibido una formación como jurista en París, era un magistrado de alto
rango (maître des requêtes)
que se desempeñaba
como juez vicepresidente de la oficina de recaudación tributaria de Auvernia
en Clermont. Por otra parte, Étienne Pascal destacaría más tarde como matemático. Su madre,
Antoinette Begon provenía
de una familia burguesa de comerciantes acomodados que también aspiraba a la
Noblesse de robe. Blaise Pascal tenía dos hermanas, Gilberte y Jaqueline. A la
primera, tres años mayor que Blaise, se le conoce mucho más, puesto que fue
ella quien escribió la primera biografía publicada sobre su hermano. Al nacer
Jaqueline, su hermana dos años menor, la madre no logró recuperarse de aquel
parto complicado y el puerperio, de modo que Pascal perdió su madre a la
temprana edad de tres años.
En 1631, Étienne Pascal
se trasladó con su familia a París, conservando en Clermont su puesto en la
oficina de recaudación de impuestos. También llevó a una niñera que estaba a
cargo del cuidado de sus tres hijos huérfanos de madre.
Blaise tenía
para entonces ocho años
y el objetivo de su padre era abrirle en la capital francesa mayores
posibilidades que las existentes en la provincia para su educación y despliegue
de capacidades, a todos los hijos, pero particularmente para Blaise, quien
llamaba mucho la atención por sus facultades mentales, superiores a las
promedio.
Resulta sorprendente que
Pascal no haga ninguna mención de esta temprana pérdida. Al respecto, su
hermana Gilberte Pascal escribirá en la biografía:
...al morir mi madre en
1626, cuando mi hermano no tenía más que tres años, mi padre, al quedarse solo,
se entregó con mayor dedicación al cuidado de la familia; y como Blaise era su
único hijo varón, esta cualidad y las demás que en él observó [las grandes
pruebas de inteligencia que observó en él] le llenó hasta tal punto de afecto
paternal que decidió no encargar a nadie la tarea de su educación y tomó la
resolución de instruirle él mismo, como en efecto hizo, pues mi hermano no tuvo
nunca otro maestro que mi padre...
Estancia
en Normandía
En 1640, su padre fue
nombrado Comisario Real y jefe de la recaudación de impuestos para Normandía
con asiento en Ruan. Aquí, en 1642, Pascal inventó para él la roue pascaline,
«rueda de pascal» o Pascalina, considerada como una de las calculadoras más
antiguas. Inicialmente solo permitía realizar adiciones, pero en el curso de
los diez años siguientes añadió mejoras, siendo finalmente capaz de hacer
restas. Pascal la hizo patentar, pero no se cumplieron sus expectativas de
hacerse rico comercializando su invento por medio de una pequeña empresa de su
propiedad. Las máquinas, trabajosamente confeccionadas una a una y a mano, eran
demasiado caras como para poder venderse en volúmenes mayores y solo llegó a
fabricar cincuenta, de las que subsisten nueve.
En Ruan, ciudad con
universidad, corte de justicia (Parlement) y ricos comerciantes, la familia
Pascal pertenecía a la sociedad, aunque el padre se había hecho enemigos por su
rigor en el ejercicio de su cargo. Pascal y su hermana menor Jacqueline, con
dotes literarias, cuyos intentos poéticos fueron apoyados por el dramaturgo
Pierre Corneille, se movían en este ambiente elegante. Su hermana Gilberte se
casó en 1641 con un pariente joven, Florin Périer, traído desde
Clermont-Ferrand por el padre para que fuera su ayudante.
En 1646, durante la
convalecencia del padre después de un accidente, la familia, que hasta entonces
no había sido muy religiosa, entró en contacto con las enseñanzas del obispo
reformista neerlandés Jansenio, que defendía en el seno de la Iglesia católica
una noción de gracia divina basada en San Agustín, similar a las ideas de
Calvino. El padre, el hijo y las hijas se hicieron devotos y Jacqueline incluso
decidió hacerse monja, mientras que Pascal, que sufría fenómenos de parálisis
en las piernas con permanentes dolores, interpretó su enfermedad como signo
divino y empezó a llevar una vida ascética.
A principios de 1645
demostró el fervor de su nueva devoción forzando al arzobispo de Ruan a
castigar a un seminarista, que ante él y amigos suyos había defendido una
visión de la religión que les había parecido demasiado racionalista.
Sin embargo, el propio
Pascal nunca consideró que su devoción fuera un obstáculo para seguir
dedicándose a sus estudios en ciencias naturales y matemática. Así, por
ejemplo, ya en 1648 repitió con éxito los ensayos que Evangelista Torricelli
había realizado en 1643 para demostrar la existencia del vacío, la que hasta
entonces se había considerado como imposible, publicando en 1647 sus resultados
en el tratado Traité sur le vide (Tratado sobre el vacío)
A partir de mayo de 1647
volvió a vivir con Jacqueline, y poco después también con su padre,
principalmente en París, donde contactó a los principales jansenistas, pero
también continuó con sus investigaciones. Sus ideas no fueron bien recibidas
por numerosos teólogos e investigadores, entre ellos Descartes, con el que se
reunió repetidas veces en París a fines de septiembre de 1647. Por ello, a
partir de entonces formuló sus especulaciones sobre el vacío y el éter de una
forma más indirecta, particularmente en un tratado sobre la presión
atmosférica, demostrando su dependencia de la altura del lugar en cuestión, por
medio de experimentos que hizo realizar a su cuñado Périer en el Puy de Dome en
1648. También en 1648, en otro tratado, fundamentó la ley de los vasos
comunicantes.
Pocos años antes (en
1644), Torricelli había publicado su experimento por el que el peso del aire de
la atmósfera mantenía el mercurio en un tubo, con vacío en su parte superior,
demostrando que el aire ejerce una presión debido a su peso. Pascal no estaba
convencido de esa teoría, y seguía siendo partidario de la teoría del Horror
vacui. Para confirmarlo, pidió a su cuñado que escalase el volcán Puy de Dôme
hasta su cima, y se comprobó que el mercurio sube más en la base de la montaña
que en su cima. Tras el experimento, Pascal abandonó la teoría del Horror vacui
y se convirtió a la teoría de la causa mecanicista.
Cuando, en la primavera
de 1649, los desórdenes de la Fronda dificultaron la vida en París, los Pascal
se refugiaron hasta otoño de 1650 en casa de los Périer en Auvernia.
En otoño de 1651 murió
Pascal padre. Poco después, y contraviniendo los deseos tanto del fallecido
como también de Blaise, Jacqueline se incorporó al convento estrictamente
jansenista de Port Royal en París.
Ahora, Pascal por
primera vez dependía nada más que de sí mismo. Ya que, si bien no era rico, sí
tenía una situación acomodada y era noble, comenzó a frecuentar la sociedad de
París, trabando amistad con el joven duque de Roannez, con el que compartía el
interés por la filosofía. Este lo llevó de viaje en 1652, junto a algunos de
sus amigos librepensadores, entre ellos Antoine Gombaud, conocido como el
"caballero de Méré", oportunidad en la que Pascal se introdujo en la
filosofía moderna, aprendiendo además el arte de las conversaciones sociales.
Gracias a que frecuentaba el salón esteta de Madame de Sablé, se compenetró
también con las «bellas letras» de su época.
Incluso llegó
brevemente a pensar en comprar un cargo y en casarse. Sin embargo, una obra que
se le adjudicó por mucho tiempo, al amoldarse en cierto sentido a esta fase
mundana de su vida, el anónimo Discours sur les passions de l’amour (Discurso
acerca de las Pasiones del Amor), no es de su autoría.
En 1653 escribió un
tratado sobre la presión atmosférica, en el que por primera vez en la historia
de la ciencia se hace una descripción completa de la hidrostática.
Junto a sus nuevos
conocidos, especialmente con el Chevalier de Méré, Pascal también tenía
discusiones acerca del modo de ganar en los juegos de azar, un pasatiempo
típicamente de nobles. Esto lo llevó en 1653 a dedicarse a la teoría de la
probabilidad, estudiándola en 1654 en su intercambio epistolar con el juez de
Toulouse y destacado matemático Pierre de Fermat. Analizaron principalmente los
juegos de dados. Al mismo tiempo, Pascal se ocupó de otros problemas
matemáticos, publicando diversas obras en 1654: el Traité du triangle
arithmétique acerca del llamado triángulo de Pascal y los coeficientes
binomiales, en el que también por primera vez formuló explícitamente el
principio de la demostración por inducción matemática,
el Traité
des ordres numériques
acerca de los órdenes
de los números
y Combinaisons sobre combinaciones de números.
En otoño de 1654, Pascal
sufrió un trastorno depresivo. Volvió a acercarse a Jacqueline, visitándola con
frecuencia en el convento y se mudó a otro barrio para alejarse de sus amigos
mundanos. Sin embargo, siguió trabajando en cuestiones matemáticas y otros
asuntos científicos. El 23 de noviembre, posiblemente después de un accidente
con su carroza del que sin embargo no existen testimonios fidedignos, tuvo una
experiencia religiosa de renacimiento que intentó registrar esa misma noche en
una hoja de papel que aún se conserva, el así llamado Memorial. La hoja,
fechada "en el año de gracia de 1654, lunes 23 de noviembre, a partir de
las diez y media de la noche aproximadamente hasta cerca de media hora después
de la medianoche" comienza con la palabra "feu" (fuego) escrita
en grandes letras mayúsculas, y relata una visión que ha experimentado. Incluye
los fragmentos "¡Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no el de
los filósofos y los sabios!" y añade más adelante "El Dios de
Jesucristo: solo por los caminos que enseña el Evangelio se le puede
hallar".
Después se retiró por
completo de la sociedad parisina para dedicarse por completo a su devoción. Sus
únicas relaciones humanas pasaron a ser los «ermitaños» jansenistas
(solitaires); se trataba de sabios y teólogos que se habían establecido en el
entorno del convento Port-Royal des Champs y a los que visitaba con frecuencia.
Alrededor de 1655 desarrolló aquí el diálogo legendario con su nuevo confesor
A. Le Maître de Sacy (Conversation avec M. de Saci sur Épictète et Montaigne),
en el que, entre los dos polos del escepticismo de Montaigne y la ética estoica
de Epicteto, ya ofrece un esbozo de la antropología, que posteriormente
desarrollaría en los Pensées.
La sanación, ocurrida en
1656, de su sobrina Marguerite Périer, que después de visitar Port Royal se
había curado de un absceso en el ojo, contribuyó más a fortalecer la fe de
Pascal. Al mismo tiempo, en docto diálogo con los solitaires, especialmente con
Antoine Arnauld y Pierre Nicole, empezó a redactar escritos de motivación
religiosa y teológica. A la par, como siempre, también se dedicaba a cuestiones
prácticas, así por ejemplo en 1655 a la didáctica del aprendizaje de la
lectura, para la escuela que mantenían los solitaires.
En el momento de su
conversión (como indica el Mémorial), Pascal se vio implicado en una situación,
en la que la devoción ortodoxa y el moralismo riguroso de los jansenistas se
habían convertido en una molestia para los jesuitas, más relajados y
conciliadores, pero también conscientes de su poder. Cuando en 1655 se desató
abiertamente el conflicto, porque a Arnauld, en su calidad de jansenista, se lo
expulsó de la facultad de teología de la Sorbonne en París, Pascal tomó partido
y en 1656/57 redactó una serie de folletos satíricos polémicos anónimos. Estos
tuvieron una resonancia explosiva y en 1657 incluso fueron publicados en
Holanda en forma de libro, bajo el título de Lettres provinciales, ou Lettres
de Louis de Montalte à un provincial de ses amis et aux R. R. PP. Jésuites sur
la morale et la politique de ces pères (Cartas provincianas, o cartas de L. de
M. a un provinciano amigo así como a los RR. PP. jesuitas sobre la moral y la
política de estos padres). Se trata de dieciocho cartas supuestamente escritas
por un personaje ficticio de nombre Montalte de viaje en París, de las que las
primeras diez están dirigidas a un amigo ficticio en su provincia de origen,
las siguientes seis a los padres jesuitas de París, mientras que las últimas dos
se dirigen en especial al padre confesor del rey. En estas cartas, Montalte,
primero en el papel de joven noble, ingenuo y no versado en teología, describe
como los jesuitas le explican su teología de manera sabihonda y desdeñosa;
después, aprendida la «lección», empieza a discutir con ellos, reduciendo al
absurdo sus enseñanzas de manera aguda e hilarante. Pascal ridiculizó y atacó
así la teología en cierto sentido amistosa y práctica, pero tendencialmente
oportunista y muchas veces capciosa –la famosa casuística– de los jesuitas y
desenmascara sus ansias de poder sumamente terrenales. Las Lettres provinciales
tuvieron un éxito notorio y durable, aunque fueron prohibidas a partir de la
número cinco, puestas en el índice al aparecer como libro y hasta quemadas por
el verdugo en 1660, señalando a largo plazo el principio del fin de la
omnipotencia jesuita, al menos en Francia. Por su claridad y precisión se las
considera entre las obras maestras de la prosa francesa, que otorgaron a su
autor un lugar entre los clásicos de la literatura francesa.
Fueron menos divulgados
los cuatro escritos polémicos, con los que Pascal (junto a Arnauld y Nicole)
intervino en 1658 en un conflicto entre párrocos parisinos de orientación
jansenista y los jesuitas.
En lo inmediato, sin
embargo, los jesuitas mantuvieron el control de la situación con la ayuda del
Rey y del Papa, lo que ensombreció los siguientes años para Pascal. Porque
mientras muchos de sus correligionarios cedían bajo la presión de las
represalias que tomaba la autoridad o daban pasos tácticos, él permaneció
indoblegable.
En medio de esta situación,
en 1658 empezó a trabajar de manera más sistemática en una gran apologética de
la religión cristiana. Con este fin había escrito unas primeras notas en 1656.
Sus líneas principales se pueden encontrar en el escrito redactado en 1657 pero
no terminado Écrits sur la grâce (Escritos sobre la Gracia), en el que explica
la forma jansenista de la noción de gracia de San Agustín como término medio
entre la noción casi fatalista de predestinación del calvinismo y la noción
optimista de gracia de los jesuitas, asignándole a la libre voluntad del hombre
el decidir sobre su salvación. Porque para Pascal rige: «Aquel que nos creó sin
nuestro concurso, no puede salvarnos sin nuestra participación».
Aparte de su trabajo en
los Pensées, volvió a emprender también estudios matemáticos. Así, en 1658,
calculó la superficie de la cicloide con los métodos de Cavalieri, así como el
volumen del sólido de rotación que resulta de una rotación de la ciclode
alrededor del eje de las x. Después de haber hallado la solución él mismo,
ofreció un premio a quien resolviese el problema, lo que le significó recibir
numerosas propuestas (insuficientes) así como desarrollar una intensa polémica
con un descontento.
En 1659 apareció su
escrito Traité des sinus des quarts de cercle (Tratado de los senos de los
cuadrantes circulares). Cuando Gottfried Leibniz leyó esta obra en 1673 en
París, recibió de ella un impulso decisivo para desarrollar el cálculo
infinitesimal considerando el razonamiento específico por parte de Pascal, que
Leibniz empleó de manera más general, interpretando el círculo de Pascal como
círculo de curvatura en determinados puntos de una función o curva cualquiera.
Leibniz dice que en ello había visto una luz que el propio autor no vio. De
allí se origina el concepto de triángulo característico.
Su salud deteriorada
empeoró cada vez más deprisa en esos años, probablemente a consecuencia de su
modo de vida extremadamente ascético, que lo debilitaba más. Por ejemplo, en
1659, no pudo trabajar durante numerosas semanas. A pesar de ello, en ese año
fue miembro de un comité que trataba de poner en marcha una nueva traducción de
la Biblia. En 1660 pasó varios meses de convalecencia en un palacete
perteneciente a su hermana mayor y a su cuñado cerca de Clermont.
A principios de 1662,
junto a su amigo Roannez, fundó una empresa de carrozas Les carrosses à cinq
sous («Las carrozas de cincuenta centavos»), marcando el comienzo del
transporte público local en París.
En agosto enfermó
gravemente, hizo vender sus enseres domésticos donándolos para fines de caridad
y murió, a la edad de solo 39 años, un año después de la muerte de su hermana
Jacqueline, en casa de los Périer en París.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Blaise_Pascal
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