James Madison
Madison heredó su hacienda, Montpelier,
en Virginia, y fue dueño de cientos de esclavos. Sirvió como miembro de la casa
de delegados de Virginia y como miembro del Congreso Continental antes de la
introducción de la constitución estadounidense. Después de la Convención de
Filadelfia, fue una de las personas que dirigió el movimiento para aprobar la
nueva constitución tanto a nivel nacional como en Virginia. Su colaboración con
Alexander Hamilton y John Jay produjo los ensayos conocidos como The Federalist
Papers (Los Papeles Federalistas), artículos considerados como la base
principal sobre la que se ratificó la constitución de los Estados Unidos.
Cambió de parecer en cuanto a su política personal, puesto que en un principio
creía que lo mejor sería un gobierno central fuerte mientras que al final llegó
a apoyar la idea de que los estados deberían tener más poder que el gobierno
central. Al final de su vida llegó a aceptar una idea equilibrada en la cual
los estados y el gobierno federal comparten el poder por igual.
En 1789, llegó a ser un líder en la
Cámara de Representantes de los Estados Unidos en la cual escribió muchas leyes
fundamentales. Es reconocido como el escritor de las primeras 10 enmiendas a la
constitución de los Estados Unidos, las cuales se conocen como la Carta de
Derechos. Trabajó de cerca con el nuevo presidente George Washington en la
organización del nuevo gobierno federal. Rompiendo lazos con Hamilton y el
Partido Federalista en 1791, él y Thomas Jefferson organizaron el Partido
Demócrata-Republicano. En respuesta a las Leyes de Extranjería y Sedición
Jefferson y él escribieron las Resoluciones de Virginia y Kentucky,
argumentando que los estados tienen la potestad de anular leyes por
inconstitucionales.
Sirviendo como secretario de estado de
Jefferson, supervisó la Compra de la Luisiana, la cual dobló el tamaño del
país. Llegó a ser presidente después de Jefferson siendo reelegido en 1813. Su
presidencia consiguió una prosperidad que duró varios años. Después de una
serie de protestas diplomáticas y un Embargo comercial contra el Reino Unido,
dirigió a los Estados Unidos a la guerra anglo-estadounidense de 1812. La
guerra fue una decisión desastrosa, ya que el país no tenía ni un ejército
fuerte, ni un sistema financiero potente. Además, el país no tenía un banco
central, algo a lo que se opuso a lo largo de toda su vida.
Primeros años y
educación
James Madison Jr, nació en la hacienda de
Belle Grove, cerca de Port Conway, Virginia el 16 de marzo de 1751, lugar donde
había regresado su madre para dar a luz. Llegó a ser el primogénito de 12
hijos. Sus padres, James Madison Sr. y Nelly
Madison, tuvieron otros siete hijos y cuatro hijas. Tres de estos hijos
murieron en la infancia, incluyendo a uno que nació muerto. En el
verano de 1775, su hermana Elizabeth a los 7 años y su hermano Reuben a los 3 años,
murieron durante una epidemia de disentería que afectó al condado debido a una
contaminación del agua.
Su padre, James Madison Sr. (1723-1801),
era un plantador de tabaco que había crecido en la hacienda familiar, conocida
entonces por Pleasurable Mount en el Condado de Orange (Virginia). Llegó a
heredar la propiedad ya de adulto. Después él adquirió más propiedades al igual
que más esclavos. Al tener 5,000 acres (20.23 km²) era el mayor propietario de
tierras de todo el condado. La madre de James, Nelly Conway Madison,
(1731-1829) nació en Port Conway, hija de un plantador y comerciante de tabaco.
James y Nelly se casaron el 15 de septiembre de 1749. En esos años, las colonias del sur de Estados
Unidos estaban en proceso de convertirse en sociedades de base esclavista, una
sociedad en la que la economía llegaba a estar completamente dependiente de la
esclavitud y los amos terratenientes formaban la prominencia política.
De los 11 a 16 años, el pequeño
"Jemmy" Madison fue enviado a estudiar con Donald Robertson, un
profesor de la hacienda Innes del Condado de King and Queen, en la región de
Tidewater. Robertson era un maestro escocés, que ejercía como tutor de los
hijos de las familias prominentes de la zona. Con Robertson, Madison aprendió
matemáticas, geografía, y lenguas clásicas y modernas. Él le atribuyó a
Robertson el inculcarle su deseo por el aprendizaje.
A la edad de 16 regresó a Montpelier
donde empezó un curso de dos años con el reverendo Thomas Martin para así
prepararse para el colegio superior. En contraste con muchos jóvenes en busca
de colegio, Madison no decidió asistir al colegio de William y Mary debido a
que el clima de Williamsburg (Virginia) le hubiera afectado su salud débil. En
vez de eso, en 1769 decidió asistir al colegio de Nueva Jersey, que ahora es
conocido como la Universidad de Princeton, donde conoció y se hizo amigo de
Philip Freneau, un famoso poeta. Madison le propuso matrimonio a la hermana de
Freneau, Mary, pero esta lo rechazó.
Aunque su largas horas de trabajo y
concentración intelectual afectaron a su salud, Madison se graduó en 1771. Sus estudios incluían el Latín, Griego antiguo,
las ciencias naturales, la Geografía, las Matemáticas, la Retórica, y la Filosofía. Gran énfasis le dio a la
retórica y el debate. Madison ayudó a fundar la sociedad Whig Americana para
competir directamente con la sociedad Cliosófica de su compañero de clases
Aaron Burr. Después de haberse graduado, Madison se mantuvo en Princeton para
aprender hebreo y filosofía política bajo el presidente de la universidad, John
Witherspoon, antes de regresar a Montpelier en la primavera de 1772. Llegó a
hablar el hebreo de manera fluida. Madison estudió derecho por interés personal
en las pólizas públicas, no por tener la intención de practicar la abogacía.
Al medir solo 1.63 cm de altura
(5'4") es el presidente de los EE. UU. más bajito que ha servido en el
cargo.
Religión
Aunque fue educado por un ministro
Presbiteriano, Madison era un lector ávido de tratados deístas. En su vida
adulta, Madison no le puso atención a la religión. El biógrafo Hutson nota
que después de su vida de colegio, los historiadores no hallan clave en
cuanto a las creencias religiosas de Madison. Ciertos historiadores dicen encontrar razones por las que se
cree que Madison haya tenido influencias deístas en su manera de pensar. Otros dicen que Madison tenía un punto de vista
cristiano y se dirigía por medio de este. hizo la propuesta celosa de que las
estrellas en ascenso de su generación renunciaran a sus perspectivas seculares
y "públicamente... declararan su insatisfacción convirtiéndose en
fervientes defensores de la causa de Cristo". Dos meses después, Madison
renunció a sus perspectivas espirituales y comenzó a estudiar leyes. Al año
siguiente ingresó a la arena política, sirviendo como miembro del Comité de
Seguridad del Condado de Orange. El servicio público parece haber desplazado de
su conciencia las anteriores huellas de fe. Durante el resto de su vida no se menciona
en sus escritos a Jesucristo ni a ninguno de los temas que podrían preocupar a
un cristiano practicante. Al final de la jubilación hay algunas referencias
enigmáticas a la religión, pero nada más.
Servicio Militar y
Carrera Política Temprana
Después de graduarse en Princeton,
Madison llegó a interesarse en la relación que mantenía Gran Bretaña con sus
colonias americanas, relaciones que seguían deteriorándose por causa de
desacuerdos sobre los impuestos británicos. En 1774, Madison se aseguró un asiento
en el comité local de seguridad, un grupo en pro de la independencia que
supervisaba la milicia. Este primer paso a la vida política fue facilitado por
la situación privilegiada que mantenía su familia. En octubre de 1775, fue comisionado como
coronel de la milicia del condado Orange, aunque no sirvió en combate por
razones de salud.
Durante la Guerra de Independencia de los
Estados Unidos, Madison sirvió en la legislatura del estado de Virginia
(1776-1779) y llegó a ser protegido de Thomas Jefferson. Anteriormente había
visto la persecución de predicadores bautistas en Virginia, quienes habían sido
arrestados por predicar sin licencia por la establecida iglesia Anglicana. De
allí que colaborara con el predicador bautista Elijah Craig para promover del
gobierno la garantía del derecho a la libertad religiosa en Virginia. Estas ideas sobre la libertad religiosa
afectaron el modo de pensar de James, influyendo en lo que llegó a incluir en
la Carta de Derechos de los Estados Unidos.
Madison obtuvo prominencia en la política
de Virginia al trabajar con Thomas Jefferson en la escritura del Virginia
Statute for Religious Freedom (El Estatuto de Virginia para la Libertad
Religiosa) el cual fue aprobado en 1786. El estatuto disminuyó el poder de la
Iglesia de Inglaterra y removió el poder del estado en asuntos religiosos.
Excluyó el plan de Patrick Henry de incentivizar a los ciudadanos a dar dinero
de los impuestos a una iglesia de su elección. En 1777, el primo de Madison, el
reverendo James Madison, (1749-1812) llegó a ser el presidente del colegio de
William y Mary. Bajo la influencia de Madison y Jefferson, el reverendo Madison
dirigió el distanciamento de Gran Bretaña y de la Iglesia de Inglaterra.
Como el delegado más joven al congreso
continental, (1780-1783) a Madison se le consideró como un trabajador duro y
alguien que fácilmente podía formar alianzas. Persuadió al estado de Virginia a renunciar a los
territorios de su noroeste, territorio que hoy en día le pertenece a
Ohio, en el congreso continental. Esto completó el nuevo Territorio del Noroeste en
1783, territorio supervisado por el gobierno federal del cual se formaron
nuevos estados. El territorio que reclamaba el estado de Virginia estaba en
conflicto con la tierra reclamada por los estados de Connecticut, Pensilvania,
y Maryland. Estos últimos estados también cedieron territorio occidental al
gobierno federal después de llegar al acuerdo de que estas tierras llegarían a
ser nuevos estados. La Ordenanza Noroeste prohibió la esclavitud en el
territorio al norte del río Ohio, pero no ilegalizó la esclavitud que allí
existía debido a las familias que ya vivían en estos territorios.
Madison fue elegido una vez más a la
Cámara de Delegados de Virginia para servir en el término de 1784-1786 durante
los años tempranos del reciente país. Durante este término, Madison llegó a
estar crecientemente frustrado con lo que llamó "democracia
excesiva". Criticó a los delegados por estar más preocupados en los
intereses locales de sus constituyentes, aun si estos intereses fueran dañinos
para el estado entero. En particular le preocupó una ley que negaba immunidad
diplomática a los embajadores nacionales y otra ley que legalizaba dinero en
papel. Él creía que los delegados deberían estar
desinteresados en asuntos locales y actuar solo en el interés del estado, aun si
esto contradecía directamente lo que querían los constituyentes. Madison creía que
esta "democracia excesiva" era la causa de una decadencia social no
vista sino antes del comienzo de la revolución y la cual estaba llegando al
punto de inflexión. (Como ejemplificaba la rebelión de Shays)
Padre de la
Constitución
Los Artículos de Confederación
establecieron a los Estados Unidos como una asociación de estados soberanos con
un gobierno central débil. Este trato fue desdeñado y sirvió de poco después de
la Guerra de Independencia. El Congreso no tenía el derecho de imponer
impuestos y así, no podía pagar los gastos que había incurrido durante la
guerra, algo que le preocupaba a Madison y a otros nacionalistas como George
Washington y Alexander Hamilton, quienes temían la posibilidad de quedar
desunidos y en bancarrota. El historiador
Gordon S. Wood ha notado que muchos líderes, incluidos Madison y Washington,
tenían más temor a la posibilidad de que la revolución no había arreglado los
problemas sociales que la habían creado en primer lugar, y que los excesos que
se habían culpado al rey de Gran Bretaña se estaban duplicando en las
legislaturas estatales. La rebelión de Shays se describe como el suceso que
forzó un diálogo en cuanto al tema. Wood argumenta que muchos notaron este
evento como el efecto extremo de la democracia en demasía.
Como escribe Madison, "una crisis ha
llegado en la cual se decide si el experimento americano será una bendición al
mundo, o si estallarán las esperanzas que había inspirado la república". En parte por la iniciativa de Madison,
se llamó a una asamblea nacional en 1787. Madison llegó a ser clave para la
presencia de George Washington. Se esforzó por convencerlo en asistir ya que
sabía que tan importante sería él para la adopción de una nueva constitución.
Años antes, Madison había leído libro tras libro que le había mandado Jefferson
de Francia en cuanto a varios tipos de gobierno. El historiador Douglas Adair
llamó a este trabajo de Madison "probablemente la investigación académica
más fructífera que ha sido realizada por un americano." Muchos argumentan
que esta investigación lo preparó para la convención. Cuando se
acercaba a un cuórum para comenzar la asamblea, Madison,
quien tenía en ese entonces 36 años de edad, escribió lo que llegó a ser conocido como
el plan de Virginia, y el resto de la convención se esforzó para enmendar el
plan de Virginia y completarlo. Aunque el plan de
Virginia era más un esquema de una constitución que una propuesta seria, fue refinada
extensivamente, especialmente por John Rutledge y James Wilson en el comité de
detalles. Su uso en la convención llevó a muchos a llamar a Madison, el Padre
de la Constitución.
The Federalist Papers y los Debates de
Ratificación
Después de la convención de Filadelfia
llegó a haber un debate intenso en cuanto a la ratificación de la constitución.
Se le pidió a cada estado llevar la constitución a sus legislaturas propias
para deliberar y votar en pro o en contra de la ratificación. Madison llegó a ser un líder en la promoción de la ratificación. Para este propósito,
Madison, Alexander Hamilton, y John Jay se juntaron para escribir lo que llegó
a conocerse como "The Federalist Papers" (Los Ensayos Federales), una
serie de 85 artículos de periódico para explicar cómo se implementaría la
constitución, principalmente por medio de contrarrestar las críticas elevadas
en contra de la constitución por los anti-federales. Estos también llegaron a
juntarse para imprimir como libro, llegando a ser así igual que un libro de
manual para los partidarios de la constitución que asistirían a las
convenciones de ratificación en sus estados propios. El historiador Clinton Rossiter llamó a The Federalist
Papers como el trabajo más importante que se ha escrito por
cualquier persona en la historia pasada o futura de la ciencia política de los
Estados Unidos. No eran argumentos
imparciales o académicos, sino argumentos políticos, escritos con
el propósito de ayudar a los
federalistas de Nueva York, los cuales se encontraban en contra del único movimiento
coordinado del país. Una razón por la que Madison estaba
involucrado en la escritura de los ensayos fue porque era miembro del anticuado
congreso confederal, el cual se juntaría por última vez en Nueva York.
Si Virginia, el estado más poblado de la
época, no ratificaba la nueva constitución, esta no sería aprobada. Cuando
comenzó la convención para la ratificación de Virginia el 2 de junio de 1788,
la constitución todavía no había sido aprobada por los nueve estados
requeridos. Nueva York, el segundo estado más poblado y el estado más
anti-federal, Madison manifestó a sus más allegados partidarios que los
habitantes de otros estados o colonias no ratificaría la constitución si
Virginia no lo hacía.
Además, se consideraba que si Virginia no
ratificaba la Constitución, entonces no formaría parte de la nueva unión, algo
que descalificaría a George Washington como candidato a presidente de los
Estados Unidos, pero además esa decisión podría arrastrar a otros estados a no
unirse, lo cual desembocaría en un fracaso total para formar al nuevo país, y
dejaría latente el riesgo de que la Corona Inglesa buscase intervenir para
retomar el control de todas las colonias. Con relación a lo anterior los
delegados de Virginia estaban convencidos de que la elección de Washington era
una condición implícita al aceptar ratificar la Constitución y el nuevo
gobierno, de allí para que insistieran en que se aceptase a Washington.
Dentro de todo este proceso gran cantidad
de delegados y habitantes reconocían que la persona más popular, aparte de
George Washington, era el poderoso orador Patrick Henry, uno de los delegados
de anti-federalistas de Virginia, quien tenía una inmensa influencia entre los
colonos de ella. (Washington no era un delegado).
La mayoría de los delegados de Virginia
creían que el pueblo de su estado no estaba de acuerdo con el gobierno que se
proponía establecer. Al principio,
Madison no intentaba ser elegido a la convención de Virginia, pero finalmente tuvo que
formar parte de ella, ya que la situación parecía indicar que la ratificación
no tendría lugar. Al formar parte de la convención, Madison logró convencer a
los reticentes para que los delegados de Virginia firmaran la aceptación de la
Constitución.
Ya que los estados desconfiaban de los
gobiernos centrales, ratificar la constitución fue un proceso difícil. Patrick
Henry pensaba que la constitución le negaría derechos a los estados y a los
ciudadanos. En la convención de ratificación de Virginia, Madison, quien era un
pésimo orador, tuvo que argumentar públicamente en contra de Henry, quien era
el orador más importante del país. Aunque Henry
hablaba con tonos más dramáticos y poderosos, Madison exitosamente
pudo emparejar su actuación. Los argumentos de Henry eran muy
emotivos pero dejaban entre los delegados y en el auditorio dudas sobre la
presencia de condiciones indeseables futuras, mientras que los argumentos de
Madison respondían a sus preguntas con respuestas razonables.
Tanta era la diferencia que Madison llegó
al punto de llamar los argumentos de Henry absurdos. Madison afirmó que el
nuevo gobierno sería un gobierno con pocos deberes y bien definidos. Madison persuadió a figuras
prominentes como Edmund Randolph, quien había rehusado aceptar la constitución en la
convención de Filadelfia, pero la llegó a aceptar en la convención de Virginia.
El cambio de pensar de Randolph muy
probablemente convenció a otros delegados en apoyar la constitución. Cuando llegaba el tiempo de votar a
favor de la constitución, parecía ser que esta sería derrotada, razón por la
que Madison junto a un pequeño grupo de anti-federalistas les rogó votar a
favor de la constitución, prometiéndoles que al ser esta aceptada, él se
aseguraría de que se escribiera una "Declaración de Derechos" y se
añadiera a la constitución.
Una resolución fue propuesta, escribir
una declaración de derechos para la consideración de los otros estados antes de
ratificar la constitución. Esta encontró apoyo en George
Mason y Patrick Henry pero no fue apoyada por Madison, Henry Lee III, John
Marshall, Randolph o Bushrod Washington. La resolución falló 88-80. Lee, Madison, Marshall, Randolph, y
Washington entonces votaron a favor de una resolución para ratificar la
nueva constitución, la cual fue aprobada por la convención
el 28 de junio de 1789 en un voto de 89-79. Mason y Henry votaron en la
minoría.
En términos de la esclavitud y la
constitución, Madison consideraba que la raza negra era una "raza
desafortunada" y creía que esta era destinada a ser propiedad humana. El 12 de febrero de 1788, Madison en el
ensayo Federalista n.º 54. afirmó que el Compromiso de los Tres Quintos
era la mejor alternativa para la condición actual de los esclavos y para su
representación como ciudadanos en el congreso. Madison creía que los esclavos
estarían protegidos por
sus amos y por el gobierno.
A Madison se le llamó "Padre de la
Constitución" mientras estaba vivo. Modestamente él respondía al título
como "un crédito al cual no tengo ningún derecho [...] La constitución no
era, como la fabulada diosa de la sabiduría, la prole de un solo cerebro. Debe
ser considerada trabajo de muchas mentes y manos." Él le escribió a Hamilton a la
convención de ratificación de Nueva York,
afirmando su opinión de que la "ratificación era in toto y para
siempre".
Miembro del Congreso
Madison había sido un delegado al
congreso confederal, y quería ser elegido para senador del nuevo congreso en el
nuevo gobierno. El vengativo Patrick Henry estaba decidido a negarle este
escaño, razón por la que trajo asunto tras asunto a deliberación en el congreso
confederal con el objetivo de no darle oportunidad a Madison de hacer campaña.
También usó su posición para prevenir que la legislatura de Virginia tampoco lo
aprobara como senador de Virginia. Cuando Madison decidió entonces optar a ser
elegido a la Cámara de representantes, Patrick redibujó su distrito para que
solo hubiera gente en contra de Madison en él, y así perdería cualquier campaña
que hubiera conducido. Madison entonces decidió que sería elegido para
representar otro distrito. Patrick entonces pasó una ley nueva en la que
requería que todo representante debería vivir en el distrito que representaba.
Después de un tiempo, esta ley se consideró inconstitucional pero, en ese
tiempo, dificultó la carrera de Madison. Madison llegó a correr en contra de
James Monroe, otro futuro presidente. Los dos hicieron campaña juntos. Tiempo
después, cuando Madison ya era presidente, muchos de sus constituyentes le informaron
que, si no hubiera habido mal clima el día de la elección, es muy probable que
él hubiera perdido la campaña. Madison derrotó a Monroe y después llegó a ser
un líder importante en el congreso.
Padre de la Carta de Derechos
Aunque la idea de una Carta de Derechos
ya había sido propuesta durante la convención de Filadelfia, los delegados
estaban ansiosos de regresar a casa, y pensaron que el asunto era innecesario.
La falta de una declaración de derechos entonces llegó a ser el argumento de
más peso que tenían los anti-federalistas. Aunque ninguna de las colonias puso
como condición a la ratificación de la constitución una declaración de
derechos, había estados que estuvieron cerca de hacerlo, algo que hubiera
prevenido la ratificación. Algunos anti-federalistas siguieron argumentando
sobre la ausencia de la declaración de derechos y hasta amenazaron con empezar
de nuevo en una nueva convención constitucional. Esta nueva convención muy
probablemente hubiera estado más dividida que la primera. Madison estaba en
contra de una declaración de derechos por múltiples razones. Una
de estas era que la declaración de derechos pretendía proteger a los
ciudadanos del mal uso de poderes que el gobierno central no tenía en primer lugar,
de ahí que pensara que
esta no era necesaria. Pensaba también que era peligroso tener una declaración
de derechos ya que la enumeración de ciertos derechos del ciudadano podría
interpretarse como que algún derecho que no estuviera escrito sería un derecho
que los ciudadanos no tenían. También había la posibilidad de que, igual que a
nivel estatal en algunos casos, aun estando escrito bajo la ley de los derechos
de los ciudadanos, algunos gobiernos estatales ignoraban las leyes.
Aunque muchos en el nuevo congreso no
querían debatir sobre una posible carta de derechos, (por el siguiente siglo se
consideró la declaración de derechos como la carta de derechos y no las
primeras 10 enmiendas a la constitución), Madison presionó al congreso para
hacerlo. El congreso estaba más preocupado con
arreglar el nuevo gobierno y querían esperar a ver los defectos que salieran
antes de enmendar la constitución y los anti-federalistas que hubieran apoyado
las enmiendas se disolvieron prontamente después de que se aprobara
constitución. Y aunque los anti-federalistas no estuvieran tratando de empezar
de nuevo con una nueva convención, Madison temía que los estados urgieran a sus
congresistas a hacerlo, algo que los estados tenían el derecho de hacer.
Madison creía que la nueva constitución no tenía el poder de proteger el
gobierno nacional de la democracia en exceso y de la mentalidad localista (el
problema que seguía notando en los gobiernos estatales) y él pensaba que una
declaración de derechos podría mitigar estos problemas. El 8 de junio de 1789
Madison introdujo el proyecto de ley que crearía enmiendas consistentes de
nuevos artículos en los que se definían 20 enmiendas, dependiendo en como lo
cuenta uno. Madison propuso principalmente que las enmiendas se incorporaran en
algún lugar dentro de la constitución. La cámara de representantes aprobó
muchas de sus enmiendas, pero se negó a incorporarlas dentro de la
constitución, optando mejor por escribir las enmiendas por separado y atarlas
al final de la constitución, mandándola así al senado para su aprobación.
El senado por su parte acordó en editar
las enmiendas aún más, haciendo 26 cambios y reduciendo las enmiendas a 12. La propuesta de Madison de que la
declaración de derechos sea aplicable al gobierno federal igual que al
gobierno estatal fue eliminada al igual que su edición del preámbulo. Una conferencia de Cámara y Senado
entonces tomó lugar para arreglar las diferencias entre las dos
propuestas. El 24 de septiembre de 1789, el comité finalizó y produjo un informe de 12 enmiendas
para la consideración de la cámara de representantes y el senado. Esta versión
final fue aprobada por el congreso el 25 de septiembre de 1789 por medio de una
junta de resolución.
Los artículos 3 al 12 fueron ratificados
el 15 de diciembre de 1791 y llegaron a ser la declaración de derechos. El artículo 2 llegó a ser la enmienda número 27 de la
constitución y fue ratificada el 7 de mayo de 1792. El primer artículo todavía sigue pendiente,
esperando la aprobación de los estados.
Fundación del
Partido Demócrata-Republicano
Los que apoyaban la ratificación de la
constitución llegaron a conocerse como el partido federalista. Aquellos que no
apoyaban la constitución llegaron a ser conocidos como el partido
anti-federalista, pero ninguno de los grupos se podría considerar como un partido
político en sentido moderno. Después de la aprobación de la nueva constitución
y el nuevo gobierno en 1789, dos facciones políticas se formaron alrededor de
los mismos argumentos que se disputaban antes. Los que apoyaban los intentos de
Alexander Hamilton de engrandecer el gobierno nacional se llamaron
Federalistas, mientras los que estaban en contra de él se llamaron
Republicanos. (La historia llama a este último grupo el Partido
Demócrata-Republicano). Madison y otros organizadores del partido demócrata,
quienes favorecían los derechos de los estados y el control local, luchaban por
encontrar una solución al problema institucional ante la inhabilidad de la
constitución de prevenir una concentración de poder en una futura
administración republicana. Como primer secretario de la tesorería, Hamilton
creó muchas instituciones federales nuevas, una de las cuales incluía el Primer
Banco de los Estados Unidos. Madison dirigió el fracasado intento en el
congreso de bloquear la creación del banco, propuesta por Alexander Hamilton.
Argumentó que la constitución no daba el permiso al nuevo gobierno de crear un
banco central explícitamente. El 26 de mayo de 1792, Hamilton se quejó "El
señor Madison, cooperando con el señor Jefferson, están al mando de la facción
decididamente hostil a mí y a mi administración." El 5 de mayo de 1792
Madison le comento a Washington "Con respeto al espíritu de partido que
estaba llevando a cabo, [...] yo fui sensible de su existencia". Madison
fue elegido a ser miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las
Ciencias en 1794.
Matrimonio y familia
Madison tenía 43 años cuando se casó por
primera vez, lo que se consideraba muy tarde en la época. El 15 de septiembre
de 1794, James Madison se casó con Dolley Payne Todd, una viuda de 26 años, en
Harewood, West Virginia, lugar que se conoce actualmente como el Condado de
Jefferson. Madison nunca tuvo
hijos pero si adoptó al hijo de Dolley de su primer
matrimonio, John Payne Todd, después del enlace.
Se conocía que los dos mantenían un
matrimonio feliz. Dolley Madison usó sus habilidades sociales cuando los dos
vivieron en Washington, mientras James era el secretario de estado. Cuando la
Casa Blanca estaba siendo construida, Dolley aconsejó en cuanto al decoro y
presidencia en las funciones ceremoniales para el presidente Jefferson, un
viudo y amigo de los dos. Cuando James llegó a ser presidente, Dolley usó su
posición como esposa del presidente para avanzar la agenda de su esposo,
creando así la posición de primera dama. Muchos consideran que fue ella la
razón por la que James era tan popular.
El padre de James murió en 1801 a la edad
de 78 años. Madison heredó la gran hacienda en Montpelier y otros valores en
cartera, además de los 108 esclavos de su padre. Él había estado manejando las
propiedades paternas desde 1780.
Secretario de Estado
(1801-1809)
Cuando Thomas Jefferson fue investido
como presidente en 1801, lo nombró como su secretario de estado. Al comienzo de
su término, Madison era parte de un caso en la corte suprema, el Marbury vs.
Madison (1803) en el que se disputaba cuanto poder tendría cualquier revisión
judicial, algo que había molestado a los partidarios de Jefferson ya que estos
no querían una rama judicial federal con tanto poder. A Jefferson se le había
dificultado el mantenerse neutral durante las guerras de Napoleón. Durante el
mandato de Jefferson, gran parte de Europa estaba envuelta en alguna guerra
empezando con Francia contra Austria. Después de la batalla de Austerlitz en
1805 cuando los franceses decisivamente derrotaron a los Habsburgos Austriacos,
la guerra entonces se convirtió en una guerra entre el Reino Unido y Francia.
Justo antes del comienzo de la
presidencia de Jefferson, Napoleón tomó el control del directorio francés,
departamento que había manejado mal las finanzas del país y era directamente
responsable por la pérdida del ejército en su lucha por detener la rebelión de
los esclavos en la colonia de Saint-Domingue (Haití). En 1802, Napoleón envió
una tropa de 20 000 hombres a la isla para restablecer la esclavitud negra, ya
que sus haciendas productoras de caña de azúcar habían sido la fuente más
importante de dinero del país. Además de perder batallas, las tropas también fueron
diezmadas por la fiebre amarilla. Al ver pérdidas mayores en el Nuevo Mundo,
Napoleón no vio futuro alguno en el occidente, razón por la que vendió el
territorio de Luisiana a Jefferson y Madison en 1803. Más tarde ese mismo año,
las 7000 tropas que quedaban en la isla fueron retiradas y en 1804, Haití
declaró su independencia y llegó a ser la segunda república instaurada en el
Nuevo Mundo.
Muchos contemporáneos, y después
historiadores como Ron Chernow, ignoraron su punto de vista de que la
constitución legalizaba solamente la "construcción estricta" y así
tomaron ventaja de la oportunidad de comprar el territorio de Luisiana. Jefferson
hubiera preferido haber tenido una enmienda a la constitución en la que se
autorizaba la compra, pero aparte de no tener tiempo, notó que no era requisito
hacerlo. El senado rápidamente ratificó el tratado que completaba la compra.
Con la misma rapidez, la cámara de representantes también aprobó la compra. Con las guerras napoleónicas todavía librándose en Europa,
Madison trató de mantener a los Estados Unidos neutral e insistió en los derechos del
país, bajo la ley
internacional aplicada a estados neutrales.
Aun así, ni Londres ni París mostraron
respeto a los Estados Unidos, razón por la que las relaciones entre los dos
países se deterioró durante el segundo término de Jefferson. Después de su
victoria en Austerlitz sobre sus enemigos en la Europa continental, Napoleón se
tornó más agresivo y ordenó un embargo en contra del Reino Unido con el
propósito de llevar a los británicos el hambre, algo que llegó a arruinar a
ambos países. Madison y Jefferson decidieron ordenar un embargo en contra de
los dos países, aunque el embargo era en contra de todo país extranjero. El
embargo falló en los Estados Unidos de la misma manera en la que falló en
Francia al afectar económicamente a los puertos por todo la costa del este,
puertos que dependían del comercio extranjero. En el noroeste, los federalistas
combatieron el embargo y así encontraron popularidad entre el pueblo
estadounidense. El embargo falló en ser renovado justo antes del término del
mandato de Jefferson.
Elección de 1808
Cuando el segundo término de Jefferson
finalizaba, se conocieron sus planes de jubilarse, así que el partido empezó a
promover la idea de elegir a Madison como candidato a la presidencia en 1808. A
ello se oponía el representante John Randolph, quien rompió lazos con Madison y
Jefferson. La camarilla presidencial del Partido Demócrata-Republicano estaba
al cargo de escoger el candidato y resolvió elegir a James Madison en vez de a
James Monroe. Ya que el partido Federalista
había perdido influencia fuera de Nueva Inglaterra, Madison derrotó fácilmente
al federalista Charles Coteworth Pinckney.
Presidencia
(1809-1817)
Después de su investidura, Madison
encontró la oposición inmediata al tratar de nombrar a Albert Gallatin como
secretario de estado. El líder de la oposición, William B. Giles,
pudo forzar a Madison a que nombrara a Gallatin a la posición de Secretario de
la tesorería, puesto que mantenía desde la anterior presidencia de Jefferson. El talentoso suizo Gallatin era el
consejero, planeador político, y confidente principal de Madison.
Madison nombró a Robert Smith, el secretario de la armada, al puesto de
secretario de estado. Para el puesto de secretario de la armada, Madison nombró
a Paul Hamilton. El gabinete de
Madison, un grupo de personas conocidas como de talento mediocre, fue escogido
con el propósito de apaciguar a la oposición política. Cuando Madison
llegó a la presidencia en 1809, el gobierno federal tenía un superávit de
$9,500,000. Para el año 1810, la deuda nacional bajó y los impuestos fueron
reducidos.
Banco de los Estados
Unidos
Madison intentaba continuar las metas de
Jefferson, particularmente deshacer el sistema e ideas que dejaron los
presidentes federalistas previos Washington y Adams. Uno de los asuntos
urgentes para Madison fue el Primer Banco de los Estados Unidos, el cual sería
financiado hasta el año 1811. Aunque el secretario de finanzas urgía por la
existencia del banco, el congreso no pudo reautorizarlo. Durante la guerra
contra Gran Bretaña, el congreso se dio cuenta de que sin un banco nacional,
era imposible financiar al ejército, así que fue aprobado un proyecto de ley en
1814, autorizando un segundo banco nacional. Madison vetó el proyecto. En 1816 el congreso aprobó de nuevo un segundo
banco nacional. Esta vez fue aprobado por Madison al haber experimentado la
necesidad de uno.
Después de la presidencia
Cuando Madison terminó su mandato en
1817, se jubiló a Montpelier, su hacienda de tabaco en el Condado de Orange
(Virginia) cerca de la de Monticello, propiedad de Jefferson. Tenía 65 años.
Dolley, quien pensaba tener tiempo ahora para viajar a París, tenía 49 años. Al
igual que Washington y Jefferson, Madison se retiró de la presidencia
económicamente más pobre que cuando empezó debido al precio bajo del tabaco y
el gradual colapso financiero de su hacienda, debido al mal manejo
administrativo que le dio su hijastro.
Un vistazo sobre Madison es proveído por
las primeras notas biográficas escritas de la Casa Blanca A Colored Man's
Reminiscences of James Madison (Recuerdos de James Madison por un Hombre de
Color, 1865), escritas por el antiguo esclavo de Madison Paul Jennings quien
trabajó para el presidente desde la edad de 10 años, sirviendo como lacayo, y
después como su ayudante de cámara para el resto de la vida de Madison. Después
de la muerte de Madison, Jennings fue comprado en 1845 a Dolley Madison por
Daniel Webster, quien le requirió trabajar cobrando y entonces adquirir su
libertad. Jennings publicó su relato corto en 1865. Tenía un gran respeto por Madison y relató como Madison nunca
le pegó a un esclavo, ni
permitió que los capataces
les pegaran también. Jennings cuenta que si algún esclavo
se portaba mal, Madison se reunía con él en privado y conversaban sobre su
comportamiento.
Algunos historiadores se imaginan que las
deudas crecientes de Madison son la razón principal por la que el mantuvo
secretas sus notas de la convención de Filadelfia, y otros archivos importantes
que poseía, y decidió no publicar durante su vida. "Él sabía el valor de
estas notas y quería que estas agregaran valor a su testamento para el uso de
Dolley al fallar su hacienda. Esperaba $100,000 de la venta de sus papeles de
las cuales sus notas eran la gema." Los problemas
financieros de Madison le pesaban y deterioraron su salud mental y física, pues le
atormentaban.
En sus últimos años, Madison llegó a
estar extremadamente preocupado con su legado histórico. Empezó a modificar
cartas y otros documentos que poseía. Les cambiaba días y fechas, añadiendo y
borrando palabras y frases y alterando la letra. Para cuando tenía setenta
años, sus "aclaraciones" habían llegado a ser una obsesión. Como
ejemplo, cambió una carta que había escrito a Jefferson en la que criticaba a
Lafayette; no solo tachó pasajes enteros, sino que también copió el estilo de
letra de Jefferson al escribir sus cambios.
"Durante los seis años finales de su
vida, en medio de un mar de problemas personales [financieros] que amenazaban
tragárselo... a veces su agitación mental terminaba en colapsos físicos. Para
la mayor parte de un año entre 1831 y 1832 quedó encamado, si no
silenciado[...] Literalmente enfermó de ansiedad, empezó a desesperarse de su
habilidad de hacerse entender por sus conciudadanos."
En 1826, después de la muerte de
Jefferson, Madison fue nombrado el segundo rector de la Universidad de
Virginia. Él retuvo el puesto de canciller del colegio por diez años, hasta su
muerte en 1836.
Madison estaba preocupado por la
continuación de la esclavitud en Virginia y el sur en general. Creía que la
mejor solución a la esclavitud sería el regresar a la gente negra de vuelta a
África cuando estos recobrasen su libertad, tal como lo promovía la American
Colonization Society (Sociedad Americana de Colonización). Le dijo a Lafayette
al tiempo de la convención, que la colonización crearía una "rápida borradura de
esta mancha en nuestro carácter republicano". La socióloga británica Harriet
Martineau visitó a Madison durante su gira por los
Estados Unidos en 1834. Ella caracterizó su fe en la colonización como solución a la esclavitud,
como "extraña e incongruente". Se cree que Madison, vendió o donó su
Molino de grano para apoyar al ACS. El historiador Drew
R. McCoy cree que "La Convención de 1829, diríamos, empujó a Madison al borde
del delirio, si no al desespero. El dilema de la esclavitud lo deshizo".
Igual que la mayoría de afroamericanos del tiempo, los esclavos de Madison
querían quedarse en los Estados Unidos, donde habían nacido, y creían que su
trabajo les ameritaba la ciudadanía. Se resistían a la
"repatriacion".
A pesar de su deteriorada salud, Madison
escribió varios memorandos políticos, incluyendo un ensayo en contra del
nombramiento de capellanes para el congreso y las fuerzas armadas. Aunque
acordaba con la exclusión religiosa que crearía, sabía que esta no produciría
armonía política.
Entre 1834 y 1835, Madison vendió el 25%
de sus esclavos para recuperar las pérdidas financieras de su hacienda. Madison vivió hasta 1836 siendo
ignorado por la política estadounidense más y más. Murió en Montpelier el 28
de junio como el último de los Padres Fundadores de los Estados Unidos. Fue
enterrado en el cementerio de la familia Madison en Montpelier.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/James_Madison
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