Emilio Portes Gil
Nació en Ciudad
Victoria, en el estado de Tamaulipas, el día 3 de octubre de 1890. Sus
progenitores fueron Domingo Portes y la señora Adelaida Gil, nacida en la
ciudad de La Vega (República Dominicana). Vivían en la casa número 16 de la
calle "Matamoros". Emilio quedó en la orfandad de padre a la edad de
tres años y ante el desamparo económico en que se encontraba su familia, fue su
madre la encargada de mantenerlo y de modelarlo en su niñez. Doña Adelaida tomó
el timón de la familia y para sostenerla realizó quehaceres, a veces hasta por
las noches, de costurera.
Formación
académica
Portes Gil estudió la
primaria en su ciudad natal, y la secundaria en la Escuela Normal de Ciudad
Victoria. Posteriormente se trasladó a la Ciudad de México, donde ingresó en
1912 a la Escuela Libre de Derecho, institución en la que se recibió como
abogado en el año de 1915.
Vida
política
Ocupó diversos cargos
públicos y fue Diputado Federal. En 1920, se afilió a la Revolución de Agua
Prieta siendo gobernador provisional de Tamaulipas. Dos años después, contrajo
matrimonio con Carmen García González.
El 17 de mayo de 1924
fundó el Partido Socialista Fronterizo y en el año de 1925 fue gobernador
constitucional de Tamaulipas. En su gobierno, realizó una importante actividad
legislativa y promovió la organización de los obreros y campesinos. Ejerció
fuerte influencia en los gobiernos y en la política de Tamaulipas desde 1928.
Presidencia
Del 18 de agosto al 30
de noviembre de 1928 fue secretario de Gobernación; y fue designado por el
Congreso, presidente interino de la República iniciando su período el 1 de
diciembre del mismo año; pues
el presidente electo, Álvaro
Obregón
había
sido asesinado.
Emilio Portes Gil asume
la presidencia interina el 1 de diciembre de 1928. Los principales aspectos de
su política, eran similares a la de sus antecesores: la reconstrucción
económica, encaminada a modernizar el país, y convertirlo en una nación
capitalista, establecer definitivamente la hegemonía del Estado sobre toda la
sociedad para administrar los beneficios económicos, pretendía hacer efectivos
los postulados de la constitución y el pacto social contenido en los artículos
27 y 123.
Emilio Portes Gil
conocía el poder del Jefe Máximo, pero tenía un cierto ascendiente sobre él,
por lo que no se resignó a ser el simple ejecutor de la política ajena.
Favoreció el reparto de la tierra; aprovechó que Calles estuviera ocupado en
consolidar su poder con miras a la sucesión y repartió cerca de 2 millones de
hectáreas que beneficiaron a muchos campesinos, y fortaleció las organizaciones
campesinas.
El 1° de diciembre de
1928, se da el primer paso para la conformación del Partido Nacional
Revolucionario. Con la publicación del "Manifiesto de la Nación" se
invitaba a todas las organizaciones, partidos y agrupaciones políticas a unirse
al Partido para posteriormente convocar a una Convención Nacional para que los
representantes de las organizaciones miembro discutieran los estatutos, el
programa de principios, la designación de un candidato a la presidencia de la
república, así como el nombramiento de las personas que formarían el Comité
Director del Partido. El Comité Organizador que
realizaría
las tareas antes mencionadas estaba constituido por: Plutarco Elías Calles, Aarón Sáenz, y Luis L. León, entre otros, las
funciones como organizadores estaban estipuladas en el manifiesto del 12 de
diciembre.
La situación política
cada día se complicaba más; por un lado el PNR necesitaba el apoyo de los
obreros; pero por el otro el líder de la CROM lo obstaculizaba. Al luchar por
su ascenso al poder, Morones ocasionaba la enemistad de los obregonistas y al
atacar continuamente al presidente provisional, desestabilizaba aún más el
ambiente político.
El líder obrero Luis N.
Morones intentaba recuperar el poder que había ostentado durante la presidencia
de Calles, trató de colocarse en un primer plano enfrentándose a su antiguo
enemigo Emilio Portes Gil, la lucha entre los dos más que personal era de
carácter político, pues pugnaban por el control de una fuerza de primer orden
para establecer la hegemonía del Estado.
Algunos acusaban a
Calles de ser el responsable de la insolencia moronista, ya que sin su apoyo el
líder obrero no habría atacado tan abiertamente a Portes Gil. Calles se mantuvo
al margen, sin negar ni afirmar, lo cual fortaleció la convicción generalizada
de que en realidad estaba de acuerdo con Morones.
Luis L. León, integrante
del Comité Organizador del PNR, le pidió a Calles que aclarara públicamente su
posición con respecto a Morones para darle solución a esta nueva crisis del
grupo. Calles, ante la alternativa de su propia caída política y la pérdida de
la adhesión de los obregonistas, y con miras al futuro, hizo público que negaba
su apoyo a Morones y para evitar malas interpretaciones de su actuación
política, se retiraba definitivamente de la vida pública y renunciaba a su
cargo del PNR.
Al retirarse de un
puesto formal en la política, Calles quedó desvinculado de los compromisos
adquiridos con las facciones, con lo que se amplió su capacidad de crear nuevas
alianzas, convirtiéndose así en el factor central de las decisiones políticas
de la época.
Pasado el periodo
estipulado las elecciones volvieron a causar efervescencia. El Partido Nacional
Antirreeleccionista apoyó la candidatura del popular exsecretario de Educación
José Vasconcelos, quien basó su campaña en la denuncia de la corrupción y en la
defensa de una política menos anticlerical.
El Partido Nacional
Revolucionario nombró a Pascual Ortiz Rubio como candidato a la presidencia.
Ortiz Rubio mantuvo conversaciones con Calles para discutir los nombres de los
miembros del próximo gabinete presidencial, en el cual debían figurar hombres
allegados al Jefe Máximo. Con esto se manifestaba una vez más la indiscutible
fuerza política de Calles.
Movimiento
armado
Desde el inicio de su
gestión, Portes Gil reanudó las negociaciones entre el clero y su gobierno, con
miras a buscar una salida viable al problema religioso.
Al mismo tiempo que
tenía lugar la Convención del PNR estallaron levantamientos armados en
Veracruz, Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Durango por generales rebeldes que
estaban en desacuerdo con el control que ejercía Calles en la política. Así el
3 de marzo emitieron el Plan de Hermosillo en él, invitaban al pueblo a
levantarse en armas contra el gobierno corrupto, desconocían a Portes Gil como
presidente y a Calles como dirigente nacional.
Esta rebelión estuvo
comandada por José Gonzalo Escobar por esto se conoce como rebelión
escobarista, contó con el apoyo de los cristeros lo cual interrumpió nuevamente
la comunicación entre el Episcopado mexicano y el gobierno. Dado que Calles
estaba formalmente retirado de la vida pública, Portes Gil lo invita a formar
parte de su gabinete como Secretario de Guerra, y en esta rebelión el ejército
comandado por él, logró la victoria y con esto corroboró su supremacía.
La Santa Sede y los
clérigos del país finalmente comprendieron que con la lucha armada no se
llegaría a ninguna solución por lo que hubo un cambio de actitud y retiraron su
apoyo a los cristeros abriéndose las posibilidades para llegar a un acuerdo con
el gobierno. En un principio la Liga de Defensa de las Libertades Religiosa que
tenía la dirección urbana del movimiento se opuso a un acuerdo. Sin embargo,
ambas partes comenzaron el camino de la reconciliación; el gobierno exigía la
aplicación absoluta de las leyes anticlericales, permitiendo como una concesión
muy especial, que la Iglesia continuará ejerciendo su derecho espiritual sobre
la población, siempre y cuando se alejara definitivamente de los asuntos
políticos. El conflicto quedó resuelto el 22 de junio de 1929 y los servicios
religiosos se restablecieron; el 27 de junio del mismo año se ofició la primera
misa pública.
Otro conflicto que tuvo
que resolver Portes Gil fue la huelga estudiantil que surgió en la Universidad
Nacional y que, aunque no fue trascendente para la estabilidad política,
opacaba la imagen de autoridad del gobierno y representaba un obstáculo más
para el buen desarrollo de la campaña presidencial de Pascual Ortiz. Por ello
el 28 de mayo de 1929 se otorgó la autonomía universitaria, con lo que el ánimo
estudiantil se calmó.
El 17 de noviembre de
1929 se llevaron a cabo las elecciones presidenciales dándole el triunfo al
Partido Nacional Revolucionario. El 1.º de diciembre Vasconcelos se declaraba
como presidente electo de la república y ponía de manifiesto ante la nación la
farsa electoral. Exhortó a una rebelión que nunca se llevó a cabo y los
vasconcelistas aceptaron la imposición del PNR y por consiguiente, a Ortiz
Rubio como presidente electo.
Una vez terminada su
administración, Portes Gil tendría diversos cargos en el gobierno y en la
iniciativa privada. Fue embajador en Francia y la India, secretario de
Relaciones Exteriores, en algún momento quiso volver a ser gobernador de su
estado natal pero fracasó, fue procurador, dirigente del partido oficial y
director de la Comisión Nacional de Seguros, cargo que se le confirió ya que
durante su mandato se preparó la Ley Federal de Trabajo (promulgada poco
después) y se debatió ampliamente sobre el seguro para los trabajadores. Fue
presidente de la Academia Mexicana de Derecho Internacional.
Últimos
años y muerte
En la última etapa de su
vida se dedicó a redactar testimonios de las experiencias de su actuación en la
vida pública de México. Entre sus obras destacan Autobiografía de la Revolución
Mexicana y Raigambre de la Revolución de Tamaulipas. Al poco tiempo de haber
cumplido los 88 años de edad, fallece en la Ciudad de México el 10 de diciembre
de 1978. Es el expresidente que más tiempo tuvo de vida pos--presidencial, ya
que murió 48 años, 10 meses y 5 días después de terminar su mandato (el 5 de
febrero de 1930).
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Emilio_Portes_Gil
Comentarios
Publicar un comentario