Manuel González Flores
La
Intervención francesa y el Segundo Imperio.
Durante la Intervención
francesa, Manuel ofrece sus servicios a Benito Juárez alejándose del bando de
los conservadores e integrándose en el ejército liberal, debido a un recuerdo
suyo de la intervención estadounidense, en que su padre fue asesinado por las
tropas norteamericanas. Este incidente le hizo cambiar de bando ante la nueva
invasión
extranjera. En el Ejército
de Oriente se pone bajo las órdenes de su compadre, el Gral. Porfirio Díaz con
quien comienza una estrecha amistad que perdurará hasta su muerte. Asistió al
sitio de Puebla en 1863 en donde se distinguió por su temerario valor. Fue
herido y cayó prisionero, logrando escapar para presentarse al gobierno de
Júarez y volver a combatir por la república. Ascendió en campaña a Coronel y a
General de Brigada y mereció mención de honor por su valeroso comportamiento.
Con las tropas de Oaxaca al mando del General Díaz, participó de manera
decisiva en las batallas de Miahuatlán y La Carbonera.
De
Tecoac al Ministerio de Guerra y Marina
En 1871 fue elegido
diputado federal por Oaxaca, pero renunció al cargo para apoyar a Porfirio Díaz
en el Plan de la Noria a pesar de la derrota del ejército sublevado.
Nuevamente, durante la Revolución de Tuxtepec,
al mando del Ejército
Expedicionario de Oriente, González llegó oportunamente a
reforzar al ejército
de Porfirio Díaz,
a punto de ser derrotado por las fuerzas de Sebastián Lerdo de Tejada quien
quería reelegirse. El 16 de noviembre de 1876, en la Batalla de Tecoac,
Tlaxcala el triunfo fue para los porfiristas. González recibió una herida de
bala en el brazo derecho, que ocasionó que le fuera amputado. Don Porfirio le
dijo: Compadre, gracias a usted hemos ganado, y por eso, será usted mi Ministro
de Guerra. En diciembre de ese año, las tropas porfiristas entraron triunfantes
a la Ciudad de México.
Triunfante la revolución
contra Lerdo de Tejada, en 1877 fue nombrado comandante de la región de
occidente, puesto que ocupó hasta mayo de 1879; el 13 de marzo de 1877,
Porfirio Díaz lo hizo General de División. A la vez, fue gobernador interino
del estado de Michoacán del 3 de febrero al 1 de julio de 1877, durante su
corto período reorganizó la administración, su secretario fue el doctor Ramón
Fernández. Posteriormente, fue
Ministro de Guerra y Marina hasta que pidió permiso para dedicarse a actividades políticas e iniciar su campaña presidencial.
Presidente
de México
Manuel González contaba
con toda la confianza del General Díaz cuando fue elegido Presidente de la
República para el período de 1880-1884 dándole a Díaz la Secretaría de Fomento
y posteriormente la gubernatura de Oaxaca.
González era un político
diestro, aunque tenía mala fama, y sabía ser generoso con sus adversarios, lo
que llamó la atención de Díaz, que sabía que el país estaba cansado de tanta
guerra y tiranía.
Durante su gobierno,
Manuel González reanudó relaciones diplomáticas con el Reino Unido y Francia,
impulsó la creación del Ferrocarril Central Mexicano, terminó su línea troncal
de la Ciudad de México al Paso del Norte, dio concesiones para la creación de
la primera red de telégrafos en el país y se puso en servicio el de México a
Morelia y el de México a Celaya. La comunicación submarina entre Veracruz -
Tampico - Brownsville permitió la comunicación de México con todo el mundo.
También por decreto del 20 de diciembre de 1882, se estableció que a partir del
mes de enero de 1884 se usaría exclusivamente el sistema métrico decimal en
toda la República. Ese mismo año tuvo la fundación del Banco Nacional de México
hoy Banamex, como producto de la fusión del Banco Mercantil Mexicano, creado en
1881, y el Banco Nacional Mexicano, inaugurado en 1882.
Sin embargo, las
reformas hacendarias y el bajo presupuesto con el que contaban las arcas del
país lo obligaron a pedir préstamos. Estos préstamos solo podían venir de
Londres, por lo que Ignacio Mariscal, Ministro de Relaciones Exteriores fue
enviado a negociar el restablecimiento de relaciones entre ambos países. Los
resultados de esta negociación y las demás medidas adoptadas para solucionar la
crisis hicieron que la población nunca le perdonara esas faltas mientras fue
presidente, debido a los frecuentes escándalos de corrupción y malos manejos en
el gobierno. En noviembre de 1883, la emisión de la moneda de níquel de 1, 2 y
5 centavos, que sustituía al circulante de plata en esas denominaciones,
provocó un motín en el Zócalo. El valor de González, quien bajó del carruaje en
el que llegaba para enfrentar a la multitud, evitó que hubiera una crisis
mayor.
En 1884, año de crisis
mundial iniciada por una pronunciada caída de Wall Street, el gobierno de
González anunció que empezaría a pagar la deuda externa, lo que cual implicaba
la emisión de bonos excedentes por 15 millones de pesos. Esto provocó el
llamado motín de la deuda inglesa, que duró 4 días y en los que se realizaron
serios destrozos en el centro de la Ciudad de México. El enojo no fue por el
acuerdo en sí, sino por los bonos que la gente supuso destinados a llenar
bolsillos de los gobernantes.
Ese mismo año, el
gobierno de González publicó un nuevo Código de comercio, que actualizó las
disposiciones legales y dio marco legal a las instituciones bancarias que
comenzaron a surgir.
El principal cargo
imputado a González durante su gobierno fue el de corrupción, apoyado
principalmente por el propio Porfirio Díaz y Manuel Romero Rubio. Según los
estudios de Francisco Bulnes, el objetivo de Díaz y Romero Rubio era
"evitar que González le tomara gusto a la silla presidencial, y así hacer
que se la devolviese a Díaz en 1884".
En la mañana de hoy vinieron muchos de mis amigos de México a
felicitarme por haber declarado ayer el Gran Jurado Nacional que es
improcedente la acusación que se me hizo hace tres años. Muchos les agradecí su
felicitación; pero yo me siento tan lastimado como el día en que se me acusó,
porque todo lo hecho contra mí y contra mis amigos, no ha sido sino un tejido
de infamias para llegar a la vergonzosa y repugnante reelección. Algún día se
hará la verdadera luz sobre lo que ha pasado de ocho años a esta parte, y se
verá que los que han pretendido deshonrarme son los verdaderos bribones, los
verdaderos criminales, que no han retrocedido ante nada para llegar a su objeto.
31
de octubre de 1888, diario personal de Manuel González Flores.
Últimos
años y muerte
Cuando entregó el poder
a Porfirio Díaz para que este cumpliera su segundo mandato, fue declarado
gobernador de Guanajuato por la Legislatura local. Fue dueño de una hacienda en
Chapingo lugar donde falleció mientras cumplía con su tercer período consecutivo
como gobernador de ese estado, donde fue muy popular. Murió de cáncer de
páncreas el 8 de mayo de 1893 y fue sepultado en la Rotonda de las Personas
Ilustres.
Cuestiones
familiares y el código civil
Salvador Quevedo y
Zubieta, un intelectual afín a Díaz, comenzó una campaña de desprestigio
dirigida a González, aduciendo que, a raíz de perder su brazo derecho, el
presidente había desarrollado un gran apetito sexual, y que había mandado traer
de Circasia, Rusia a una mujer que se hospedaba en su hacienda de Chapingo.
En 1860 Manuel González
se casó con Laura Mantecón Arteaga, una señorita de la élite de Oaxaca.
Tuvieron dos hijos: Manuel y
Fernando González
Mantecón.
El matrimonio se separó
en 1878. La señora
inició
un proceso de divorcio que provocó gran escándalo. Como nadie la quiso
defender, ella se defendió a sí misma. Durante su gobierno, Manuel González
logró una reforma del Código Civil para asegurar el triunfo masculino en esos
casos.
González tuvo una
segunda familia, la formada con Juana Horn, con quien tuvo dos hijos.
Más tarde se involucró con Julia Espinosa, con
Amalia de la Rosa, con Dolores Herrera y con una española.
Fue masón
de grado 33 de la Encomienda de Caballeros Templarios del Valle de México.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_del_Refugio_Gonz%C3%A1lez_Flores
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