Mariano Matamoros
Fecha
de nacimiento
Nació en la Ciudad de
México el 14 de agosto de 1770. Pasó su infancia en Ixtacuixtla, Tlaxcala. En
la Ciudad de México se graduó de bachiller en arte en 1786 y bachiller en
teología en 1789. Previo a su representatividad como sacerdote, realizó sus
estudios en el Real Seminario de Tepotzotlán, el Seminario Conciliar de la
Ciudad de México y en la Real y Pontificia Universidad de México. Fue ordenado
sacerdote el 12 de marzo de 1796, y ofició su primera misa en la parroquia de
Santa Ana en Pachuca.
En 1799 es asignado como
vicario de la Parroquia de la Asunción de Pachuca; la presencia de Matamoros,
abarca del 4 de abril de 1799 al 10 de noviembre de 1801, y estuvo bajo las
órdenes del cura párroco Mariano Iturría Ipazaguirre.
En 1806 fue párroco por
ocho meses de la iglesia Santa Catarina de Alejandría en el pueblo de
"Santa Catarina Mártir de Axtla " nombre que le habían dado los
Franciscanos, siendo hoy conocido como Santa Ana Axtla de Terrazas, S.L.P,
situado en el corazón de la Huasteca Potosina, conformando uno de los 58
municipios del Estado Potosino. Después fue asignado a otras parroquias, como
la del Sagrario Metropolitano, Querétaro y Jantetelco, donde comenzó a ejercer
su ministerio sacerdotal a partir de 1808.
Guerra
de independencia
En Izúcar
Mientras ejercía como
párroco de Jantetelco, se le acusó de simpatizar con las ideas de los criollos
en favor de la independencia, razón por la cual fue denunciado a las
autoridades españolas poco antes de que diera comienzo la guerra. Pudo escapar
para integrarse en Izúcar a las filas insurgentes del cura José María Morelos y
Pavón, el 16 de noviembre de 1811.
La relación entre
Morelos y Matamoros se fue dando rápidamente al punto de que inmediatamente
requiriera sus conocimientos como militar, a lo cual Morelos lo nombró coronel
de su estado mayor y le encomendó la formación de su propio cuerpo militar. Con
los habitantes de Jantetelco y lugares aledaños, Matamoros construyó su
ejército con una notable disciplina militar apoyado por Manuel Mier y Terán
quien contaba con experiencia en la fabricación de pólvora y fusiles y logrando
organizar cuatro regimientos, el de Infantería del Carmen a cargo del capitán
Mariano Ramírez, el de Caballería de San Luis comandada por José Antonio Couto
e Ibea, el de Caballería de San Ignacio a cargo del capitán Ignacio Cuéllar y
el Dragones de San Pedro conducidos por el propio Matamoros. Dotó a su ejército
además de un estandarte conocido como «Morir por la inmunidad eclesiástica», el
cual reflejaba su pensamiento político y religioso; en total las fuerzas que
reunió fueron dos mil hombres.
Sus primeras acciones de
guerra con un mando independiente fueron en Tecualoya y Tenancingo. Acompañó a
Morelos en el sitio de Cuautla del 9 de febrero al 2 de mayo de 1812. El 19 de
febrero con la llegada de Calleja y sus tropas, su único propósito en Cuautla
fue el vencer a los insurgentes, de manera que impidieron por afuera el acceso
a víveres a todos los rebeldes. Mediante las órdenes del Coronel Perdiz mando a
Matamoros a poder intentar la entrada de un convoy para poder acceder a los
víveres que requerían para seguir con la lucha. Para la noche de 21 de abril,
Matamoros rompió el cerco y pudo reunirse en Ocuituco con Miguel Bravo, para
regresar con víveres a Cuautla, pero fueron emboscados por las tropas de
Calleja y derrotados en Amelcingo y Tlacalque debido a una delación.
Una vez roto el cerco
por las tropas insurgentes, se unió a Morelos en Chiautla y en seguida regresó
a Izúcar, donde contó con la ayuda de Manuel Mier y Terán para reorganizar sus
tropas. Participó en la toma de Oaxaca el 25 de noviembre de 1812, junto a Nicolás
Bravo, Hermenegildo Galeana, Guadalupe Victoria y Morelos.
Batalla
de La Chincúa y ascensos militares
Acabado de organizar los
montados caños con la ayuda de Don Manuel Terán, emprende su viaje a Tehuacán,
en donde Morelos decide nombrarlo su mano derecha o el segundo, mandándolo así
a ir inmediatamente a Oaxaca pues se encontraban en un posible ataque por el
que tenían que controlar. A su llegada en el Carmen pudo observar la
resistencia opositora de la cual tomo como prisionero al Comandante Régules,
finalmente concluyendo así la victoria de Morelos.
Debido a esto Mariano
fue encomendado nuevamente en enero de 1813 a atacar las tropas en Oaxaca que
se, por parte del Capitán General de Guatemala. De manera que Matamoros
nuevamente contraatacó el 19 de abril de 1813. Tras ser enviado por Morelos a
cruzar el Istmo de Tehuantepec y enfrentarse y derrotar al regimiento
guatemalteco de Dambrini obtuvo el grado de teniente general en la denominada
Batalla de La Chincúa. En esta batalla fue también herido en el muslo
izquierdo de acuerdo a algunas fuentes y fue la única confrontación militar que
se dio durante toda la Guerra de independencia en el Estado de Chiapas sin que
tuviera mayor influencia sobre la Capitanía General de Guatemala quienes temían
que la guerra se extendiera a esta región.
Finalmente Matamoros obtuvo uno de sus mayores triunfos militares al derrotar
al realista Manuel Dambrini en Tonalá, que entonces formaba parte de la
Capitanía
de Guatemala. Desde este lugar también envió una carta al obispo de
Ciudad Real (hoy San Cristóbal de las Casas) para explicar el motivo de su
lucha insurgente.
Por su gran desempeño
como dirigente de tropas, el 28 de mayo, Matamoros realizó una entrada
victoriosa en Oaxaca, con el único propósito de felicitar su desempeño como
coronel, de manera que Morelos agradece por sus victorias y es reconoció la
habilidad de Matamoros para la guerra, lo elevó al rango de Teniente General,
su verdadera mano derecha, como lo llamaba.
Morelos nuevamente manda
a una expedición a Matamoros en el Izúcar, por lo que el 16 de agosto decide
partir para ese rumbo, pero al llegar a Tehuhuicingo, se le informó que Nicolás
Bravo se encontraba en peligro, de manera que rápidamente Matamoros decide ir
en su auxilio, llegando así a Chalchicomula donde posteriormente no sería
informado nuevamente de que Bravo ya se encontraba seguro. En el transcurso de
su estancia en el lugar, determinó atacar un convoy que se encontraba en manos
de los realistas que al igual que él, se encontraban detenidos por los
problemas del sitio. Estos realistas se encontraban dirigidos por el Teniente
Coronel Don Manuel Martínez y del Comandante Cándano.
El batallón de Asturias
recibieron un ataque del cual fue inevitable rendirse, por lo que no tuvieron
otra opción que abandonar las armas, a lo que los llevaron como prisioneros,
significando para los realistas una batalla, bastante catastrófica, no solo por
un número grande de muertos; 215 muertos, sino también de un número de
prisionero 318 de los cuales eran oficiales, así como la pérdida total del
convoy, de manera que todos estos fueron enviados a San Andrés, mientras que
Juan Cándano fue fusilado.
Derrota
y captura
El 23 de diciembre de
1813, Matamoros participó en un intento de toma de Valladolid, que resultó un
desastre para el Ejército Insurgente, porque las tropas de Hermenegildo Galeana
y de Nicolás Bravo fueron repelidas en varias ocasiones. Esa noche, los
insurgentes se replegaron a las Lomas de Santa María, a las afueras de la
ciudad, donde las tropas de Agustín de Iturbide y Ciriaco del Llano atravesaron
la infantería insurgente y, tras causar un verdadero desastre, abandonaron el
campo, dejando a los insurgentes que, confundidos por las sombras de la noche,
se combatían entre sí.
Morelos ordenó a
Matamoros trasladarse entonces con el resto del ejército insurgente a la
hacienda de Puruarán, situada cerca de Valladolid, el 5 de enero de 1814, lo
que resultó en otro desastre, pues tras la derrota, otra vez por las fuerzas de
Iturbide, Matamoros intentó escapar cruzando un vado cercano sobre el río que
baña la hacienda de Puruarán.
Fue capturado por un
soldado dragón del batallón de Infantería de Frontera llamado Eusebio
Rodríguez, que recibió del gobierno virreinal un premio de doscientos pesos y
un ascenso a teniente por tan importante captura.
Proceso
y ejecución
Fue llevado preso a la
cárcel clerical de la Inquisición en Valladolid (hoy Morelia), Morelos ofreció,
desde Coyuca, al virrey Félix María Calleja, mediante un soldado español a
quien liberó, la vida de doscientos prisioneros españoles a cambio de la
libertad de Matamoros, pero ni así lo pudo recuperar. Entregado a las autoridades civiles y
encontrado culpable de “traición”
a Fernando VII. Fue ejecutado en el Portal del Ecce Homo (hoy Portal de
Matamoros) de Valladolid el 3 de febrero de 1814, mientras las campanas de la
Catedral tocaban agonías,
lúgubre tañido que fue secundado
por todas las iglesias de la ciudad. Fueron necesarias dos descargas del pelotón
para acabar con su vida.
La
Inmunidad Eclesiástica
Posteriormente después
de la desafortunada derrota que vivieron los insurgentes en Cuautla y la huida
repentina de la misma, Matamoros se decide reunir con Morelos en Chiautla con
la poca gente que todavía estaba a su mando, para posteriormente ir a Santa
Clara a poder tener tiempo de ordenar su tropa para migrar a Izúcar a mediados
de finales de junio.
Debido a un comunicado
el 25 de junio de 1812 que dispuso el Virrey Francisco Xavier Venegas con
respecto a los levantamientos de los insurgentes eclesiásticos, desaprobaba tal
apoyo como también desaforaba a todos aquellos quienes se vieran involucrados al
movimiento. De manera que, al enterarse Matamoros de tal publicación, para
demostrar que no existía vulnerabilidad a su regimiento, le dio el nombre del
Apóstol San Pedro.
Mariano Matamoros mandó
elaborar una bandera para su regimiento en el pueblo de Izúcar posiblemente
diseñada por él mismo y de la cual no se conserva el original. Dicha bandera
tenía un diseño similar a la bandera del doliente de Hidalgo con colores rojo y
negro y en donde se podía leer la leyenda «Morir por la inmunidad eclesiástica»
lo cual da nombre a esta bandera y refleja el pensamiento conservador respecto
a la posición de la Iglesia católica en la Guerra de independencia, ya que las
reformas borbónicas y la posterior invasión napoleónica a España así como las
reformas liberales, habían menguado el poder de esta poderosa institución
justificando Matamoros de esta forma su lucha al creer que se buscaba también
la protección de la Iglesia frente a las reformas liberales.
Honores
El 16 de septiembre de
1823, Matamoros fue honrado como Benemérito de la Patria. Sus restos fueron
trasladados a la catedral metropolitana de la Ciudad de México ese mismo año y
permanecieron ahí hasta 1925, año en que fueron colocados en el mausoleo de la
Columna de la Independencia. El 30 de mayo de 2010 fueron exhumados con honores
máximos y llevados al Museo Nacional de Historia (Castillo de Chapultepec) para
su análisis y autentificación. En lo que hoy es el noreste de Tamaulipas, se
encuentra la Villa del Refugio o Congregación de Nuestra Señora del Refugio a
la que el 28 de enero de 1826 por el decreto número 12 se le concede el título
de villa y el nombre se le cambia a Matamoros, como recuerdo para Mariano
Matamoros.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_Matamoros
Comentarios
Publicar un comentario